No creo que haya trampas, a fin de cuentas es la puerta al corral, y solo unos locos entrarian por ahi
Susurro una vez que encontramos la puerta, preparando la ballesta por si acaso
sorry por la desaparicion, no se donde habra ido la novedad de esta partida :$
Al otro lado de la puerta se escucha algo, sí. No sabrías decir si son susurros lejanos o hierba mecida al viento o arena deslizándose o agua cayendo por un pequeño chorro. Sólo que no es inmediatamente después de la puerta, es más allá.
Thelonius señala a Reshark que abra la puerta.
Reshark se colocó frente a la puerta, con la mano en la cuerda que la abría mientras en la otra tenía su espada y miraba a sus compañero para asegurarse que estaban preparados en caso de emergencia.
Con un asentimiento de cabeza para avisarles, tiró fuertemente de la cuerda.
Al otro lado de la puerta, Reshark se encuentra con una nueva caverna, esta iluminada por numerosos hongos y mohos luminiscentes que cubren gran parte de ella, mientras que el resto de la sala está ocupada por más hongos, plantas acuáticas que emergen de algunos charcos y pozas y musgos de todo tipo. Realmente un vivero vegetal impresionante.
La sala es alargada y estrecha, pero parece más ancha a partir de unos metros hacia delante, donde se extiende hacia izquierda y derecha. Para ver esas zonas sería necesario acercarse. Curiosamente, se escucha en alguna parte el chirrido de grillos.
Reshark volvió a sacar la espada corta, para tener ambas armas en sus manos, e hizo un gesto a sus compañeros para que guardasen una distancia prudencial.
Estaba empezando a ponerse nervioso, esa falsa naturaleza sin estar al aire libre le gritaba la palabra antinatural a su cabeza.
Así, comenzó a avanzar lentamente hacia delante, tratando de obtener una visión de la caverna al abrirse.
El mago no entró. La exploración no era lo suyo, no teniendo compañeros que sabían hacerlo más que bien. Simplemente se asomó a la puerta, con la ballesta cargada, lista para ser disparada y un par de conjuros en sus labios listos para ser conjurados.
- No te separes demasiado - le susurró a su compañero - Y dejame campo para disparar... o ayudarte de alguna otra manera - añadió sin levantar la voz
Avanzo detras de Reshark, preparando la ballesta por si es necesario, aunque dejando la distancia que ha pedido, mirando intranquila a todos los recovecos de la zona
Thelonius también entra, apartándose ligeramente a un lado, sable en mano.
Avanzando por el corredor, veis delante una nueva bifurcación. El corredor sigue de frente pero a la derecha nace una oquedad profunda en la que se distinguen algunos objetos. ¿Un cubo? ¿Una lanza? ¿Un hacha o una azada? Difícil saberlo sin apenas luz y desde donde estáis. A la izquierda se abre una enorme caverna cubierta de una hierba alta y azulada desde vuestra posición hasta la mitad y por un estanque desde esa mitad hasta el fondo de la caverna, que no veis.
Oh, oh. ¡Pasos! ¡Pasos que llegan del corredor al frente! Una o dos personas como mucho.
Thelonius mira a Reshark e indica alternativamente con las manos la oquedad y la amplia caverna. Seguro que el explorador tendrá claro dónde será mejor esconderse.
El elfo mira rapidamente a su alrededor, tentado de esconderse entre la hierba, pero dudando si la oquedad será mejor opción. Indeciso, levanta la ballesta y la apunta al frente antes de dar un par de pasos hacia la izquierda y agacharse, buscando que su cabeza se mantenga bajo la hierba azulada
Ayayayay
Thelonius da dos pasos y se mete en la hierba alta, en cuclillas, preparado para saltar hacia adelante si hay combate.
Reshark juntó las espadas a su cuerpo y dio unos rápidos pasos hacia las altas hierbas, tras asegurarse que el resto de sus compañeros hacían lo propio para no ser descubiertos.
Tratando de no hacer demasiado ruido con la armadura me oculto como mis compañeros, buscando a tientas la ballesta
Ocultos, observáis cómo por el pasillo se acerca una figura. Humanoide, enorme y desgarbado, mide unos tres metros de alto, como si la cueva enorme para vosotros se hubiera excavado para él. Se mueve con torpeza sin embargo, como ebrio o con falta de agilidad.
Antes de que la figura sea algo más que una sombra que se acerca, algo ocurre. De vuestra izquierda, de las hierbas altas del fondo de la cueva, surge una piedra redondeada que va a caer a los pies de Reshark. Al giraros a mirar, veis un momento la trenza rubia de Urik y algunos bultos más, escondidos allí entre la maleza. Asomaros o llamarles para demostrar que les habéis visto delataría vuestra posición al desconocido que se acerca.
Al ver a la extraña figura Hitmoil analiza sus opciones y sonrie al ocurrirsele una alternativa. Tratando de no mover las hojas que lo esconden busca en su morral hasta encontrar un pergamino que quizás le resulte útil
Dudando si utilizar el pergamino que tiene en una mano, la ballesta que tiene en otra, o simplemente esperar observa la piedra que cae cerca del explorador y supone que fue la mano de Urik la que la lanzó para llamarles la atención - Después - murmura, esperando que sus compañeros lo entiendan mientras sigue mirando a la figura que trastabilla en el camino
Alguna tirada para identificar que tipo de bicho es...
Por cierto, el pergamino que preparo es el de "Convocar Plaga"
Reshark, con las manos empuñando sus armas, contuvo la respiración, una pierna arrodillada en el suelo y la otra lista para impulsarse contra la criatura si les descubría. Aunque, viendo el estado en que venía, lo dudaba mucho.
Thelonius mira a Reshark y vocaliza sin emitir sonido la palabra "ogro", a la vez que hace unsigno de incredulidad. Luego, al ver la piedra, permanece en silencio para esperar acontecimientos.
Trato de moverme lo menos posible, mientras mantengo el dedo en el gatillo de la ballesta, lista para disparar si el resto del grupo comienza a hacerlo