Partida Rol por web

Viktor se dirigió hasta el descampado encañonando a Udugov al estilo de los operadores de élite: En lugar de tener la pistola con el brazo extendido, ambas manos sujetaban el arma (Aunque a veces la mano "mala" soltase el arma para guiar al tipo) pegadas casi a la axila. Ésta técnica servía para evitar ser desarmado por un prisionero que cometiese una estupidez, y le permitía poner distancia entre ambos rápidamente. Con aire frío y la sonrisa de un tiburón hambriento, respondió a Udugov:

- Niet Kamerad, no suelo hacer sitio a los errores. Sugeriría que no cometa usted un error, para que así sus probabilidades de supervivencia aumenten en consecuencia. Esto es solo una amistosa charla entre caballeros, Da? - Dijo en ruso al funcionario.

 Salgo del coche con las manos en alto y sonriendo. Se me nota tenso, estoy bastante hambriento desde el ocaso.

 -¿Que pasa pues señor?

No se me apure usted que somos amigos como dice mi parce... No le queremos mal a usted, pero algunas gentes pues si que quieren jodelo. Nosotros no tenemos demasiado interes en matalo a usted asi sin más... Aunque como ha visto habriamos podido.

 ¿Si me entiende?

 Solo venimos a avisarle a usted de que tiene pues enemigos que piden tierra para usted.

 Dejo que el hombre entienda lo que le estoy diciendo.

 -¿Ya va pensando usted en quien puede ser?

Algo no encaja. Te das cuenta en el momento en que Udugov saca los pies del coche con esas manos tan pálidas en alto.

Su forma de moverse es la de un autómata. Mientras que alguien normal tendría el corazón latiendo a cien por hora y sudaría nervioso ante un secuestro a punta de pistola; el hombre que tienes en frente se muestra impasiblemente frío.

Es un vástago, no te cabe duda. Cuanto más lo observas, más convencido de ello estás.

De la misma forma, recuerdas perfectamente que Omar el Checheno os había asegurado que se trataba de un humano del ganado ¿Qué ocurre?

Echó una mirada a Mark con la ceja levantada calibre de "Espera" o "Aquí huele a mierda"*. Antes de respirar hondo, más por instinto que por necesidad y hablar a Udugov:

- Como mi compañero acaba de indicar, esta "visita" respondía a los deseos de un tercero. - Suspira de nuevo por instinto.- Si sirve de consuelo, no pretendía seguir sus instrucciones hasta estar seguro de qué cojones estaba pasando. Y viendo que el muy bastardo me ha mentido y me ha tomado por gilipollas, será un placer bajar las armas y charlar como caballeros entre iguales, Kamerad. Al fin y al cabo, todos somos de la Sangre. - Dijo esto último intencionalmente para dejarle claro a Udugov que ellos también eran Condenados.- Por lo tanto, parlamentemos como hombres de honor.

Y dicho esto, retrocedió un par de metros, bajando el arma (Que no relajando la pose) como gesto de buena fe a la espera de una respuesta.

Pável se dedica a vigilar. No se fía de que los seguidores de este no vayan a hacer su aparición.

Algo no encaja. Te das cuenta en el momento en que Udugov saca los pies del coche con esas manos tan pálidas en alto.

Su forma de moverse es la de un autómata. Mientras que alguien normal tendría el corazón latiendo a cien por hora y sudaría nervioso ante un secuestro a punta de pistola; el hombre que tienes en frente se muestra impasiblemente frío.

Es un vástago, no te cabe duda.

El hombre os mira con desconfianza, primero a Viktor y luego a Mark.

- ¿Quién os envía?

Ahora el hombre usa un inglés no ausente de un marcado acento ruso que no se esfuerza en disimular.

Mientras mark y Viktor están intentando sacar algo de Udugov y Novak vigila yo saco las garras por si apareciera alguna persona non grata y a la vez dar un toque más de intimidación para la colaboración del retenido

 Se podría decir que se me hincha una vena, al menos en sentido figurado.

 -Mira pues huevón! A ver si comprendés lo que está ocurriendo acá.

 Nosotros no tenemos parte en las puñaladas que ustedes se quieran dar. Hemos venido a hacer negocios y el primer manda mielda que nos hemos encontrado nos ha dicho que le demos tierrica a usted.

 Mire si sabe de usted que nos pidió su anillico de compromiso.

 Levanto las manos en gesto de inocencia.

 -Nosotros no queremos pues na más que prosperar nuestras tareicas acá en su tierra de ustedes, venimos a lo que venimos y, pues nos vamos de nuevo para nuestra tierrica, si puede ser pues con más amigos que quieran prosperar con nosotros.

 ¿Ya si me va entendiendo?

 Miro fijamente al tipo y amenazo claramente.

 -Y ahora me va decir usted quién cree que le quiere ver polvico, y de momento y hasta que veamos si nos hacemos amigos, las preguntas las hacemos nosotros y por ahora me esta usted dando mucho camello y si no nos va a hacer trato, pues aquí mis amigos lo liquidan a usted y listo!

El trémere se acerca al ductus y tocandole en un hombro le susurra:

-Andate con ojo, que este no respira, no tiene pulso y quizas hasta nos meta en un lio.

Todavía con las manos en alto y el ceño fruncido, el hombre escucha con atención las palabras del colombiano. Veis como cambia el peso de pierna y su mirada se desvía ante la de Mark, incómodo.

- Imagino que os envía el Kremlin o las fuerzas federales rusas.

Su suposición no es descabellada ante la presencia de unos sicarios extranjeros.

Ahora, el hombre se dirige al que se mostró más pacífico bajando el arma y trata de justificarse.

- Soy diputado y he sido ministro de información del gobierno checheno durante los últimos años. Hay muchas personas que no comparten mi visión para el país.

Y volviendo hacia el líder de la manada sin atreverse a mirarlo directamente, añade:

- Aún así, tengo el favor del sultán Kadyrov y ahora he sido escogido para cumplir los designios de Aslan.

Invoca dos poderosos nombres que ya habíais oído antes con la esperanza que eso os disuada de vuestras intenciones iniciales.

Escuchas un vehículo reducir la velocidad para tomar la salida que lleva hacia el descampado en el que os encontráis.

 -Nien... ¿Net?

 Miro a los ruso parlantes del grupo.

 -¿Como mierda era? Bueno da igual.

 Me relajo visiblemente y miro a Udogov.

 -Me alegro que pienses eso... Va y resulta que vamos a darle una información importante para su supervivencia. ¿Si quiere?

 El encargo viene de mucho más cerca, y no creo que seamos los únicos que lo han recibido. 

 Dejo que la información cale y que le dé tiempo a valorar las consecuencias de la misma.

 -Bien pues... Ahora hablemos de lo que podemos hacer los unos por los otros.

 Ya ve que si seguridad no es que sea inexpugnable... Nosotros podríamos ayudarle, somos unos agentes externos y ya ve que no tenemos intención de destruirle, ni de sacarle información sobre otros.

Realmente lo que necesitamos es un padrino en el país, para poder hacer nuestros negocios que le dije ¿Si? 

 Y pues que si usted es importante como para mandarle matar... Pues que nos parece a los parces y a mi que será usted importante.

  Ahhh ya,a que usted se preguntará voy a ver porque no lo voy a traicionar a usted de vuelta por el que me mandó darle pasaporte. Bien, pues que no somos voltiarepas eh... Es qué no me fío yo de los maricas que no son fieles a los suyos y más si pretenden lavar sus trapicos sucios con agua de casa ajena.

 Acompaño la metáfora del agua de casa ajena con un gesto que abarca a la manada.

 -A parte de no confiar es que me dan mucho asco personas así. ¿No le pasa a usted?

​​​​​​ Bien pues. ¿Estamos claros?

Pável se gira para escuchar mejor.

-Alguien se acerca, un coche. Cacheadlo por si lleva algún arma.

Viktor no quitaba ojo a Udugov, pero le hubiese gustado dedicar una mirada a Mark:

- ¿Hay quienes no comparten su visión o ambicionan su posición entre los Condenados también? - Suspiró.- Como dice mi compañero de armas, no gustamos de quienes nos mandan como títeres a dar puñaladas traperas en fiestas ajenas. Podemos ayudarnos mutuamente, nosotros solo necesitamos un padrino en esta ciudad para averiguar un asuntillo personal, nada que moleste, y a cambio podemos beneficiarnos mutuamente. Hay un lobo en su establo, Kammerad. - Hizo una pausa para responder a Pavel.- Creo que el señor Udugov tendrá el suficiente interés en charlar con nosotros como para no hacer la tontería de comenzar una pelea, no al menos tras las molestias que nos ha llevado reunirnos discretamente con él, evitando exponerlo a asesinos enviados por su némesis. - Viktor recordó algo.- Oh, casi lo olvido, por... Curiosidad, Señor Udugov, ¿A qué dinastía de los Condenados pertenece tu señor oscuro?