Partida Rol por web

Veías como Nathalia se ponía a pensar sobre lo de Saint Germain, pero se le hacía cada vez más lioso el asunto y, tanto, que casi le estalla la cabeza pues se notaba que la cara la tenía roja como un tomate de tanto pensar, quizás pueda mosquearse...

Haciendo un gesto seco con la mano mientras no paro de andar Olvidadlo, si realmente no recordais quien es, no pasa nada. Algo me dice que no será la única vez que se cruce en mi camino...

Miro a Hector algo confusa sin antes dejar de estrujarme la cabeza para pensar.

Como gustéis, Hector...Por cierto...¿vos que tenéis con Isaac?

Le pregunto con curiosidad.

Vos sabéis que vengo a buscar venganza por lo que le hizo a mi familia y por estropearme el que se suponía que iba a ser el día más feliz de mi vida. Pero vos...

Miro a Eria a la vez que a Hector.

No me habéis contado vuestros mótivos...

Me encojo de hombros. Yo seguía a mi amo, no tenia por que decirle mis motivos.

-No te importa por que estoy aquí, procura no ser un estorbo y servir para algo... no andar indagando sobre los motivos de los demás...-

Le respondo cortante todavía apoyada contra la pared. Esta situación comenzaba a molestarme realmente. En mi familia eramos de poca paciencia, y los genes de mi linaje estaban saliendo a flote.

Mi cara pasa por dos etapas, abriéndose mucho los ojos durante la primera de ellas. Luego de esto, oscureciéndose bastante el rostro al oir la pregunta de Nathalia, quedo durante unos segundos parado en mitad del corredor. Mi cara, lo que se ve de ella (voy al frente), es una máscara fija y sin expresión alguna, y sólo en mis ojos puede leerse algo... una ira enfermiza y abrasadora.

Cuando retomo el habla el tono es serio, seco y sin posibilidad de réplica Eso es un... tema privado, jóven. No hay nadie en éste mundo que tenga derecho a indagar sobre éste asunto... Se que la pregunta no era malintencionada pero dudo mucho que alguna vez sea capaz de 'abrirme' lo suficiente como para confesarlo... el motivo de mi regreso a este desolado lugar.

Sin esperar más, echo a caminar pasillo adelante, alerta ante cualquier peligro, en mi inmutable búsqueda de Isaac.

Los tres vais caminando por un estrecho y largo pasillo que, a medida que avanzabáis, se hacía cada vez más oscuro a cada paso hasta que no veis nada, entonces veis como unos ojos verdes rasgados se pusieron delante vuestra, reconociendo la voz de Nathalia a través de ellos. Esta vez no eran esos ojos que reflejaban esa fiereza como guerrera sino unos ojos que veían a través de la oscuridad...unos ojos solitarios que atravesaban las sombras...

Mis ojos veían perfectamente a Hector y a Eria en la oscuridad.

Tomen mi mano y is llevaré al final del corredor...

Les dije mientras cada una de mis manos rozaba con una de las manos de cada uno de los dos.

Confien en mi, andad despacio y sigan mis instrucciones porque un camino así puede estar cubierto de trampas...

Extiendo la mano levemente hacia adelante. Una pequeña llama azul aparece sobre ella iluminando mis pasos. No necesitaba ser guiada como niña pequeña, y menos por otra niña. Podía valerme por mi misma para ver a mi alrededor.

Con suavidad extiendo mas la mano para iluminar los pasos de mi amo y que no tuviese problemas en ver mas adelante. Atenta a las trampas que pudiera haber y las irregularidades del suelo.

La situación en el grupo se hacía cada vez más tensa, hasta que notáis un agradable olor a comida que provenía de muy cerca...

Ummm...que bien huele...

Me empezaron a sonar las tripas del estómago y me tape la cara de la vergüenza que pasé cuando mis compañeros oyeron el rugir de mis tripas, llevaba 6 horas sin comer algo...

Lo...lo siento mucho...

Respondí sonrojada por la iniciativa que tomaban mis tripas por haber olido aquel aroma...

Tras haber sido llevado parte del camino, en parte por la ayuda de Nathalia y su mano, en parte por la luz que la llama de Eria esparcía, siempre he estado alerta ante sonidos, ecos y otras 'sombras' que pudieran haberse interpuesto en mi camino.

El olor a comida es algo que realmente no esperaba en un lugar así. Con los ojos 'taladrando' las sombras y con la espada presta, comento quitándole hierro al asunto Es normal, es humano... aún así, todos alerta. Pudiera ser una nueva trampa del anfitrión... Avanzo decidido y cauteloso hacia el sitio de donde proviene el olor a comida.

Voy guiando a Hector por la oscuridad hasta que visualizo una puerta roja con una calavera y el símbolo de la cresta que llevaba Hector...

¿Abro la puerta...?

Les preguntaba algo nerviosa pero segura por abrirla.

Casi agazapándome, con el cuerpo listo para moverme en cualquier dirección del cuadrante, hago una familiar señal a mi siempre leal Eria para que se apreste, en el caso que fuera así, a combatir con su mortal dominio de la mística.

Poniendo mi arma, mi fiel espada y antigua espada, recibida hace mucho en estos mismo salones a manos de mi ex-señor, inclinada con la punta mirando hacia el suelo ... en el caso de un ataque así podré pararlo y devolverlo de mejor forma y mayor soltura y velocidad... asiento con serena confianza Nathalia. Simplemente comento como advertencia Hacedlo y apartaos de la puerta de inmediato. No es menester que recibáis más heridas, querida.

Nathalia abre la puerta y...