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Audaces fortuna jubat

Cuarto Acto: Un encuentro inesperado...

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16/07/2010, 16:05
Ramona Trescantos

Ramona descansaba en la improvisada cama que sus compañeros de viaje habían preparado con todo su afecto. No era cómoda como las camas del castillo, pero la mujer mostraba su mejor sonrisa como si se encontrara tumbada en el mismo lecho de un rey.

Antes de quedarse sola, parece querer hablar, aunque las palabras apenas salen de su boca pues sus heridas son grandes.

Inés, debéis registrar el carromato... puede haber más cosas en ese carro que podrían ser peligrosas para gente inocente o peor aún en manos equivocadas... -le dice cogiéndola de la mano mientras mira de reojo a los hombres que les han asaltado-.

 

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16/07/2010, 16:26
Julián de Malpartida

Se gira hacia vosotros:

- Es buena idea, registrad el carromato y quizás algo encontremos que nos sirva de ayuda. Por nuestra parte, debemos perseguirle sin tardanza y dilación. Pues cada momento que pasa está más cerca de su destino. ¿ Sabéis a dónde se dirigía ? No recuerdo haberlo oído.

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16/07/2010, 16:27
Director

Los hombres montan en sus caballos, el resto de caballeros después de montar os miran uno a uno como pidiendo perdón por sus acciones pasadas.

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17/07/2010, 00:31
Alejandro Zanjón

Tras liberar a los animales del tiro y comprobar que al menos uno de ellos pueda arrastrar una parihuela voy removiendo los restos del carro, a ver que hay salvable entre tanto destrozo.

Todavía agachado y rebuscando entre maderas y telas escucho las palabras del caballero. A fe mía que este no es un gentilhome, demasiado orgullo tiene. Si Malaquías parecióme malo desde el principio de esta historia no mucho mejor se me hace este recio catalán pero no puedo arrojárselo a la cara. Pudo matarnos y nos perdonó la vida. Al menos eso le concedo, algo de piedad cristiana muestra todavía.

A Toledo dijo que debíamos llegar. Y mucha prisa mostraba para sacarnos del castillo aún estando heridos algunos. Tampoco ahora me incorporo para hablar con él, sólo alzo la mirada para no resultar más descortés de lo que el sentido común permita.

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17/07/2010, 01:27
Hernán de León

Hernan hace señales a sus compañeros para instarlos a registrar el carro de "Malaquias" mientras se acerca hacia Ramona, se sienta a su lado y le dice:

Tdrhanquila, tu dhezcanza, no hagaz ezfuedrzoz. Then un poco dhe agua.

Le dice tranquilamente mientras le ofrece el agua.

Despues de que Ramona beba, Hernan la insta a tumbarse de nuevo y reposar. Parece ignorar a los caballeros por completo y centrarse en los cuidados de Ramona que a su parecer es quien merece realmente su atención en estos momentos.

Rdhepoza, the hace falhtha. Dhebez rdhecupherharthe prhontho. Mientrhaz yo me encarghgardhe dhe que ezthez bien.

Hernan queda sentado junto a la improvisada cama de Ramona mientras observa sus heridas para procurar que no vuelvan a sangrar de nuevo.

Notas de juego

Que dificil es llevar al pobre Hernan... No puedo imaginarme en su situación sin poder hablar bien por tener la lengua cortada... ufff cada vez que habla me cuesta un trabajito... :P

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19/07/2010, 10:25
Alejandro Zanjón

Con una sensación desagradable en la boca del estómago, como de náusea, termino de revolver entre los restos del carro. Hay cosas aprovechables que bien vendidas nos permitirán sobrevivir una temporada pero eso no me alivia. Hemos derramado demasiada sangre y nos hemos puesto en gran peligro. Gracias a Dios estoy intacto, pero mis compañeros han sufrido daños, todos ellos.

Tardaremos un tiempo en recuperarnos de este malhadado viaje. Ojalá que encontremos algún lugar donde aposentarnos en tanto nos lamemos las heridas. Necesitamos tranquilidad.

Puesto en pie miro detenidamente a cada uno de quienes me acompañan. Hernán, con su media lengua y esos enormes esfuerzos que tiene que hacer para lograr que se le entienda algo, siempre dispuesto a luchar. Roberto, herido y desencantado, se le nota en la mirada. Inesica, cada golpe de la vida la vuelve más cínica, mala cosa. Ramona, nuestra tabla de salvación en todos los sentidos, que Dios la guarde mucho tiempo a nuestro lado.

Sin hacer mayor caso a los caballeros que van a lo suyo me reúno con los míos. Vámonos compañericos, tratemos de llegar a algún refugio donde podamos descansar. Necesito emborracharme y confesar. Larga penitencia me espera.

 

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19/07/2010, 11:19
Julián de Malpartida

Abre los ojos de par en par...

- Toledo... hummm. Partimos en seguida. Recordad hermanos, que Dios vigila y guía nuestros pasos!! Mi nombre es Julián de Malpartida, hermano de la Fraternitas Vera Lucis y si alguna vez volvemos a encontrarnos, seréis bien acogidos entre nuestra hermandad. Sois puros de corazón. Os deseo toda la buena ventura del mundo. ¡ Dios lo quiere !
- después empieza a murmurar- Non nobis domine, non nobis. Sed tua da Gloriam.

Grita a sus hombres:

- Adelante, ese brujo nos lleva ventaja! Al galope.

Los caballeros enfilan el camino de tierra, espoleando sus caballos al máximo. A una velocidad vertiginosa, pronto desaparecen de vuestro campo de visión.

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19/07/2010, 11:33
Inés de Toledo

Mientras sigo registrando y sacando cosas útiles o telas con las que poder comerciar oigo la despedida del que parece estar al mando de la comitiva de caballeros catalanes.
Miro de soslayo a Ramona preocupada y me convezco a mí misma de que a partir de ahora no he de separarme de ella para nada. Merece los mejores cuidados que podamos o sepamos darle hasta que se recupere de la mala herida.

Me giro para despedirme con la mirada sin mediar palabra y solamente deseando que algún día su fraternidad nos sea de ayuda. Nos queda un largo camino pero al menos al llegar tendremos mi casa para poder reposar, si nada malo ha pasado, porque ya hace varios años que me fuí y no he vuelto... hasta ahora. Espero que mi pequeña hermana Elena esté bien...

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19/07/2010, 16:57
Ramona Trescantos

Ramona seguía reposando en el carromato, parecía que todo acabaría bien al fin y al cabo, aunque parecía que seguirían tan pobres como cuando habían comenzado... a no ser que ese carromato realmente llevara telas u otros objetos de valor con los que comerciar...

Ramona miró a todos sus compañeros. A Hernán, sentado a su lado, el sol daba de lleno en su abollada armadura y la llenaba de destellos dorados. Nada tenía que envidiarle a un caballero. Aunque parco de palabras, noble era su porte y su espíritu más férreo que la espada que portaba. A él le debía su vida.

Alejandro despidió a ese caballero catalán con toda la galantería que le caracterizaba. Un hombre sencillo, sincero y de buen corazón. Siempre faltarían más hombres cómo él, que tuvieran la valentía de afrontar la dureza de la vida diaria.

Roberto estaba también entre ellos. Más enigmático, más absorto en sus pensamientos y en sus cavilaciones. Pero estaba entre ellos. Lo estaba ahora y lo había estado en los momentos difíciles, como cuando arriesgó su vida para salvar a Hernán de la batalla en castillo.

E Inés, la jovencita Inés. Mucho había sufrido durante este viaje, más que todos nosotros, pues llevaría su herida toda su vida. Pero era una mujer con carácter, fuerte para superar las adversidades que el tiempo pudiera interponer.

De lo que no le cabía ninguna duda es que todos formaban parte de su vida, de su pasado y de su presente y quién sabe si de su futuro también. No quería dejarlos y ahora tocaba reposar. Muchas eran las heridas del viaje, pero mucho también mucho el sufrimiento que habían contemplado.

Ahora descansarían para poder afrontar otra jornada, tal vez los demás no tuvieran claro su destino pero Ramona sí lo tenía. Su destino estaba con los que sufrían, con los pobres y los enfermos y, por desgracia, en este mundo, abundaban ambos...

 

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20/07/2010, 13:49
Director

Continuáis el viaje pesadamente , a pie. Como no tenéis otro destino mejor, continuáis el viaje a Toledo con la esperanza de que ese truhán de Malaquías reciba su merecido y los hermanos de la Fraternitas le encuentren.

Cuando llegáis a la gran ciudad de Toledo, antaño mezcla y ejemplo de tolerancia de las tres religiones de la península: Musulmanes, cristianos y judíos conviviendo juntos.. Hoy día os parece que la religión cristiana y el fanatismo de algunos, han hecho que la gran ciudad haya perdido su antiguo esplendor. Que los judíos sean perseguidos y que por supuesto, los musulmanes que no se han convertido, se han esfumado. Ya sólo quedan los Mozárabes o "Asimilados" a la fe cristiana.

Paseando por las calles de ruidosa y bulliciosa ciudad, no dais ni con Malaquías ni con Julián de Malpartida y sus hombres. Afortunadamente, las monedas recibidas de Malaquías os proporcionan algo de información en la posada del Gato Montés.

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21/07/2010, 09:14
Roberto Alvarez

Continuo cansado el camino hasta Toledo en mi habitual silencio pero con una mirada
confusa en el rostro. Meditabundo sobre los últimos acontecimientos, que no llego a entender
bien, las preguntas que acechan mi mente y sentimientos que alborotan mi corazón. Siento
rabia contenida por no haber podido
ensañarme a gusto con esos 2 malhechos personajes, pero también siento un sentimiento
largamente olvidado que se despertó en mi mente tras el combate contra los catalanes.

La luz en el cielo, la preocupación por Ramona, la sensación de volver a nacer tras estar
a punto de perder la vida, provocan una alegría, una satisfacción, una confianza que
diluyen el odio por esos brujos y me hacen incluso sentir lástima por ellos.

Confuso entre tantas divagaciones llegamos a Toledo y me siento como en un sueño. Veo
las gentes y sus caras, las calles y sus fachadas, pero no entiendo nada. Olvido
las últimas revelaciones y las monedas en el bolsillo me llaman diciendome que las
use en comprar un poco de vino, que me dará claridad para ver todo de un color más bonito.