Partida Rol por web

Al volver sobre sus pasos y mirar de nuevo ventana adentro, Galena vio una escena, ciertamente dramática, la niña zarandeaba con su escasa fuerza la ropa del alcalde mientras entre sollozos le llamaba una y otra vez.

-¡Papa!, ¡Papa!....

Pero algo tapó la escasa luz lunar que entraba por la ventana, y la silueta de Galena se dibujó amenazante en la pared, la niña al volverse y toparse de nuevo con aquellos ojos plateados, tan solo pudo gritar, e inmediatamente salir corriendo a alguna otra habitación atravesando precipitadamente el umbral de la puerta. Sin embargo, fue ese grito el que terminó por despertar al hombre, que aturdido repasó su alrededor y lo primero que vio fue el cadaver del yoma. Tardó unos segundos en comprender que estaba muerto, y que él estaba a salvo. Su vista se alzó hasta la ventana como lo hiciera la de la niña para cruzarse con la mirada de la claymore, obviamente su reacción no fue la misma. Tocó su cuello y miró de nuevo el cadaver del yoma.

-Leira, donde esta Leira... donde esta mi hija.

Dijo con esfuerzo mientras trataba de ponerse en pie, no lo había conseguido cuando la niña entró de nuevo corriendo y se aferró a él, como si fuera lo ultimo que le quedaba en la vida, y en efecto asi era. El hombre quedó de rodillas con su hija en brazos. Ya solo restó su mirada para con la claymore...

Gracias...

La Claymore permanecía acodada con ambos brazos sobre el alfeizar, cuando observó la reacción aterrada de la niña simplemente siguió su trayectoria con la mirada hasta que salió de la habitación a la carrera, se mantuvo unos segundos en silencio, luego cerró los ojos y soltó un resignado suspiro. El dar tanto o más miedo que un yoma era algo a lo que ya estaba acostumbrada... por desgracia.

Volvió a abrirlos cuando sintió el movimiento del hombre tornando en sí, la mirada de aquél tipo era... distinta, era la primera vez, o al menos, era la única vez que lograba recordar que alguien la miraba con agradecimiento en lugar de con un temor reverencial. Esto la hizo ladear la cabeza con gesto interrogante.

Al cabo de unos segundos miró de reojo en otra dirección, le resultaba... extraño que la observaran así, normalmente nadie aguantaba mucho sin ponerse a sudar o temblar.

—Siento... haberla asustado—medio murmuró con aquél sereno tono de voz, la verdad es que no sabía muy bien qué demonios debía decir, su fuerte no era el charlar precisamente—será mejor que me marche ya.

Cuando quitó los brazos del alféizar, sendas punzadas volvieron a lacerarle los hombros y esto se tradujo al exterior en unos dientes apretados con gesto de molestia.

"Joder... "

Ahora era seguro que ambos humanos estaban bien era mejor que se dedicase a regenerar aquellos incordiantes zarpazos, si nadie añadía nada, se dirigiría esta vez a la posada... una vez más en el silencio y la soledad de la apacible noche.
 

La noche transcurrió con total normalidad mientras Galena descansaba en la posada, sus heridas se sanaron de forma natural, a un ritmo mucho mayor que el de un humano normal, pero inferior al de los yomas pues una claymore comparte caracteristicas de ambos, y de ninguno....

Los rayos de luz no tardaron en despertar a la guerrera que descansaba, un dia nuevo, ageno a todo lo sucedido, ya se oian voces y alboroto tipico de un pueblo mas bien grande como Daona, sobretodo proveniente del comedor del primer piso de la posada donde la gente toma el té de primera hora de la mañana a modo de desayuno. El olor a pan recien hecho podría despertar la gula de Galena, dado que el echo de no necesitarla no quita el placer de comerla, o setimientos tan humanos como la gula.

Galena se puso en pié en cuanto los primeros rayos de sol le dieron en la cara. Había pasado la noche sentada espalda a la pared... normalmente empelaba su claymore como respaldo pero no era muy cortés clavar un arma en el suelo de la habitación de una posada. De todos modos, las camas comunes por muy mullidas y confortables que fuesen no le resultaban cómodas... ni a ella, ni a ninguna Claymore.

Se puso de nuevo las placas de su armadura, las hombreras seguían presentando sendos tajos que las cortaban limpiamente como mudo testigo de su pelea contra el monstruo pero eso no era algo que le importase lo más mínimo... Se acercó a la ventana y miró por ella, por un instante observó los ires y venires de aquellos humanos de abajo con aire distraído, el temor a ser asesinados parecía haberse esfumado junto con el yoma como si de un mal sueño se tratase gracias a ella y sin embargo ninguna de aquellas personas le daría las gracias, aunque por otra parte, tampoco le importaba... Seguirían mirándo a aquella "Bruja de Ojos Plateados" como si de otro yoma se tratase hiciese lo que hiciese.

Giró sobre sus talones y se dirigió a la puerta para bajar las escaleras al piso de abajo, el olor a pan llegó hasta ella cosquilleándole en la nariz, no es que tuviese mucha hambre pero al pensar en el sabor realmente se le apetecía tomar un par de bocados. Tal vez pagase por un pequeño bollo para el camino antes de salir de la posada.

Una preciosa mañana, observo el cielo desde la mesa mas cercana a la ventana, con un delicioso té en buena porcelana y pan recien hecho en una cesta con abundantes unidades. Viajar tanto tiene estos pequeños placeres, por desgracia pocas de nuestras "empleadas" saben apreciarlos, tan solo la pobre Leticia, en paz descanse, y bueno, Andrea tambien tiene buen gusto, incluso para la música.

Al mirar a las escalera veo bajar a uno de los pocos casos de gemelas dentro de la organización, estoy aqui tal y como dije, solo espero que no se le haya olvidado. Levanto una mano y sonrio ampliamente llamando la atencion de Galena demonios, son tan parecidas....

-Buenos dias... ufff...

Miro su uniforme rasgado y lleno de sangre, no pensé que fuera a tener tantos problemas.

-Vaya, parece que no fue un yoma facil, pero me alegra que todo haya salido bien, he pasado a hacer una visita al alcalde y está muy agradecido. Ten... sientate.

Le facilito un uniforme nuevo y le acerco la cesta del pan recien hecho.

-Está delicioso....

Hago una pausa y tomo un sorbo de té, disfrutando cada segundo que permanece en mi paladar.

-Has sido bastante imprudente, deberas cuidarte mas de sus garras, recuerda que si alcanzan zonas vitales o delicadas como la cara pueden inutilizarte para la batalla o matarte directamente.

No quería bombardearla con comentarios tan rapido, le dejaría tiempo para que comiese.

La Claymore enarcó ambas cejas en cuanto localizó a Rubel saludándola, suponía que el hombre iría a buscarla pero no imaginó que iba a encontrárselo tan de mañana tomándose un té tan felizmente. Terminó de bajar las escaleras y se dirigió hacia él.
 

Cita :

Galena apoyó un mano en las cadera y soltó un suave suspiro dejando caer el peso del cuerpo en una sóla pierna.

—Digamos... que el terreno no favorecía mucho a la movilidad—dijo mirando hacia un lado en vez de a él.

Sin esperar respuesta, se sentó tranquilamente en la silla que Rubel le ofrecía y recogió el pequeño paquete en el que consistía el uniforme nuevo, más tarde se lo pondría.
Al ver la cesta su mano derecha se mantuvo unos segundos en el aire sobre ella buscando un trozo de pan adecuado... finalmente agarró un bollo redondo. Lo miró un instante y le dió un pequeño mordisco mientras Rubel tomaba el sorbo de té. La verdad es que tenía razón... estaba delicioso.

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La guerrera masticó el trozo de pan en silencio hasta tragarlo como si no le hubiese escuchado. Luego apoyó un brazo sobre la mesa y con esa misma mano se rascó la frente distraídamente.

—¿En serio...?.

Como su cara era siempre igual de tranquila, no podía saberse si aquello era una ironía o no, y el sereno tono de su voz tampoco lo revelaba. Pero lo cierto es que se rascó bastante cerca de la cicatriz que le cruzaba el entrecejo.

Poso la taza en al mesa y afilo mi sonrisa...

-Entiendo... bueno, es hora de que te ponga un poco al dia. Por ciertas incidencias hemos decidido abandonar el Este, nuestra numero uno ha despertado y ha decidido establecerse allí, asi que será mejor que nos alejemos por un tiempo, por otra parte esto afectara al equilibrio de poder en el contienente entero, debemos vigilar los pasos del abisal del norte, Easley, y ver si deciden o no luchar entre si, desde luego Riful si parecía muy dispuesta.

No muestro ni un signo de intranquilidad, de echo estoy tranquilo, como si todo formara parte de un plan completamente bajo control.

-Tu siguiente destino será el Norte, como comprenderas hemos tenido que hacer varios cambios de zonas y tu eres uno de los casos, deberás ir a la ciudad fronteriza de Demetria y reunirte allí con otra compañera, recibireis instrucciones una vez reunidas.

Hay tiempo mas que de sobra para preguntas y quizá para otro té.

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Galena iba a darle otro mordisco al pan cuando de pronto se quedó inmóvil. Sus ojos plateados miraron fijamente a Rubel.

—¿Riful ha...?—dijo cortando la frase a la mitad.

En el tono de su voz no había alarma pero el hecho de que huiese enarcado las cejas denotaba cierta sorpresa. Aquello sonaba mal, realmente mal... la número uno de la Organización, la más selecta élite de entre las Claymore se había convertido en un Kakuseshia... no, en algo infinitamente peor, un Abisal.

Posó silenciosamente la mano que sostenía el trozo de pan sobre la mesa con gesto pensativo, continuaba mirando al mensajero como instándole a seguir con su charla.

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La Claymore no supo muy bien cómo tomar aquello en un principio, había trabajado sola hasta ahora y al parecer pronto lo haría con otra guerrera ¿sería una antigua compañera? ¿o sería alguien que nunca hubiese visto hasta ahora?. Era triste pero daba igual... para ella en ambos casos serían unas totales desconocidas...

Aquel pensamiento fue como un amargo aguijonazo que provocó que el trozo de pan crujiera cuando su mano lo apretó más de lo normal.

—Ya veo... supongo que de nada serviría que me dijeras su nombre.

Volvió a alzar la mano de la mesa y le dió un nuevo mordisco al chusco...

Alcé las cejas en un gesto simpatico.

-Vamos vamos, deja algo para la sorpresa, solo te seria util su nombre si fuese tu hermana, pero no lo es, aunque puede que sus habilidades te sean de ayuda allí donde vas.

Bebo otro sorbo de la taza, terminando el té... una lastima.

-Te recomiendo discreción si os teneis que aventurar muy al norte, como ya te he dicho es el dominio de Easley, lleva sin armar revuelo años, pero quien sabe, igual esta algo alborotado con el tema de Riful, del cual seguro que tiene conocimiento. De todas formas tampoco se exactamente en que va a consistir vuestra tarea, yo tengo asuntos pendientes al sur asi que puede que no nos veamos en un tiempo... una lastima.

Termino con cierto tono apagado.

-Llegues antes o despues que tu compañera, esperar en la posada.

Me acomodo en la silla, iba a partir ahora por la mañana pero creo que me quedaré hasta el almuerzo, aqui tienen buena comida.

—Una lástima, sí...—respondió con tono distraido.

Lo cierto es que se notaba claramente que no había lástima alguna en la voz de Galena...

Dejó el pan en la mesa, con dos mordiscos ya había comido más que suficiente, puede que un humano hubiese quedado hambriento pero en su caso no era así. Se puso en pié, cogió el uniforme nuevo bajo el brazo y miró a Rubel.

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La guerrera ladeó la cabeza.

—Entendido... —hizo un silencio mirando de reojo hacia otro lado como si le incomodase seguir hablando—"cuídate" como suele decirse.

Sin esperar respuesta o reacción por parte del mensajero, dió media vuelta... subiría a la habitación otra vez para ponerse el nuevo uniforme y saldría de la posada hacia su siguiente destino.