Partida Rol por web

Cerca del punto donde os separáis momentaneamente con Mark ves como un autobús se acerca a la parada, el automóbil va vacío así que esta es tu oportunidad y no la dejas escapar. En cuanto se abren las puertas, saltas al cuello del conductor quien a penas a podido hacer un gesto para forcejear contigo.

Su sangre es caliente y sabrosa, con notas de furia: un carácter rabioso y colérico.

La sed se calma en tí y abandonas el recipiente tan pronto como te sientes saciado* ¿Será capaz de volver a conducir y retomar la ronda cuando se recupere de la momentánea desorientación?

No tardáis en volver a reuniros, los dos cazadores (Mark y Viktor) provenientes de las calles adyacentes y los dos rusos (Pável y Viktor) de un hotel cercano.

Viktor os explica que las cosas están complicadas y que aunque tenéis dos habitaciones reservadas, podríais intentar tirar de contactos mortales.

¿Qué hacéis?

Ni humanos, ni vampiros.

En la zona ajardinada al lado del hotel hay una bandada de pájaros negros. Dos de ellos se encuentran encaramados a una rama de un pequeño árbol frutal recién plantado, y tres más caminan sobre el cesped.

Lo inquietante es que no picotean el suelo en busca de semillas ni se atusan el plumaje: su cabeza está levantada y las pupilas negras de los animales no os quitan el ojo de encima.

Disimulando que no era consciente de nada, se acercó a sus compañeros.

- Deberíamos marcharnos ya. - Dijo de espaldas a lo que les observaba. Señalando con los ojos por encima de su hombro.- No quisiera tener más ojos encima de los necesarios. Hablaremos en otro lugar cuando podamos parar.

 El comportamiento de Viktor me parece sospechoso y obviamente le sigo el juego.

 -Delen pues, ya vayamos caminando que así estacionados parecemos muy huevones.

 Sigo Viktor hacia donde se dirija.

Tras dejar atrás el autobús y juntarme de nuevo con Mark Viktor y Pável esperaban. Mientras Viktor hablaba noté que algo estaba observándonos y Viktor con sus señales me lo terminó de confirmar.

- Vale, vamonos rápido.- Apremié a mis compañeros, estando atento durante el trayector por si cosneguía distinguir al acechador.

En la zona ajardinada al lado del hotel hay una bandada de pájaros negros. Dos de ellos se encuentran encaramados a una rama de un pequeño árbol frutal recién plantado, y tres más caminan sobre el cesped.

Lo inquietante es que no picotean el suelo en busca de semillas ni se atusan el plumaje: su cabeza está levantada y las pupilas negras de los animales no os quitan el ojo de encima.

Las dos direcciones de hotel en las que os han reservado habitación los compañeros de clan de Viktor están algo alejadas la una de la otra. Desconocéis si eso se debe a una maniobra hecha para que podáis retiraros con seguridad en un perímetro más grande de la ciudad independientemente de donde os encontréis en cada momento, o si es fruto de la dificultad para hacer gestiones dentro del hermético país.

Siguiendo las indicaciones del Banu Haquim, os desplazáis al hotel más cercano de los dos. El Stolitsa Inn se encuentra en un edificio de unas tres plantas y hay que picar a la puerta cerrada para que un chico joven os invite a hacer el check-in en una diminuta recepción. El resto del edificio se ha aprovechado para hacer caber el máximo de habitaciones posibles.

Siguiendo las indicaciones del conserje, llegáis a vuestro dormitorio: dos camas individuales, muebles antiguos y una decoración acorde con la estética rusa imperial, aunque de una calidad cuestionable. Un lavabo sencillo y una ventana con doble cortina que da a la calle de atrás es cuanto compone esta asequible habitación de hotel.

 Espero a estar en el interior de la habitación y aún así no me confío demasiado.

 -¿Estamos bien?

 Pregunto al resto, yo no noto nada, pero tampoco antes.

Pável sacó las piezas de su fusil de la mochila. movió el colchon sin deshacer mucho la cama y las puso envueltas en papel de baño debajo del colchón.

Dejo el resto del equipo en la mochila solo se quedó con lo puesto, con el cuchillo y la bolsa de hechizos. Cuando salió de la habitación hizo un gesto afirmativo a sus compañeros.

Viktor entró con sus compañeros e inspeccionó todo, incluyendo a la habitación. Luego, procedió a revisar el equipo de dentro de la bolsa de manera metódica, mientras sus compañeros acababan de soltar sus cosas, aclimatarse, etc. Levantó la vista para mirar a Mark:

- Aún no lo sé, pero espero que si.

 Ante la respuesta de Viktor parezco relajarme algo y seguí las cosas en el suelo.

 -Que verga pues con esta cuidad y este país gonorrea!

 Estamos bien solicos aquí mis parces. Ya podemos pensar bien ahorica que hacemos porque estos huevones no funcionan como la gente normal.

 Yo haré unas llamadicas a ver si me dan alguna idea de quién manda en el nido de mierda este. Al menos un hilico del que tirar, porque podemos meternos en un malparido lío si no andamos con tino.

La habitación no tiene nada raro pero es fácil que puedan incidir algún rayo de sol por debajo de las cortinas si no encontráis una forma efectiva de bloquearlos.

 Mientras mis compañeros arreglan la valoración para hacerla "habitable" tiro de teléfono

Las llamadas telefónicas de Mark al continente americano parecen ser fructíferas. Como bien intuía el colombiano: los zarcillos de la cocaína llegan a los rincones más insospechados.

"el tinglado lo mueven los partidos extremistas nacionalistas islámicos que son todos una panda de corruptos. Imagínate que le han conseguido plantar cara a los rusos hasta el punto que les tienen cogidos por las pelotas. El mandamás es Ramzan Kadyrov. Los rusos se cargaron a su padre en un atentado y él heredó su reinado como primer ministro: cualquiera que conozca de primera mano a Kadyrov es un contacto de primerísima mano con quien hacer negocios, parce."

La voz melosa de Mark insiste en conseguir números de alguien de su organización que conozca el funcionamiento interno más a fondo y lo que al principio eran negativas: "me voy a meter en problemas si te hablo de esto" y "no tío, el mundo de los nocturnos de allí es muy cerrado y peligroso" pronto se convierten en más hilos a tirar gracias al persuasivo y convincente Malkavian, quien insiste e insiste más y más hasta conseguir la información de uno de los suyos que hizo tratos con alguien de dentro.

"Ramzan Kadyrov es uno de esos abortos, un sangre floja que se lo tiene bien creído. Los vampiros de la zona no paran de hablar de su líder supremo, un tal Aslan el diablo. Cuidado con éste, todos los demás son sus peones. Solo te puedo decir que hay otros más viejos y poderosos que Ramzan en su consejo interno: Zakir el conejo, el teniente Umarov, o Anzor "la espada""

Conseguir estos nombres no ha sido fácil y tu contacto te ha mencionado que filtrarlos suponía exponerse y pronto descubres que así es, pues una de vuestras llamadas se corta de repente y cuando vuelves a marcar el número deja de responder hasta que escuchas el clásico mensaje de "el número que ha marcado no corresponde a ningún cliente"

Has conseguido lo que querías, pero te das cuenta que has ido demasiado lejos.