La apariencia ya frágil de Viscount se tornaba cada vez más frágil. Su difícil respiración, su piel se tornaba de un tono grisáceo... Solo ahora pudieron apreciar con algo más de calma sus cuencas hundidas, sus pómulos puntiagudos y sus mejillas casi rozando sus huesos. ¿Se había visto así todo el tiempo?
Tosía intentando hablar mientras parecía perder las fuerzas que le quedaban, mas vio cómo Réamann se distraía y se dejaba abrazar por Stella - Bien... por ti... amigo - no le dijo más mientras seguía tosiendo. Hogward hizo a un lado a Réamann revisándolo, sacando un diagnóstico de allí y comprendiendo lo grave que era.
Karma se acercó a Alain cuando lo vio observar su anillo con atención para disponerse a felicitarlo, aunque se detuvo en seco cuando vio cómo este reaccionó - Claire... - dijo en voz baja, comprendiendo la situación. Elliot, confundido aún, miraba a unos y otros sin saber muy bien qué hacer, pero luego pareció captar algo y corrió hacia su padre, quien asintió y tomó su mano. No parecía que Stella estuviera en un momento adecuado, así que Elliot se dio prisa y abrió un portal a The Marchen... O al menos eso parecía.
Réamann se encargó de cargar a Viscount adentro, Waltz ayudó a Rin mientras los efectos de la bomba terminaban de desaparecer, Stella siguió a los dos hombres y Hogward siguió de cerca a Réamann. Mas lo que encontraron fue una vista que los dejó impresionados.
Las sillas y mesas tiradas en el suelo, una de las paredes de la taberna había sido destruida, una pila de mesas parecían estar cubriendo a alguien... Aunque no tardaron en ver la cola de caballo de Jurien. Claire estaba intentando ayudar a Garlan a salir mientras que Annice intentaba sacar a Jurien, mas no lo lograba. Al verlos aparecer, se sobresaltó tanto que casi hace que la montaña les caiga encima a ambas, pero siguió corriéndolo todo. Hacia un costado y hacia el fondo de la taberna, vieron la larga cabellera de Ezio enmarañada mientras que el hombre parecía no moverse. Parfait y Delora salieron poco después y para cuando se voltearon, Karma estaba cubriendo su rostro de nuevo.
Parfait corrió hacia ustedes - ¿Se encuentran bien? - miró a Réamann cargar a Viscount y se llevó las manos a la boca -. ¿Qué sucedió? - aunque su rostro era de alarma, no de alivio.
Con una ronda de posts más, cerramos el capítulo n.n.
Sin reparar en todo lo que pasaba, Stella abrazó a Réamann apenas pudo, incluso tropezándose al estar cerca de él y terminando por estrellar su frente contra el pecho del peliblanco. Había muchas emociones revueltas dentro de ella, pero claro que predominaba el alivio y la alegría.
Pero cuando escuchó a Viscount tosiendo y diciendo eso a Réamann, y Hogward dando ese grito, Stella se apartó torpemente, sin ganas realmente, limpiándose un poco la cara. Entonces, ¿Viscount solo había sido una víctima más de Phoisa? Stella no lo podía entender de todo, pero sí que podía ver en el rostro de Réamann que este no quería dejar morir a su amigo, así que se hizo a un lado para que pudiesen ayudarlo, mientras de fondo escuchaba a Alain.
Ver al pelicastaño así la intrigó un poco. Pero tampoco es como si hubiese tenido tiempo de preguntarle qué pasaba. Tampoco entendió cuando Karma dijo el nombre de aquella chica. ¿Qué pasaba?
De una forma u otra, mientras seguía a los hombres y esperaba que por fin pasasen por el portal, sintiéndose a salvo por ello, nada terminaría aún. De hecho, apenas vio lo que había al otro lado del portón, Stella sintió que su respiración se cortaba.
—¿Qué pasó...? —ver la taberna en tan horrible estado hizo que las lágrimas se reuniesen en los ojos de Stella una vez más, mientras se llevaba una mano a la boca.
Llevaba poco tiempo en la taberna, pero verla en ese estado le dolía en lo más profundo.
Fue entonces que Parfait y Delora salieron. La voz de la primera fue la que sacó a Stella de ese estado.
Sin pensarlo dos veces, corrió donde Annice estaba, para ayudar a Jurien. Las lágrimas le saltaron, y le preguntó a Annice:
—¿Qué... pasó? ¿Por qué está todo así? —y mientras comenzaba a mover cosas con sus pocas fuerzas, vio a Ezio en ese estado...— ¿Y Fiorella? ¿Dónde está?
Mientras Réamann estaba ofuscado por haberse visto libre de la maldición al que había estado sometido por meses y que con cada día le arrancaba la posibilidad de vivir más; por lo mismo, sentirse revitalizado y fuerte fue una experiencia poderosa que le reconfortó y sorprendió al mismo tiempo, por lo que descuidó por un momento a Viscount, aunque fue abordado por Stella y percibirla a su lado provocó que correspondiera con fuerza, una renovada fuerza que la pelinegra pudo sentir en vez de una manifestación débil y temblorosa. Pasaron pocos segundos, pero el grito de Hogward le hizo sentar pies y así logró escuchar a su antiguo compañero susurrar, además que su novia tomaba distancia y el temple del peliblanco volvió.
-Que te calles, Viscount. Cállate y ni hables hasta que te recuperes, me debes una explicación-demandó aparentemente furioso, aunque era más preocupación que otra cosa y no le importaba si todos los demás malinterpretaban su propuesta. En ese momento Alain, Karma, Elliot y Aed hablaron y se movilizaron, llamando la atención del ex-caballero por entender qué iba a pasar y por lo mismo él cargó al pelinegro sin problema alguno.. Sus rodillas se resintieron un poco debido a la falta de práctica, pero no se molestó mucho por eso; se limitó a cuidar que la sustancia verde no lo tocara a él ni a nadie más porque no sabía si le haría daño por entrar en contacto directo con su piel-. Más te vale que vivas.
Cuando atravesó el portal iba a ver si Stella le seguía, pero su mirada se detuvo en la destrucción de lo que había sido su hogar le dolió en el pecho. Era un sufrimiento diferente que le dejó sin aire, observando atónito a sus amigos y queriendo ir a ayudar, pero llevando a alguien era complicado de hacer. También notó la ausencia de alguien más, pero antes de preguntar Parfait y Delora llegaron y respondió de inmediato a la pregunta de la hada.
-Por favor, ayúdenlo, está muriendo-no vio ninguna mesa para poder acomodarlo o un sillón en el cual acostarlo para que fuese atendido; sin embargo, tal vez intuyendo eso, una vez que todos atravesaron el portal y éste fue cerrado, Aed fue por una mesa para tenerla lista y ahí Réamann acostó al moribundo-. Fue envenenado, no se si fue Phoisa o la espada que usaba. ¿Pueden hacer algo? ¿Es posible salvarlo?
Había dicho el nombre de la bruja de manera tan fluida que se alarmó y se tensó por esperar una descarga de dolor fuerte en su pecho... pero no fue así. Cerró los ojos un momento, pero no dejó pasar más tiempo y miró a Parfait, Delora y a Hogward. Se veía ansioso por estar con Viscount y ayudar en The Marchen. Seguramente cuando viese estabilizado a su compañero iría con los demás, no quería quedar de brazos cruzados.
-Phoisa... Phoisa ha muerto-dijo agitado, quería contar más pero tampoco quitar tiempo para las demás urgencias que debían ser atendidas.
Ya casi caminaba sola cuando los sucesos llevaron a que se abriera un portal a The Matchen, y un bolso saltando y sucio pedía que no se olvidarán de él. Entre heridos llegaron pasando el portal a una cafetería irreconocible, casi como si... ¿Un ataque cruzado? Cogió a su hermano por el asa y se enderezó llevada por la impresión, aunque enseguida se sentó algo acalambrada.
No podía decir nada porque simplemente no sabía que decir. No esperaba semejante panorama y no tenía las fuerzas para ayudar en ese instante.
Había estado tan ido con toda aquella matanza y el haberse liberado que ni siquiera se había enterado de que el caballero con intenciones asesinas no sólo era un amigo de Réamann controlado por Phoisa sino que además parecía herido de cierta gravedad. Sólo se enteró de aquello para cuando puso un pie en The Marchen y vio a Claire, quien pasó a un automático segundo plano al ver el caos que había en la taberna.
Ataque. Así que aquello realmente había sucedido mientras ellos se ocupaban de la bruja. Mas sus primeras palabras fueron silenciadas cuando Stella las pronunció por él, quien también recorría aquella escena con una preocupación cada vez más marcada en el rostro. ¿Dónde estaba Fiorella? ¿Qué había sucedido? ¿Y por qué Ezio estaba...? ¿Qué le sucedía a Ezio?
Se quedó quieto, paralizado en aquella escena de caos, cubierto de sangre que no era suya y con un aspecto terrible que palidecía en vista de todo lo que había alrededor. No sabía dónde podía ser más útil pero se acercó hasta el lugar donde estaba el hermano de Fiorella, esperando de algún modo poder ayudar en aquella desoladora escena que nada tenía que ver con la vuelta victoriosa a casa que hubieran podido esperar.
Quería poner una fachada valiente pero el temor por la vida de su hermano comenzaba a carcomerla. No podía perder también a Ezio en esta absurda guerra cuando Dante había dado la vida por ellos, pero la situación cada vez se tornaba más desesperada y la seguridad de aquel villano sólo meditaba sus fuerzas a pesar de que no iba a ceder, abiertamente.
Cuando le dijo lo de la oscuridad simplemente le devolvió una mirada desafiante - A la oscuridad solo deben temerle los monstruos. - Fue lo que dijo mientras comenzaban a apagarse las antorchas, antes de buscar un rincón donde agacharse para abrazarse las rodillas en la oscuridad.
-¡Ah! bravo tenemos un graciosillo-pensó Hogward cuando vio que Viscount parecía tomarse más en serio el romance de de Reamann que su inminente muerte. -Como dice él, cállate un rato para que podamos salvar- esperaba que fuera su boleto de 2x1 así que tenía que aguantar hasta que pudieran preparar el antídoto.
Hogward siguió de cerca al grupo que cruzó el portal, tomando la espada que se había atravesado Viscount de lado a lado. Si tenía una muestra del veneno quizás crear el antídoto sería mas rápido. Sin embargo, el panorama que les recibió al otro lado, no era el lugar tranquilo que Hogward esperaba para preparar algo así. The Marchen estaba totalmente destruido y habían varias personas que faltaban. -Oh genial- pensó el peliblanco con un suspiro al ver el lugar. Salvar a Viscount no paraba de complicarse.
Rápidamente, el joven escaneo su alrededor por si podía ayudar a alguien, pero por desgracia no había nada que le sirviera como salvar a alguien envenenado, por lo que se centró mejor en Viscount.
Hogward no perdió el tiempo cuando Parfait y Delora se acercaron -Como dice, ha sido envenenado con .......* necesito- volvió a dar la lista de ingredientes y equipo -para preparar un antídoto, ¿Creen que podamos conseguirlos rápidamente? No le queda mucho tiempo- preguntó con apuro. Estaba tan cerca pero se sentía cada vez más lejos.
Las palabras de Réamann sobre la muerte de Phoisa sorprendieron a ambas mujeres, quienes miraron a Aed y a Elliot buscando confirmación. Al recibirla, volvieron a mirar al peliblanco, pero no era el momento de hablar. Ya lo harían después. Por ahora, solo podían hacer lo posible ayudar.
Aed se puso en acción y organizó una mesa para acostar a Viscount, quien luchaba por permanecer consciencia mientras sus ojos permanecían desenfocados. Lo filoso de su rostro se acentuaba y el tono gris de su piel también. Delora asintió a la petición de Hogward con una sonrisa de triunfo mientras se iba a buscar aquello que el peliblanco pedía mientras que Waltz se acerca a Rin algo preocupado para proponerle regresar a su habitación. La pequeña se veía lo suficientemente afectada como para ser de ayuda, así que la escoltó a su habitación.
Karma subió rápidamente también mientras seguía cubriendo su rostro para aparecer minutos más tarde con su vestido y maquillaje y empezar a ayudar a limpiar el lugar en su totalidad... aunque no sería tan fácil.
Parfait logró alzar con magia las mesas y sillas que cubrían a Jurien para que todos pudieran ver que junto a esta se encontraba Garlan también. Annice les dio a ambos una poción de curación y tosieron hasta reaccionar confundidos. Por su parte, Alain se acercó a Ezio, viendo que este tenía sus ropas maltratadas en su pecho y con solo tocarlas, se deshicieron. Tenía un golpe en su cabeza, pero por lo demás parecía solo haber perdido el conocimiento, por lo que con una poción bastó para que pudiera despertar. Claire, luchando con su temor, se quedó a ayudar a Hogward con Viscount después de que Delora llevara los ingredientes. Según dijo, ese veneno no permitiría que las pociones de curación funcionaran, así que todo dependería del médico.
A pesar de estar contra el tiempo, lo logró y pudo contrarrestar el veneno, pero Viscount no se veía bien. Parecía demasiado débil como para luchar adecuadamente contra el veneno. Su estado seguía siendo delicado y tendría que estar en observación toda la noche.
Cuando hubo pasado el caos y la urgencia inicial, Jurien, Garlan y Ezio se reincorporaron. Magullados y agotados, pero conscientes. Al verlos y comprender por fin que Stella había preguntado por Fiorella, bajaron la cabeza mientras Ezio golpeaba el piso con frustración. A la final fue Jurien quien tuvo la valentía de hablar - Se la llevaron. Un hombre con un extraño bastón y un antifaz se la llevó -.
Ezio chasqueó los dientes frustrado - Es mi culpa. No pude detenerlo a tiempo y ahora, Fiorella corre peligro. Sé que quieren que yo vaya y no podré evitarlo. Después de todo, yo sé lo que ellos vinieron a buscar -.
- FIN DEL CAPÍTULO 4 -
El tiempo se congelaba y solo quedaba el frío de tu celda mientras la noche la golpeaba. ¿Estaría todo bien? Las cosas no pintaban muy bien. Lo único que podías esperar era que, en efecto, todo saliera bien. Seguramente Ezio iría por ti, pero no estaría solo. Mientras tanto, el cansancio te acogía y aunque intentabas dormir, la incomodidad hacía de aquello muy difícil, además del temor de los ruidos que no podías diferenciar con claridad.
Esperar... ¿Cómo contar el tiempo? Tal vez pasaron solo unos minutos o unas cuantas horas. Lo cierto era que el tiempo allí te resultaba eterno.
- FIN DEL CAPÍTULO 4 -