Partida Rol por web

 Un número de teléfono de los que tienen muchas cifras hace vibrar tu móvil a altas horas de la madrugada. No son muchas las personas que conocen este número por lo que descuelgas intrigado.

 ¿Señor Luca? Jackeline, Jackeline Smith, ha llegado hasta mis oidos que quería tener unas palabras con una servidora. 

 Está bien, ya me ha aburrido esta historia, ¿tienes el libro por ahí? ¿Le puedo echar un vistazo?

 Pregunta puzzle inquisitivo.

¡Señora Smith! ¡Qué inesperado placer! Mi nombre es Luca Toni y soy prácticamente nuevo en la ciudad, así que conozco a poca gente... y de la que conozco no me fío.

Necesito rodearme de gente capaz y de fiar y sólo he escuchado maravillas de usted. Si acepta trabajar para mí no necesitará trabajar para nadie más, es decir, le pagaré aunque no haga uso de sus servicios.

De momento necesito que averigue todo lo que pueda de un tal Saul V. Vernius, quiere que hagamos negocios juntos pero no sé nada de él.

Tengo un socio en la ciudad, el señor Goldman, es todo amabilidad y eficiencia... pero mi historia es demasiado trágica como para fiarme de la gente así como así. Investíguelo a fondo pero de un modo muy discreto.

También deseo que investigue a un chófer de limusinas que me proporcionó el señor Goldman. Me pareció un señor muy legal... pero como me lo proporcionó Goldman... En fín, antes de meterlo en plantilla deseo saber si oculta algo.

Y de momento nada más, que creo que es bastante. Si alguien la importuna durante su investigación o fuera de ella, por favor, no dude en comunicármelo. Yo me ocuparé. Y si alguien, por ejemplo Goldman, quiere contratarla para que me dé infomación falsa... ¡enhorabuena! acaba de ganar un millón de dólares... sólo tiene que venir y contármelo...

Por cierto, ¿cómo prefiere que la llame, señora Smith? Para mí está bien "señor Toni".

Llamo a Isabela Lew para ver cómo va todo.

Isabela, ¿cómo va todo? Espero que bien, estoy muy ilusionado con esta exposición así que me gustaría que todo saliera perfecto.

No quiero importunar al artista, así que prefiero dejarle trabajar sin presión, tengo algunos amigos en el extranjero que están muy interesados en sus obras, así que estoy seguro de que las ventas serán un éxito...

Lo dejo todo en tus manos, estoy tan ansioso como un niño antes de navidad...

 La mujer tose, tose desde lo más profundo de su ser, tose como si fuera a morir bajo tu mirada, para sobreponerse y darle una larga calada a un cigarro de origen dudoso.

 Señora Smith está bien, serán cinco mil a la semana, vendré a informarle yo personalmente cuando me parezca oportuno, me han comentado que tiene usted problemas de fotosensibilidad, hace tiempo que yo vivo poco tiempo de día, las cosas interesantes suceden no suceden durante el día, durante el día todo el mundo actúa como quiere que lo vean, pero cuando anochece..., ya lo decía mi abuela, "la noche es para dormir, nada bueno ocurre una vez ha caido el sol". 

 Ahora si me disculpa, tengo cosas que hacer. 

 La noche de la exposición ha llegado. Una de las céntricas galerias de la ciudad situada en el bajo de un edificio con mucho encanto del Soho abre sus puertas para mostrar al público el trabajo de Kevin. Una mirada poco cultivada encontrará un trabajo más bien grotesco, escenas desagradables de una infacia dura: padres que le pegan a sus hijos, botellas de ginebra volando por los aires, un cenicero con forma de mano infantil. Un ojo más refinado no le sacará mucho más, dibujos emborronados en lágrimas, rencor, desesperación, el artista medio de la américa profunda. 

 Donde sí que puede respirarse el arte es en los visitantes que pasean. Un no tan pequeño grupo de neoyorkinos pasean entre lienzos y esculturas, con mirada crítica y porte sereno. Elegantemente vestidos y bebiendo en copas altas caro champagne critican la obra del autor sin demasiados miramientos. Las han visto peores, pero no mucho más. 

 Llegáis a Central Park, la fuente de Bethesda está suavemente iluminada por la luz de la luna, hay un puñado de personas paseanda, o sabe Dios qué, y distinguís la figura el uno del otro acercándoos por camino distintos.

Dios mío, voy a comprar todo esto sólo para asegurarme de que es destruído. Debería centrarme en el tráfico de armas.

Sonrío a todo el mundo y hago como que bebo.

¿Cómo me he metido en esta mierda? Creo que en lugr de quemar los cuadros voy a comerme al pintor, aver si se revaloriza algo de todo esto.

Saco el móvil y llamo a Goldman.

¿Goldman? Oiga, ponga acento japonés y compre un par de cuadros.

Avanzo hacia Samuel con paso rápido. Llego un poco tarde y tampoco tengo demasiado tiempo para poder reunirme, aún tengo que pasarme por casa y cambiarme para la invitación de Saul.

Piezas me ha retrasado más de lo que esperaba - Pienso para mi

Es un jaleo volver a mi casa a cambiarme, pero en eso me podrá ayudar mi fiel moto, y esa opción siempre era mejor que venir a Central Park vestida como una estrella de alfombra roja. Así pues, llevo ropa cómoda y de cuero que me permite viajar en moto sin sufrir el aire sobre la piel que, desde que estoy muerta, es aún más gélido. Pantalón y chaqueta de cuero negros, ambos dos de cremallera. La cremallera de la chaqueta está bajada hasta el pecho mostrando una ceñida camiseta de tirantes blanca que es la única pincelada de luz en una vestimenta oscura como la noche. En los pies, botas de motorista, pero con tacón.

Cuando veo al hombre esperando me acerco a él.

Hey, Samuel, estoy aquí. Perdona el retraso.

Soy más amable que el comportamiento al que le tengo habituado, probablemente no sepa cuál es el motivo real de esta amabilidad y lo achaque a algo ocurrido durante el viaje. En realidad, y aunque yo misma no lo sepa, es que tengo en la cabeza demasiados asuntos que me hacen perder la concentración y aún no me he dado cuenta de que se me ha olvidado protegerme con mi coraza exterior de hostilidad.

  Ves acercarse a Gabrielle, la mujer del jefe de policía, se para a saludar por el camino a una joven pareja, a él le hace una casi imperceptible reverencia y a ella un beso en la mejilla, muy europeo, cruza un par de palabras y se despide elegantemente para seguir avanzando hacia a ti. Acabas de darte la vuelta tras colgar el teléfono, Goldman parecía un poco preocupado pero ha dicho que resolverá la situación, estás relativamente alejado del resto de los invitados ya que acabas de salir de las oficinas de la sala de exposiciones.

 Luuuca, que gran exposición, la gente no sale de su asombro. Permiteme decir que tienes un gusto exquisito, casi puedo notar tu propia juventud y fuerza en los trazos de... ¿cómo dices que se llama? ¿Corner? He estado a punto de comprar alguna de sus obras, pero no están en la línea de mis últimas adquisiciones.

 Dice arrugando un poco la nariz.

 Un cáterin impecable, has conseguido atraer un público de lo más selecto. Con un poco de suerte comentarán la jugada en el periódico de la mañana.

 Mira hacia la sala y le dedica una amplia sonrisa a una pareja de mujeres de aspecto agrio. Una de ellas responde al saludo levantando la mano un poco y la otra mira hacia otra parte como si no se hubiera dado cuenta, las reconoces como críticas de NYCArt y SOHO's news respectivamente.

 Pero cuéntame, ¿qué tal va todo? no dejan de llegar a mi oidos noticias sobre ti. Creí que ahora que eras el hombre de la familia sentarías un poco la cabeza.