Partida Rol por web

Breielssa, llegas a atisbar fugazmente a almenos una veintena de figuras humanoides, dirias que bastante corpulentas, armadas y desplanzandose en silencio, desde vuestro suroeste... solo a sido una fraccion de segundo... luego ya no los has vuelto a ver.

Cuando veo lo que veo la sangre se me enfría. No somos rivales para veinte, en este momento: cansados, decaídos y vulnerables, no somos rivales para menos tampoco. Me acerco a Garland y le digo, con apenas voz, directamente le susurro en la oreja.

-Son 20 y están armados. Ya no los veo, pero no parecen humanos. Estaban por allí -señalo, más o menos, la dirección por la que los ví venir.

Busco a Garland para decirle lo mismo sino es que ya se escondió.

-Tenemos que partir por el lado contrario, así no tenemos oportunidad. Nos aplastarán como moscas y habremos dejado a los otros por nada...

Garland se queda petrificado al oir las palabras de su compañera O'Shar. Una veintena de soldados no es precisamente algo a lo que pudan hacer frente tan fácilmente, y las fuerzas de todos flaqueaban.

Asintió a su compañera, pensando en cómo podrían hacer frente a aquel gran problema.

- De acuerdo, te seguiré donde haga falta, ahora no podemos luchar. Tendremos que conformarnos con escondernos. Esperemos que funcione...

Yorash no pudo evitar palidecer al escuchar el número de figuras vistas por la guerrera. ¿20? Una importante avanzadilla, sin duda. Y una muerte segura por otra parte.

Nuevamente se reunión con sus compañeros moviéndose tan silenciosamente como pudo. No guardó el arma, y simplemente se limitó a mover la cabeza para asentir, negar, o hacer cualquier indicación.

- Silencio... -musitó el pícaro mirando a su alrededor.

No tardas en volver a ver a las figuras otra vez, esta vez mas cerca que antes, agazapados, sobre sus espaldas, unas enormes hachas de guerra... hay algo que te resulta familiar en ellos. No avanzan directamente hacia donde estais, aunque sin duda van a pasar muy muy cerca.

Me pongo cuerpo a tierra y miro a mis amigos para ver si me imitan. Luego, si lo hacen y los tengo cerca les digo:

-Voy a acercarme muy poco. Hay algo que tengo que ver. Quedáos aquí. Garland tú más que nadie, te quiero pero haces mucho ruido... sobre todo cuando te mueves.

Esperando que nadie me contradiga me quedo quieta, ni bien me dejen hacer lo que pienso, iré gateando unos pasos. Necesito ver qué es lo que me suena tan familiar de estos bichos.

Garland asintió ante las palabras de Breielssa, y se agachó con el mayor sigilo posible y obedeció a la O'Shar. Se quedó en silencio pensando en todo lo que podría ocurrir se les descubrían allí, pero no era el momento de pensar, sino de prepararse si todo aquello fallaba.

Deslizó su mano derecha a la empuñadura de su apreciada hacha, y agarró el mango con fuerza. Esperaba no tener que usarla, pero en caso de que eso sucediese, llovería la sangre del enemigo.

Siguió con la mirada a los dos guerreros. Eran grandes, y aunque no iban con armaduras de metal, sí llevaban armas que con cualquier roce producurían un ruido terrible. Intercambió la posición de sus pies y se situó de la mejor forma posible para pasar desapercibido.

Te acercas lo mas sigilosamente posible, intentando ocultar tu cuerpo entre la escasa maleza que hay por los alrededores, algo bastante dificil considerando tu tamaño, hasta que tus ojos descubren a una treintena de Guerreros Oshar, hombres grandes y fieros, de rostros serios, no como lo que has estado acostumbrada a ver el ultimo año y medio.

¿Te engañaran tus ojos?

- Tan ruidoso como un oso - Escuchas la voz de una mujer hablando en tu propio idioma (GARLAND), justo despues de sentir como una mano se posa en tu hombro.

A su comentario le siguen una decena de risas medio ahogadas.

- ¿Pero donde se ha metido el hombrecillo con el que viajais por estas tierras? - Te pregunta...

Yorash, tu si bien no has entendido ni una palabra, desde tu posicion ahora si observas a una veintena de Lanceras Pelirrojas, altisimas guerreras de aspecto fiero.

Garland se quedó temblando en el sitio al sentir una voz tras él. Agarró firmemente antes de darse cuenta de que quien había hablado lo había hecho en su propio idioma.

No pudo evitar sentirse ridículo ante la situación. Había pasado de temer por su vida a encontrarse muy contento. Soltó la mano derecha de su hacha mientras que se giraba, y cual fue su asombro al contemplar ante él una veintena de lanceras O'Shar.

El guerrero no pudo contener la risa y se unió al coro de mujeres que se burlaban de su forma de pasar inadvertido. Una sonsrísa se esculpia en su rostro a la vez que se ponía en pie.

- Supongo que estará escondido en algún lugar...ya se sabe...es un hombre pequeño, jejejeje. -Dijo mientras se reía de su pequeña borma - Pero...pero...vosotras que haceís aquí? Pensaba que no encontraría gente de nuestra raza nunca más...y menos por estas tierras. Ha ocurrido algo?

El gesto de Garland vuelve a mostrarse serio, la preocupación se hace presente.

Me quedo helada por un momento.

¿Mis ojos me engañan? ¿Son O´shar estos guerreros?

Contengo la respiración un poco y luego retrocedo, también gateando y tratando de ser lo más sigilosa que puedo. Quiero decirle a Garland y a Yorash. Creo que deberíamos presentarnos pero no voy a tomar la decisión sola. Por lo menos mi compañero O´shar tiene que tener palabra en el asunto.

Sigo retrocediendo, esperando decirle a mis compañeros...

Mientras regresas, no es que hayas ido muy lejos, escuchas a Garland hablando en alto con alguien, no tardas en descubrirlo con una veintena de lanceras Oshar, bastante animado.