Partida Rol por web

- Estoy en acuerdo con que hay que visitar esa sala de té, pero cuantas más vueltas le doy a lo que sabemos hasta ahora, más convencida estoy de que hay que volver a intentar hablar con aquel hombre al que acusaron del asesinato en el local de Tu.

Efectivamente, los jovenzuelos conocen el lugar. No tienen permitida la entrada, aunque han oído las conversaciones de sus clientes mientras los llevaban de acá para allá. Se trata de una sala oscura, pobremente iluminada. Es a menudo un lugar problemático, donde se resuelven negocios a punta de pistola. Está frecuentada por emigrantes rusos, aunque cualquiera puede entrar. Está fuertemente vigilado por corpulentos tipos del Cáucaso muy antipáticos a los que conviene no levantar sospechas.

La conversación con los jóvenes es complicada, pues el profesor no conoce una sola palabra de chino, y los jóvenes chapurrean el inglés con un acento horrible.

Al preguntar por "Ojo Malo", es sorprendente la información que contienen sendos diablillos de los bajos fondos criminales de la ciudad. Chi-mo "Ojo Malo" Ling es un tipo que vino desde regiones del norte a Shanghái hace unos años. Pertenece a una facción menor de la Banda Verde que nunca ha llegado muy lejos. Cada vez que se expanden, Orejas Grandes Tu se interpone y les aplasta. Hace poco han empezado a extorsionar a los negocios rusos en el vecindario del Pequeño Moscú, en la avenida Joffre de la Concesión Francesa. Se le ve a menudo en la sala de té Volga, que es uno de los negocios a los que extorsiona.

- Lo llamamos Sr. Abrigo Ribeteado, porque siempre viste un abrigo ribeteado. - Añade, puntualizando con el dedo índice extendido, uno de los jóvenes.

-Amigos, poco más nos queda que ir a buscar a ese individuo. Ya estamos tardando en ir a su encuentro... Pero eso sí: Hay que armarse o ir bien preparados. Es un extorsionador, y como tal, ya hemos tenido muchos encuentros con la mafia últimamente, de los que hemos salido ilesos por los pelos. No conviene abusar de la suerte. ¿Tenéis algo disimulado que se pueda usar como arma? Yo puedo buscar algo metálico que simule un bastón. Llegado el caso, un buen golpe en la espalda con una barra quita las ganas de muchas tonterías. -quizás tenía ganas de verle el final a todos los misterios que habíamos ido entretejiendo, y no pensaba dejarme atrapar sin lucha, si era necesario.

-Aunque sería una estupidez, siempre podemos conseguir balas para el arma del crimen, por mucho que me asquee la idea- me encojo de hombros. No tenía ninguna intención de volver a caer en las garras de los matones de cualquier mafioso escuchimizado oriental de la ciudad, de nuevo. Con una me ha bastado -No deja de ser un arma de fuego, mucho mejor que los palos y las piedras, ya saben... nunca lleves un cuchillo a una pelea con pistolas- vuelvo a encogerme de hombros, con indiferencia.

La Banda Verde, la cosa es que me suena de algo, aunque no sabría decir de qué, pero no me suena a nada bueno, pienso para mis adentros. ¿Y para qué demonios querrían un espejo maldito? Nada parece tener sentido desde hace mucho...

- Señor Currie, le pido encarecidamente que abandone esa idea. Pienso que debemos marcarnos unos límites, y disparar contra alguien queda claramente más allá de dicho límite. -Dice la hermana Flora Godden, apurada.

- Bien, señores, entonces... ¿tenemos algo parecido a un plan?

En mi cabeza desfilaban imágenes de pistolas, cuchillos, y otro tipo de armas bastante originales y otras no tanto, con las que podríamos ser asesinados en las siguientes horas, y sólo la idea de que morir a manos de un arma "conocida y tangible" sería mejor que haber muerto en aquella isla llena de cuerpos "recolocados" me hacía querer continuar a pesar de todo.

-Ir a buscarle, Irina. Pero insisto en lo de disimular las armas. Si vamos a su terreno, mejor no hacer ostentación de bravuconadas, o nos veremos en serios problemas. Las armas, solo en caso de defensa propia. Creo que seguir investigando como hasta ahora es la mejor idea. ¿Qué pensáis? ¿Aviso a los chicos, para que nos lleven allí?