Partida Rol por web

Desde nuestra posición elevada, bien dispuesta para controlar la calle de acceso a la dirección indicada, no costó demasiado detectar la llegada de Misery a las inmediaciones. En el fondo, casi albergaba la esperanza de que se lo hubiera pensado mejor y no apareciera, que decidiera que preservar sus asuntos personales eran más importantes que todo aquello. Y ello, a pesar de saber que su presencia me inspiraba confianza, pues saber que podías contar con quienes te cubrían las espaldas resultaba de vital importancia cuando uno se exponía tras la línea enemiga.

No tardamos en hacerle señales, y es que a pesar de que le había pedido a Morgan que aquel disco de acero fuera tratado para dar un aspecto lo más mate posible, aún era capaz de reflejar la luz si lo colocaba adecuadamente. De ese modo, moviéndolo arriba y abajo, la pelirroja no tuvo problemas en detectar ese brillo que iba y venía.

Saludé con un gesto de cabeza, incapaz de afirmar que yo también me alegrase de verla. ¿Me alegraba de que estuviera bien? Por supuesto. Pero ¿de verla? Hubiera preferido que no se expusiera más de lo que ya lo había hecho. Montaraz le puso al corriente de lo poco que habíamos podido determinar desde nuestra posición, la presencia de una especie de indigente ciego algo excéntrico, que bien podía ser real o una tapadera a modo de vigilancia. En el fondo, pensé, ¿importaba? Si realmente tenían un vigía bien disimulado, eso sólo significaba que eran profesionales. Odiaría ser invitado a unirme a una panda de inútiles que no sabían lo que se hacían.

¿Eh? ¿Capi? -Me sorprendí ante la forma en que el arquero se dirigió a mí, como si tuviera algún tipo de rango militar. Aunque lo tuviera, lo había dejado atrás al dejar el ejército. Sin embargo, aquello carecía de importancia, así que me concentré en la mejor forma de acceder por aquel callejón- Aunque te adelantases, no podríamos cubrirte debidamente con un par de armas cortas. Si tuviéramos un rifle con mira sería otra cosa, pero... -Me encogí de hombros- Yo optaría por mantenernos juntos, la verdad. Un acercamiento en linea, asegurando posiciones allá donde podamos garantizar cobertura, y aprovechando mi escudo donde no sea viable.

Puede que a Montaraz no le llamara la atención el modo en el que Armour respondió a mi saludo, pero a mi sí teniendo en cuenta que sabía quién era. ¿O precisamente por eso trataba de mostrar cierta distancia para que no nos relacionaran? O quizás no esperaba que volviera, quizás su opinión respecto de lo que hacía no distara mucho de la de Gary.

No era momento de pensar en aquello, y tras preguntar si había novedades me centré en atender a lo que el arquero me contaba, que finalmente no fue mucho. Mientras trataba de localizar al indigente, Montaraz preguntó a Armour cómo procederíamos, sorprendiéndome tanto el hecho en sí como la forma en la que se refirió a él.

Aquello también pareció sorprenderle al portador del escudo, quien tras mostrar su sorpresa descartaba la opción propuesta por el encapuchado y proponía lo que le parecía la mejor opción.

- ¿Me ausento un rato y ya hay jerarquías? - comenté con humor, sin quitar la vista de aquel callejón, analizándolo. - Estoy de acuerdo con Armour. Que todo esto sea una trampa es una posibilidad, avanzar juntos asegurando posiciones con cobertura parece lo más sensato. - expuse con seriedad volviendo a mirarles.

- El tejado parece la opción más segura de momento, internarse de cualquier forma en ese callejón es peligroso. - comento pensando en qué haría alguno de mis ídolos en esta situación - La opción más sencilla es presentarse en la puerta del callejón y también la más peligrosa, la otra es que lo hagamos sigilosamente por los tejados. 

Examino si hay puntos altos desde el cual puedan estar vigilando o si hay cámaras.

- Temo que haya sensores...o algo que nos delate. No hay ninguna forma de comprobarlo sin exponerse uno creo yo...

Aunque era evidente que no existía mala intención por parte de ninguno de los dos, no terminaba de encontrarle la gracia a aquella broma acerca del rango que me había asignado Montaraz, y que continuó Misery hablando de que hubiéramos organizado jerarquías. Fruncí el ceño, negando con la cabeza, y traté de concentrarme en la misión. Misery estaba de acuerdo en no separarnos y mantener una protección grupal, avanzando juntos por la ruta más adecuada para contar con cobertura. El arquero, sin embargo, parecía continuar preocupado por la posibilidad de que se tratase de una trampa de algún tipo.

Podemos acceder a algún edificio cercano como hemos hecho con éste, y llegar hasta ahí por los tejados, aunque es un salto considerable. No imposible, pero cualquier error... -Comenté echando un serio vistazo a la composición de los edificios. Saltar a uno de los bloques a ambos lados del callejón suponía un buen salto desde otro con el que lindaba también a través de otro callejón estrecho. Estrecho para un coche, o para un grupo de personas, pero una buena distancia para saltar, con demasiada caída en caso de fallar. Arriesgado, aunque no mucho más que adentrarnos en un territorio hostil sin más que una salida, lo que podía convertirlo en una ratonera- ¿De verdad creemos que es una trampa? Es decir, quien nos dejó estos mensajes bien podría haber saltado sobre nosotros en el propio muelle. En lugar de eso, nos dejó una invitación. ¿Tendría sentido que fuera únicamente para tendernos ahora una trampa?

No sólo creía que debíamos ser precavidos, si no que lo consideraba nuestra obligación, pero en cuanto Montaraz retomó la palabra me di cuenta de que hablaba de algo más de tener el debido cuidado. No se fiaba ni lo más mínimo de lo que pudiera acontecer.

Sopesaba sus palabras y la opción de abordar el lugar a través de los tejados, cuando Armour apreció hacer palabras lo que estaba pensando. Tomar aquella vía podía ser demasiado arriesgado, sobre todo teniendo en cuenta que quizás ni siquiera existiera un verdadero peligro. No es que entrar por el callejón estuviera exento de riesgos, pero de ser emboscados podríamos luchar, si nos precipitábamos desde uno de aquellos edificios...

Giré mi rostro hacia el enmascarado cuando comenzó a hablar de si verdaderamente pensábanos que aquello era una trampa, preguntándose además si tendría sentido aquella invitación tan solo para algo así.

- ¿Acaso tiene sentido mucho de lo que pasa en esta endemoniada ciudad? - respondí de inmediato. - Podría tratarse de una trampa, de algún psicópata o grupo de ellos que quisiera acabar con los justicieros de Metro City en alguna especie de extraño asesinato ritual. - conjeturé, pudiendo sonar todo muy a película, pero realmente creía en que algo parecido pudiera suceder; sobre todo con lo caldeado que estaba el ambiente en lo referido a aquellos que buscábamos justicia. - Pero no creo que sea lo más probable. - me encogí ligeramente de hombros. - Deberíamos tener cuidado, pero sin añadir más riesgos a todo esto. Y también deberíamos darnos prisa, no me gusta llegar tarde. - terminé por señalar con media sonrisa, queriendo restar tensión a la situación.

Escucho los argumentos del capitán y de la pelirroja. Vamos ir de todas formas así que en este caso tendré que fiarme otra vez de ellos y ellos otra vez de mí así que como hay igualdad de condiciones toca presentarse en esa reunión con los que nos sorprendieron.

- Pues ya que tenemos claro que iremos...vayamos a ese edificio mientras aún nos queden fuerzas. Ha sido una noche muy larga y como dice la señorita es mejor no llegar tarde a una reunión a la que nos han invitado. - dicho esto respiré hondo y pensé que cuanto antes terminara esto, antes estaría tomándome algo y descansando.

De todas formas seguía pensando en que podría ser una trampa, aunque el fin no sea acabar con nuestras vidas podría ser la de enseñarnos que hay individuos más fuertes que nosotros. Pero también puede que nos den la posibilidad de tener aliados y viendo al enemigo que tuvimos enfrente...creo que será necesario.