Partida Rol por web

La primera cita comenzaría por la mañana y las chicas podrían escoger donde:

Precioso día en la playa en el que podrían disfrutar de relajación comida veraniega y actividades en lancha, quads y barco.
Di en la montaña, el programa dejaría a su disposición una cabaña en el bosque con un pequeño embarcadero en un lago, caminos por senderos, montar a caballo...
La tercera opción sería un día en la ciudad, paseo comida en restaurante, tarde de cine...
Día en el parque de atracciones para volver a ser un niño con tu pareja.
Día en el zoo donde ponerse de nuevo en sintonía con la naturaleza.

Esta vez Serena se había decantado por la montaña. No le gustaba repetir la misma actividad siempre y le gustaba probar cosas nuevas. Era la mejor manera de vivir la vida al máximo y perderse las menos cosas posibles.

Esperó a su cita paciente, colocandose de vez en cuando el mechón rebelde que se deslizaba hacia su cara de vez en cuando.

Nuevamente, había recibido un correo con la información de la nueva cita y la pareja seleccionada para esta ocasión y al contrario que la vez anterior no estaba nervioso, o al menos no tanto. Nada más ver el lugar, otras intenciones pasaron por mi mente. Fue algo inevitable, pues quien no lo haría. Sabiendo que estaría perdido en la montaña, con una cabaña a su disposición y una preciosa mujer. Aun así a pesar de todo, la idea de un solo día me sabía a poco.

Sacudí mi cabeza quitando aquellos pensamientos, tenia que hacer un largo viaje por carretera y esta vez había podido traer mi moto conmigo. Comencé mi viaje hacia el lugar indicado consiguiendo incluso perderme en el intento, sin embargo al final encontré la forma de llegar.

Había entrado por un camino de tierra rodeado por un mar de arboles. Tras recorrerlo me detuve un instante y así puede ver con calma lo que me deparaba el final del camino. Al fondo una cabaña con un lago que se extendía todo lo que podía abarcar mi mirada y un embarcadero apenas visible desde donde me encontraba, quizás hubiese más que ver pero desde allí apenas lograba observar todo el lugar. Fije mi vista cerca de la cabaña y logre ver a una chica, que parecía estar esperando a alguien. No conseguía ver bien su cara, pero para mi estaba claro de quien se trataba. Hice rugir de nuevo el motor y me dirigir hacia donde estaba ella.

Detuve la moto apenas a unos metros de ella y aun montando aquel trasto me quite el casco. El calor había hecho que apareciesen algunas perlas de sudor sobre mi frente pero apenas era notable.

-Tú debes de ser Serena…- Asumí, esperando no haberme equivocado, aunque difícilmente lo haría pues sabia como era su aspecto.- Disculpa que llegase tarde, mi móvil no funcionaba y tuve que guiarme sin GPS… - me reí, mas mi risa sonó un poco nerviosa.

Serena negó con la cabeza para indicarle que no se preocupase por el retraso aunque rápidamente algo más le llamó la atención. Apretó los labios y asintió.

Es una moto preciosa. Le dijo interesada. No es que supiese de motos, pero sabía de qué tipo le gustaban y esas eran justo su tipo, así como su conductor. Te va a sonar algo indiscreto y quizá precipitado pero... ¿te importa darme una vuelta? Preguntó con entusiasmo. Me gustaba este lugar para la primera cita, pero realmente ahora me llama más eso... A no ser que tengas alguna regla de honor de no dejar subir chicas a tu moto o algo por el estilo... Sonrió divertida.

La observe de arriba abajo y volví a levantar mi mirada. Entonces empecé a escuchar aquella propuesta. Sin aun separarme de mi montura, mi primera reacción fue levantar una ceja y cincelar en mi rostro una media sonrisa que ocultaba a un yo mas divertido por aquellas últimas palabras.

-Cierto no suelo dejar que nadie se suba, al menos no en la primera cita…- comenté seriamente o al menos fue mi intención, pues sabia que seguramente no estaba ocultando mi sonrisa.-… pero podría hacer una excepción- Comente esto ultimo repitiendo aquel acto inicial nada mas verla.

Serena sonrió de lado. No estaba mal. Lo interpretó como una invitación y se subió detrás de él, cogiéndole de la cintura y poniendo su cara por encima de su hombro todo lo que pudo.

Pues entonces debería sentirme halagada o especial, ¿no? Le dijo en el mismo tono que él había dicho sobre lo de no dejar subir a nadie ne la primera cita.

Ella se acercó y en cuanto se subió a la moto noté como su cuerpo se pegaba al mio, sintiendo el calor de su presencia mientras sus manos me rodeaban. Me quede un momento quieto en aquella postura, escuchando sus palabras.

En mi rostro se vislumbro una sonrisa, aunque quizás ella no pudo verlo.

-Averigüémoslo- Fue lo único que mis labios se atrevieron a decir. Acto seguido, volví a enfundar mi cabeza en el casco y hacia rugir el motor antes de iniciar la marcha con un giro brusco poniéndome en dirección hacia la salida de aquel lugar.

Recordé un pueblo cercano por el que había pasado antes de llegar hasta aquí, aunque el camino era largo no importaba pues seria mas carretera que domar.

Serena disfrutaba del viaje, cogida fuertemente a su cintura y prácticamente casi ni se podía notar su peso detrás. Movia su cuerpo con habilidad haciendo el trabajo del conductor más fácil.

Quizá lo más sensato hubiese sido preguntárle dónde la llevaba pero sinceramente, le daba igual. Ya sólo el viaje la estaba gustando, así que el destino era lo de menos. Se dejó llevar y disfrutó del viento que le daba suavemente en la cara y hacía volar su pelo.

No sabia si aquello seria del gusto de ella, sin embargo si lo era del mio. Era una de las pocas cosas que me relajaban, sin embargo a pesar del rumbo que había tomado inicialmente no estaba muy seguro de querer ir a parar allí. Apenas conocía aquel sitio y prefería volver al punto de salida a arriesgar con algún lar de mala muerte.

El camino era largo y si ya lo fue de ida también lo seria de vuelta el paisaje era mayormente naturaleza fundida con la carretera y pocas veces torcía el rumbo. Con el casco puesto y domando la moto no tendría la posibilidad de comentarle nada, dejaría que ella interviniese cuando quisiese y sino el destino ya estaba seleccionado nuevamente, volvería a la cabaña. Al fin y al cabo solo era una vuelta en moto.

Serena pensó que quizá el pararía en algun lugar para observar algunas vistas, pero volvió directamente al lugar del que habían salido. Se sintió quizá algo decepcionada, pero él había cumplido con su parte y le había llevado a dar una vuelta.

Una vez llegaron, se bajó de la moto y le sonrió.

Gracias... ha sido... emocionante... por no decir excitante... Pero al fin y al cabo había sido sincera. ¿Te apetece hacer algo a ti ahora? Pregunta, pues acababan de hacer algo que le apetecía a ella.

A pesar de que aun no me había despojado del casco conteste a su sonrisa con la mía, inevitablemente no pudo ser vista. Sin embargo su pregunta me deja algo descolocado… algo que me gustaría hacer a mí… Me quite finalmente el casco y baje de la moto.

Durante un instante me quede pensativo.

-Que te parece si damos un paseo por este sitio y mientras me hablas de ti- Sonreí de oreja a oreja, ofreciendo mi brazo pero con significado mas cómico que el aparente. Era extraño pero a pesar de ser una recién conocida, no lo sentía como tal.

Me parece justo. Dijo sonriendo y empezando a caminar a su lado.

No sé que querrás saber... Tengo 25 años, trabajo como modelo en Nueva York y mi pasatiempo favorito es la fotografía. Dijo resumiendo. Pero estoy abierta a responder cualquier pregunta que se te ocurra. Dijo finalmente con otra sonrisa. Ahora podían verse las caras perfectamente.

Modelo, sin duda eso saltaba a la vista y quizás a mi cara recurrió una media sonrisa picarona, mientras mis ojos no podían evitar recorrerla. Mi mundo era diferente y de moda no tenia idea alguna y por tanto menos de los que dedicaban su vida a ello. Aun así, Serena no me decía nada nuevo sobre ella que no hubiera podido leer en la documentación que me mandaron. Lo que me decepciono un poco, aunque claro yo tampoco había concretado… nunca lo hacia, al menos al principio.

Nos habíamos dirigido hacia el embarcadero, donde podía verse una barca típica de remos y al otro lateral una lancha de aspecto mucho más moderno frente al estilo rustico del lugar.

-Entonces ¿Tengo una posibilidad de verte hoy posando en primera línea?- le devolví la sonrisa al final de mis palabras, deteniéndome para observar mejor su reacción.

Serena sonrió de lado para luego mirarle. Mira, éso no se lo habían dicho nunca.

No sé... depende de como te portes... Le dice con un guiño de ojos final, sin especificar si se tenía que portar bien o mal. Por lo demás, sigue andando dirigiéndose a la barca de remos.

¿Te apetece? Le pregunta, antetodo, que no quiere obligar a nada a nadie.

Esperaba otro tipo de respuesta y la que recibí me subió el ánimo. Tanto que no pude evitar una pequeña carcajada. Sin embargo ella continúo recorriendo el embarcadero en dirección a la barca.

La pregunta la esperaba, en mi caso hubiera escogido la lancha. Al fin y al cabo iba más acorde con mi estilo. Pero eso no excluía la otra…

-Tu y yo, solos en medio de este lago en una barca a remos…- declare devolviéndole el guiño y mientras comentaba aquella circunstancia no podía evitar gesticular con los brazos señalando tanto el lago y la barca cuando eran mentados.- claro que me apetece.- Y sin embargo cuando solté esas ultimas palabras en mis labios volvió a dibujarse una sonrisa.

Serena sonrió, montándose en la barca.

Ya me has demostrado que sabes manejar una máquina. A ver si has trabajado esos musculitos. Bromeó con otra sonrisa, poniendose cómoda, con ambos brazos apoyados a ambos lados de dónde se había sentado. Con una falsa sonrisa angelical, esperando ser llevada como una princesa.

Serena no tardo en reaccionar ante mi último comentario. Y como intuía, subió a la barcaza para terminar poniéndose cómoda antes de dedicarme unas palabras. Sin duda me esperaba aquel comentario, era como si aquella situación fuera inevitable, como sacado de una película.

Aunque con cierta dificultad, desvié mi mirada de Serena posándola sobre el lago, permitiéndome permanecer así unos segundos… tanta agua me hacia recordar ciertos eventos pasados… algo que irremediablemente evito que perdiera la sonrisa, incluso haciendo que pareciese aun mas radiante.

Empezaba a hacer calor o quizás era solo yo… de cualquier forma las aguas de aquel lago empezaban a llamarme y no solía reprimir mis actos. Aun así sin saber como, resistí aquel terrible impulso de zambullirme y me contente con deshacerme lentamente de la chaqueta dejando al descubierto una simple camiseta blanca que parecía abrazar un cuerpo atlético.

Vuelvo mi mirada nuevamente a ella una vez que me deshago de la chaqueta tirándola sobre las tablas de madera.

-Veámoslo…- desate el cabo que atenazaba la barca al embarcadero y no tarde en subir a la misma. Ahora solo era cuestión de alejarnos de allí y poner cualquier rumbo...

Serena fue asintiendo. Vaya vaya.. no está mal. Dijo fingiendo sorprenderse para luego sonreír para hacerle ver al chico que era una broma.

¿Ahora qué? Preguntó mientras él seguía remando. Le tocaba elegir ahora él actividad y elegir quién la hacía y quién la hacía primero. Esperó respuesta algo curiosa y sin quitarle la vista de encima.