Partida Rol por web

Con la mano alargada intento coger al semiorco y hacer fuerza para que no caiga. Como son dos metros, por poco que salte si intenta agarrarse y yo me estiro creo que nos cogeremos. Si no hago suficiente fuerza y nos caemos lanzo un caida de pluma.
Si no llegamos a agarrarnos pues directamente salto hacia el, lanzando una caida de pluma para no escoñarnos...

Al ver como el semiorco salta, Yasmein se aproxima volado a toda prisa y desde el aire le empuja para darle ese ultimo impulso que le falta para llegar. Venga tu puedes.....

Midleboold hizo un salto no muy afortunado antes de saltar perdio algo de equilibrio en sus pies.Y el salto no fue el adecuado para lleguar al otro extremo por suerte estaban sus compaeñeros y con la ayuda del bardo y de la bella Yaesmin Midleblood lleguo al otro extremo.Todos estabais juntos ahora,detras vuestra la salida podeis notar el helor del aire como entre en la cueva.Mirais al otro extremo y parece ser que no os siguen el rastro..No escuchais ningun ruido ni veis luces...

Os girais y salis de la cueva.
El cielo esta nublado y hay algo de nieve por esta zona,el terreno esta humedo acaba de llover no hace mucho.Estais en mitad de una montaña cuando veis una plaga de estirges(a unos 30 metros de vosotros) parece que no os han visto o su destino es otro,van hacia el este.Hay un sendero formado en la montaña cuesta abajo..

Al fin notais aire puro,pero no dejais de preguntaros hacia donde se diriguen esa plaga de estirges..

Fue el guerrero al que le vino una intuicion,sabia que aquellas estirges volaban hacia la Granja de los Rander o al menos estaba casi convencido...

Podeis bajar con preucacion por la montaña hasta tocar suelo firme,desde las alturas observais que abajo(en suelo firme) hay un sendero con don caminos que se dividen,uno hacia el este y otro hacia el oeste..Las estirges van hacia el este,,

Animado por estar de nuevo al aire libre, Arthin comienza el descenso. Aunque quizá demasiado rápido para la peligrosidad del terrerno...

Por los dioses que no se donde estamos... Dice el bardo mientras baja, bastante agilmente hasta los caminos.