El instinto de supervivencia suele hacer que la gente traspase con excesiva facilidad aquello que en condiciones normales se negaría a hacer, y en tu caso no iba a ser una excepción. Debiste desconfiar de hacer autostop y mucho más de subirte a la parte de atrás de un camión lleno de salvajes degenerados, pero quedarte bajo la lluvia era la amenaza más inmediata.
A penas tuviste tiempo de arrepentirte cuando aquellas manos recorrieron todo tu cuerpo y te violaron de forma salvaje dejándote tirada en la cuneta a tu suerte. Ser violada no fue suficiente, mancillada y moribunda caiste a lo más bajo para renacer a una nueva vida. Tampoco pudiste negarte a realizar actos que te catalogarían más como monstruo que como persona, ni dudaste en aceptar el excesivo precio por mantenerte con vida que te pedía aquella extraña mujer.
Hoy tienes tiempo, sóla en una pequeña habitación que más podría catalogarse como zulo puedes recapitular en tus errores, pero ya no hay marcha atrás. Estás viva, y eso es lo único que te importó pero ahora no estás segura de que la muerte sea un estado peor.
Necesito respuestas... Me digo mientras permanezco acostada boca arriba en el piso mirando al techo.
Soy un monstruo... pero no más que esos camioneros... Se merecían cada gota de sangre que derramaron, cada gota de sangre que bebimos Eva y yo... Bueno, tal vez sea más monstruosa que los camioneros, igual no me arrepiento...
Me quedo en el suelo perdida en mis pensamientos hasta que llegue Eva y pueda hacerle todas las preguntas que tengo en este momento.
Entro en la habitación donde se encuentra Estela fijando mis ojos en ella mientras mi cara muestra una expresión sonriente y triunfal.
Muy bien mi niña, has dado el primer paso, ahora estás más cerca de aceptar tu verdadera naturaleza.
¿Verdadera naturaleza? Difícilmente pueda aceptar nada sin primero comprenderlo... Digo sin dejar de mirar el techo.
Luego la miro a Eva ¿Qué fue todo esto? Y lo que más me extraña ¿Por qué yo?
Haces las preguntas equivocadas. ¿Por qué tú? No, ¿por qué no? Simplemente estabas en el sitio adecuado en el momento adecuado y necesitabas mi ayuda, no seas desagradecida niña.
Te miro con una mezcla de enfado y odio.
Eres una depredadora, has dejado atrás el semblante de cordero para convertirte en lo que eres ahora, no dudes... la duda significa la muerte.
Oh, sí, perdona si no te he agradecido que me convirtieras en un monstruo sediento de sangre... qué desconsiderada de mi parte. Me levanto. Bah... Ya es inútil llorar por la leche derramada... ¿Y ahora qué? ¿Qué va a ser de nuestras... ermmmm... vidas, a falta de mejor sustantivo.
¿Monstruo sediento de sangre? No, querida no... te he convertido en algo que nunca podrás comprender. Te he dado la inmortalidad, la eterna juventud, te he dado poder.
Te miro dejando entrever mis colmillos.
No me hagas pensar que me he equivocando otorgándote mi don.
Eso es algo que te toca a ti decidir. Digo sin inmutarme mucho por la velada amenza.
Luego de unos segundos vuelvo a preguntar No me has contestado aún ¿Cómo seguimos ahora? ¿Sómos las únicas... vampiras? Todavía me cuesta acostumbrarme a usar esa palabra. ¿Vamos a quedarnos aqui por toda la eternidad?
¿Las únicas? No mi chiquilla, hay toda una sociedad de vampiros ocultos tras el mundo de los débiles humanos, somos como lobos disfrazados de corderos, el siguiente paso en la evolución.
Eva parecía disfrutar en tu ignorancia, como si eso no le ocurriera muy a menudo.
¿Toda una sociedad secreta? Digo asombrada Wow ¿Qué sigue? ¿Qué la Banca Suiza está realmente manejada por gnomos?
Me río sin ganas de mi ocurrencia y luego agrego ¿Y qué papel jugamos nosotras en esta sociedad?
¿Tú? Sólo eres mi peón chiquilla, con suerte si haces bien tus funciones logres llegar algún día a ser algo, pero de momento sólo eres un peón.
Eva gira alrededor de ti mirándote de arriba abajo.
Muevo mi cabeza de un lado a otro mientras llevo mis ojos al techo.
Sí, sí, ya me queda claro el panorama, sólo soy un peón y debo cumplir mis funciones, pero difícilmente pueda cumplir mis funciones si no sé cuáles son ¿No te parece? Por cierto ¿Te gusto? Digo, porque me miras tanto...
Perdona, la verdad es que se me había pasado responder aqui. Gracias por el recordatorio por MP ;)
Te enseñaré la importancia de lo que eres querida, y aprenderás a respetarme y obedecerme.
Eva se da la vuelta y se dirige hacia la puerta.
Sígueme pequeña.
Cómo no.
Sigo a Eva donde sea que me lleve.