No era la primera vez que veía nieve, a diferencia del semiorco, que animaba la marcha rezongando y quejándose, pero jamás había visto tanta en un mismo lugar. En Cormanthyr, en lo más duro del invierno, la nieve se acumulaba entre las ramas de los árboles, impidiéndole utilizarlas para desplazarse sigilosamente, y alfombraba la tierra, haciendo que seguir a las presas que se atrevían a abandonar sus guaridas fuera un juego de niños. Pero no lo suficiente como para que las piernas se le hundieran hasta las rodillas. Afortunadamente, el sol apenas se dejaba ver entre las nubes, pues cuando lo hacía, el reflejo en la blanca inmensidad era suficiente para quemarles los ojos.
Después de media jornada de marcha, divisaron un refugio natural rodeado por rocas, ideal para descansar las piernas y comer. Sin embargo, los viajeros no habían sido los primeros en encontrar el lugar.
La emboscada les cogió a todos por sorpresa, y afortunadamente para ella, los trasgos que aparecieron de repente con jabalinas en las manos centraron su atención en los dos hombres de aspecto más imponente. Silbido agarró dos flechas en la mano derecha y alzó el arco, presta para disparar.
Motivo: Disparo rápido 1
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 17(+4)=21 (Exito)
Motivo: Disparo rápido 2
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 8(+4)=12 (Fracaso)
Motivo: daño
Tirada: 1d8
Resultado: 7(+1)=8
Si todos están muertos o inconscientes para cuando llegue mi turno, no disparo.
Algunos copos de nieve revoloteaban en el aire, que mordía frío la piel expuesta, mientras los seis goblins se preparaban para el combate cuerpo a cuerpo desenvainando porras claveteadas, mazas de armas y cadenas cubiertas de púas. Algunas miradas entre ellos evidenciaban que empezaban a pensar que emboscaros no había sido precisamente una buena idea.
El primero en actuar fue Ugdush, que tras esquivar las jabalinas que lanzaron contra él agarró la empuñadura de su cimitarra y la desenvainó con un impecable y violento movimiento, con la mala pata de que Ark estaba cargando contra otro goblin exactamente en ese momento, y se llevó un terrible corte en el cuello, (9 daños), que hizo que su sangre roja regara la nieve blanca como un surtidor. Algunos goblins aplaudían riéndose con sus vocecitas agudas, mientras el sacerdote intentaba mantener la sangre dentro de su cuerpo, aturdido y preguntándose si el semiorco estaba con ellos o con los goblin.
Pisando la sangre de Ark en la nieve, Mitheithel dio unos cuantos pasos, y con unas palabras arcanas hizo unos movimientos extraños con sus brazos y sus dedos, apuntando finalmente a tres de las criaturas que se ocultan tras las piedras; entonces, un arco iris de colores surge de sus extremidades brillando y resplandeciendo. Inexplicablemente, (menudos dados están saliendo), dos de las criaturas sólo se tambalean atontadas, antes de agitar las cabezas con fuerza y superar el conjuro. La otra cae inmediatamente al suelo, hundiendo la cara en la nieve y completamente dormida.
Bronas, por su parte, se da una carrerita hasta uno de los que clavó la jabalina en su cuerpo, y de un soberbio puñetazo hace estallar su nariz aplastada y lo tira de culo en la nieve. La criatura se pone a cuatro patas, y poco a poco empieza a largarse llorando y gimiendo, dejando sus armas tiradas en la nieve.
Ark, intentando recuperarse del corte en su cuello, se acerca a un goblin que tiene cerca desenvainando su maza de armas. Sin embargo el dolor es demasiado, y no consigue concentrarse; estrella su arma contra la de la pequeña criatura, que aguanta su embite y lo devuelve con un chillido agudo, apretando sus dientes sucios. El golpe revienta la rodilla del sacerdote, incrustando sus púas oxidadas en su corva, y con un empujón la pequeña criatura tira al clérigo contra una de las rocas, golpeándose la espalda. Viéndole malherido, la criatura se ríe y lo mira torvamente dispuesta a rematarlo.
Los dos goblins que se encontraban bajo la rociada prismática de la hechicera, y que inexplicablemente, (putos dados), consiguieron sobreponerse a ella, chillan de odio ante la magia y cargan violentamente contra ella. La elfa, terminado su conjuro, esquiva una porra llena de clavos para caer sobre una cadena oxidada y tachonada que le causa una herida en la espalda (2 daños).
La última de las criaturas es hijo del goblin al que Bronas ha destrozado el jepeto de un puñetazo, y con una mirada amarilla de odio eterno se lanza contra él con la porra por delante. Está a punto de golpearle en la cabeza, pero en el último momento el bárbaro se gira, lo ve venir y lo aparta de un empeñón utilizando su tamaño.
Ugdush, un poco confuso, se da cuenta de que es el único que no está siendo atacado, y que lo que debía ser un combate sencillo se ha complicado inexplicablemente. Dos goblins están golpeando frenéticamente con sus porras a la pequeña hechicera, que recula ante sus agresivos golpes. El sacerdote está malherido, con uno de los atacantes encima y una herida terrible que él mismo le ha causado. Bronas se enfrenta a un goblin con las manos desnudas.
Afortunadamente, queda un miembro del equipo que, quizás porque no es mucho más grande que un goblin, también ha sido olvidado. Silbido afianza los pies, saca su arco, y con una de sus flechas atraviesa el enorme ojo y el área prefrontal del cerebro de uno de los atacantes de Mitheithel, que de repente descubre que no puede ver, pensar ni respirar, y se muere. Con una rapidez impresionante, saca otra flecha y la lanza también con una puntería no tan impresionante, y atraviesa un rododendro que se levantaba a cuarenta y dos metros.
Los goblins no se retiran, al ver que algunos de vosotros estais en auténticos problemas. ¡Es vuestro turno!.
Motivo: Ugdush el valiente
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 1(+5)=6 (Fracaso)
Motivo: Tamaño de la pifia
Tirada: 1d10
Resultado: 9
Motivo: 1- Bronas 2- Mitheithel 3- Ark 4-Silbido
Tirada: 1d4
Resultado: 3
Motivo: Ugdush el torpe versus Ark
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 15(+5)=20 (Exito)
Motivo: Daños
Tirada: 1d6
Resultado: 5(+4)=9
Motivo: Mitheithel alcanza a 1d4 goblins
Tirada: 1d4
Resultado: 3
Motivo: Mitheithel alcanza a 3 goblins
Tirada: 3d20
Dificultad: 14+
Resultado: 20(-1)=19, 2(-1)=1, 17(-1)=16
Exitos: 2
Motivo: Goblin ataca Ark
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 17(+2)=19 (Exito)
Motivo: Goblin ataca Ark
Tirada: 1d6
Resultado: 6
Motivo: Goblin ataca Mitheithel
Tirada: 2d20
Dificultad: 14+
Resultado: 13(+2)=15, 4(+2)=6
Exitos: 1
Motivo: Goblin ataca Mitheithel
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: Goblin ataca Bronas
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 13(+2)=15 (Fracaso)
Todos los pj ganan 30 px por postear.
Mitheithel consigue "Brújula" (Apúntatela)
Próximo turno, miércoles día 13 de marzo.
Bronas: Hace un poco de fresquito. 4 daños por jabalina en hombro + 3 daños por jabalina en muslo.
Mitheithel: Corte ligero en la espalda para 2 daños.
Ark: Corte profundo en el cuello para 9 daños + Contusión terrible en la rodilla para 6 daños. (Estás en 0, mucho cuidado).
Silbido: Calentita, pero enfurruñada por no tener una armadura y un fusil.
Ugdush: Hace un poco de fresquito. 1 daño por rasguño en la espalda.
Iniciativa.
Ugdush 20.
Mitheithel 18.
Bronas 17.
Ark 17.
Goblins 11.
Silbido 6.
Goblins
1- Neutralizado por el conjuro de Mitheithel. (Eliminado)
2- Bronas le da un ostión con la mano abierta para 5 daños. (Eliminado)
3- Luchando contra Ark. Y ganando.
4- Ataca a Mitheithel.
5- Atacaba a Mitheithel hasta que Silbido le operó un orzuelo. (Eliminado).
6- Ataca a Bronas
En apenas medio suspiro el caos se desata en el blanco campo de batalla, risitas, gritos y chillidos, gemidos ahogados y armas silbando al cortar el aire, el resonar sordo del escudo al bloquear un mazazo. Y la muerte ya se posó sobre algunos.
Con un empellón, el norteño apartó al goblin para tener un momento en el que sacar su hacha de batalla y poderla blandir contra él en el momento en el que el menudo trasgoide recupera su equilibrio...
A pesar de sus esfuerzo para bloquear el golpe descendente con su maza, el acerado filo del hacha cae en forma de letal sentencia en un tremendo golpe que corta el mando de maza y se hunde profundamente en la corva del cuello con el hombro, salpicando de rojo el níveo tapiz del campo de batalla, levantando pequeñas condensaciones blancuzcas con el contacto de la caliente sangre con la fría nieve.
No quedaba ningún enemigo amenazándole, así pudo ver como se había complicado el combate por la parte de sus compañeros. A pesar de que el enemigo no era especialmente terrible, Ark estaba a punto de caer, una temible herida a la altura del cuello hacía que un torrente rojo cayera por sus pieles y el suelo, pero a pesar de ello, blandía su maza plantando cara al enemigo.
Féllala, se había acercado peligrosamente al combate, y ahora la estaban acosando dos de aquellos desnutridos goblins.
Silbido, lejos de una amenaza cercana lanzaba muerte con sus flechas.
... y Ugdush... al parecer, se lo estaba mirando todo...
Motivo: Hachazo al hijo del goblin
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 14(+7)=21 (Exito)
Motivo: Daño del Hachazo al hijo del goblin
Tirada: 1d8
Resultado: 4(+4)=8
Parece increible , pero cuando me estoy dirigiendo hacia el combate , Udgdush , que en ese momento pasaba a mi lago vociferante y pletorico de alegria por haber encontrado unos rivales a su altura , desenvaino su espada sin ningun cuidado y sin tener en cuenta que no luchaba solo. Antes de poder darme cuenta me suelta un tajo en el cuello del que empezo a manar la sangre rauda. Como puedo me sujeto la herida con la mano del escudo y trato de completar mi golpe , pero la forzada posicion no solo evita que pueda afianzar los pies , sino que la forzada posicion hace que mi guardia tenga una enorme abertura en la zona que normalmente cubriria con mi escudo , por lo que la detestable criatura me destroza la rotula mandandome oleadas de un dolor inenarrable hacia la cabeza.
Cita:
Por un momento la tentacion de girarme y abrile el craneo casi puede conmigo , pero una voz serena dentro de mi cabeza me dice:
-No te distraigas , tu enemigo esta delante y vuelves a estar a las puertas de la muerte. No desperdiciems mi vida.
Bizqueo justo antes de serenarme y alejandome unos pasos hago un gesto rapido con mis manos rogando a Selune que me otrogue su favor. Ya llegara el momento de arrelgar cuentas con el semiorco.
Motivo: Sana sanita
Tirada: 1d8
Resultado: 8(+2)=10
me alejo lo minimo para evitar en ataque de oportunidad al conjurar y me lanzo un chligeras. Di puans XD. Sry por los acentos msnje movil
Silbido recordó de nuevo el sueño de la noche que pasó en la ciudad. Un descuido podía convertir una situación sencilla en una apurada. La niña de cabello anaranjado, cuyo nombre no había sido capaz de recordar, había muerto porque la había dejado solo un instante, obviando que no sabía lo que estaba haciendo. Y ahora, el sacerdote se encontraba a las puertas de la muerte porque Ugdush había obviado que tenía compañeros alrededor, y desenvainar en un arco no era la opción más sabia.
A pesar de todo, los cinco seguían salvos, y relativamente sanos, mientras que la mitad de los pequeños pielesverdes habían acabado en el suelo en cuestión de segundos.
No por primera vez, mientras seleccionaba otras dos flechas de su carcaj, pensó que todo sería más sencillo con otro tipo de armas. Si pudiera disparar con la velocidad y alcance de un arco largo, y con la precisión y sencillez de una ballesta. O incluso más rápido, más rápido de lo que un brazo era capaz. Varias flechas por segundo, como las trampas de las historias que se inventaban los hermanos. Aunque el aparato capaz de disparar varias flechas por segundo probablemente sería demasiado voluminoso. Sin duda, para ser manejado por algo más pequeño que un gigante, requeriría proyectiles diminutos, pero lo bastante pesados como para romper la carne y penetrar en los órganos. Pero no disponía de algo así, así que no tenía sentido perder el tiempo pensando en ello, especialmente cuando era víctima de una emboscada que se estaba complicando.
Colocó la primera flecha en la cuerda y abrió el arco, presta para soltarla, si es que todavía quedaba algún trasgo con ganas de luchar.
No tiro dados, pues confío en que no haya más enemigos cuando me llegue el turno. Si no, tira por mí (uso disparo rápido aunque solo quede un enemigo).
Ark sangra contra una de las rocas, con un corte horrible en el cuello y la rodilla destrozada y ensangrentada, mientras su atacante se prepara para darle el golpe de gracia. Pero, en un alarde de valentía, Ugdush se lanza contra él impidiendo el mortífero ataque, y comienza a intercambiar golpes de cimitarra contra la maza de armas de la criaturita, que gruñe con su vocecita aguda intentando acabar con él.
Mitheithel, por su parte, tras haber tumbado a uno de los atacantes con su magia y verse liberada de otro por una flecha de Silbido, desenvaina su nueva daga mágica e intenta clavársela al goblin en la frente; la criatura, más experimentada en el combate que la elfa, aparta la hoja en el último momento con un aspaviento de su cadena dentada, y sólo sufre una herida superficial, (1 daño).
Bronas se alza frente al goblin que tuvo la osadía de atacarle, y desenvainando un hacha que parece más grande que él la descarga violentamente clavándola entre el cuello y el hombro de la criatura. La sangre salpica en todas direcciones y humea sobre la nieve, y el cuerpo de la criatura cae entre convulsiones, casi cortado en dos pedazos.
Ark, por su parte, cae de culo tiñendo la roca sobre la que se apoya de rojo sangriento, y mientras va salmodiando un conjuro para que su diosa se apiade de sus heridas. La magia obra su efecto, y comienza a sentirse mucho mejor cuando el tajo de su cuello se cierra mágicamente como si nunca hubiera estado allí, y el dolor que siente en su rodilla se atenúa cuando ésta se reconstruye sola.
Quedan dos goblin, y aunque sus combates individuales parecen ir más o menos bien, el hecho de que sus compañeros hayan caído les hace perder el ánimo, y salen corriendo. El que se encontraba luchando con Ugdush se da la vuelta y se pierde entre las rocas a toda velocidad, pero deja su espalda desprotegida ante el explorador medio orco. Éste se prepara para rematarlo, pero el entusiasmo le puede, y cuando levanta la cimitarra para descargar el golpe ésta se escapa de sus manos, y vuela por el aire dando vueltas pasando junto a la elfa y clavándose en la nieve junto a ella. (Afortunadamente, en este caso no ha herido a nadie).
Mitheitheil también tiene su oportunidad para golpear al atacante que huye; consigue hundir la hoja de la daga en la espalda del goblin, que pega un alarido antes de soltarse, malherido, y salir corriendo detrás de su compañero.
Silbido ya no tiene ángulo para disparar a ninguno de los monstruos, así que se mueve entre las rocas persiguiendo su rastro, (uno de ellos va dejando sangre en la nieve), y cuando sale de las rocas los ve a todo correr hacia un bosquecillo de abetos. Ya no puede utilizar su dote de disparo rápido, (acción completa), así que alza el arco y dispara contra el goblin más cercano, (el que está herido), que cae estrepitosamente al suelo con una flecha atravesándole la garganta.
Solo queda uno, y sólo Silbido puede dispararle antes de que se adentre en el bosque. Afianzando los pies en la nieve, vuelve a alzar el arco, y en esta ocasión sí puede utilizar su disparo rápido. Lanza dos flechas en lugar de una: la primera se pierde entre la nieve, y la segunda no llega a lanzarse, porque la cuerda del arco se suelta y éste latiguea cortando el aire, (puede volver a montarse en un asalto, sin tirada). Mientras la criatura se pierde por el bosque dando alaridos de terror.
El combate ha terminado. Hay tres cadáveres goblin, un goblin roncando y otro malherido, que se está arrastrando a cuatro patas hacia el bosque detrás de su compañero, pero a una velocidad bastante inferior. (Podéis cogerle sin ninguna dificultad si lo deseais: ya me contaréis lo que hacéis con él).
Ahora tendréis que decidir lo que vais a hacer: podéis seguir vuestro viaje, desviaros para perseguir al goblin huído o lo que decidais. ¡Es vuestro turno!.
Motivo: Ugdush versus goblin
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 3(+5)=8 (Fracaso)
Motivo: Mitheithel versus goblin
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 17 (Exito)
Motivo: Mitheithel versus goblin
Tirada: 1d4
Resultado: 1
Motivo: Oportunidad Ugdush
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 1(+5)=6 (Fracaso)
Motivo: Me descojono y tiro calibre de la pifia
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Motivo: 1- Bronas 2- Mitheithel 3- Ark 4-Silbido
Tirada: 1d4
Resultado: 2
Motivo: Oportunidad Mitheithel
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 19 (Exito)
Motivo: Oportunidad Mitheithel
Tirada: 1d4
Resultado: 3
Motivo: Arco de Silbido
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 10(+5)=15 (Exito)
Motivo: Arco de Silbido
Tirada: 1d8
Resultado: 4
Motivo: Arco de Silbido
Tirada: 2d20
Dificultad: 15+
Resultado: 10(+3)=13, 1(+3)=4
Motivo: Calibre de la pifia
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Todos los pj ganan 30 px por postear.
Todos los pj ganan 10 px por derrotar a una panda de goblins cutres.
Próximo turno, viernes día 15 de marzo.
Bronas: Hace un poco de fresquito. 4 daños por jabalina en hombro + 3 daños por jabalina en muslo.
Mitheithel: Corte ligero en la espalda para 2 daños.
Ark: Contusión terrible en la rodilla para 5 daños.
Silbido: Calentita, pero enfurruñada por no tener una armadura y un fusil.
Ugdush: Hace un poco de fresquito. 1 daño por rasguño en la espalda.
Iniciativa.
Ugdush 20.
Mitheithel 18.
Bronas 17.
Ark 17.
Goblins 11.
Silbido 6.
Goblins
1- Neutralizado por el conjuro de Mitheithel. (Eliminado)
2- Bronas le da un ostión con la mano abierta para 5 daños. (Eliminado)
3- Se ha pirado corriendo por el bosque adelante. (Huído).
4- Con una cuchillada en la frente por 1 daño, otra en la espalda por 3 daños, y un flechazo en el cuello por 4 daños.
5- Atacaba a Mitheithel hasta que Silbido le operó un orzuelo. (Eliminado).
6- Bronas lo ha loncheado. (Eliminado).
Cuando los trasgos emprendieron la huída, el norteño se puso a la altura de Silbido para ver a los monstruitos en su carrera y como la muchacha alcanzaba uno, derribándole en el níveo suelo, mas el otro logró meterse en el amparo del bosque.
- Voy a por él, detiene al de la nariz rota... no lo mates.
Fue todo lo que dijo antes de emprender la carrera en post del trasgo que se había metido en el bosque. El renacuajo le llevaba distancia, pero por suerte el suelo nevado dejaba un rastro claro por donde pasaba, debería poderle alcanzar.
En su carrera pasó de largo de aquel al que había roto la nariz, y también del que una de las flechas de la arquera había dejado muerto. Para adentrarse en el linde del bosque, con el escudo en alto y el hacha lista, siguiendo las huellas imposibles de borrar por el huidizo trasgo. Podía correr, podía esconderse... pero no huiría. En cualquier caso, el norteño se perdió de la vista de sus compañeros.
—¡Laputaquelotrajo!
Silbido agitó el brazo de arriba abajo, mordiéndose los labios para no aullar. La maldita cuerda se había soltado, y al perder la tensión le había propinado un sonoro y doloroso latigazo en la muñeca. No era la primera vez que le pasaba, y sabía que no era más que dolor sin consecuencias, pero escocía como un despellejamiento. Afortunadamente, había ocurrido cuando los trasgos estaban vencidos, y el último de ellos huía despavorido. Jodido trasgo suertudo.
Ugdush estaba ocupado echando, más que quitando, tierra al descuido que casi cuesta la vida a Ark, y Bronas se había lanzado en carrera tras el trasgo que había escapado a sus flechas. Silbido había corrido tras el bárbaro, y sabía que la pequeña criatura no tenía ninguna posibilidad de dejarlo atrás. No tan suertudo al fin y al cabo.
Alcanzó al desgraciado que se trataba de huir como una lombriz, lo agarró por una pierna y lo arrastró hasta donde se encontraban sus compañeros.
—¡No digas ni pío y no te muevas o te parto la crisma! —le advirtió, en un tono lo bastante evidente como para transmitir el mensaje sin necesidad de que comprendiera las palabras.
Ark, recuperado ya del tajo de Ugdush, estaba atando al que Mitheithel había dejado inconsciente con su magia, que había sido en esta ocasión menos efectiva que con los guardias de Paso de Ashaba.
—Acabarías más apriesa si le dieras un trompazo en el cogote —le recomendó Silbido. Ella lo hubiera degollado sin pensárselo demasiado. La criatura había tratado de matarlos, por lo que no merecía menos, y estando inconsciente no iba a sufrir. Un prisionero podía serles útil para que aprender sobre el área y sus habitantes, pero no necesitaban cargar con más, ni arriesgarse a que se escaparan en un momento de descuido y provocaran una desgracia.
Aún doliéndose del latigazo, volvió a encordar el arco para estar preparada por si Bronas no atrapaba al fugado antes de que volviera con refuerzos, y recogió las flechas que aún eran utilizables. Afortunadamente, la nieve había impedido que se mellaran las puntas, y tendría tiempo de fabricar ástiles nuevos más tarde si era necesario.
La siguiente tarea era registrar los cadáveres, así como los dos que todavía no lo eran. Si los trasgos vivían en esa zona, con suerte llevarían algo que les pudiera ser útil. La chiquilla se fue arrodillando junto a cada uno, rebuscando en sus bolsillos, bolsas y ropas.
Los pequeños goblins empezaron a huir rapidamente cuando el resto de integrantes del grupo los hicieron picadillo. La verdad es que no les estaba prestando demasiada atención ya que en mi se empezaba a plantear un dilema moral , entre desnucar o no desnucar al orco de un mazazo en toda la frente. Mis nudillos establan claramente blancos de la fuerza con la que asia mi maza de armas.
Para evitar cualquier desastre en un arrebato dejo el arma apoyada junto a la roca en la que me habia apoyado ,y aun renqueante me acerco hacia donde esta el goblin incosciente.Sin mediar palabra saco una cuerda de mi mochila y me dedico a apresar a la pequeña criatura.
a falta de saber que hace finalmente silbido , yo me acerco al goblin mas por alejarme de ugduh que por otra cosa y si intentan apiolarlo les detengo.
Bronas no tiene ningún problema en dar alcance al goblin, ya que la nieve cubre el suelo del bosque y sus pequeñas huellas se marcan perfectamente en la blanca superficie. Una vez lo hace se produce un combate tan corto y desigual que no es necesario plasmarlo aquí, y el problema queda solucionado.
Cuando vuelve, sin embargo, se encuentra con que tenéis otro problemilla; hay un goblin atado y dormido, y otro consciente y con la nariz aplastada, el rostro lleno de una sangre verde de olor salado. No os cuesta mucho hacerle hablar. Lo hace en idioma goblin, (o trasgo), así que Bronas puede traducir sus palabras; "Grandez guerreroz vozotroz, zi, yo hablo entonzez me dejaiz ir, ya nadie ataca grandez guerreroz, zi, goblin bueno dezapareze y nunca lo veiz, zi", explica agitado. Luego se queda callado unos segundos, apunta a su compañero dormido y atado, y aclara; "A él zi podéiz matarlo. Ez un zuzio traidor. Lo mataiz a él, pero yo zoi muy cobarde y me dejaiz vivo, ¿zi?".
En ese momento, su compañero se despierta y empieza a chillar descontroladamente; "¡No!, ¡no!, ¡yo zoi mucho máz cobarde que él!, ¡yo hablo!, ¡vozotroz me dejaiz vivo, lo mataiz a él, él ez un zuzio traidor!", exclama revolviéndose en las ataduras que Ark utilizó para inmovilizarlo.
Acto seguido, los dos comienzan a insultarse y a detallar hazañas en las que huyeron dejando a sus compañeros tirados, para probar quién es más cobarde y quién correría más rápido y se alejaría de vosotros más distancia si lo soltarais, para no volver nunca. Cuando conseguís calmar a las estúpidas criaturas se hace posible sacarles algo de información útil;
1- La banda a la que pertenecen los seis goblin está formada por varios tipos de incursores, goblin, hobgoblin, orcos y algunos ogros. En total son un centenar y medio de criaturas y están mandados por un viejo orco llamado "Grarr Dientes de elfo". La razón de su apodo no se debe a la calidad de su dentadura, sino a que los colecciona en una bolsita.
2- Hace unos días, un grupo de siete humanos acompañados por un enano pasaron por aquí y se dirigieron al sur. La banda los vio desde una atalaya de su campamento, (más arriba), y una partida de guerra ha descendido para localizarlos y cazarlos. Ellos seis formaban parte de esa partida, pero el líder de la misma, un Ogro, les dejó apostados en este lugar por si aparecía algún rezagado del grupo que están persiguiendo.
3- La partida se dirigió hacia el sur, a través del bosque en el que Bronas acaba de dar caza al último goblin. Estaba formada por doce goblin, seis hobgoblin fuertes, dos sargentos orcos y el caudillo, un ogro. Ahora hay seis goblin menos, claro.
Así pues, tenéis que decidir lo que vais a hacer con vuestros dos cautivos, y a dónde os dirigiréis ahora. ¿Seguiréis vuestro camino y continuaréis ascendiendo hacia los picos montañosos?. ¿U os dirigiréis hacia el sur, cruzando el bosque, en busca de la partida de guerra para prevenir a los humanos a los que persigue?. Es vuestro turno ;)
P.D.
Los goblins tenían el siguiente tesoro, que podéis apuntaros si lo deseais:
- Cuatro mazas de armas toscas y oxidadas, dos cadenas tachonadas sucias y viejas, seis jabalinas mal afiladas de madera amarilla y quebradiza (Sin valor, daño 1d6).
- Seis armaduras goblin con una mezcla de aromas entre el repollo y la mierda descompuesta.
- Cuatro manzanas, siete ratas muertas, un palo, dos monedas de plata dentro de un zurullo seco y una cajita de música estropeada a la que faltan un montón de piezas.
Todos los pj ganan 30 px por postear.
Próximo turno, lunes día 18 de marzo.
Bronas: Hace un poco de fresquito. 4 daños por jabalina en hombro + 3 daños por jabalina en muslo.
Mitheithel: Corte ligero en la espalda para 2 daños.
Ark: Contusión terrible en la rodilla para 5 daños.
Silbido: Calentita, pero enfurruñada por no tener una armadura y un fusil.
Ugdush: Hace un poco de fresquito. 1 daño por rasguño en la espalda.
Con los dos trasgos maniatados y amordazados, el grupo se junta para meditar sus siguientes pasos. Tras atender las distintas heridas que se han sucedido durante el combate. Se nota tensión, tanto por lo acaecido durante el combate entre Ugdush y Ark, como por las noticias acerca de una fuerza de combate dando vueltas por la zona.
Tras dar un trago de agua gélida el norteño comenta mientras sus manos van despojando de ramas y ramitas un largo arbolito que se ha traido del bosquecillo.
- Es una suerte que no haya escapado ningún trasgo, de haber sido así ahora posiblemente esteríamos en una sitación muy complicada.
Dice mirando a unos y otros.
- Un banda de esta magnitud, con una docena de trasgoides, un par de orcos y un ogro, tenemos que andarnos con cuidad. Y si es el ogro el que dirige la compañía, no debe ser uno de esos gigantes lerdos que hay en otras tribus.- Lanzó una mirada a los trasgos maniatados.- Con media docena ya tuvimos nuestros problemas, con una fuerza cuatro veces mayor...
Deja el mensaje al aire.
- Por lo que a mi respecta les pueden dar por el culo a esos humanos y al enano, si no fuero no suficientemente cuidadosos como para pasar sin ser vistos, que se atiendan a las consecuencias.
- Nosotros ya tenemos suficiente con haber dejado constancia de que hay alguien más, tras dar cuenta de estos trasgos. Si bien no sabran cuantos somos ni quienes, pero seguramente habrá movida por la zona. Sugiero aligerar el paso. Tal vez hacia el norte, no hacia su atalaya, que nos queda al oeste.
Tras cortar las ramas procede a dar punta en uno de los extremos a la larga lanza. Posiblemente no aguante más de un fuerte impacto o dos, pero el poder atacar antes, o conociendo la existencia de ogros en la región, siempre está bien tener algo con que atacar manteniendo una distancia.
Tengo +5 en crear armas, eligiendo 10, puedo hacer sin tardar mucho tiempo una lanza larga, arma simple.
Mientras los demas interrogan a los prisioneros yo permanezco en un segundo plano observandoles a todos e intentando que no abusen de las pobres criaturas ahora que ya no son un peligro. Atiendo a toda la informacion que nos proporcionan con gesto cansado ,frotandome de vez en cuando la rodilla aun dolorida por el golpe.
Presto especial atencion a la descripcion del numero de enemigos preguntandome si no seria mas sensato tomar otro camino , pero consciente de que ya es demasiado tarde como para realizar un cambio en la ruta , al menos no sin caer en manos de la guardia de paso de Ashaba.
Permanezco impasible a medida que mis compañeros dan su parecer acerca del otro grupo que hay perdido en las montañas , preguntandome si no seran por casualidad los guardias y su famoso rastreador ese grupo que mencionan los Goblins. Aun teniendo en cuenta esa posibilidad , no puedo mas que darles mi opiniona los demas.
Con gesto ceñudo y talante desaprobador me dirijo a todos ellos:
- Al menos deberiais tener la decencia de parecer un poco preocupados por su suerte igual que os gustaria que ellos se preocuparan por vostros si la situacion fuese la inversa.No voy a decir que deberiamos buscarles , que deberiamos , pero si por un casual nuestros caminos se cruzan , yo pienso ofrecerles mi ayuda exactamente igual que os la ofrezco a vostros. Si no nos ayudamos unos a otros nunca podremos avanzar , y solo conoceremos guerra y mas guerra.
Dicho esto me aparto con gesto taciturno a intentar recomponer un poco la parte de la armadura que me cubre las rodillas. La verdad es que la armadura no presenta un aspecto mucho mejor que el mio , dejando visibles mil y una marcas y remiendos que hablan de la alargada trayectoria que llevo con ella , y de mi poca pericia como guerrero.
mnsje movil , sry por las faltas
-No se, no me fiaria del trasgo... dice la verdad? - miro a mis compañeros - ir al sur en cualquier caso sera poner en riesgo nuestra vida, deberia ir alguien a explorar unos pasos antes para saber si hacia el otro sitio es seguro o nos encontraremos al ogro... - miro a Bronas y a Silbido y les digo - no os parece...? no quiero quedarme inconsciente de nuevo... ir delante y estudiar el terreno..., que opinais?
El norteño mira detenidamente al sacerdote antes de responder.
- No Ark, no voy a parecer preocupado por alguien a quien desconozco, no seré tan hipócrita. Cualquier que meta un pie en estas montañas sabe donde se mete.
Luego la voz musical de Féllala le llama la atención.
- Los trasgos mienten y son estúpidos, pero responden ante la intimidación, forma parte de su día a día, muéstrate fuerte y obedecerán...
-Y no. No tengo intención de ir al sur, si hay combate no lo rehuiré, pues será Tempus quien me lo ponga, pero no soy un necio que busca poner su vida en peligro. A Tempus no le gustan los necios.- El norteño miró al norte y al oeste.- Propongo dar un rodeo por el norte. A ver que saben los trasgos acerca de esa zona, que clanes enemigos tienen por ahí.