Una patrulla del Caballero Errante esperaba en un callejón junto a los grandes almacenes Lordstrung. De uno de los vehículos salió Tosh Athack, el trol que trabajaba para la agencia de seguridad y que estaba al cargo de
—Vaya, vaya... veo que sois buenos. ¡Y rápidos! Aunque parece que no os ha sido del todo fácil —sonrió socarronamente mientras miraba a Loky y Magosto—. Bueno, bueno, un trato es un trato. Si por mi fuera os vendríais conmigo a pasar una buena temporada tras las barras, pero nosotros cumplimos los tratos.
El trol sacó cuatro credisticks certificados1, cargados con el valor acordado: 3000¥ cada uno.
—Largaos de aquí antes de que encuentre algo para meteros en el coche.
El grupo había cobrado su primer encargo... quedaban otros dos que todavía tenían que discutir como resolver.
[1] Un credistick certificado tiene registrado el emisor del dinero. Lo habitual en vuestro mundo es cobrar en credisticks sin certificar, pero la policía es la policía. Es posible que alguien os haga preguntas para cobrarlo.
Al mago le pareció enternecedor el intento de negociación de Turner por su libertad. Un trato era un trato. La reputación y esas cosas. Le habría encantado poder conservar a aquel tipo como contacto en aquel agujero, pero los de uniforma habían llegado antes.
Ver allí al troll bocazas le causó sentimientos enfrentados de desprecio y alivio. Como era propio de él, tuvo que señalar al mago y a Loky por sus heridas. Menudo subnormal.
Observó como se alejaba la fuerza policial. No se podía decir que hubieran hecho muchos amigos aquel día.
- ¿Cómo se encuentra Fiona?
Aún quedaban otros dos cobros y uno de ellos le preocupaba un poco. Por varias razones. Alguna de ellas inconfesable.
- El tema de la piedra puede complicarse, caballeros.- Anunció el mago.- Al extraerse el fragmento (y que la srta. Craig me corrija si me equivoco) ese fragmento se ha ido... ¿Cómo lo diría? Desconectando de su matriz principal. Como si a alguien le cortan un dedo. Quizás no quedará rastro astral alguno en muy breve espacio de tiempo.- Por unos momentos pensó en añadir la oferta de comprar la piedra al grupo, pero recordó lo que había pensado hacía un rato sobre la reputación. Si no servía para Turner, no servía para él.
- ¿Qué nos puede decir sobre la piedra Morel, srta Craig?
Fiona todavía estaba algo aturdida y se encogió de hombros cuando Magosto le preguntó por su estado. Seguidamente sacudió la cabeza antes de responder.
—¿Decirles? Eh... bueno, no he concluido mucho sobre ese artefacto. He encontrado ciertas referencias que lo asocian con un artefacto más grande llamado la piedra Morel. No creo que se esté apagando, en realidad. Ese fragmento no tiene aura mágica, sino que parece tener un aura débil similar a la de los seres vivos. Había contactado con un par de corporaciones para venderles el fragmento y la información. Con el dinero preciso para iniciar una investigación eso podría valer... pero bueno, ya no hay nada que hacer. Por cierto, ¿quiénes son ustedes y qué van a hacer conmigo? Supongo que alguien habrá pagado por mi rescate, ¿no es así?
Ignorando a la mujer, porque no estaba de humor, Loky contestó al mago:
—Nos pagan por entregar la piedra y a la chica. Nosotros no tenemos nada que ver con su estado. De hecho no tengo ni puta idea de por qué quieren pagar tanto por una piedra, sea astral o no, ni me importa. Si la quieres tú... pues haz una contraoferta y decimos que se ha roto por el camino o algo así.
Encogiéndose de hombros el decker dejaba claro su desconocimiento de aquel trozo de roca. Debía ser algo chulo para el mago, como una especie de software avanzado astral o una oportunidad de descifrar un código fuente. Pero para él era simple dinero pendiente de cobro.
El mago sonrió al decker en algo semejante a una expresión cándida. Era la expresión que ponía de forma inconsciente cuando alguien decía justo lo que él pensaba, pero aunque le tentara mucho aquello, no quería comprometer su reputación, ni comprometer los comproimisos adquiridos por el grupo.
- Gracias por la oferta, Locky. No te voy a negar que es tentador pero en mi caso prefiero cumplir. No sólo por el dinero, sino por la reputación. Y opino que son todos ustedes muy competentes en sus campos respectivos.- Y así lo creía, en verdad.
Además, creía que el fragmento era como un caramelo chuapdo, cuando él lo que quería era asaltar la puta tienda de caramelos.
- En cuanto a lo que usted ha comentado, señorita Craig, es tal y como ha dicho.- Explicó el viejo.- El tipo que nos contrató para rescatarla es de fiar, así que no tema.- Hace una pausa, para pensar muy bien qué decir. Tampoco está en su mejor momento. Le duele hasta el alma, pero oportunidades como esa sólo pasan una vez en la vida, así que se pasa casi un minuto rebuscando entre sus bolsillos, hasta que da con una de sus tarjetas.
- Oh, permítame ofrecerle mi tarjeta. Creo que mis... talentos le pueden ser útiles para su proyecto, como ya debe de saber. Contrataron a lo mejor de cada campo para su rescate. Si surge cualquier problema o duda en sus próximas negociaciones no dude en llamarme. Estoy, además, muy interesado en su proyecto y me encantaría ayudarla.- Va diciendo mientras le tiende su tarjeta.- Oh, disculpe las... manchas de sangre. Ha sido una misión dura, pero permítame que insista y que no olvide la mano que le tiendo. En mi caso hay un interés personal en su caso, srta. Craig.
Acaba de decir, mientras descuelga su teléfono para dar aviso de Bárbara, su chófer, para acordar un punto de extracción del equipo.
- Sí, sí. Quizás podría mirar de traer un transporte más acorde para acomodar al sr. Big. Y sí somos un pasajero más para la vuelta. Y consiga también algo de medicinas. Parches, apósitos, antibióticos, desinfectantes... Ese tipo de cosas. Sí, gracias.
De vuelta, cuando estén ya en ruta segura, piensa dejarle su terminal a la srta Craig para que llame a su padre y lo tranquilice. Esos detalles siempre ayudan a generar un buen tono laboral.
Bum Bum se encogió de hombros. -Señorita a estas alturas no tengo muy claro quién ha pagado por quién, pero estoy seguro de que la idea es devolverla sana y salva a su vida corriente. En caso de que no fuera así...- BumBum no tenía tarjeta fisica, así que le pasó su contacto* -Llame e iré en su rescate con un sustancioso descuento... No sé si me explico...
La sonrisa de Matisse era ciertamente muy elocuente...
*Asumo que se puede conectar ahora que Turner está jodido... Que el yayo es yayo, el decker es asexual y Big es un troll, alguien tiene que ligar con la tía, ¿no? XDDDDD
—Lo de que las piedras tengan alma está muy bien, pero eso no da créditos —concluyó el troll mientras buscaba un puro en sus bolsillos. ¿Acaso no le quedaban ya?—. Así que venga, vamos a llevarte con quien te buscaba y a la piedra igual. Que todavía tenemos mucho que cobrar. Y a alguien que yo me sé le hará falta un brazo nuevo...
Dicho esto, el troll siguió buscando en sus bolsillos. No podía ser que se le hubiesen gastado los puros. Siempre llevaba un montón para por si acaso. En fin, tendría que comprar algunos de camino a cobrar las siguientes recompensas. Aunque si buscaba bien, igual alguno encontraba. Por el bien de todos los que le rodeaban.
En algún lugar, a pocas manzanas del Underground 93
—Sí, me han entregado a mi hija —dijo la voz ruda de un tipo entrado en años—. No, no tenían la piedra. Al parecer tienen otro cliente...
Durante un buen rato el hombre permaneció callado, a la escucha de lo que decían al otro lado de la línea.
—Mi hija es lo más importante —dijo enfervorecido—. ¡Ya no trabajo para la fundación Draco y no pienso arriesgar la vida de mi hija por vuestra investigación!
El teléfono estalló contra una pared de piedra cercana y la cara de Moreau mostraba tanta ira como preocupación.
...
Atlanta, CAS. Laboratorios de la corporación Atlante
Dentro de la vitrina flotaba un pequeño fragmento de obsidiana. Al otro lado, un hombre de aspecto infantil cerraba los ojos para poder percibir el objeto más allá de los sentidos comunes y nuevamente frunció el ceño contrariado.
—No hay manera —le dijo al hombre que vestía el traje negro, al otro lado de la sala—. Es como si estuviera muerta, André.
—¿Muerta dices? Si no consigues contactar con la matriz vas a heredar el estado de la piedra en pocas horas, Marcele. Quiero que contactes y quiero que lo hagas antes de esta noche. Es de vital importancia para la investigación que el fragmento pueda localizar a la piedra Morel. ¿Lo entiendes verdad? —dijo André acercándose a Marcel hasta que sus rostros estuvieron separados poco más de un palmo.
—Sí, sí, lo entiendo —dijo Marcele visiblemente nervioso—. Hago lo que puedo...
...
Club Reno, Seattle. Varias semanas después.
Big, Bum bum, Loky y Magosto estaban junto a la barra. Una llamada les había reunido en ese lugar tiempo después. Ya se habían recuperado de sus magulladuras y, por alguna razón, Magosto parecía algo más joven. En la boca de Big humeaba uno de sus puros recién prendidos. Una canción country sonaba por los altavoces del local y desde una mesa, un gran trol con los cuernos de un buey llamaba la atención de los shadowrunners. Era Tosh Attack, el detective del Caballero Errante de cuando lo de Turner.
—¿Quién tenemos aquí? Mi grupo favorito de cazadores del Subterráneo —dijo socarronamente—. Me han dicho que estáis de vacaciones y Dana ha pensado que os estabais aburriendo mucho, ¿verdad? Y ya que sois nuestros hombres fuertes del Subterráneo, ¿qué tal si volvéis ahí abajo?
El sonido de la canción country no permitió escuchar las respuesta de los shadowrunners pero esa era su vida. Un trabajo llevaba a otro y, a menudo, era difícil rechazar alguno de ellos sin acabar entre rejas. Era una profesión difícil, sin duda, pero era su profesión y, hasta el viejo Magosto, seguía teniendo esa chispa que les mantenía ahí abajo.
FIN
Ahora sí, esto se ha acabado. Muchas gracias por jugar esta partida conmigo y espero veros en alguna otra ocasión.