Partida Rol por web

Sobre las ocho de la tarde al pasar frente al negocio de Antuan que se encuentra en el camino principal, os encontráis todos de nuevo. Brent, Dalfrid y Yorha están dentro del negocio, mientras que el resto vais por el camino. 

27 de julio sobre las 8 de la noche.

Vuestro turno.

Resoplé sonoramente — Que mal lo pasé ayer, me veía que todo se torcía que al final el esfuerzo fue para nada — Los planes en la mayoría de las ocasiones no suceden como se piensa y ayer, por casualidad, no hubo ningún contratiempo.
Creo que ahora sí que estamos en el buen camino— Saludé a todos y esperaba que nos contasen la información que seguramente habrían recopilado mientras miraba a Brent porque creía que él debería de ser la persona que contase nuestra investigación —¿Que tal os ha ido?

- Tuviste la sangre fría y la labia para ganarte la confianza del guardia. Espero que no se pusiera muy pesado después de invitarte a unos tragos. - dijo dándole una palmada en la espalda orgulloso de su actuación.

- Ahora tenemos las pruebas para incriminar a alguien. Deberíamos ponernos en contacto para reportar lo que hemos descubierto.

Una vez llegaron a reunirse con el resto se adelanto para preguntar por su suerte.

- Espero que hayáis descartado sospechas en vuestro viaje porque aquí ya tenemos a un culpable. Brent os pondrá al corriente de las cartas que hemos conseguido del despacho de Antuan.

Reencontrarse era algo bonito y emotivo, pero Finn Lenguadeplata no estaba humor para dar abracitos a nadie, el viaje de ida y de vuelta había sido duro, y lo que hubo entre medios de ambos viajes tampoco fue algo especialmente agradable para aquel hombre cuya edad empezaba a pesarle.

-Estaría bien que nos dijerais lo que habéis descubierto sí, -confirmó Finn sacando su pipa para fumar, luego de un viaje tan largo se había quedado sin aliento, por lo que un poco de humo directamente en los pulmones entraba bien- nosotros hemos visto cosas un tanto turbias pero todos los indicios que pudimos obtener sin tener nuestras cabezas en picas nos trajeron de vuelta a aquí... Y hablando de perder la cabeza; vosotros habéis sido atacados, ¿Verdad?. Escuchamos sobre eso allá...

Tras el reencuentro, y hablar un rato en la calle, justo al lado de transportes Antuan, pensáis que lo mas sensato es buscar un lugar tranquilo en el que poder poneros al día sin llamar demasiado la atención. No os cuesta encontrar una buena taberna en la que beber unos tragos, para quitar el reseco del camino, y tal vez comer algo. En la que encontráis una apartada mesa en la que podéis hablar relativamente tranquilos. 

27 de julio sobre las 8 y 20 de la tarde.

Vuestro turno.

Buri se alegraba de volver a tener el grupo completo. 

- ¿Así que os han atacado? Bueno, espero que se hayan llevado su merecido... 

¿Tenéis algo de información jugosa? Nosotros hemos sacado algo, al menos una idea... - 

La posada parecía tranquila, pero ellos. Mismos habían estado poniendo la oreja hace poco en una así que... Habría que andarse con pies de plomo. 

- ¡Camarero! ¡Una ronda de cervezas a esta mesa! Y pon algo de comer, que aquí la gente alta dice que no va a poder cagar si no llena el buche... ¡Y nadie quiere que se le atranquen las tuberías! - 

Sabía por experiencia que una mesa ruidosa hablando de temas banales podría causar poca impresión en una taberna, pero una mesa cuchicheando apartada siempre hacia que alguien quisiese escuchar. 

La clerigo se dejo caer sobre la silla, bastante agotada.

-Pufff... menudo viajecito, pero bueno, al menos creo que ha sido mas o menos fructuoso.

La joven miro hacia los lados viendo si podía hablar libremente, pero prefirio no ser muy concreta.

-En nuestro caso, los indicios nos dicen que a quien fuimos a ver estaba limpio, se mostro bastante colaborativo, cuando le pedimos una copia de la información que había sido borrada, nos la hubiera entregado si nos hubieramos identificado correctamente, lo que me dice que no tenia nada que ocultar. Ademas, pudimos ver a uno de los que salvamos en la cueva y nos comento que la persona cuyo nombre empieza por A, envió hombres sospechosos.

No quería reconocer lo mal que me había escondido la pasada noche, como el guardia me descubrió y como estuvo todo cerca, demasido cerca de salir rematadamente mal por mi culpa — Ha sido alto más complicado de lo que parecía pero al final creo que estamos sobre la pista, fue Armand el hijo menor del Varón Leonard el que preparó el asalto a la caravana — Estaba contenta por el reencuentro y por qué no decirlo, me sentía mucho más segura rodeada de aún más enanos, casi como una ciudad con doble muralla y foso, impenetrable. Pocos, por no decir ninguno se atrevería a meterse con un grupo como el nuestro

- Aparentemente hemos tenido suerte con esto de separarnos para abarcar más terreno. No lo tenía yo tan claro, pues esperaba alguna trampa o emboscada. Nadie ha sido atacado... al menos yo no lo he sido. - aclaró viendo que Dalfrid ni afirmaba ni desmentía el haber sufrido un ataque, cosa que según su conocimiento era un rumor infundado.

- Y sí, Antuan y los nobles que sustentan su negocio son los que están metidos en todo este asunto tan turbio. Como he dicho, mañana deberíamos reportárselo a nuestro superior, Cardeno y que se tomen medidas. Nosotros ya hemos hecho nuestra parte del trabajo por ahora. - concluyó tomándose un largo y merecido trago.

Viendo que ambos grupos habían logrado llegar a un acuerdo sobre quién era la persona responsable de todo aquello, Finn Lenguadeplata pudo respirar de nuevo, y no precisamente porque dejara de magicamente tener asma, sino porque la pipa que estaba fumando se quedó sin combustible.

-Bien, bien. -Dijo con una voz algo más ronca de lo habitual- Pues ahora tan solo nos queda la parte final y ya estaríamos. ¿Vamos a allá y le pedimos amablemente que colabore y no ofrezca ningún tipo de resistencia a la espera de un Juicio Justo por sus acciones?. ¿O simplemente lo reportamos y ya?. Y la pregunta más importante de todas: ¿Vamos ahora o mañana?. Si es mañana sugiero que se hagan guardias...

Brent escucha lo que han descubierto los demás y sabe que está sobre la misma pista, pero piensa que Antuan es más victima que cómplice. Estando bajo las órdenes de un jefe quebrado suele traer dificultades a los empleados encargados de resguardar recursos. 

—Podríamos pedir para Antuan un trato a cambio de información sobre los pormenores del robo. Servir a malos jefes siempre es un problema para muchos subalternos que se ven arrastrados a situaciones comprometedoras —esto comenta mientras moja su garganta con un buen trago de cerveza—. Pidamos que se mantenga bajo vigilancia el negocio de Antuan. Además tengo dos cartas que podrán servirnos de prueba para iniciar el proceso contra Armand y acusarlo de conspirar contra Fuenterrubiales.

Y cambiando de observa disimuladamente intentado percatarse de que oídos curiosos no estuvieran cerca. 

Ya con una jarra de cerveza en la mano, el enano volvió a recuperar su habitual sonrisa -Interesante, ¿y sabemos el por qué del robo? Es decir, ¿podriamos confirmar que la casa de Antuan está en quiebra y por eso perpetraron el robo?

Karel entre trago y trago intentaba juntar todas las piezas del puzle en su cabeza.

Suspiró pensativo -Estoy de acuerdo en que lo más urgente es notificárselo a Cardeno, y añadiría que en cuanto terminemos de cenar deberíamos hacerlo, aunque lo saquemos de la cama... suponiendo claro que haya vuelto de su viaje. Esperar a mañana es darle tiempo a los nobles que mandan sobre Antuan para que hagan algo como eliminar pruebas, o cabos sueltos -dijo lo último haciendo un gesto como si se cortara la garganta- 

-Creeis que os puedan haber estado siguiendo? -preguntó- nosotros no hemos visto nada inusual...

Como algunos de los aventureros, llevan mucho tiempo trabajando en la guardia de Fuenterrubiales, son muchas las cosas que conocen de la familia regentada por el Varón Leonard.

Esta es sin duda una de las familias más antiguas de la ciudad, y sin lugar a duda la más poderosa. Tradicionalmente se han dedicado a los metales, minas, forjas y factorías. Tienen una gran cantidad de minas, en las que se extraen oro, plata, cobre, plomo, estaño y hierro, entre otras cosas. Y en la ciudad tienen numerosos almacenes, forjas y factorías. Ya desde hace siglos su enorme riqueza, que rivaliza con la de Ernesto que es el Señor de la ciudad (y por lo tanto el dueño de todo y de todos), les hizo dedicar parte de sus actividades a la banca, por lo que además de controlar los metales son los banqueros. Otros negocios menores son el alquiler de vivienda, ya que tienen numerosas casas y su empresa de transporte dirigida por Antuan.

El actual varón Leonard, es muy mayor, las malas lenguas dicen que pasa de los 100 años, y hace décadas que deja la mayoría de las cosas en manos de sus tres hijos (dos hijos y una hija). De su primera mujer, una noble de otra casa con la que tenía que emparentarse casi por obligación, viene su hijo mayor Leonard el heredero de la casa que dirige el negocio metalúrgico y su hija Anna que regenta la banca. En el parto de Anna murió la mujer de Leonard, y este siendo aun joven se casó con una bella joven de humilde origen, con la que tuvo a su hijo menor, Armand. Por desgracia también esta segunda esposa vivió pocos años. Debido al amor que le profeso y a lo que Armand le recordaba a su esposa, este siempre ha sido el hijo predilecto del noble.

Armand como hijo mal criado, siempre ha tenido todo lo que ha querido, y su padre le otorgo el negocio de transportes. Una excelente empresa con unos enormes beneficios, que Armand ha usado como fuente de dinero para sus desmedidos gastos. Este se construyó una lujosa villa a las afueras de Fuenterrubiales, que le costó una fortuna. Es un jugador empedernido que ha perdido enormes sumas, si a esto se une su excesivo nivel de gastos, hacen que en la actualidad pueda encontrarse en serios problemas económicos. Este ha podido ser el origen del rumor que habéis escuchado, de que una de las grandes casas pueda estar en la ruina. Como podéis ver no es así, tan solo el hijo menor de una de las casas es el que puede estar en una muy mala situación económica, arruinando la empresa de transportes.

Aunque varios habéis pensado en avisar al comandante Cardeno Carolis de los frutos de vuestra investigación. Pero luego recordáis que este se encuentra lejos de la ciudad en el Norte. Donde algunas de las ciudades que estaban de parte de Ernesto, parece que podrían intentar un cambio de lealtades. Es un asunto de gran urgencia, y el comandante puede pasar un tiempo fuera de la ciudad. Si el actual equilibrio de fuerzas entre partidarios del Conde Morris se rompe, no tardaría mucho en comenzar una guerra civil. Pero tal vez, aun haya tiempo para evitarlo.

Hasta ahora habéis descubierto que la caravana con los impuestos del Este  de este año, en el que la cabeza del Conde estaba en juego, fue encargada a las dos principales casas de Fuenterrubiales, y a una casa menor de probada solvencia. Esta caravana fue atacada por los ladrones, y al parecer algunos de estos ladrones fueron metidos en la propia caravana por orden de Armand, hijo menor del Varón Leonard.

Ernesto os encargo la misión de descubrir quien o quienes se encontraban detrás de estos hechos. Y os dio un salvoconducto, una carta, que os permitirá reuniros con el cuando hayáis terminado la investigación. Todo el proceso ha de ser llevado con la máxima cautela y discreción, ya que parte de la nobleza de la ciudad, podría estar implicada. Tan solo podéis informar a Ernesto de vuestras pesquisas, y llegar hasta el sin llamar la atención.

En estos momentos, tras haber cenado y hablado en la posada, tenéis que decidir que es lo que haréis a continuación. Y entre las muchas cosas que podéis hacer se encuentran:

• Informar a Ernesto de lo que habéis descubierto.
• Investigar a Armand y ver con quien o quienes puede estar conspirando. Sabéis que tiene una villa muy lujosa a las afueras de la ciudad.
• Esperar al regreso de Cardeno, cosa que no sabéis cuando pueda ocurrir.

Varios habéis tenido en más de una ocasión la sensación de que os estaban observando, pero luego no habéis podido concretar nada.

27 de julio sobre las 10 de la noche.

Vuestro turno.

Teniendo en cuenta que había un traidor y que tan solo había actuado en aquel momento y a partir de ahí todo estaba relativamente tranquilo; Finn Lenguadeplata se tranquilizó bastante, a fin de cuentas, ya habían cumplido con su parte con pruebas para señalarlo, quizás no inequivocamente, pero era un sospechoso más que claro.

-Pues a informar y listo. -Respondió Finn tranquilamente- Si hacemos algo es probable que nos lo echen en cara, y peor aún, quizás nos metamos en un problema bien gordo... Así que, nos damos unas palmaditas en la espalda por nuestro buen trabajo y listo.

Era evidente que a Finn Lenguadeplata no le gustaba trabajar de más, o trabajar...

La situación no acababa de gustarle a Buri.

Había sentido que le observaban, pero no podía descubrir quién era el responsable. Sin embargo, sus sentidos no solían jugarle malas pasadas. Al fin y al cabo, era un bárbaro, el 90% del tiempo se movía por puro instinto y corazonadas.

Nada más poderoso que una sensación dentro de las tripas para alguien como el.

Y, sin embargo, a pesar de sus esfuerzos por ser discretos, sus compañeros habían dado nombres y razones en medio de la taberna.

- Yo creo que hay que llegar al fondo del asunto. Nos han mandado a investigar, y si sólo ponemos al jugadorcillo en la palestra, creo que las noticias que vienen del norte nos vas a pillar de frente. Habría que ver quiénes son todos los actores de esta obra antes de ir a hacer la crítica que nos han pedido... -

Una vez que terminó de decir eso, centró su atención en la taberna. 

Aquella sensación no terminaba de gustarle. Nada de nada.

Yorha tenía muchas dudas sobre como actuar. Por un lado quería reportar sus averiguaciones y dejarlo en manos de la guarnición. Por otro sabía que acabarían teniendo que tomar posesión de la villa y hacer una redada. Cosa que terminaría pasando a la mínima sospecha de sus intenciones allí.

-Tarde o temprano todo nos lleva hasta Armand. Allí en su villa, no tendremos oportunidad de pasar desapercibidos salvo que pensemos en alguna argucia... - dijo mientras meditaba.

- Y si nos presentamos con Antuan como parte de un carro de transporte. Habría que convencerle de que cooperando tendrá un menor castigo, claro. - propuso recordando la idea de su compañero Brent.

- Porque si nos presentamos allí por la fuerza pueden intentar eliminar pruebas o huir mientras nos echa encima a sus lacayos.

Estaba claro que Yorha quería tenerminar el trabajo cuanto antes, pero usar el salvaconducto ahora que parecían estar bajo vigilancia para hablar con Ernesto, alertaría seguramente a los que les pisaban los talones.

- También está la opción de hacer que un pelotón de la guardia nos siga desde lejos y se ocupe de cortar los accesos a la villa para que nadie pueda salir o entrar una vez lleguemos. Eso sí cabe el riesgo de que los espías estén sobre aviso y alerten a Armand y los suyos ...

Alaia miro a sus compañeros, escuchando lo que cada uno proponía, ella tampoco tenia claro que era lo mejor que hacer en aquel momento, por un lado, prefería avisar directamente a Ernesto, después de todo, era lo que nos habían pedido, y hacer de mas nos traería problemas.

Pero su sentimiento de la justicia le animaba a investigar un poco mas, quizás teniendo mas pruebas se aseguraría de que los culpables encontrasen la pena, después de todo, cuando se trataba con los nobles, había que ir con pies de plomo.

Suspiro, pues estaban hablando de todo aquello muy alegremente.

-Hubiera preferido tratar el asunto con mas cautela, no sabemos si existen oidos extraños que esten escuchando esta conversacion, pero bueno, ya es tarde para ello.

Diria mientras daba un largo trago a su cerveza.

-Pensandolo friamente, creo que llo mejor es que informemos a Ernesto de lo que hemos averiguado, no sabemos como actuara el objetivo si decidimos ir hasta alli, como tu dices, no sabemos si destruirian las pruebas o si ya lo han hecho, en ese caso, prefiero evitar estar cerca de la ira del noble en cuestion.

Mientras bebía despacio con pequeños sorbos, pasaba mis ojos de un lado a otro escuchando a mis compañeros — Tenemos que avisar, ese fue nuestro encargo pero me niego a no continuar hasta el final. Podemos decirle todo lo que ya hemos averiguado y comentarle que vamos a llegar más lejos ¿Que os parece?— Estaba algo emocionada, realmente consideraba que ya habían terminado su misión pero un picor en la nuca no me dejaba que esto fuese el fin. Quería entrar en la villa.
No tuve dudas, la mayoría son hombres de acción y estaba segura de que querrían continuar con la investigación

Karel escuchaba las opiniones de sus compañeros tranquilamente mientras entre trago y trago de su cerveza disfrutaba de unas largas bocanadas de su pipa.

-La misión encomendada era descucbrir quien estaba detrás del asunto, y parece que esa información ya la tenemos. Desde mi punto de vista deberíamos informar de los avances y solicitar el visto bueno para continuar más allá.

El enano estaba más deacuerdo con unos que con otros, pero lo más sensato le parecía informar primero a Ernesto, si se presentaban en la villa por su cuenta y riesgo quizás tuvieran más problemas de lo esperado, incluso podrían ser acusados de ladrones o algo peor y terminar con la soga al cuello literalmente.