Tehiti-Imn no se pierde el detalle de la transformación... ¿Cómo lo habrá hecho...? su alma de científico le hace levantarse para pasearse por los invitados. ¿Me habré perdido algo más?
Miro a Tutnkamon y por primera vez rompo mi silencio. Podías desplegar tu los miembros del servicio que sean necesarios para engrandecer tu celebración. De la seguridad me encargo yo.10 criaturas surgen tras chasquear los dedos, 8 de esas criaturas cubren desde puntos estratégicos la seguridad del evento y 2 cada una a un lado de Tutankamon velan por su integridad física.
Nunca había visto algo parecido, perros del reino de los muertos, rodeándonos, supuestamente protegiéndonos, y si no fuera porque el mismo Anubis lo había dicho, hubiera corrido a esconderme debajo de una mesa. Aunque la advertencia del dios no evito que me asustara y la bandeja fuera a parar al suelo.
-O por Anubis...-Mire al dios con miedo y recelo.-Quiero decir... ¿Tutatis?-Era rápido inventando dioses.-Disculpen.-Me arrodille lo máximo posible.-Ahora mismo lo recojo.-Y corrí como alma que se lleva el invitado del Efendi, a cocina a por un mocho o una "fregona".
Abasi se sorprendió lo suficiente para poner su mano el pomo de su espada, pero sacarla aun. Fue donde se encontraba Anubis y luego de unos segundos se atrevió a hablar.
No es que desprecie su ayuda, mi señor Anubis. Pero la seguridad era tarea de los guardias humanos, no hay necesidad de gastar sus siervos en ello. dijo con un tono respetuoso que solo usaba cuando hablaba con el Faraon.
Mientras todos hablaban y se comportaban de forma inadecuada, Hator descansaba mientras dos de sus esclavos (nunca puede salir de casa sin al menos un par de esclavos) le hacían viento.
!Por la madre Isis! Algunas intentamos descansar...
¿Crees que los guardias humanos protegerán mejor al Faraón?,¿apostarías tu alma en ello?. Yo no me involucro en su seguridad pero si tengo que actuar para salvaguardar su integridad porque los humanos no son capaces tu alma no encontrara descanso jamas.¿Aceptas?.Espero que acepte o rechace mi ofrecimiento pacientemente.
Hator se saca los pepinillos de los ojos y dice con un tono de bostezo:
¿Disculpa, dijiste algo?
Se quedo sin palabras para responder al dios, que lo hacia pensar dos veces antes de liberar una palabra. Miro de reojo a la mujer que parecio hablarles a ellos, esperando una distraccion momentaña pero no paso.
Disculpe si mis palabras sonaron asi, pero no desprecio a los guardias que ha dispusto para ayudar. Solo que el trabajo esta siendo ocupado por personas, que ya sea por sus almas y vida no pueden fallar en cuidar al faraon. dijo con el mismo tono de respeto. No puedo apostar mi alma, ya que dejo de pertenecerme hace mucho tiempo concluyo mirandolo a los ojos intensamente. En ellos Anubis pudo ver a un hombre con cabeza de halcón, el verdadero dueño del alma del asesino.
Comienzo a reír divertido. Te has ganado el derecho a decidir si quieres que mis sirvientes cuiden del Faraón, independientemente de los que ya lo hacen.Defiende con el honor que le exige su señor al faraón, esta claro que el honor de cada Dios exige es distinto pero el no defraudaba a su señor. Dejo que decida si acepta mi ofrecimiento sin consecuencias ante una negativa. Es algo que el humano ve en los ojos del Dios.
El silencioso guardia, había permanecido en silencio todo el tiempo expectante mientras protegía una de las puertas.
-¡Por Ra!- Exclamo al ver salir de la nada los hombres perros surgidos de la nada, y se aparta al ocupar uno de ellos su antigua posición
Berenice que estaba bailando para placer de los demás, al ver los perros del infierno, traidos por Anubis, intenta contener como puede un grito
Ahhhh
Y cae desmayada como un fardo contra el suelo...
Uno de los sirvientes coge en sus brazos a la chica desmayada y vuelve a su posición original velando por la humana.
Miro a mi sirviente y simplemente asiento. No os asustéis no os haran daño.
Mira todo lo que pasa alrededor antes de contestar la pregunta de Anubis.
Lo lamento pero es mejor si deja solo a los guardias humanos. dice inclinando la cabeza, mirando de reojo a las personas que se habian asustado de sus guardias invocados.
Kherihor se sienta cerca del Faraón, como uno de sus consejeros, en silencio y observando a todo el mundo
Tehuti empieza a murmurar para sí...
Son curiosos los juegos y caprichos de los dioses... qué habrá traido a este Dios y no otros a estar entre nosotros? Es su deseo andar entre mortales como uno más? No entiendo a los Dioses, pero tampoco lo busco, su poder va mucho más alla del entendimiento de los mortales... —frunce el ceño mientras dedico toda mi atención al ser inmortal.—
Camina, pero procurando mantener todo el tiempo la misma distancia de la Deidad
—Qué respuesta buscará de los humanos invocando a sus guardias? Se permite abandonar su Reino, el Reino de los Muertos, y dejar para más tarde su función como guía de los espíritus de los muertos? Habrá dejado a algún sirviente al cargo? ¡Tantas preguntas sin respuesta!— Tehuti se va frustrando poco a poco al darse cuenta de que, por muchas investigaciones que se hagan, hay cosas que escapan a la comprensión humana, y es algo lo cual él no es quien para cuestionar.— Qué le lleva a estar entre nosotros y por ejemplo, Amón, antiguo patrón de Tebas... ¿no tiene representación en tamaña celebración? Menos mal que El Faraón es la manifestación de Horus en la Tierra y si pasase cualquier cosa... no sé, como a este dios le de por ambientar la fiesta a semejanza de sus territorios...
Esta última idea le resulta improbable pero no imposible, y no está del todo tranquilo... se le ocurre una última cosa:—¿Qué pensará Bastet, protectora del hogar y simbolo de la alegría de vivir, deidad de la armonía y la felicidad? ¿Por qué no se pronuncia?