Partida Rol por web

“El río nunca se pregunta donde va. Simplemente, fluye hasta llegar a él, a su destino...”

(proverbio “zen” de Xinng Lau)

Aspecto Físico:

Tienes treinta y pocos años. Eres atlético, de estatura media, con la cabeza rapada a excepción de una larga y elaborada coleta. Tus rasgos orientales están levemente suavizados por tu mestizaje, ya que tu padre fue un británico y tu madre una oriental.

Prefieres llevar ropas oscuras, de mangas anchas y con bordados típicamente orientales. En tus manos, sostienes siempre un collar de cuentas, el cual manipulas constantemente, como forma de meditación silenciosa.

Historial:

Lo poco que sabes de tu padre es que era un diplomático inglés afincado en Hong Kong. Tu madre, en cambio, ejercía de prostituta en el peor barrio de la ciudad.
Cuando supo que se había quedado embarazada, el diplomático intentó sacarla del país: no podía permitir que siguiese viviendo en tales circunstancias. Pero tampoco podía llevársela consigo pues era hombre casado y con una posición social en Londres que debía proteger. Por desgracia, y aunque naciste sano y salvo;  tu madre se vio atrapada por los
sicarios que el dueño del burdel envió tras ella.  Años más tarde, el anciano que te crió, en un rincón perdido al norte de China, te contó lo ocurrido.

Durante años, aprendiste artes marciales junto a este viejo maestro para, llegada tu madurez, vengar la muerte de tu madre. Para ello, debías eliminar al hombre que años atrás había ordenado su muerte. Un hombre al que todos conocen
ahora como Monsieur Ravek.

Personalidad:

Fuiste criado casi como un monje, en las duras y frías tierras del norte de China, habiendo vivido aislado del mundo exterior. Tu única tutela ha sido ese sabio y anciano mentor al que tan solo conocías como “Maestro Viento”.

Aunque temperamental, has aprendido a controlar tus impulsos, habiendo sido educado en ideales pacifistas y de no-violencia. Muestras un profundo sentimiento de curiosidad y fascinación ante todo lo referente al mundo occidental, aunque tu principal obsesión es encontrar al hombre responsable de la muerte de tu madre y hacerle pagar por ello.

Así, has vivido los últimos dos años en las callejuelas de Hong Kong, luchando contra el imperio del crimen de Ravek para llamar su atención, esperando pacientemente el momento en que cometa un error. Tu cruzada ha llamado la atención del servicio de inteligencia británico, el cual ha decidido ponerte en nómina.

Prólogo, sinopsis:

Xinng Lau es contactado por el MI6, le ofrecerán ayuda para acabar con Ravek a cambio de trabajar para ellos. Deberá proteger a Wagner, y vigilar que no les traicione, o acabar con él si lo hiciera.

Pueden recomendarle que no desvele pronto que habla el idioma.

CAZADORES DE LEYENDAS. PROLOGO

1 de Julio de 1936. Hong Kong.

Un gato se abalanzó sobre una rata al otro lado de la ventana. Resultaba increíble que aún quedaran gatos por la zona, habida cuenta de la hambruna que padecían los moradores de aquel sector dejado de la mano del gobierno.

Xinng Lau observó cómo el felino jugueteaba con el roedor antes de propinarle un zarpazo letal, para llevárselo a un lugar en el que nadie pudiera verlo. Quizá incluso para alimentar a alguna cría.

A eso se había reducido su vida. Ultimamente, Xinng Lau había sido proscrito en todos los barrios bajos. El maldito Ravek debía haberse enterado de que iba a por él, porque de pronto nadie quería contratar al mestizo, por bueno que fuera. El dinero se acababa, y aunque Xinng estaba acostumbrado a una vida austera, aquello no podía durar.

La lluvia incesante había taladrado el tajado de paja y mimbre, y las goteras salpicaban el suelo aquí y allá. Ya ni se molestaba en colocar algún recipiente debajo. No había para todas.

De pronto, alguien llamó a la puerta...

Xinng Lau sonrió al ver como un depredador asesinaba a su "víctima". Era una de las cosas que siempre le sorprendía de la naturaleza. Sin embargo, no era algo que a él le interesara demasiado. Siempre había vivido entre pocas cosas. Un camastro, un cuenco con agua y otro con arroz, dos mudas de ropa que intercambiaba a diario. Nunca había tenido mucho de lo que fanfarronear, sin embargo, su vida austera junto a su Maestro, el hombre que le había enseñado y convertido en lo que es ahora, había cambiado su vida dándole un vuelco de 180 grados.

Dejó la taza de te que estaba bebiendo junto a la ventana. Le encantaba el te, como buen oriental, pero su parte occidental añoraba el café por encima de todo. Aunque las hierbas con las que estaba hecho el te le daba la energía y el calor que su cuerpo necesitaba, hacía dos días que llevaba bebiendo te para limpiar su organismo. Enseñanzas de su Maestro para limpiar su Chi de cualquier pensamiento impuro.

Y fue en ese momento cuando la puerta de su morada sonó un par de veces.

Si hubieran tocado hace una hora, lo habrían pillado en plena meditación y nadie habría respondido a la llamada. Pero tras ella, darse un baño con agua helada y el te revitalizador, el oriental estaba con todos los sentidos alerta. Se colocó una túnica encima de su cuerpo desnudo, ocultando las cicatrices y las heridas que tenía gracias a los años de entrenamiento extremo de su cuerpo, y se dirigió con tranquilidad a abrir la puerta.

Por que, por sobre todas las cosas, Xinng Lau era un hombre que hacía las cosas con calma.

Cuando llegó hasta la puerta de madera, se colocó a un lado de la misma y habló.

- ¿Shì? - Dijo, corto en palabras como siempre.

La voz que sonó al otro lado de la puerta sonó fuerte, segura, a pesar del ruido provocado por la lluvia que caía sin parar, se le oyó perfectamente, como si ninguna puerta se interpusiera entre Xinng Lau y su interlocutor.

¿Señor Xinng? preguntó la voz de hombre, con un acento inconfundiblemente británico. Desearía hablar con usted un instante, si no tiene incoveniente. No le robaré mucho tiempo.

Xinng se sorprendió.

¿Un británico quería hablar con él? ¿De dónde lo conocía? No había tenido contacto con gente desde que estaba aquí, por lo que estaba bastante sorprendido. Aunque también podía ser una trampa, y como era él, no se fiaba mucho de la gente. Apretó su puño derecho hasta que los nudillos se le pusieron blancos por la presión y decidió abrir la puerta.

- Inglés mío no bueno. - Dijo al abrir la puerta con la mano izquierda, mientras que la derecha se mantenía lejos del campo de visión del hombre que estaba allí de pie. - ¿Qué querer? -

Al abrir la puerta, Xinng pudo ver a su interlocutor por fin.

Se trataba de un hombre de mediana edad, enfundado en una gabardina gris de gran calidad, completada por un sombrero de ala ancha que resguardaba a su dueño de la lluvia.

El hombre dio un paso adelante, pero al ver que Xinng Lau no se apartaba, y que se mantenía en guardia, esbozó una sonrisa sarcástica.

Siempre he dicho que hombre precavido vale por dos, pero no debe preocuparse por mí dijo alzando ambas manos de modo que el oriental viera que no tenía arma alguna en ellas. ¿Puedo pasar? Hace un tiempo de perros, y habaríamos más cómodamente sentados, señor Xinng.

- Poder pasar. - Dijo Xinng en un chinglish algo extraño. - Poder sentar. Xinng quedarse aquí. - Continuó mientras dejaba pasar al extraño y cerraba la puerta tranquilamente.

Aún estaba alerta.

Quería saber que hacía ese hombre aquí, como lo conocía a él, y el oriental no sabía nada sobre el extraño. Todo era tan raro que al chino se le erizaron los pelillos de la nuca. Como era de esperar, no es cuestión de dejar pasar a cualquiera cuando tu cabeza podía tener algún tipo de precio por lo que estaba intentando hacer.

Si hace algún movimiento extraño, puedo salir por la puerta en menos de un segundo. Aunque si tiene un arma... bueno... paso a paso.

- ¿Qué querer? ¿Cómo conocer casa de Xinng? - Espetó algo interesado.

Antes de responder, el inglés entró en la casa, despojándose de su gabardina y sombrero que colocó en una silla cercana. Después, tomo otra que situó de cara a Xinng Lau, y tomó asiento con calma, cruzando la pierna derecha sobre la izquierda el estilo europeo.

Mi nombre es Jasper J. Ward, por la gracia de Dios y de de su majestad, caballero del Imperio Británico.  anunció sin que pareciera darse demasiada importancia, pero haciéndolo, al fin y al cabo.

Verá, señor Xinng  continuó mientras encendía una pipa que acababa de sacar de uno de los bolsillos de su caro traje. Un par de chupadas bastaron para que el tabaco que había en la cazoleta prendiera, retirando el hombre el fósforo encendido con naturalidad.

Tras exhalar una nube de humo, continuó su explicación.

El Imperio de su graciosa majestad se extiende a lo largo y ancho del mundo. No necesito explicarle que semejante construcción requiere de unos engranajes sólidos, fiables. Y en concreto, de una serie de piezas de incalculable valor, que sean capaces de operar en cualquier lugar del mundo, ¿me sigue?

- Verá senior Bard. - Así sonó tal cual como estaba hablando Xinng. Su inglés era pésimo. - No sólo no seguir, sino que no entender una 狗屎*. Ir al grano o irse de aquí. Mi no tener tiempo para... hum... como decir en idioma suyo... ¿gilipollaces? Eso, gilipollaces. -

Xinng se acercó al hombre, caminando despacio, con las manos detrás de su espalda, cruzadas.

Se inclinó un poco hacía él, para mirarlo directamente a los ojos.

- ¿Qué querer de Xinng? -

Sir Jasper no parpadeó cuando Xinng se le acercó para mirarlo directamente a los ojos, sino que hasta sonrió divertido.

Es usted un hombre pragmático, ya veo respondió De modo que como pide, iré al grano. Como le he dicho, sirvo al Imperio Británico, de muchos modos. Y uno de ellos consiste en contactar con gente valiosa, como usted, para que decidan colaborar con nosotros. Le ofrezco, señor Xinng, una oportunidad única. Conviértase en agente del MI6, directamente bajo mi mando, y ayúdenos a proteger al Imperio de los peligros que lo amenazan.

Por supuesto, continuó tras dar otra bocanada a la pipa habría una contrapartida económica, muy cuantiosa, siempre y cuando su nueva filiación permanezca en el más estricto secreto. ¿Qué opina, señor Xinng?

- James Bond, ¿eh? - Dijo el oriental. - Mi ver todas sus películas. Roger Moore ser mejor 007 de todos. -

Mientras hablaba, Xinng pensaba en las palabras del hombre que estaba sentado en su comedor. Al final, resultó ser un hombre del MI6, por lo que estaba claro como lo habían encontrado. Sin embargo, Xinng no estaba allí por el dinero. Si decidía ayudarle, no iba a ser por unas pocas libras esterlinas. El oriental tenía otros planes.

- Xinng comprender. Pero Xinng no querer dinero. Xinng tener otros problemas que no resolver el dinero. Si MI6 ayudar a Xinng con ese problema, MI6 poder contar con Xinng. -

El chino sonrió.

- Espero que saber de que problema hablar yo. ¿Conocer a Ravek? -

Ward sonrió divertido. No había entendido muy bien la referencia del chino sobre un tal Bond, pero ya tendría tiempo de indagar sobre quién era ese tipo y porqué debería sonarle. Sin embargo, lo que deseaba el joven oriental estaba claro, y además, previsto.

Efectivamente, señor Xinng anunció entre humo de la pipa Conocemos la existencia del señor Ravek, y estamos en disposición de utilizar nuestros recursos para dar con él, lleve el tiempo que lleve. Nuestro interés es muto, creáme. Ese individuo es una espina clavada en nuestro costado desde hace demasiado. Tendrá su oportunidad, si se une a nosotros, amigo mío. dijo tendiéndole la mano tras ponerse en pie.

Xinng miró la mano del agente del MI6 y sonrió.

- En China la palabra ser suficiente. - Dijo con una sonrisa. - Contar con Xinng si después ayudar con Ravek. -

El oriental estrechó la mano se Sir Ward y asintió con la cabeza.

- Pero no traicionar a Xinng. -

Esto sería un Quid pro quo. Xinng les ayudaba en lo que demonios necesiten ayuda y ellos le darían la localización del asesino que llevaba años buscando. Xinng sabía que le podían pedir cualquier cosa, pero si su palabra era de fiar, las cosas se pondrían de su parte en el tema que le tiene de cabeza desde hace tiempo.

- ¿Qué querer que Xinng hacer? -

Me gustan los hombres de palabra, y me precio de ser uno de ellos asintió Ward satisfecho. Cogeremos a Ravek, no importa dónde se esconda esa rata.

Tras ello el hombre del MI6 recogió su gabardina, y de ella sacó un sobre que tendió a Xinng Aquí tiene un pasaje para el vuelo que saldrá hacia Londres dentro de dos horas. También hay dinero para que busque alojamiento, en un buen piso, y cubrir todas sus necesidades.

Por ahora lo único que necesita es esperar. Dentro de unos días, en la madrugada del 6 de Julio, llegará al aeropuerto un vuelo procedente de Alemania. Queremos que recoja a un pasajero, el señor Hans Von Wagner, y lo traiga a nosotros, a la dirección que también está en el sobre explicó acercándose entretanto a la puerta. Memorícela y destrúyala.

Desde ese momento, será usted la sombra del señor Wagner. Lo protegerá, y cuidará de que no le ocurra nada. Se convertirá en uno de nuestros mejores activos, y no debe sufrir daño alguno. No obstante... se detuvo tras abrir la puerta Usted será mis ojos y mis oídos. Si en algún momento sospecha que el señor Wagner pueda ser un agente doble, deberá eliminarle sin dilación.

Xinng cogió el billete y el dinero y lo revisó. Era verdad, en dos horas tenía que coger un vuelo a Londres. Supuso, que debía hacer una pequeña maleta con algo de ropa, cosa que tenía poca, y salir rápidamente hacía el aeropuerto por que no tenía mucho tiempo y los embarques solían tardar demasiado.

Mientras miraba eso, continuó escuchando al agente secreto con el ceño fruncido.

Leyó la dirección, la memorizó y se comió el papel.

Acto seguido, miró a Sir Ward, cuando le explicó un poco con más detalles su misión.

Vigilar, controlar, informar y eliminar si la situación lo requiere. No sabía que simplemente buscaban a un guardaespaldas con una mezcla de asesino a sueldo.

- Entender. Xinng tener licencia para matar en caso de que señor Bon Guarner mear fuera del tarro. - Dijo el oriental. - ¿Para quién creer que el señor Guarner trabajar? -

En realidad contestó tranquilamente el espía del MI6  Dudo que nos traicione. Es el tipo de gente que odia lo que está ocurriendo en su país, y no creo que hiciera nada para ayudar a los nuevos gobernantes, los nacionalsocialistas.  explicó No obstante, digamos que no queremos correr riesgos, simplemente. Entienda, por supuesto, use la fuerza letal sólo debería usarse cuando fuera muy evidente que el señor Wagner nos traiciona. Usted y él, los dos, son activos muy valiosos que hemos investigado a fondo.

Tras aquellas aclaraciones, Jasper tendió de nuevo la mano al oriental, se calzó su sombrero y su gabardina, y salió a las calles de Hong Kong, en dónde desapareció en un abrir y cerrar de ojos...

Xinng saludó a Sir Ward y cuando este se retiró, se puso a hacer una rápida maleta con todo lo que se podía llevar. Tras terminarla, fue hasta su armario y sacó su maleta "especial". Allí es dónde nuestro amigo guardaba todas sus armas. Obviamente no iba a ir a por su hombre desarmado. Cogió su maleta con la ropa y su maleta "especial" y le dio un último repaso a su piso.

No tardó mucho en salir de él, cerrar con llave y dirigirse a la calle a coger un taxi que lo llevara al aeropuerto.

Le habían dado suficiente dinero como para estar casi tres meses sin necesitar ni una libra, por lo que estaba tranquilo por sus gastos.

Hacía mucho que no se sentía útil y este parecía ser un buen comienzo de algo.