Partida Rol por web

¿Ufaaaaaa? .___.

¿Eso qué es?

Iba a lanzarme de nuevo a combatir cuando las palabras de Eria me avisan de algo importante, que ahora va en serio. Ante la perspectiva de ser quemado, 'aireado', electrocutado o otras mil formas de recibir 'daños colaterales' de la joven, simplemente hago un saludo con la hoja de la espada, a modo de asentimiento, y la dejo pelear.

Tras esto, y tambaleándome por la descarga divina de la cruz de Trévor, me acerco con paso titubeante a donde Nathalia apenas puede avanzar un paso ¿Q-que os sucede? ¿Os p-pasa algo como antes?

Predecible... El muchacho observó como la mujer trataba de aferrarse a el. Raudo simplemente aferró con mas fiereza la cruz, dejando que la muchacha lo agarrara, ahora con el látigo libre.Entonces, y justo antes de que la misma pudiera bloquear sus hombros, sus ojos brillaron, cruzados con los de ella, y a tal brillo siguió un haz lumínico proveniente del arma sagrada, quien proyectaba su luz contra una sombra. Aquel era un golpe en el pecho de la criatura... Pudo haber salido de aquel movimiento debido a que la mujer trató de sorprenderlo como sombra, haciendo predecible la misma, sintiéndose incluso como un sonido de vacío. Mas no lo hizo, conociendo el resultado si aguardaba un poco mas. Sonrió.

-Tu tampoco sabes con quienjuegas..

Le niego con la cabeza a Hector.

¡N...no...!, ¡me duele...me duele el corazón...no se por qué...!, ¡continuad vos con la lucha...!, ¡me recuperaré...!

Le digo intentando aguantar el dolor mientras unas gotas de sudor caían desde mi frente hasta el suelo...aquel dolor...era algo distinto...primero mis piernas, luego mis brazos y ahora...¿el corazón...?, me era imposible saber que era lo que me pasaba con exactitud...

Me sonrío, manteniendo la mirada oculta bajo mi flequillo. Se creía demasiado. No me daban miedo sus amenazas ni tampoco sus juguetes de exorcista. Me suelto de su cuerpo tirándome hacia atrás, para hacer una medialuna y caer de pie. Dejando escapar una leve risa.

-Eres demasiado presumido...-

Observo de reojo a la chica. Realmente se estaba convirtiendo en un estorbo. Cada vez estaba mas problemática. Dejo escapar un resoplido molesto antes de volver a fijar la mirada en Trevor. Me sonrío levemente mientras mis ojos comienzan a rasgarse.

Corro hacia el con gran velocidad. Hasta agacharme frente a su cuerpo para tomar la forma del lobo. Con un gruñido profundo cierro el puño golpeando su pecho con fuerza para enviarlo hacia la pared. Y sin perder tiempo bajo a cuatro patas para correr y volver a cargar.

Sin mas dilación el látigo bloquea el golpe de aquel sangre manchada. Guardando la cruz, instrumento util, bloque  el golpe con su propia mano. A fin de cuentas el tambien era un superhumano. Aprovechando el impulso generado, eleva su posición hasta el techo, donde impulsa con ambas piernas para ir a caer donde la muchacha convaleciente. Miró una vez mas a Ivi.

-Volveremos a vernos. Sobrevivirás.

Tras aquellas palabras, desapareció de la escena, dejando tras de sí una simple estela de él mismo, y de la muchacha que parecía herida y su espada.

Trevor se fue de la escena cargando con Nathalia en brazos sin que os dieséis cuenta. Lo único que quedó de Trevor fue las marcas de sus látigos sobre el suelo y de Nathalia quedó una especie de peineta con forma de flor y que tenía en la parte trasera la misma cresta que tenía Hector en sus ropas.

Mascullando una maldición

Tch! ¡Rata cobarde!

Miro en la habitación y no veo más que destrozos por toda la sala. Recogiendo la peineta del suelo, y comprobando como el símbolo coincide a la perfección con el que llevo grabado en los ropajes, la guardo sin muchos miramientos.

Pasando a cosas más serias, miro a Eria, aún convertida en lobo y comento con un tono más fresco de lo que realmente me siento Deberías cambiar de forma ya. Realmente no te favorece nada ese lomo peludo que luces ahora... Tras este pequeño comentario jocoso llamo a Euphyne para que nos sane en lo posible a ambos.

Dejo escapar un gruñido furioso antes de golpear la pared. ¡Cobarde! Huyo como una rata y la cobardía era algo que no podía soportar. Vuelvo a tomar mi forma humana mirando con fiereza a Hector por su comentario. Respirando agitada y jadeando. Estaba furiosa. Mis ojos destellaban de ira. Gruño por lo bajo, dándole la espalda.

-No vuelvas a meterte en mis peleas Hector...-

Susurro de manera amenazadora. Esta vez sin formalismos. No lo había tratado de usted y había utilizado su nombre. Estaba totalmente furiosa. Aprieto la cadena que colgaba de mis manos hasta que mis manos comenzaron a sangrar. Apretando los dientes para intentar contener la rabia que me carcomía.

Esa fue la gota que colmó el vaso... aparte de meterse en un pelea entre Trévor, un individuo que, indirectamente, ha ayudado a causar la muerte de esa persona tan importante, Eria incluso tenía la desfachatez de echarme en cara la 'ayuda' que según ella no necesitaba.

Realmente harto, con los ojos brillando de ira (como en la habitación donde desperté a la fairy) y rabia contenidas, simplemente digo con voz grave y sonora la que se metió en la pelea desde el comienzo fuiste tú. Ese desgraciado Belmont se había puesto como objetivo un servidor y yo fui quien aceptó el duelo, ¿recuerdas? No juegues conmigo, por que hasta la eternidad tiene un límite...

Me doy vuelta mirándolo fijamente. Erguida por completo y todavía molesta. ¿El? Su primer golpe había venido contra mi. Estaba hartándome de que se pensara que todo giraba en torno a el.

-Yo no me metí en ninguna pelea...el primer golpe fue contra mi... Lo cual muestra que a la que eligió para combatir era a mi y no a ti...estoy harta de la gente que se cree el ombligo del mundo...eres igual que la otra inútil... ¡Tal para cual! Por que no te vas corriendo a buscarla...No voy a meterme mas en tu camino...-

Apretaba los dientes a causa de la furia. Mis ojos relampagueaban llenos de lagrimas de enojo y frustración. No sabia para que me metía en esto. Ya no tenia sentido. Me alejo de el, hacia la salida del comedor. Como había dicho no iba a meterme mas en su camino.

Las palabras me hacen recapacitar algo, ahora que la figura del Belmont ha desaparecido del lugar. Mirando como me he comportado hasta ahora, tengo mucho de lo que arrepentirme y, aún en el caso de estar aquí para vengar una muerte, tampoco es eso excusa para perder la humanidad que tanto sudor me costó adquirir.

Mientras oigo los pasos de Eria alejándose, camino de salir del comedor, hablo una vez más, pero esta vez con un tono más respetuoso, cálido y humano del que hubiera pronunciado en años Lo siento, pero nunca estuvistes en medio, ahora lo veo claro... lo que realmente estaba en medio era lo mismo de siempre, sólo el ansia de sangre, la necesidad de vengar a cualquier precio. Estúpido de mí... Estoy de pie, mirando en sentido contrario a la salida del comedor, pues no sería capaz de soportar la mirada de nadie en este estado No te retendré, pues tienes más que razones para marcharte. Nunca he sido tu señor, y nunca esperé vasallaje de nadie. Sólo te diré una cosa más antes de que te vayas de este endemoniado lugar... cuidate. Eres uno de las pocas personas que realmente podría clasificarse de tal... Me callo, incapaz de continuar.

Me detengo en la entrada. Cerrando los ojos y respirando profundo. Estaba harta. Era cierto. Pero me mantenía aquí por que el había salvado mi vida y mi cuerpo cuando era mas pequeña. Tal vez para el no había sido tanto pero si lo había sido para mi y por eso le seguía con fidelidad. Me había jurado a mi misma ir a su lado sin importar las consecuencias y estaba faltando a mi juramento, y por ende al de mi familia. Me doy media vuelta volviendo hacia donde se encuentra para ir al final del gran comedor y continuar.

-Es hora de continuar Señor...-

Le digo sin mirarlo, con tono suave. Me había excedido yo también. El seguía siendo mi señor aunque el no lo considerara de esa manera. Camino delante de el, frenandome en la salida y mirándolo de reojo. Con mis ojos grises normales ahora. Aguardando a que avance para continuar.

Agitando la cabeza, como 'espantando' ciertos pensamientos y sensaciones no bienvenidas para este momento y lugar, asiento a las palabras de Eria. Envaino la espada y comienzo a caminar con parsimonia y conocimiento... quizás mi anterior estancia me da cierta ventaja de saber por donde moverme yque lugares evitar.

Cuando alcanzo la altura de Eria, le pongo a ésta mi mano sobre el hombro derecho (ahora sin capa) y comento

No nos retrasemos más, querida. tenemos DOS individuos que encontrar, ¿cierto?

La media sonrisa indica una información maliciosa, que ahora no sólo Isaac debía cuidar su cabeza.

Suspiro, mirándolo de reojo al sentir su mano sobre mi hombro. Era una de las pocas veces que me tocaba, y mas estando sin capa o túnica. No debería haberla quemado en aquella pelea. Me gustaba mantener mi armadura oculta, al igual que mi cuerpo. No quería tener problemas como los anteriores o que mis adversarios pudieran distraerse.

-Si...definitivamente...-

Contesto sonriéndome levemente. Aquel hombre iba a pagar el haber huido como una rata cobarde. No iba a permitir que volviera a hacerlo. Sin duda que iba a pagarlo. Aunque para mi molestia seguramente buscaríamos a la tonta. Causaba mas problemas de los que solucionaba y nos estaba causando bastante a nosotros. Comienzo a caminar, guiándome por los pasos de hector.

Esto...¿no os dais cuenta de que tenéis a vuestro lado a la compañera de Trevor, Ivi? ^^U

La dejó ahí, no se sabe el porque, pero...os va a seguir...Tranquilos, esta nos es una carga como Nathalia, ambas tienen el mismo destino, pero Ivi sabe como luchar...

Os cierro el post. Vais a estar un poco más por el castillo, pero...merecerá un poco la pena ^^U