Pda: perdón, salgo hacia el poblado abandonado.
Ah, perdona. Es que como no estaba ya puesta la opción, pensaba que sería genérica. Hay una opción para poner las tiradas predeterminadas de Rápido y Fácil :3
(Creo que el dado ha explotado, he tirado por segunda vez por si acaso)
Motivo: seducir
Tirada: 3d10
Dificultad: 12+
Resultado: 9(+8)=17, 7(+8)=15, 9(+8)=17 (Suma: 49)
Exitos: 3
Motivo: seducir
Tirada: 3d10
Dificultad: 12+
Resultado: 6(+8)=14, 3(+8)=11, 5(+8)=13 (Suma: 38)
Exitos: 2
El guardia podía estar modificado genéticamente para hacer supersoldados en una de esas instalaciones de la CIA que en teoría no existen, pero no era tonto. Había visto teta y aquello le había puesto más que estar a los mandos de un blindado destrozando Moscú. Fue cuando se acercó a por su mochila que aprovechó para susurrarle.
-Si quieres pasar un buen rato, nos vemos en los árboles de detrás del almacén en diez minutos- le dice así muy de tapadillo, pero con toda la testosterona on fire. En manos de Lana queda si hacer lo que el guardia o tomar la dirección que había decidido tomar.
No, el dado explota cuando el dado medio es un 10.
Me pasé la lengua por los labios sensualmente.
-Ya lo creo que será un buen rato. -dije en un susurro.- Vas a descubrir que puede hacer esta boquita en tu escopeta...
Dicho eso me salí por la puerta y me dirigí a los árboles de detrás del Almacén.
Nicki Minaj me contó ciertas cosas al oído y miré a Gaga con curiosidad y diversión. Pero no respondí y mantuve mi cara de esfinge nubia mientras veía a Nicki bascular sus glúteos camino de la salida. Era digno de elogio cómo esa pava había conseguido convertir una enfermedad, la esteatopigia, en una virtud.
Mientras las otras salían me levanté del camastro y me entretuve observando el cadáver de Britney. Lo que le había pasado era previsible. Britney no estaba bien de la cabeza, estaba claro que la fama no le había sentado muy bien. Había dado espectáculos vergonzosos periódicos en su larga trayectoria de famoseo, y cada uno era más patético que el anterior. Negué con la cabeza. La Britney era gilipollas y además era rubia, pero yo no negaría lo evidente y es que ella había sido el enlace entre dos generaciones. La generación de viejas pellejas antediluvianas, como Madonna o Morralla Carey, esas a las que ya les crujían las articulaciones y las infiltraciones de colágeno inyectado y la cocaína eran lo único que las mantenían con cierta movilidad en las coreografías. Durante unas siete décadas o así, Madonna había sido la reina del pop, después de buscarle la ruina a otras como Cindy Lauper o Bonnie Clyde, de similar calidad pero que se dejaron follar menos en las productoras. Cuando parecía que a nadie más le importaba una mierda el grrrl power en el pop, la buena y demente Britney apareció para darle un poco más de luz al mundo y quitarle algunas arrugas y pretenciosidad, y se ganó el título de “princesa del pop”. Un poco Lolita. Un poco conejita de PlayBoy. Un poco vecinita ingenua. Un poco mongola.
Britney Spears había aprendido al dedillo la lección que estaban dando las Spice Girls al mundo y las superó. Sin Britney no hubiera habido Aguilera. Sin esas, a nadie le importaría Beyoncé hoy. Sin ellas ninguna de las otras rubias que había ahí iba a comerse un mojón en el mundo de la música. Porque eran clones de Britney, esa era la verdad. Habían sido creadas a su imagen y semejanza. El mismo concepto. Gracias a niñatas (ya talluditas, rozando los cincuenta años, pero niñatas) como Brit y Cris el mundo podía disfrutar con los balidos de cabra de Shakira. Hasta la reina Madonna había tenido que cambiar el chip porque se la iban a comer con papas las princesitas rubias del pop. Ella, que llevaba desde finales de la guerra de Corea dominando escenarios y pasando cuatro pueblos de cualquier otro artista que tuviera menos años de Rod Steward, tuvo que pasar por el aro y aceptarlas. Y simular falso bollerismo para escandalizar un poco y volver a la palestra. Y meterse de lleno en su mundo, que ya no era el mundo de Madonna. Ahora Madonna baila al son de las lolitas del pornopop. Evangelio.
Me dio lástima. Esa panda de desagradecidas no sabían lo que la Britney había hecho por ellas. Pero yo sí: Britney me había ahorrado una bala.
Brit siempre había sido generosa. Me agaché despacio, muy despacio, dejando que mis glúteos se mostraran bien dirigidos a una de las cámaras, mientras mi cara de guarra miraba a otra, relamiéndome. Toma nota, murrika. Pasé dos dedos por la pasta deforme que era la cabeza de Britney, me los pringué bien con sangre y me hice un par de marcas guerreras en las mejillas. No era sangre de virgen. Pero era sangre de la primera de nosotras, y eso era casi como el himen del pop.
-Va por ti, América –le dije a la cámara. Fui a por una mochila y me encaminé fuera del hangar.
Tirada oculta
Motivo: Mochileo
Tirada: 1d20
Resultado: 1
Voy a las cuevas del sur, donde me ha dicho Nicki Minaj.
Lana tuvo que arrastrar la pesada mochila que le había tocado hacia el bosquecillo donde se había citado con el guardia. ¿Aquello estaría dentro de las normas? Seguro que sí, y si no las normas eran para romperlas. Si no se aseguraba acabaría muerta. Mientras pasaban los minutos pudo echar un vistazo a lo que le había tocado.
En su mochila encontró una biblia, un par de botellas de agua, variedad de útiles de higiene íntima femenina de marcas caras. Siguió sacando cosas. Un donuts de chocolate en un envase de plástico y un extraño cacharro como un reloj pero que ponía N donde las 12 y S donde las 6 y no giraba, la aguja siempre estaba para el mismo lado. Y además de eso había... una batamanta, un revólver ligero (con sólo 3 balas). Y una grapadora. Y lo que parecía ser el manual de D&D 6ª edición (1358 páginas).
Desde los arbolitos pudo ver como algunas otras divas corrían hacia los diferentes puntos cardinales a todo correr, no se fijó en hacia donde cada una pero es que no sabía precisamente donde estaba cada cosa.
También, a los cinco minutos pudo ver como el guardia se acercaba. Llevaba el fusil, una pistola en cada pierna, variedad de cuchillos de combate y hasta un tomahawk. Pero no parecía venir precisamente a matarla, porque se ajustaba el fusil a la espalda y se estaba quitando los guantes.
BEYONCÉ Un revolver ligero (5 balas), unas corpiño, unas medias monísimas y un liguero. Una bolsa con fresas.
AGUILERA 2 botellas de whisky y ya
TAYLOR SWIFT t Unos posters de divas en ropa interior bien impresos y plegados (uno por diva) Acuarelas, Una porra plegable de metal.
BEYONCÉ va al sur, a las cuevas, AGUILERA va al Oeste, al poblado, TAYLOR va al Norte a la cantera pero en plan buen rollo y de alianza.
Motivo: Mochila de Beyoncé
Tirada: 1d20
Resultado: 14
Motivo: Mochila de Christina
Tirada: 1d20
Resultado: 19
Motivo: Mochila de taylor Swift
Tirada: 1d20
Resultado: 12
Motivo: Donde va Beyoncé? 1N 2S 3E 4O 5 Centro 6 repite pero va en plan amable y aliancera
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: Donde va Christina? 1N 2S 3E 4O 5 Centro 6 repite pero va en plan amable y aliancera
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Motivo: Donde va taylor? 1N 2S 3E 4O 5 Centro 6 repite pero va en plan amable y aliancera
Tirada: 1d6
Resultado: 6
Motivo: Donde va taylo de buen rollor? 1N 2S 3E 4O 5 Centro 6 repite pero va en plan amable y aliancera
Tirada: 1d6
Resultado: 1
La verdad es que no estaba para nada mal lo que me había tocado. Hubiese preferido una buena hamaca portátil, o incluso una buena almohada, pero no se podía tener tanta suerte.
Vi por encima lo que tenía en la mochila. Normalmente tenía hambre después de mis ataques de sueño, pero mejor guardarlos para después de montarme al guardia. Ya se acercaba por ahí.
¡Cielo santo, el guardia! Ya notaba como el flujo empezaba a chorrear fuera de mis Blue Jeans*. Tal vez fuera por el uniforme o por las armas, o tal vez solo es que estaba enferma. En cuanto se acercó le intenté meter la mano en los pantalones para agarrarle su puro.
-Qué, guaperas. ¿Me vas a hacer gemir como loca? -le dije insinuándome.
Con la otra mano le enseñé el reloj roto.
-Después de rellenarme de leche, me puedes enseñar a utilizar esto.-dije mostrándoselo.- Pero solo si me haces ser tu Himno Nacional*.
Me giré, dándole la espalda al guardia. Me bajé un poco los shorts, para que me pudiese meter su cohete. Pero BAM. O mejor dicho... ¡¡ZZZ!!
Me entró un ataque narcolepsico (¿Estaría bien dicho?). Y se me calló la cabeza contra el árbol contra el que estaba apollada. El golpe fue bastante fuerte la verdad.
-¡Aaargg! Ah... Ay. Lo siento querido, es así como me afecta la Tristeza de Verano. Pero vamos, no te cortes. ¡Fóllame bien! No hace falta condón. Seamos honestos, seguramente moriré, así que qué coño.
*National Anthem
El guardia... ¿Era el mismo que había matado a Britney? No parecía manchado de sangre. Y sí, estaba fornido, todos parecían ex-marines o mercenarios culturistas y bien construidos. Se dejó tocar y notaste que había algo que casi ni le cabía en los calzones.
—Tú gemir, sí —comentó hablando cual Tarzán. ¿Sería como los fans de Lana? Podía pronunciar tres palabras, algo más listo sería.
Lana se dio la vuelta y se bajó los pantalones... para sentir como las manos del hombre le bajaban también las bragas —Culo bonito — y escuchaba una cremallera... la mierda fue que justo en ese momento le dio uno de sus ataques de... bueno, de lo que fueran. Ella sabía, y golpeó el árbol con la cabeza al caer.
—Yo follar... eso es una brújula, señala el Norte— Lana estaba casi segura que moriría, pero ahora lo haría sabiendo qué era el extraño reloj. Sí, definitivamente el hombre era mucho más listo que sus fans, y también estaba bien dotado, porque Lana sintió como se le pegaba desde detrás y la penetraba sin mucha delicadeza. Y sin condón. Lo mejor de todo era que el hombretón la sujetaba y se la tiraba a la vez, contra el árbol, ella no tendría que hacer nada... llevando las manos hacia atrás, pudo agarrarse a los lados la pechera del maromo... agarrarse a lo que podía entre el montón de armas que llevaba.
Qué mejor que un buen polvazo antes de morir. Tal vez una buena siesta. O un poco de coca. Pero estaba muy bien.
El guardia tenía una buena polla, nada que no hubiese probado antes, así que los primero minutos decidí disfrutarlo al máximo. Pero pasado esos primeros momentos en los que su gran manubrio acababa de abrirme por completo y acomodarse, puse mi plan en marcha.
Con la técnica milenaria que me enseñó la abuelita Nana, cerré por completo los labios de mi vagina entorno al gran pene del gorila, atrapándolo por completo. Aprovechándo el gozo del hombre, lo empujé hacía atrás, quedándose el tumbado y yo encima de el, como si lo cabalgara dándole la espalda.
Ahora venía la parte interesante. Con toda la fuerza que me proporciaron los mi les de polvos que eché en mi vida, giré sobre mi vagina para ponerme de cara al guardia. Su pene no era rival para mi poderosa vagina, así que cedió y se lo arranqué.
-¿Esto es tuyo querido? -dije sacándome su pene y metiéndoselo en la boca, aprovechando su estupor.
Me acerqué a su cinturón y cogí una pistola.
-¡Trump! ¡Podrías haber sido mi sugar Daddy! ¡Te lo podría haber dado todo!- grité al cielo. Esperaba que las camaras me estuviesen grabando, si no todo el dramatismo no habría servido para nada.
Iba a morir, pero al menos me recordarían. Seguramente harían pop art con mis fotos.
Si aparecía algún guardia no dudaría en dispararle.
Me he tomado unas licencias, si se me permite por el suicidio. Jeje. :3
Mientras Lana alzaba su voz al cielo y el hombre se asfixiaba con su propio pene en el suelo —Lana había tenido que quitarle la máscara para verle su fea cara de mercenario extranjero—, drones cámara se acercaron para captarlo todo, especialmente los gemidos de dolor del hombre y la desnudez de la diva.
Pero luego las cámaras se apartaron, pronto Lara supo por qué, un helicóptero sobrevolaba la zona. No, no se atreverían...
La mujer vio como salía humo de los laterales del aparato, no, no era humo, eran cohetes que venían, sin duda cargados de caramelos...
El helicóptero sobrevoló la zona. El piloto sonrió —That girl is... was surely smoking hot...
Lana no había podido con este helicóptero, la vida no era un videoclip.
Todas veis u oís un helicóptero apache dirigirse al centro de la isla y una explosión a consecuencia.