Partida Rol por web

“Vas a dejarme ir contigo. Y no sólo porque soy perfectamente capaz de defenderme sola. Lo harás porque no sabes distinguir un vaso etrusco de un cáliz mesopotámico. Además… seguro que David estaría dispuesto a llevarme si se lo pidiese.”
(Madeleine ante la negativa de “Lobo” McReady de dejarla acompañarlo al Nepal)

Aspecto Físico:

Cuentas con veinte años. Tienes el pelo castaño rojizo, largo y lacio, así como ojos verdes y seductores.
Eres de mediana estatura, delgada y más atractiva que exuberante. Vistes de forma recatada e inocente cuando la
ocasión lo requiere, siempre con tonalidades blancas, rosas y pastel.

Historial:

Aunque lo odias, tu padre y tus más allegados te suelen llamar “Maddie”. Perdiste a tu madre con tan sólo cuatro años y, desde entonces, debido a los continuos viajes de tu padre, tu educación fue una síntesis de aquello que te enseñaban las estrictas institutrices británicas y tu guardaespaldas y chofer, Rick “Lobo” McReady. Mientras las primeras
te inculcaron buenos modales y urbanidad; el mercenario te enseñó a beber whisky y a disparar un arma.

Intentaste entrar en la universidad pero te viste frustrada por tu padre, para quien sólo eras la futura madre de sus nietos. Lo cierto es que, aunque no has ido a ninguna universidad, conseguiste trabajos como secretaria y ayudante de despacho en numerosas agencias de arte y antigüedades, habiéndote convertido en una pequeña experta en dicho mundillo.

Debido a una elaborada fachada como “niña buena” y a tu carácter, te has adentrado en el mundo del contrabando de obras de arte y piezas arqueológicas. A través de tu actual empleo en una prestigiosa casa de subastas, tienes acceso a
información de primera mano que vendes o cambias al mejor postor. Por supuesto, nadie conoce esta doble vida que llevas desde hace dos años. Si saliese a la luz posiblemente tendrías algún problemilla con la justicia (¡malditas leyes sobre aduanas y tesoros nacionales!)

Personalidad:

Eres rebelde, inconformista, caprichosa, chantajista y mentirosa patológica (uno de los efectos secundarios que tiene el llevar una doble vida es que te acostumbras demasiado a mentir) No crees en el plan que ha pensado tu padre para tí, habiéndote comprometido con David para tener contento al viejo Douglas Archer. De quien sí estás enamorada
perdidamente es de “Lobo” McReady, a quien admiras (aunque jamás se lo reconocerás) y de quien has aprendido todas tus malas costumbres, impropias de una señorita de su posición.

De hecho tienes una gran afición por las bebidas fuertes, a las cuales, por otro lado, no tienes mucha resistencia, emborrachándote con mucha facilidad).

Para ti, el contrabando de piezas arqueológicas es sólo un divertido pasatiempo. No valoras lo más mínimo su naturaleza como tesoro histórico o las patrañas y absurdas leyendas que giren en torno a ellas: lo único que te interesa es el riesgo y la dificultad a la hora de conseguirlas.

Prólogo, sinopsis:

Conoce de la vida de espía de su padre, aunque él no lo sepa. Y está muy preocupada. Contacta con varios conocidos, entre ellos Herbert Donaldson, que ahora mismo está en Nepal. (Nexo para la trama siguiente)

CAZADORES DE LEYENDAS. PROLOGO

9 de Julio de 1936.

Una fecha señalada en el calendario, probablemente la fecha más importante para Douglas Archer. La más importante, porque era la fecha del cumpleaños de su única hija, Madeleine. Y el viejo no apareció.

Obviamente, Madeleine estaba preocupada, mas conociendo de sobra que el verdadero trabajo de Douglas no es la diplomacia, como él intenta hacerla creer siempre que tiene ocasión, sino el espionaje, la joven ha estado aguardando durante los últimos meses noticias de su amado padre antes de dar rienda suelta a su desbocada imaginación.

Pero perderse su cumpleaños. Eso es algo que jamás hubiera hecho voluntariamente. Algo le ha ocurrido.

Madeleine está dispuesta a hacer lo que sea necesario para averiguar el paradero de su padre. Conoce bien los hábitos de su padre, y seguro que en su despacho ha dejado alguna pista, algo que pueda llevarla hasta él.

Otra opción sería encargarle a Rick que lo encuentre, pero sin duda ese cabeza de chorlito estará decidido a no dejarla sola ni un instante, "por su propia protección". Y seguro que David, tan estirado, estará de acuerdo con él, por primera vez en su vida.

Tras meses sin saber de mi padre que se encuentra fuera de casa por "asuntos de trabajo" empiezo a estar preocupada por no haber aparecido por casa para mi cumpleaños. Él nunca se lo perdería por muy lejos que estuviese, siempre se las ha arreglado para felicitarme en persona en los últimos veinte años y sé que es algo que le hace especial ilusión.

En estos casos suelo pensar en lo peor, que le vamos a hacer... soy así y la vida de mi padre no es tranquila precisamente, aunque él quiera hacerme pensar lo contrario. Eso unido a que no sé nada de él en mucho tiempo no hace que pueda pensar en nada bueno -Piensa Madeleine, ¿qué puede haberle pasado? -Prefiero pasar a la acción que quedarme pensando. Mi cumpleaños es la confirmación definitiva de que algo no va bien, así que lo primero que pienso es en ir a hablar con Rick -Seguro que ese engreído sabrá algo de papi, pero... antes de levantar la liebre quiero tener toda la información posible y acudo al despacho de papá a revisar sus documentos recientes. 

Madeleine recorrió la enorme mansión familiar, repleta de cuadros que contenían los retratos de todos y cada uno de los Archer que la habían habitado desde su construcción, allá por el Siglo XVIII. Hombres y mujeres que siempre habían enarbolado el apellido con orgullo, realizando logros que los convirtieron en una de las ramas nobiliarias más apreciadas por la alta sociedad londinense.

La joven llegó con premura ante la puerta de caoba, de madera rojiza traída hacía muchos años desde el propio Amazonas, que ocultaba el despacho de su querido padre. Sabía que la llave estaba oculta en uno de los maceteros cercanos, situado

en el lateral izquierdo en el pasillo, por lo que simplemente metió en él la mano, y la sacó de allí. Douglas era un hombre de costumbres invariables, gracias a dios.

Una vez abrió la puerta, Madeleine contuvo la respiración antes de entrar. Desde muy pequeña, su padre había dejado muy claro que estaba terminantemente prohibido entrar en su despacho si él no estaba allí, y tantos años de esa estricta norma pesaban aún con los 20 años que la joven ya tenía.

La estancia se encontraba a oscuras casi por completo, la penumbra sólo rota por los fugaces rayos de luz que se filtraban a través de los pesados cortinajes que opacaban los ventanales.

Un enorme y antiguo escritorio de madera negra, ébano, sabía Maddie, pues ella misma lo encontró en una subasta en Sotheby's hacía ya un par de años, constituía el puesto de trabajo de Douglas Archer dentro de su hogar. Decenas de fardos de papel atados con cordeles descansaban sobre un pequeño pero útil tapete de fieltro, junto a varias plumas y tinteros colocados en escrupuloso órden. Tres cajones a cada lado del escritorio permanecían cerrados con llave, si bien Madeleine desconocía dónde podría encontrar éstas.

Varias estanterías se agolpaban contra cada pared del despacho, ofreciendo una inusitada cantidad de libros antiguos al ávido lector, desde tratados de derecho medievales hasta valiosos incunables sobre la diplomacia europea.

Además, un pequeño mueble servía para contener un juego de vasos de caro cristal veneciano, que observaban impasibles el paso del tiempo junto a diversas botellas del más selecto brandy.

Encamino mis pasos hacia el despacho de papá decidida y segura, aunque cautelosamente, no quiero que nadie en la casa me vea. Me da cierto respeto entrar ya que sé que a mi padre no le gusta que nadie entre si él no está, pero algo tengo que hacer dadas las circunstancias.

Llego hasta la enorme puerta y me quedo mirándola unos segundos, inspiro y cojo la llave que la abre y que está escondida -Perfecto, está donde siempre -muy lentamente la pongo en la cerradura y la giro. La puerta se abre y entro, cerrándola tras de mi muy silenciosa. Apenas hay luz dentro, me acerco a tientas a su escritorio y enciendo la lámpara que está encima. Todo parece en orden, tal y como a él le gusta tenerlo colocado: sus papeles, plumas y tinteros. Intento abrir los cajones del escritorio pero están cerrados -¿dónde podrá tener la llave? -pienso. Desato con cuidado los fardos de papeles para que se note lo menos posible que los he tocado y volver a colocarlos como estaban cuando termine. Reviso detenidamente éstos buscando alguna pista sobre su paradero o lo que pueda estar haciendo.

Como puedes ver, además de tu escena inicial, esta es tu escena de referencia conmigo.

Después va La Mansión Archer y por último La máscara de Fu-Kang.

David es tu prometido, algo estirado pero te quiere; Rick tu guardaespaldas y amor platónico; y a Hans y Xinng los acabais de conocer en la escena anterior, pero parecen ser leales a Inglaterra

Esto ya esta leido, ahora seguire con el resto :)

Bueno vamos a darte un poco el peñazo.

Lo que te comente de llevarme la agenda es porque muchas veces tomamos notas en ellas que pueden resultar utiles y para poder tener los numeros de sus contactos.

A mayores llevare un Diario del viaje.

¿Cuanto se supone que queda para su boda con David?

Despues... ¿Si cambio algo el caracter del personaje a como lo roleaba la anterior jugadora es mucha molestia? En que no se, veo una interpretacion muy plana. La veo hasta ahora poco "rebelde, inconformista, caprichosa, chantajista y mentirosa patológica" Como tu comentaste, y estando en una situacion como tener a su padre desaparecido al cual quiere mucho, teniendo que compartir la busqueda con el prometido que claramente le aburre y el hombre que ama,  y aun asi se la ve de un tranquilo constante... xDDD

Ya te dije, sin problemas con la agenda, aunque se ha revisado a fondo, y gracias a ella habeis llegado al profesor Donaldson.

No hay fecha fijada para la boda, es más un compromiso de esos de toda la vida, os conoceis de siempre. Que no es que no quieras casarte... pero tampoco es que tengas ganas jejjeej.

Ahora es tu pj, rolealo como quieras. Las premisas ya las tienes, admira a Rick y en otra vida igual hubieran tenido algo, respeta a David, aunque no esté enamorada de él, y tal. Cosas que la anterior jugadora usó o no, a su criterio, vamos. Así que adelante.