Partida Rol por web

Eran astutos, después de todo. No era de extrañar, ya que eran pocos en un planeta extraño lleno de enemigos potenciales. No le había dado la satisfacción de llegar al cuerpo a cuerpo, y se conformó con darle una descarga con la zat. Sabía que dos eran letales, por lo que de momento no podía tentar a la suerte.

El espasmo eléctrico le recorrió, y no pudo sino crispar las manos en un acto involuntario, mientras las piernas se encogían para volverse a estirar en un calambre. Era una sensación incómoda, lacerante, muy parecida a la que se experimenta cuando por aciddente se toca la corriente alterna de un enchufe. Todo el cuerpo respondía de manera adversa, y durante un momento la sensación de vértigo era acusada.

Sin embargo, no perdió el conocimiento. Y al cabo de un rato, el calambre cesó, así como la electricidad. Respiró fuerte, intentando recuperar la respiración. Se mantuvo quieto ahora, y su mirada se cruzó con la de Hammer. Había que esperar al momento propicio.

Solo esperaba que ese momento no llegara demasiado tarde, si es que llegaba. Porque tenía que creer que acabaría llegando.

Casi se me pudo escuchar en alto como gruñía cuando aquello me dijo que no fuera idiota, que me acababa de escuchar claramente. En mi cabeza, seguía pensando que debía buscar alguna forma para liberar a los demás, pero no encontraba ninguna solución factible a este acertijo, era frustrante.

Estaba claro que no podía hablar con Rosseti, pero se suponía que lo que querían hacer era controlar a aquella criatura ¿ no? ¿ Y si en vez de controlarla ellos lo hacíamos nosotros? ¿Y si no la controlaba nadie? Quizás hubiera alguna forma de joder sus planes, a fin de cuentas, había un viejo y basto dicho que decía que " aquí o follamos todos o la puta al río ".

Tras observar aquella consola unos instantes miré a Rosseti y asentí, esperando que me ayudara con todo aquello que intuía pero que no podía estar muy degura de para qué servía y me dispuse a hacer lo que la goauld me decía y poner en marcha aquel programa.

- Si existen tantas personas controlando ordenadores es porque tienen la mala costumbre de fallar cuando uno menos quiere.. quizás con un poco de suerte lo haga y obtengamos alguna ventaja..

  Hammer había confiado toda su vida en la buena fe de las personas. Esta confianza no mermaba aún cuando yacía mirando hacia el techo tras el fuerte impacto....entornó los ojos y los cubrió lentamente con los párpados maldiciendo en sus más profundos pensamientos...

  Odio....esa clase de chismes...

 Se dijo...y aún así no conseguía ver a aquella que se había mostrado como goa'uld como un enemigo sino como otra víctima más de aquellos malditos gusanos con pretensiones divinas.

 Su reacción fue rápida, mientras rodaba por el suelo tratando de no hacerse ninguna contusión, sus manos estaban dispuestas para desenfundar su arma y arremeter contra cualquier enemigo aunque sólo fuese como una amenaza entre la vida y la muerte. No obstante...antes de poder hacer nada, aparecieron los Jaffa...todo sucedió muy rápido pero en la viva mente del sargento había algo más que la acción sin sentido y la violencia deliberada, aunque con gusto descargaría parte de su tensión a golpes con alguno de aquellos Jaffa que ahora les apuntaban con las lanzaderas. McGraw habló y la contestación fue una descarga ZAT, una muestra más de la brutalidad de los oponentes.

 ...Capitán...

 Sus miradas se cruzaron entonces...y el Sargento frunció el ceño en una especie de asentimiento, luego clavó su mirada en los doctores...

  Todos corrían mucho peligro.

 Trató de hacer uso de un truco de manos sencillos para empuñar su arma y ocultarla, llegado el momento estaría preparado para matar al enemigo...un buen soldado ha de estar preparado para cualquier situación incluso para interpretar una derrota sin que su espiritu se vea afectado, sólo así puede anteponerse a los obstáculos que están por llegar.

  Apuesto a que esto se puede poner incluso...algo más feo.

 Mudo,...haciendose el conmocionado, trató de ser paciente.

Smith se llevo una de las manos  a una de las anillas de las granadas que se había dejado ajustada al pecho instante antes de entrar en aquel sitio

-Me pregunto si una puta como tu aguantara una explosión de varias granadas a plena cara....si me haceis algun gesto, intentais matarme mi mano desengachara alguna de las anillas y te quedaras con pocos segundos para reaccionar...si te preguntas si sere capaz o no de hacer estallarme junto con mis compañeros...pst, tu misma lo que quieras creer. Solo ten en conocimiento que si esto estalla no podras hacer nada para sacar a esa putita reina de su carcel...tu misma lo que quieras hacer...

La cara de Smith parecía la de un loco que llevaria a cabo su accion de una manera o de otra y su dedo metido en la anilla lo corroboraba, que cualquier movimiento en falso sacaria de si la anilla para activar el detonante...

Smith hace que salten sus alarmas. El Sargento se levanta poco a poco. El jaffa hace un amago de detenerlo, pero la Goa'uld lo detiene con un gesto de su mano. Mientras uno de los jaffa sigue apuntando a McGraw y Hammer en el suelo, el otro sigue con su lanzadera a Smith, pero sin disparar. La Goa'uld lo sigue con la mirada, ahora sin ninguna mueca de superioridad. Su primado se coloca frente a ella, intentado cerrar la puerta con un interruptor, pero no puede. 

-Quieta ahi maldita sea!! Puedo lanzar las granadas y mi arma tiene lanzagranadas, sabes lo que es eso puta, puedo atravesar lo que sea para destruir tu maldito aparatito y joderte la vida.

Su grito mas bien fue de locura

-Ahora vamos a hablar como gente civilizada que lleva una maldita arma, tu quieres a tu maldito bicho fuera y ...-se penso que persona usar-, "nosotros" queremos salir de este mugriento planeta asi que dejemos de gilipolleces de amenazas, por mucho que te proteja tu guardaespaldas somos otros tantos con armas, puedes sufrir efectos colaterales los cuales no deseas...a mi me importa 3 pares de cojones lo que le pase a este mugriento planeta...por mi como si sois todos devorados, asi que muestranos por donde podemos salir de aqui y haz lo que te de la gana con el resto...que te parece, todos salimos ganando de este maldito trato...

Smith se quedó mirando a la Goauld esperando alguna contestación, alguna duda respecto a lo que le habia comentado, mientras Smith aprovecho para guiñar un ojo a Hammer y seguidamente mirar a una de sus granadas sujetas, señalada por el distintivo de flashbang*

La Goa'uld mira curiosa a Smith. En otro lugar, en otro contexto, quizás podría haber mostrado algún interés por semejante, y sin duda sorprendente individuo. Pero no ahora. No en ese momento. De nuevo, con esa voz doble, muy característica de su raza, mira a Smith. 

-Lo que yo quiero es mucho más que este... Bicho. ¿Acaso crees que tienes nada que ofrecerme? No puede hacer un trato con quien ya lo posee todo. Tus amenazas no me asustan, tus armas nada pueden contra una diosa. ¿Por qué crees que os retengo, y no he extinguido vuestra miserable vida? ¿Acaso por piedad? Seréis perfectos Jaffa para mi nuevo ejército. Y él.- Señala a Hammer. -Puede que sea el huésped perfecto para mi esposo.- 

 -Tengo que ofrecerte llevar a cabo tus planes... acuerdate quien tiene explosivos en las manos ... por qué cojones quieres a la reina araña?, aun te guardas informacion, quizas si quito la anilla a una de estas tu lengua viperina se suelte un poco más,-con rapidez Smith tiro de una de las grandas para soltar la anilla pero sujetandola con fuerza para mantener el seguro aun apretado, para con la otra mano aun mantenerla en otra granada-si te sirve de consuelo has conseguido intrigarme hasta tal punto que estoy dispuesto a llegar a las ultimas consecuencias, asi que yo que tu hablaba todo, si tienes pensando convertirnos en tus sirvientes te dara igual contarnoslo ya que tarde o tempranos nos enteraremos, eres todopodera, asi que, que mas te importa contarlo o no...

Smith miró burlón a la Goauld, sabía que estaba jugando con fuego, pero quizas si sacaba un poco más de tiempo, el ascensor empezaría su descenso lleno de militares cabreados, fuera una cosa u otra, en el siguiente instante con la accion de la goauld empezaria lo verdaderamente divertido.

Se mantuvo quieto, escuchando la reacción de Smith.

Creyó que se le había ido la cabeza, pero después reflexionó sobre ello. Se había percatado de que había abierto el canal con Makepeace, y simplemente estaba ganando tiempo. No se movió, pero si que le miró. Los jaffa habían reaccionado, y el primado estaba ahora de espaldas a ellos. Smith quizá estaba intentando resarcirse por su mal comportamiento, y no podía negar que le estaba echando valentía. La goa'uld Rosemund podía en cualquier momento ordenar que terminaran con su vida al ser demasiado insolente. Quizá simplemente le dispararían con una zat, como a él. Todo estaba en vilo en ese momento, pero podía ordenarle que estuviera quieto, ni quería. Eso demostraría debilidad a la "señora del sistema". Y ciertamente mostrar debilidad en ese extraña situación era acabar con la baza del farol antes de explotarla al máximo.

Quizá los jaffa cometieran alguna estupidez que pudiera ayudarles, o quizá simplemente estaban ganando un poco de valioso tiempo. Sea como fuere, se preparó mentalmente para lo peor. Tal vez si fuera necesario usar alguna granada, aunque fuera una flashbang, llegado el momento.

Pero en ese instante, con las lanzaderas apuntándoles, ese momento no parecía llegar.

La Goa'uld sonríe, ahora mostrando arrogancia.

-Todo a su tiempo. Por ahora, quiero algo ella me dará.- Ahora se vuelve a Parker. -Trabaja, rápido, o de lo contrario...- Pulsa algo en su dispositivo de mano, y una barrera de color naranja se alza a su alrededor. Un escudo. Alzó el dispositivo de mano contra Smith. -Seré yo misma la que haga volar por los aires a tus amigos. Aunque será una lástima.- Mira a Hammer. Hace una seña a los jaffa con su otra mano, que sin dejar de apuntar a Smith, Hammer y McGraw con sus lanzaderas se retiran, guarneciéndose de una posible explosión. Obviamente, a ella le importaba muy poco la vida de sus sirvientes, al fin y al cabo, esa era su meta, servirla a ella. Pero tenía pocos guerreros de su lado, muy pocos, y perder a dos de forma estúpida sería lamentable. 

Me quedé un poco bloqueada delante del ordenador, no sabía a qué le había dado, pero ahí seguro que no era donde había que darle, por suerte, tenía a mi " propio diccionario " al lado, que como ya le había dicho, no sabía qué es lo que haría sin él.

Los gritos y amenazas en ese tira y afloja entre Smith y la " mujer " me hicieron girar la cabeza y perder totalmente la concentración, ya que no tenía demasiado claro si parar y esperar a tener que echarme cuerpo a tierra directamente o seguir con lo que la alienígena quería que hiciera, aunque no tardé en deducir que la segunda opción era la más segura para mis compañeros.

- Desde luego, como les pase algo a Hammer y a McGraw porque han mandado con nosotros a un jodido sicópata inestable.. me va a oir hasta el mismísimo presidente de los Estados Unidos..

Suspiré y luego volví a centrarme en aquel ordenador.

 Poco a poco Tom fue recuperandose, dado que el bueno de smith ya había tomado cartas en el asunto decidió esperar y no actuar a la ligera, puede que ganar tiempo fuese la diferencia entre la vida y la muerte pero también había que considerar que mientras más esperasemos peor se pondría la situación pues el goa'uld conseguiría lo que estaba buscando.

  Hammer no perdía el buen humor, aunque debía reconocer que aquello le había pillado por sorpresa.

  Es la última vez que me dejo llevar por una cara bonita.

 Se dijo...añadiendo en un suspiro..

 Al final no necesitaría el chicle. Bueno, otra vez será. Los gusanos no me van.

 Eché una mirada de reojo a McGraw, pero no pude contenerme.

 - ¿Ha oído capitán? De sargento a Señor del sistema. - Lo decía sumamente serio, pero era obvio que bromeaba, almenos lo sería para cualquier terrícola.

 - Esta no es forma de tratar al futuro esposo de...de....¡de ella! - Reprochó echando hacia atrás la cabeza en el suelo y mirando, bocaabajo a los jaffa.

 - ¡Ese jodido idiota está loco! ¡Es obvio que prefiero unirme a ella antes que morir a manos de ese indeseable!

 Exclamó con cierto tono irónico. No era una amenaza directa a los jaffa, la amenaza de que si el sobrevivía y se convertía en un goa'uld pagarían con creces cualquier cosa que le hicieran a su cuerpo antes...y aunque tenía sus reservas para con Smith, sólo era un poco de teatro. Pero es sabido que aquellos que quieren o desean algo sufren, en ocasiones, de cierta niebla mental que les impide ver las cosas tal y como son...Quien sabe, quizás Rosemund estuviese deseando que Tom adoptase su rol.

  No era un gran intento, pero no podrían decir que lo habían dejado todo a manos de Smith.

 - ¡Asique apartad vuestras jodidas lanzaderas de mi cara o lo pagareis! - aquello si lo había dicho muy en serio...era fácil dada la situación.

Justo es en ese instante cuando oís un pitido, detrás vuestro. Es el ascensor, que acaba de volver. Como si ya lo esperaran, y lo tuvieran planeado, uno de los jaffa os levanta y os aparta hacia la pared de la izquierda, apuntándoos con la lanzadera, mientras otros dos, avanzan, colocándose cerca del ascensor, apuntando directamente a quien quiera que salga. Preparan sus lanzaderas. El ascensor se abre, y los jaffa no esperan para disparar y arrasar por completo el interior. Ciertamente, teméis que si se trata del Sg3, ya no quede nadie. Sin embargo, al abrirse las puertas del todo, no hay nadie, solo mas marcas de las lanzaderas en las paredes del fondo. Extrañados, los jaffa avanzan, cuando se abre el techo del ascensor y salen cuatro granadas. Una es de fragmentación, que estalla en las narices de la pareja de jaffa, matándolos en el acto. Las otras tres ruedan hasta vuestra posición, y estallan. Veis un destello de luz, y nada más. En vuestros oídos, resuena un agudo pitido que apenas os deja oír nada.  

Finalmente, la dra. Parker consigue acceder al protocolo 592. Sin embargo, para activarlo requiere de una prueba de ADN, por lo que aparece un panel a la izquierda de la terminal con la huella de una mano. En ese momento, algo estalla en la habitación contigua. Los jaffa que apuntaban a Parker y Rosetti corren hacia la puerta, con sus lanzaderas accionadas, a la orden de la Goa'uld de "¡¡Jaffa, Kree!!" El primado se gira hacia los doctores, desenfunda la pistola ZAT y eso es lo último que ven. Luego, todo se vuelve negro.