Tras la situación acontecida en el psiquiátrico, comenzáis vuestro segundo día de investigación a 24 de diciembre.
EL hotel tiene los cristales empañados por la diferencia de temperatura con el exterior. La verdad es que costó que el sueño os venciera pero ahora aunque sabéis que os espera un largo día por delante cuesta abandonar las mantas calientes y enfrentarse otra vez con el frío invernal y los recuerdos de ayer.
Por ordenar las ideas os dejo aquí todas las posibles líneas de investigación que podéis seguir.
- Instituto Forense: ir a ver al forense para recoger informes sobre la autopsia de Walter Mason
- Ir a hablar con el antiguo celador de la residencia John Mathews.
- Ir a comisará a hablar con Gerald Ross, nuevo responsable de los casos.
- Esposa de Gallagher
Recordad que por la tarde tenéis que ir a recoger a Brian a Heathrow.
Bueno, anoche hubo un poco de susto y tuvimos que organizar una fiesta del pijama inesperada, por lo que he dormido bastante mal. No soy buena yo para compartir cama, y la pelirroja ronca bastante. O roncaba yo, y ella me despertaba con patadas muy poco delicadas. No lo sé.
Mientras las demás duermen, yo abro los ojos como un puto vampiro en cuanto amanece. Si no duermo mecida por la cuna del alcohol, es imposible que enganche un sueño de más de cinco horas, así que aprovecho para vestirme con la misma ropa que ayer, y repasar mis notas, deseando muy fuerte que se materialice un café delante de mí. Porque hasta que no salga el puto sol, nadie sale de esta habitación.
Pero el sol siempre aparece, aunque sea detrás de las nubes del cielo de Londres, y las chicas se despiertan para ponerse en marcha con más o menos energía.
-Bueno, Spice Girls, esto es lo que hay: un cura convirtió en vampiro a Gallagher, y quiero saber de dónde coño salió ese cura. En cualquier otro caso, evitaría a la poli como la peste: odian a los investigadores privados y más aún odian a los periodistas, pero el taaal... -reviso el nombre en mis notas- Gerald Ross debe tener todos los detalles del asunto. Voto porque hablemos con él.
Duermo intranquila durante toda la noche, y si no fuera por lo cansada que estoy seguramente ni lo hubiera hecho. De una cosa estoy segura, a medida que notaba como la luz se filtraba en la habitación, sentía que podía relajarme un poco más, y por unos minutos más tampoco iba a pasar nada. Lamentablemente, sé que debo levantarme y no pasan ni cinco minutos antes de que me decida a hacerlo.
«El deber», me digo, teniendo un pequeño flashback de la aquella mujer muriendo en mis manos. «Uno que ni siquiera sé cumplir…», pienso mientras me incorporo, «¿vería pasar su vida por delante de sus ojos? ¿Pensaría en su hijo? ¿En la criatura no nata?»
Creo que preguntarme todo eso solo me hace más daño, pero la verdad es que ya empiezo a ver su muerte demasiado lejana. Es solo una más.
―Pues para querer evitar a la poli nos estamos metiendo directas en comisaría ―respondo, sin poder evitar ver la ironía de su propuesta―. De todas formas puedo presentar mis credenciales e intentar inventar algo, quizás les guste más una forense que una investigadora privada.
»Quizás por eso mismo a mí me gustaría visitar el instituto forense, me interesa ver que dicen sus informes, a ver si puedo sacar algo más de ahí ―añado, levantándome finalmente de la cama―. Me arreglo en un momento, me pongo lo de ayer y ya ―le digo, haciendo un gesto con la cabeza hacia Rose, viendo que ella también había decidido la vía rápida.
―La que esté ensangrentada no, esa la tendré que cambiar ―me corrijo.
Lorna tenía los ojos rojos e hinchados. No tanto como los tenía el señor Galagher ayer, pero sin duda no presentaban un aspecto sano. La traumática experiencia en la Residencia y la posterior aparición del cura le habían dejado la mente hecha trizas, y pese a todo, logró dormirse, quizás precisamente porque su cerebro lo había necesitado más que nunca. Por desgracia, alguien había roncado aquella noche y eso le dejó el sueño intranquilo. Puede que hubiese sido ella misma.
Fue la última en despertarse, y tras arreglarse un poco se reunió con el resto con una temblorosa taza de café en la mano.
¿Spice Girls?, ¿en serio?
-Quizás nos da tiempo a las dos cosas. ¿Recoger el informe del forense no llevará mucho tiempo, no? -preguntó sin tener una clara idea de ello-. Tampoco sabemos si el señor Ross ese estará disponible ahora mismo, pero bueno, podríamos ir después.