No estés marcando a gente sin saber dónde está. Eso lo hago yo.
Después de regresar de la misión con Boomer, Spartan se quedó un rato más en el hangar, ayudando a sus mecánicos con el Viper. Le gustaba trabajar personalmente en las naves que pilotaba, así tenía la sensación de tenerlo todo bajo control. Allí le encontró el Capitán Adama, que llegó al Hangar acompañado de Starbuck, Boomer y un grupo de marines armados hasta los dientes. Todos se dirigieron hacia un Raptor que estaba comprobando el jefe Tyrol en persona. Lee se acercó hasta Spartan.
Venga capitán, informe a sus hombres xD
- Spartan, acompañeme un momento. - Ordeno autoritario, a pesar de usar el apelativo del piloto en lugar de su nombre. Juntos nos alejamos de los técnicos y personal que esta trabajando en el hangar, asegurandome de que no pueden oirnos. Lanzo una mirada rápida para asegurarme de que estamos a una distancia prudencial de cualqueir oido indiscreto y miro directamente a la cara a Spartan para lanzarle la información, directamente y sin rodeos.
- Sé que acabamos de aterrizar, pero vamos a lanzar una nueva misión. Es delicada, hemos recibido una señal de Cáprica y vamos a ir a investigarla. Solo voluntarios, no sabemos si es una emboscada cylon o una señal autentica de socorro. ¿Puedo contar con usted en esta misión? - Termino cogiendo al soldado por el hombro, esperando su respuesta.
Traduzco: hemos visto que hay un montón de cylons con armas nucleares arrasando el planeta y nos vamos a tirar de cabeza allí sólo por la remota posibilidad de encontrar algún superviviente, ¿te apuntas? Puede ser divertido ;-)
Aunque me da miedo que sin nosotros Galáctica se quede un poco desprotegida, cuenta conmigo para la misión. Si me hubiese quedado aislado en Caprica yo también querría que viniesen a rescatarme.
- Sabía que podía contar contigo, pero no quería decidir en tu lugar- comento con una sonrisa. -Volvamos con el grupo, estarán a punto de salir
Lee regresa mientras Spartan corre a cambiarse de uniforme. El jefe Tyrol está esperando al grupo frente al Raptor.
-Capitán. El pájaro está listo. Buena suerte, señor.
- Gracias, Tyrol - comento antes de borrar la sonrisa de mi cara y poner cara y voz de "jefe" -
- Muy bien, todo el mundo a bordo, ¡deprisa! ¿Esperais una invitación para tomar café? - bramo por encima del estruendo del hangar mientras los soldados van subiendo disciplinadamente a los raptor. - Nos vamos a meter en territorio enemigo, así que no quiero heroicidades ni tonterias, ¿me oís? - continuo, lanzando una discreta mirada a Starbuck y Spartan con esto último. - Boomer, estamos en tus manos, despegamos a tu señal.
Tomo asiento en el raptor junto al resto del equipo. Respiro hondo y miro a los hombres que se han presentado voluntarios a la misión. Valientes. No puedo evitar preguntarme cuantos volveremos...
Caminando junto a mis compañeros y el capitán, voy directo hacia el Hangar en donde se encontraba mi adorado raptor. Al pasar saludo con un gesto casi imperceptible a Galen pero nada que puedan haber notado los que estaban a mi alrededor, sin demasiado preámbulos mientras chequeaba que todo estuviera en condiciones, de fondo escuchaba las órdenes de Apolo a través de su discurso.
Sonriendo porque en el fondo a pesar de que es mi Capitán, lo veía más como un amigo o compañero de trabajo, pero todos sabemos que dentro de la milicia hay ciertas reglas que se deben cumplir a rajatabla. Luego de confirmar con mis propias manos que todo estaba perfecto, espero a mi copiloto y enciendo el raptor para despegar.
Cuando todos se ubicaron en sus lugares, rompo el silencio. - De acuerdo Capitán...- le hubiera dicho otra cosa, lamentablemente había más personas de las que quisiera y no era bueno salirse de las normas ni siquiera con una respuesta. - Una vez que lleguemos al lugar activaré los sensores de inmediato para prevenir visitas de improvisto. - tras decir la última frase despego mi raptor y nos dirigimos hacia el sitio indicado.
Se encontraba desubicada. Fuera de lugar. No era ella la piloto; ni si quiera la copiloto. Para alguien tan guerrillera como ella, el no tenerlo todo bajo control la desconcertaba, pero sabía que era por poco tiempo. En tierra, con los pies en el suelo, tendría otra vez el control de curso de su vida y además podría "joderle los fusibles" a alguna que otra "tostadora".
Todos se acomodaron en el raptor. Boomer y Crashdown pilotaban el aparato. Las plazas de pasajero las ocupaban Spartan, Apolo, Starbuck y cuatro marines más con equipamiento completo de combate. Tal y como ordenó el Comandante Adama, las otras tres plazas libres serían para cualquier posible superviviente que requiriera evacuación inmediata.
El raptor recibió permiso desde el CIC para despegar y Boomer condujo la nave con suavidad a través del túnel de lanzamiento hasta el espacio exterior. Una vez allí, activó el motor FTL y saltó de regreso a las Colonias.
Cambiamos de escena a una nueva para estos menesteres: "Superficie".