Partida Rol por web

Los demás siguen diciendo sus asuntos al maestre cuando veo un guiño de Garland después de su participación en la conversación. Sonrío sólo un poco, y luego pongo nuevamente toda la atención en la escena. De todos modos estoy más feliz, la dicha sería casi perfecta si no fuera por el mequetrefe Hijo de la Luz, cara de niño bonito al que encantaría golpear con una lanza...

"No, no, Breielssa, piensa en la batalla. Descarga tu ira allí. Si todos salimos ilesos siempre puedes terminar con el Paladín más tarde".

Allhean da un paso en frente - Si eso es todo Maestre - Se dirige a el en tono respetuoso - Otros deberes me reclaman. Luego mirandoos a vosotros os dice: - Supongo que lo mejor sera marchar mañana al amanecer, no sea que algo nos entretenga por el camino y acabemos llegando tarde a nuestra cita en la Torre. Espero que al menos, la puntualidad sea una de vuestras virtudes - Por su tono diriais que piensa todo lo contrario - Yo os esperare fuera de este Campamento con las primeras luces del dia.

Lo miro con total seriedad ante su comentario pensando "bien niño bonito... si no te destroza el enemigo y si no me destruye a mí... si sobrevivimos y no cambias esos modos de crío estúpido voy a asegurarme de que tu bonita cara quede repleta de hermosos moretones violáceos"

Mirando a Garland y hablando en idioma antiguo:

-¿Qué fue ese guiño de ojo??

Antes de decir la frase me despido del maestre con una inclinación leve de cabeza. No tengo la más mínima intención de faltarle el respeto a él.

Pues si es preciso marchemos, preparemonos bien... - miro a mis compañeros tranquila a pesar de la misión- supongo que dormiremos donde siempre... Si alguien tiene algo que hacer es mejor que lo haga antes de partir... vamos entonces.

Yorash se encontraba completamente fuera de lugar. Tenía las manos cruzadas tras su espalda y se limitaba a mover los dedos realizando cuentas mentales sobre el dinero que tenía o debería tener. ¿Cuántas copas serían? ¿Y fulanas? ¿Y cuántas copas podría tomar en compañía de alguna mujer bella? Sin darse cuenta, el joven hombre de pelo negro comenzó a sonreir de manera estúpida y bobalicona. Quién diría que dentro de poco se jugaría la vida. Sin duda, todos sus pensamientos aliviarian tal espera.

Marçao observó a sus compañeros y como sus caras cambiaban de expresión constantemente... parecía que todos estaban seguros de que moririan... si ya estan muertos antes de entrar en la torre moriran... por contra el oscuro guerrero buscaba gloria y no había gloria en la hazaña si moría o no había nadie para contarla De acuerdo marchemonos y al alba nos veremos en el campamento, que nadie se retrase... no le deis ese disfrute al guapo.

La mujer asiente a las palabras de Marçao, y tras esto, se coloca junto a Yorash y le devuelve "lo suyo" - No hagas demasiado el idiota esta noche, amigo, te necesitamos plenamente consciente mañana - le sonríe divertida. Tras esto, Sahsnôt se dirige hacia dónde descansaron la noche anterior.

Maestre... inclina la cabeza respetuosamente Simar... repite la operación que Ilvith les acompañe y les de fuerzas en su misión. termina su despedida.

Una vez fuera se dirige a sus compañeros. Estaré en mi tienda, a pesar de que ya tenía todo preparado para partir hoy mismo, a la vista de la misión que nos ha sido encomendada he de ocuparme de la seguridad de Rent. Nos veremos mañana al alba... que paseis una buena noche...

De acuerdo con sahsnot, Yorash mas te vale que no te emborraches ni te desordenes en demacia, no quiero tener que sacarte de una pelea por tragos, ó porque te haz metido con la mujer de otro. Es capaz este pillo... eso si... Oh Olonheint como te extraño

Yorash agarró su saco de monedas así como el arco, las espadas y las numerosas dagas que cuelgan de una bandana de cuero. Sus ojos brillan y la estúpida sonrisa pasa a ser otra mucho más codiciosa.

- ¿Eh? Ey, ey, ey. ¿Desde cuándo me he portado mal? Os recuerdo que me cogieron por un jodido cuchillo, no porque tuviese las manos debajo de un corpiño -mientras se "viste" con sus propiedades. La cadera le pesa por el gran saco de monedas del que ahora dispone-. Uhmmm... Para mañana estaré perfectamente, tenéis mi palabra, y sabéis que yo nunca miento. Al menos no ahora. Voy a ver si veo algo... de utilidad. Hace demasiado de... en fin, mañana al amanecer soy vuestro.