Partida Rol por web

 Levanto una ceja y miro a Movladi sonriendo.

 -Supongo que sean amigos suyos... Si son esos otros que quieren hacerle el favorcico a su enemigo estamos en una buena embarrada parce...

¿Sabes vos quién son?

Cuando Mark le explica que quien os encargó asesinarle fue alguien de dentro, Udugov no se muestra sorprendido.

- Bien. Si queréis es inmunidad dentro del país, os la puedo proporcionar.

Responde con el tono neutro y directo que lo caracteriza ante las propuestas de Viktor y Mark. Luego vuelve a mirar el arma con la que éste último lo está apuntando para ver si finalmente cesan las hostilidades; y levanta la vista hacia Viktor con intención de satisfacer su curiosidad.

- Soy Abrek, del teip de los Shirdi.

Quienes hayan podido estudiar algo sobre la cultura chechena, sabrán que los teips* es como denominan a sus clanes familiares y que para ellos el concepto de dinastía o teip es algo muy común, también entre la sociedad mortal.

El rugido del motor de un coche se hace audible para todos cuando prestáis atención 

- ¿Sabes vos quién son?

  - Seguramente mis guardaespaldas.

Es lo último que alcanza a decir antes de que un sub negro irrumpa en el descampado a toda velocidad y las ruedas levanten una nube de polvo y arena con la frenada.

- ¡LO TENEMOS!

Grita el conductor del coche apuntando a Movladi al tiempo que se escucha la detonación de un arma corta des de la ventana del copiloto y Boris abre la puerta trasera, plantando la rodilla en el suelo y apretando un subfusil contra el hombro.

 Me cago hasta en lo mas sagrado que pasa por mi cabeza y empujo con una mano al gilipollas del Udugov hacia el coche en busca de cobertura mientras con la otra saco a una de las gemelas.

 -Al suelo! Al suelo!

 Busco cobertura tras el vehiculo to tambien e intento hacerme audible entre las detonaciones.

 -¡INGLESES MARICAS! ¡SOMOS NOSOTROS JUEPUTAS! ¡NO DISPAREN!

Viktor tuvo que reprimir el impulso de lanzarse a acabar con ellos y desecarlos como un brik de zumo. Había que llegar al fondo de todo, y caminaban en hielo fino.

- ¡Si no paráis el fuego y empezáis a explicar qué cojones hacéis, tendré que empezar a desecar neonatos insolentes! - Dijo, intentando mostrar la autoridad que su antigüedad comandaba. Ya estaba repasando mentalmente un hechizo que quemaría la vitae de las venas de quien supusiese mayor problema en ese grupo de jóvenes ingleses.

Pável sigue a Mark con el rehen hasta la covertura y le susurra un

-Y tu quietecito aqui.

El primer disparo des del asiento del copiloto, resulta en un impacto sordo en medio de la sien de Udugov. Gotas de sangre salpican el parabrisas del coche pero increíblemente el político mantiene el equilibrio a pesar de todo.

Mark corre a toda velocidad hacia el herido lanzando improperios, pero la ráfaga de balas del rifle de asalto de Boris atraviesa el aire más rápido de lo que cualquiera habría podido correr.

El torso de Udugov convulsiona hacia un lado y al otro con cada impacto de los proyecticles que hacen girones su camisa.

La voz de Viktor se levanta como un trueno de entre las detonaciones. Sin embargo, los asaltantes están demasiado concentrados en su misión para preocuparse por las amenazas.

Cuando Pável y Mark alcanzan a Udugov, desmadejado sobre el suelo, consiguen arrastrar el cuerpo hacia detrás de una de las ruedas del vehículo contiguo.

Cristoph sale del asiento del conductor y apunta hacia esa zona por encima del capó.

- ¡No os metáis!

Grita Mehdi todavía des del interior del vehículo con la pistola en alto.

- Verifica el objetivo.

Le ordena a continuación a su compañero.

- ...

Boris asiente y sacando un cuchillo se dispone a cruzar el tramo de descampado que le separa de Mark y Pável.

 Saco a la otra gemela del cinturon y las preparo para la accion.

 -Comemieldas de los huevos...

Susurro mas para mi que para Pavel.

 -Inglesitos! No se metan ustedes pues! Si quieren el kill nosotros se lo dejamos, hasta les damos el anillico si es que lo quieren, pero dejen que le saquemos la informacion a jueputa este y luego ya es todico de ustedes. ¿Si?

 Grito aun esperando a que un objetivo aparezca en mi linea de vision para descargarle mis armas en la cara a poder ser.

 Busco con la mirada a Viktor y Vince para indicarles que de momento seguimos mi plan y si no a degüello, no podemos permitirnos perder a Udugov ahora.

Tras el tiroteo iniciado por esos capullos, Vince observa que todos sus compañeros sigan bien. Mientras Viktor y Mark intentan que esos ingleses dejen de liarla, el gangre ve que Boris se acerca empuñando un cuchillo. Así que, dejándose llevar por las ganas de partirle esa cara de prepotente, Vince saca sus garras y se planta delante de sus dos compañeros mientras mira fijamente al cainita.

-Acércate si quieres perder esa puta cabeza de yonki.

El ruso comprobó el alcance de los daños en el cuerpo de Udugov.

Te agachas sobre Udugov y compruebas sus heridas. No tienen buena pinta.

El agujero abierto en la sien significaría una muerte segura para cualquier ser humano, y por si fuera poco hay varios casquillos de bala enterrados en su pecho.

No respira ni late su corazón, sus ojos están en blanco.

No sabrías distinguir si lo han mandado al letargo de golpe o si ha sufrido la muerte definitiva, pero sin duda no está en condiciones de hablar.

Boris da unos cuantos pasos y cuando se encuentra a medio camino hacia el coche de Udugov, sus pasos se detienen al escuchar la amenaza de Vince.

El macarra inglés aprieta la mandíbula dubitativo y os parece escuchar un rugido gutural ahogado des de su garganta.

- Me cago en la puta. - se lamenta entre dientes - ¡No hay tiempo! Chicos, no tenemos nada en contra vuestra. Eliminamos al tipo y os dejamos en paz.

- ¡Dale Boris, te cubro!

La pistola que Cristoph blandía sobre el capó ahora cambia de foco para apuntar a Vince.

Boris da otro paso más.

Escucháis como otro coche reduce la velocidad para coger la curva que lleva hasta el descampado donde os encontráis.

Viktor estaba parapetado tras el coche*, preparado para usar sus poderes, volverse invisible e inaudible y beberse cual zumo a uno de esos jóvenes insolentes. Pero algo le estaba deteniendo: En el fondo simpatizaba con su causa. Eran los restos de una otrora poderosa ciudad, reducidos a bandas callejeras al servicio de cabrones como Omar, ¿Cómo podía juzgarles por luchar por sus intereses? Udugov no era un santo, aunque pareciese el menos malo de todo el ramo.

- ¡Ni nosotros en contra vuestra, pero esto es una agresión torpe, que aún estáis a tiempo de corregir!¡Largáos y nadie saldrá herido! - Gritó Viktor en medio del jaleo.- ¡No quisiera tener que acabar con vosotros, no nos forcéis a ello, joder!¡Ese cabrón os ha engañado, como a todos!

 Niego con la cabeza, me santiguo y echo una rezadica a la virgencica de la Aguacatala.

 -Ella me guarde.

 Murmuro antes de mirar a Pavel a los ojos.

 -Demosles pues.

 Sin más intercesion me asomo intentando mantener algo de cobertura y abro fuego con mis armas hacia los ingleses del coche.* En el fondo lo que mas querria es asustarlos.

El tremere le quitó las primeras capas de ropa al herido ( chaqueta y jersey) y lo ató de pies y manos. También le quitó el cinturón y lo utilizó de mordaza y ató los zapatos del herido entre sí y le bajó los pantalones. Si laala bestia reaccionaba al menos les daría un tiempo precioso hasta que les llegará por la espalda... Y si intentaba escapar no iría muy lejos.

Viktor lanza un último aviso y justo después, el disparo de Mark desata el infierno.

Los hechos se precipitan y los ingleses responden abriendo fuego contra vosotros.

La bala de Mark entra por la ventana del coche de vuestros atacantes y atraviesa el pecho de Mehdi hundiéndose en la tapicería de su asiento al salir por el otro lado con un impacto sordo.

Pável se apresura a maniatar a Udugov con fría preisión a pesar del alboroto que hay a su alrededor, y cuando ya prácticamente lo ha conseguido, las uñas negras de Boris agarran del pelo la cabeza del checheno inconsciente y con el cuchillo lo degüella sin piedad en un brutal movimiento.

- ¡Dejadlos! ¡Vamonos! ¡¡¡Vamonos!!!

Grita Christoph muy asustado metiéndose de nuevo dentro del coche.

- Me han dado, joder.

Mehdi trata de arrancar el vehículo, pero no distinguís si el sonido del motor que se escucha es de su coche o de la furgoneta con matricula rusa que entra a toda velocidad por la curva.