Partida Rol por web

Saul, coge a unos hombres y ve a detener a nuestra científica. No emplees la fuerza si no es necesario.

Aquellas palabras eran más que suficiente para el XO de Galáctica. Deseaba echarle el guante a un Cylon desde el episodio en Ragnar y ahora era el momento. – Entendido comandante. Ahora mismo voy a por la agente Cylon. – Sin más demoras el coronel Tigh abandona la estancia en búsqueda del capitán de los marines. Tenía cosas que hacer. 

Comandante, habria que explicar a la Flota que ha ocurrido. Voy a preparar la rueda de prensa. Aviseme cuando el Colonial One este de vuelta... O si detienen a la sospechosa

El saber que iban a detener a la cylon le produjo tanto alivio como pánico. Y es que por un lado se quitaba a ese ser que quería convertirlo en un esclavo para los cylons, pero por otro tenía miedo de que tomara represalias contra él. No sería difícil hacerlo, ya que sabía muchas cosas sobre él que no le dejarían en mejor lugar que a la propia 6. Solo esperaba que nadie la escuchara ni creyera. Y por eso mismo creía que lo mejor era mostrarse útil para que les fuera más difícil creer a la que se hacía llamar Sally.

-En cuanto el laboratorio sea seguro creo que volveré a mis investigaciones. Estuve cerca de avanzar, y creo que no lo hice por lo que les conté.

Esa parte parecía ser verdad, pues hubo un moneto en el que él creía haber estado a punto de encontrar la diferencia genética que separaba a humanos y cylons, y que no pudo desarrollar debido a cierta espía.

Estaba contenta y seguiría a sucapitan a la batalla que se aproximaba. Se encargaría en persona de los preparativos de la nave ya que aún tenía clavada cierta espinita por un aterrizaje poco agradable al haber fallado algo de su máquina. - Si capitán, puede ser una buena ayuda si viene con nosotros. Contesta por lo bajo al comentar la invitación que hará al otro piloto.

Sabía qué era lo que los altos cargos del Galactica esperaban de él. Quizá incluso le exigían demasiado, pero por supuesto ellos solo querían una frase, tanto si era imposible de hacer como si no.

-Al fin he encontrado una diferencia genética que hará mucho más fáciles y rápidas las comparaciones entre humanos y cylons- dijo, en cuanto las personas que estaban al tanto de su proyecto ocuparon sus asientos.

Era difícil adivinar qué pasaba por la cabeza del Doctor. Aparentemente estaba eufórico, incluso sonrió al formular sus palabras. Sin embargo, cualquiera que profundizara más en sus expresiones podían ver el nerviosismo que rara vez le abandonaba, puede que incluso preocupación. 

-Sabía que Shelly había estado boicoteando mis investigaciones... como prueba de ello, he podido avanzar en cuanto ésta fue desenmascarada- en realidad, intentaba con aquello tantear si las dudas que algunos, sobre todo la Presidenta, tenían sobre ella, se habían disipado.- Por eso, si es necesario, podría comenzar analizándola a ella por si no creen en mis sospechas- y mis pruebas, pensó- de su verdadera identidad. 

Había dado buenas noticias y esperaba con aquello contentar a sus interlocutores, pero seguía asustado. Al fin y al cabo, no sabía si la cylon ya se había pronunciado, o dicho cosas sobre él que le metieran en un aprieto. Obviamente, quería demostrar que se podían fiar de él, pero hasta eso podía ser difícil si se averiguaba su implicación en la masacre de las Colonias.

- ¿Baltar acaso usted no duerme o es otro agente cylon que trata de embaucarnos? ¡Todavía es de madrugada por todos los dioses de kobol! - El día anterior había sido muy complicado y parecía que el turno del XO nunca llegaría a su fin.

Por suerte llego el momento de ceder sus responsabilidades a otro oficial para luego retirarse a la cantina a compartir algunas palabras con su amigo junto a una botella de ambrosía.

Solo algunas copas y un poco de charla antes de ir a dormir pero entonces apareció un guardia de turno a complicar la noche. Baltar quería hablar con el alto cargo de Galáctica.

- ¿Ha dicho que al fin tiene la llave para desenmascarar a los espiás en la flota? ¡Magnifico! - La molestia a altas horas de la madrugada había valido la pena ante semejante noticia. - Pero no avancemos tan deprisa. La acusada y supuesta cylon deberá pasar por el procedimiento militar antes de que usted pueda meter sus garras en ella. Luego que hagamos nuestro trabajo si Adama no tiene objeciones entonces le entregaremos la acusada en bandeja. - Durante el día por llegar habría muchas novedades y la ex ayudante de Baltar estaría en el centro de ellas.

Adama suspira para sus adentros con alivio. Por fin tenían en sus manos un detector de cylons fiable.

-¿Está al cien por cien seguro de su funcionamiento, doctor? Podemos usar a Doral, que es un cylon reconocido para hacerle la prueba y tener ahí una evidencia fidedigna de que funciona ¿No cree?

Le sorprendió la manera en la que le recibió el segundo, a la vez que también le sorprendió saber que era de madrugada, sin duda se había concentrado en su trabajo más de lo que él creía. Para que luego dijeran que era un vividor que no le importaba nada más que él mismo. Cierto que lo hacía para salvar su pellejo, pero aún así hacía un bien para la humanidad.

-Bueno, comparé las muestras del cuerpo de Leoben que ustedes mismos me brindaron- dijo en respuesta a Adama- con una muestra mía y sin duda me ha parecido estar bastante seguro de una diferencia clara superior a la que ya había aislado antes. Claro que si quieren, podría hacer lo mismo con las muestras de Doral, y estar más seguro- aunque se notaba en su rostro una seguridad en sus palabras que podría indicar que aquello sería más una pérdida de tiempo que algo útil.

Se pudo ver en su rostro algo de decepción cuando le dijeron que no podía interactuar con la prisionera, aunque también cierto alivio. Aún no habían hablado con ella y no les había contado ésta nada sobre su implicación en el holocausto.

-Por supuesto, no quería interrumpir ningún interrogatorio, me refería solo a que le extrajera unas muestras de su sangre, cosa que llevaría muy poco tiempo, para asegurarnos de si es o no una espía cylon- cosa que con los datos encontrados en su ordenador debería ser suficiente ya- Sin embargo, si quieren que la cosa espere, por mí no hay problema. Aún así, si ella no colabora diciendo que no es una espía, no tengan reparos en mandarme una muestra para demostrar si es cierto lo que dice o no.

Desde luego, la culpabilidad de la rubia para él estaba muy probada, pero por razones que no podía decir nada.

Antes de continuar el coronel envía a un ordenanza a traer una ronda de café para todos. Luego con suerte Tigh tendrá un par de horas de sueño antes de volver al ruedo. – Bueno, entonces todo está dicho. Cuando termine la ronda del interrogatorio la acusada podrá ser su conejillo de indias. No tiene necesidad de prisas porque el engranaje militar es infalible. – El coronel tenia la plena confianza en sus hombres y tampoco le faltaban las ganas de interrogar a otro agente cylon. En realidad la espera le mataba.

-Ya lo ha oído, doctor Baltar. Mañana por la mañana, el Coronel dirigirá el interrogatorio. Después puede hacerle las pruebas pertinentes durante el tiempo que quiera, o durante el tiempo que nuestra presidenta considere oportuno. Eso es todo.

Le dejarían hablar con ella y hacerle análisis, que él sabía de sobra como resultarían, al día siguiente. O eso decían, ya que se debían dar dos requisitos. Que la Presidenta diera su visto bueno. No creía tener problemas con esa parte, él y ella no habían congeniado aún demasiado, pero si de verdad estaba interesada en desenmascarar a los cylons le daría permiso para hacerle pruebas.

Era la segunda condición de la que no estaba tan seguro. Un requisito que aún no conocían el Comandante y su segundo de abordo. Y era lo que ella pudiera decir. Un escalofrío le recorrió por la espalda al imaginarse a sí mismo en la celda de al lado. o peor, abandonado a su suerte como hicieron con Doral. Por desgracia, no tenía los medios ni las agallas para hacer otra cosa que no fuera esperar.

-A...sí lo haré. Hasta mañana entonces- dijo como despedida- además, creo que ya es tarde para hacer nada más.

En realidad, no creía que pudiera dormir aquella noche con la tensión de no conocer lo que, literalmente, le deparaba el mañana. Ni siquiera tenía fuerza de celebrar en la cantina el haber creado con éxito un método de detección. Tenía que esperarse a hacerlo el siguiente día, cuando sus dudas se hubieran despejado. Si seguía libre, claro.

Nos sentamos y hablamos con el Señor Gaeta.

Bien, ahora que estamos solos le informo. Quiero que supervise el trabajo del Doctor Baltar, quiero que verifique cada prueba y me informe religiosamente de cualquier resultado positivo. Quiero que sea su sombra y lo controle en todo momento. También quiero que me informe si vé cosas raras, comportamientos extraños o si habla con alguien, a usted siempre le ha tirado el tema científico y de los cacharritos así que supongo que no le será dificil adaptarse. Y no, no está usted arrestado, puede ir y venir a cualquier parte de la nave con total libertad, si descubre algo o vé algo raro no dude en informarme a mi o al XO personalmente.

Y ya que va a estar codo con codo con el Doctor, considero oportuno ponerle al día sobre las últimas novedades....

Procedo a informar a Gaeta de la situación de los Cylon capturados, así como de la presunta participación de Baltar en los ataques de Cáprica y su defensa.

Bien, como entenderá las acusaciones sobre él son graves y las dudas razonables, es por ello que quiero que tenga los ojos y los oídos bien abiertos, quiero a alguien de plena confianza junto a Baltar y no veo a nadie mejor que usted.

Gaeta escucha con asombro todo lo que le cuenta el Comandante. Sobre todo la parte de la posible implicación de Baltar en el genocidio de la humanidad. El oficial siempre había admirado al doctor Baltar y era seguidor de su trabajo allá en Caprica. Consideraba un honor el poder servirle de ayuda, a pesar de las circunstancias.

-Gracias por la confianza, Comandante. No le fallaré.

Estoy seguro de ello Señor Gaeta. Puede retirarse.

Cuando Gaeta iba a salir, le detengo.

Espere señor Gaeta, una última cosa. Estamos pasando momentos de mucha tensión todos, ustedes y nosotros. En ocasiones nuestras palabras hieren más que las acciones, le ruego que no tenga en cuenta mis palabras de antes en el puente. Es usted un gran oficial y lo ha demostrado hasta la fecha.

No le entretengo más....

El comandante hizo un gesto a Gaeta indicándole que ahora podía marchar a espiar ayudar a Baltar.