Partida Rol por web

Sigo conduciendo a través de la carretera con sumo cuidado, gran parte de la nieve se encuentra ya en los arcenes y parece que podremos circular a buena velocidad. De fondo, escucho la conversación que están teniendo mis compañeros, al final, tanto hablar de música y nadie se ha decidido por nada en concreto. Esperemos que una vez en Londres, no todo sea así, si es que llegamos a necesitar ponernos de acuerdo en algo.

Observo como me va adelantando un coche y al ver al conductor mis pupilas se dilatan y siento como todo mi cuerpo se tensa. La incertidumbre no tarda en volverse una incomprensión total al ver quien es. Trago saliva. —No...— murmuro para mi misma. Parpadeo y vuelvo a la realidad dando un suspiro y sintiendo que algo no va bien en mi cabeza. De pronto, se me hiela la sangre y me quedo como una estatua mirando de nuevo hacia el conductor del otro coche. Este pasa de largo dejándome un mal cuerpo y notando unos temblores a la altura de las rodillas.

Al centrarme de nuevo en la carretera, veo demasiado cerca la curva para tomarla de forma adecuada y doy un volantazo para no salir por la tangente.

—Joder, lo siento— comento al resto de pasajeros, sintiéndome tremendamente culpable y avergonzada—. Me he distraído.

Poco a poco voy reduciendo la velocidad por miedo a que vuelva a pasar algo parecido.

Intentando olvidar lo ocurrido, rememoro la última pregunta que ha realizado Rosemary para así evitar preguntas incómodas y cambiar de tema. La verdad no creo que le interese mucho, no parece nada emocionante, y lamentablemente ahora no se me ocurre nada mejor.

—Cultivo flores, como la Belladona— digo mostrando una sonrisa nerviosa—. Entre eso y los cadáveres debo parecer una psicópata; pero no sé, me gusta.

Douglas suspiró y echo la cabeza atrás, apoyandola en el reposador del asiento, perdiendose en sus pensamientos mientras el paisaje iba pasando por delante de sus ojos.

Cita:

La pregunta le sacó de su ensimismamiento, y de la posiblidad de quedarse totalmente dormido.
Pero antes de que Douglas pudiera contestar, el coche da un giro brusco lanzando al joven contra la puerta de la ventana que tenia al lado.

Cita:

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Dijo Douglas se coloco bien las gafas y coloco la bolsa con los sándwiches entre sus piernas, tras asegurarse que todos conservaban su integridad en mayor medida.

Miró a los demás, respirando más tranquilo, ahora que el susto había pasado. - yo.. suelo leer - Contesto la pregunta de Rosemary quitandole importancia al susto anterior.

- Tambien escribo um poco y tú- añadió en un tono más bajo y evitando el contacto visual.

Rosemary: ...y vosotros... ¿qué soléis hacer en vuestro tiempo libre?

 -De normal quedo con los colegas los viernes para ir al cine u otras cosas. También vamos de vez en cuando a la montaña a...

Lorna sintió repentinamente una fuerte presión empujándola hacia un lado, y al oír el chirrido de las ruedas contra el asfalto se agarró de forma instintiva al asa de mano que había sobre la puerta. Miró alertada hacia el exterior, pero parecía que sólo había sido una curva mal tomada. 

Yvaine: Joder, lo siento. Me he distraído.

-T-tranquila, no pasa nada -dijo algo exhausta por el momento de tensión. 

Yvaine: Cultivo flores, como la Belladona. Entre eso y los cadáveres debo parecer una psicópata; pero no sé, me gusta.

-No, mola. Para un proyecto de clase hice una sesión de fotos en plan gótica y usé belladona para decorar el fondo. Lo malo es que se notaba un poco que las calaveras eran de esas de Halloween de plastiquete.

Mientras escucho a los compañeros intentando no salir despedida por la ventanilla, no puedo dejar de pensar que me han encerrado en un coche con una panda de locos.

Aunque bueno, aparte de colarme en comisarías buscando algún suceso interesante y leer periódicos antiguos para intentar encontrar fenómenos paranormales, tampoco es que yo sea aquí la más normal del mundo.

Joder, lo siento. Me he distraído

-¿Estás cansada? ¿Quieres que hagamos un cambio en la siguiente gasolinera? -Propongo, antes de que se quede dormida al volante y nos matemos. Aunque no tiene cara de sueño, tiene cara de susto. Como la mía, supongo-. ¿Seguro que estás bien? 

Sigo conduciendo a baja velocidad. Estoy nerviosa y no quiero que se me note. Asiento, indicando que he comprendido la anécdota de Lorna; pero no sé que contestarle. —¿Pero aprobaste, no? Eso es lo importante— digo sin encontrarle mucho sentido a mi propia frase. Está claro que debió hacerlo.

Tras eso miro de reojo a Rosemary durante una pequeña fracción de segundo. «Lo ha notado», me digo a mi misma.

—No estoy cansada… solo que…— A medida que voy hablando mi voz se va apagando y me vuelvo a centrar de nuevo en la carretera, pisando el acelerador, y viendo como el cuenta kilómetros empieza a subir—. De verdad que no ha sido nada, estaré bien— comienzo a hablar de nuevo—, aunque si te apetece conducir te dejo el coche.

Y aunque dudo de mis propias palabras, quizás sí sea lo mejor para todos.

—Pararé en la siguiente gasolinera— concluyo quedándome en silencio e intentando concentrarme totalmente en la carretera.

Douglas se sento con la espalda bien recta , aunque el susto ya había pasado se había llevado el sueño con él.
Lo de una parada sonaba bien, podrían estirar las piernas y de paso ir al baño, lo cual sería de agradecer.
- Suena bien lo de la parada, estirar las piernas nos vendra bien-
Apoyo la idea con entusiasmo, mientras sacaba un sandwich para calmar a su estomago, que parecía que se había despertado con fuerza.
Saco el de Roast Beef que no había sufrido daños serios. Aunque el sándwich estaba frio, también estaba condenadamemte bueno, era lo que tenía el hambre que todo sabia a gloria.
- ¿Alguna tiene hambre? Tengo de ensalada de huevo, de pepino, de mostaza y jamón, uno de salmón si el olfato no me engaña- ofreció con una sonrisa a sus compañeras, tras haber disfrutado de ese primer bocado.

Yvaine: ¿Pero aprobaste, no? Eso es lo importante

-Ehm, sí, aprobé... -dijo en un tono más serio.

Lo cierto era que fue un aprobado bastante justo, pero no era necesario entrar en detalles. Tampoco parecía que Yvaine fuese a preguntar mucho más al respecto. Lorna no podía verle la cara desde su posición, pero imaginaba que aún estaría algo alterada tras el susto.

Yvaine: Pararé en la siguiente gasolinera

 -De acuerdo.

Con el mayor silencio posible, sacó su pañuelo y comenzó mocarse la nariz, tapándose la cara con la otra mano para ahorrar una visión desagradable a todo aquel que le dirigiese la vista en ese momento. De entre todos los días para coger una congestión nasal le había tocado el peor.

Douglas: ¿Alguna tiene hambre? Tengo de ensalada de huevo, de pepino, de mostaza y jamón, uno de salmón si el olfato no me engaña

-Yo aún no me he tomado el té. Si acaso más tarde, pero gracias.

Yvaine: No estoy cansada… solo que. De verdad que no ha sido nada, estaré bien, aunque si te apetece conducir te dejo el coche.

Y un huevo no ha sido nada. Frunzo el ceño al ver moverse la aguja del acelerador.

Yvaine: Pararé en la siguiente gasolinera

Douglas:  ¿Alguna tiene hambre? Tengo de ensalada de huevo, de pepino, de mostaza y jamón, uno de salmón si el olfato no me engaña

-Me comeré el de jamón en cuanto nuestra compañera nos diga qué cojones ha recordado, pensado, o visto en la carretera para casi matarnos de un volantazo mal dado -resuelvo finalmente, apoyándome sobre el respaldo del asiento y mirándola inquisitivamente-. No tengo intención de violar tu intimidad, Yvaine, pero si me va a acompañar una tarada con Síndrome de Estrés Postraumático o algo así, me gustaría saberlo.

Y eso que el psiquiatra me aconsejó que evitara la palabra "tarada". Que le den. 

Permanezco en silencio hasta que Douglas nos ofrece comida, lo miro por el retrovisor y vuelvo a atender a la carretera. —Si nadie lo quiere, me gustaría el de salmón. Gracias— respondo con una voz carente de emoción.

En la próxima salida hay una estación de servicio, me mantengo atenta para no saltármela. Es entonces cuando Rosemary se refiere a mí con unas palabras muy poco amables. No la miro, pero puedo sentir como ha clavado sus ojos en mí. No respondo, me quedo callada hasta que tomo la salida y una vez empiezo a reducir la velocidad para entrar en la gasolinera, decido contestarle.

—No tengo TEPT si es lo que te preocupa, aunque está claro que eso te da igual— respondo a la joven.

Detengo el vehículo junto a uno de los surtidores, apago el motor y me apoyo sobre el reposacabezas. Pienso si continuar hablando con esta maleducada, sé que he cometido un error y ya lo estoy pasando mal por ello, para que ahora venga ella a joderme con ese tono.

—Al menos hasta ahora, aunque no puedo revivir el suceso porque yo no lo vi nunca y si sueño o me causa algún problema, ya es cosa mía— continúo contestando de la forma más educada posible a lo que había preguntado Rosemary hace ya un rato—. Solo he visto algo que podríamos definir como “raro”, parecía una advertencia.

—¿No conduzcas? Ya lo he hecho muchas veces— digo negando con la cabeza, hago una pausa para girarme hacia ella y mirarla a los ojos—. Parecía más un… No vayas a Londres.

—¿Contenta?— pregunto con un tono mucho más borde, dejando ver momentáneamente el resquemor que me causa. Me gustaría pensar que ahora comerá y se estará callada, por desgracia sé que no será así.

Douglas asintio mientras echaba otro mordisco a su sándwich, y se puso a rebuscar en la bolsa el de jamón para Rosemary y el de salmón para Yvaine, pero antes de poder pasarle el pedido a la copiloto esta empezo a interrogar inquisitivamente a Yvaine.

Douglas se quedo en silencio observando a las dos chicas, la tensión era palpable, una de esas situaciones que el joven detestaba, más de una que no podia escapar.

Douglas miró hacia los lados buscando una escapatoria a esa situación, a un lado estaba Lorna y al otro la puerta, una salida, pero a estas velocidades bastante mortal.
Y de golpe un cartel grande, con letras rojas y doradas donde se podia leer "flamstead restaurant".
Douglas agradecio a dios ei salvavidas que le estaba lanzando.

-¿ Que os parece si paramos a estirar las piernas? - más que una pregunta parecia un ruego, que a fin de cuentas es lo que era.

Lorna creía que las cosas iban a volver a la normalidad, pero nada más lejos de la realidad.

Rosemary: Me comeré el de jamón en cuanto nuestra compañera nos diga qué cojones ha recordado, pensado, o visto en la carretera para casi matarnos de un volantazo mal dado

 ¿A qué había venido aquello? una distracción al volante la podía tener cualquiera, o eso pensaba. Sintió el impulso de protestar, pero en cuanto el coche se paró Yvaine comenzó a hablar y la situación se volvió aún más extraña. 

Yvaine: Solo he visto algo que podríamos definir como “raro”, parecía una advertencia. ¿No conduzcas? Ya lo he hecho muchas veces. Parecía más un… No vayas a Londres.

La joven arrugó la nariz extrañada y miró de reojo a Douglas. Hace unos años se habría tomado en broma aquellas palabras, pero ya no. Antaño cuando en una película ocurría la clásica escena de "no sigáis esa senda o moriréis" lo encontraba divertido por lo manido que resultaba, pero ahora, al enfrentar una situación así en la vida real, se sentía amenazada por un extraño temor irracional. Incluso sentía algo de vergüenza por verse tan recelosa por algo tan supersticioso e ilógico, pero no podía quitarse de la cabeza que quizás Yvaine tuviese razón y no fuese buena idea seguir hacia delante.

 Douglas: ¿Que os parece si paramos a estirar las piernas?

-Sí, por favor -dijo apresuradamente. 

—No tengo TEPT si es lo que te preocupa, aunque está claro que eso te da igual

Enarco una ceja. ¿Me preocupa o me da igual? Aclárate, puta loca.

 Al menos hasta ahora, aunque no puedo revivir el suceso porque yo no lo vi nunca y si sueño o me causa algún problema, ya es cosa mía

Ajá. O sea que mis suposiciones eran correctas. Si no fuera porque he creado un clima de mierda en el coche, hasta sonreiría con orgullo.

-Uno puede sentir Síndrome de Estrés Postraumático hasta por sucesos que ha visto por la televisión -comento con desinterés. Aunque no estoy segura. Creo que lo leí en algún sitio.

 Solo he visto algo que podríamos definir como “raro”, parecía una advertencia. ¿No conduzcas? Ya lo he hecho muchas veces. Parecía más un… No vayas a Londres. ¿Contenta?

Mi alegría interior se esfuma de inmediato. Normalmente no creo en corazonadas ni en esas mierdas, sólo en lo que puedo demostrar de forma empírica. Pero trabajando de lo que trabajo, y en el sitio en el que trabajo, es inevitable ver cosas y... experimentar cosas. Frunzo el ceño.

-No, no estoy contenta -murmuro. Tengo ganas de seguir preguntando, pero Yvaine toma la siguiente salida, y me obligo a mentalizarme para conducir. Espero no tener ninguna advertencia yo tampoco.

No puedo ver la expresión que se debe reflejar en el rostro de Rosemary; pero puedo imaginármela y eso hace que me sienta incómoda. Muy incómoda. —No soy tan sensible— respondo a su comentario terminando en un pequeño suspiro. Prefiero no continuar hablando con ella.

Al contestar a mi pregunta con lo que parece una negativa, desvío momentáneamente la mirada hacia ella. Había pensado que sí estaría contenta al escuchar el relato que podría parecer una locura para casi todo el mundo, parece que no es así. No digo nada más y apago el motor para salir a estirar las piernas, ir al baño y posteriormente sacar una libreta para hacer algunas anotaciones ahora que no tendré que conducir.