Partida Rol por web

Esta vez no...

Había dos maneras de aprender en esta vida...por las buenas o por las malas. Por desgracia siempre solía aprender de la segunda manera cuando observé los zarcillos acortando distancia de manera violenta hacia mi, recordé su anterior golpe estudiando en mi mente...la antigüa trayectoria...cerré los ojos cortando la respiración...y con un potente salto me aperté de aquellos dedos que deseaban de nuevo probar mi carne...

Nada más caer al suelo, flexionando levemente la rodillas para amortiguar mi peso me lancé a la carrera hacia el Yoma restante empuñando mi claymore con ambas manos...en lo más interno de mi mente deseaba, debía proteger a ese humano imbecil...

Justo en ese momento por el rabillo del ojo pude ver que Alice tambien tomaba la iniciativa. Daba igual ya era demasaido tarde para parar.

Alcanzar exactamente la cabeza del yoma iba a resultar una tarea dificil para Alice, en cualquier caso su claymore llegó a tocar la piel del hombro del yoma. Cuando este pudo respirar alibiado la espada del segundo guerrero alcanzó su objetivo, haciendo un feo corte en el costado.

Acto seguido el yoma desnuca al humano y da un grito de rabia que hace estremecerse al viento a su alrededor, los pajaros de las copas de los arboles huyen despavoridos....

-¡Os matare a todoooos malditos!

Y se lanza de forma temeraria contra el guerrero que le ha herido.

- Estupido -

Giro mi cuerpo sobre mi mismo esquivando con soltura el ataque del Yoma una leve sonrisa adorna mis labios puesto que acompañado a ese gira va mi claymore con intenciones más funestas a mi esquiva...

- Ahora haznos un favor a todos y muere -

Había matada a uno de los humanos delante nuestra...quizás fruto de mi incompetencia o la de mi compañera pero estaba claro que eso era imperdonables...acabaría con él...y vengaría a ese pobre y desdichado humano.

- !Muere! -

Aquello superaba con creces las posibilidades del yoma y cae sin mas partido en dos, cuando todo parece haber terminado se oyen las voces de los dos soldados restantes....

-Hay que derribarlos, dispara a mi señal. ¡Descarga!

Ambos empuñan enormes ballestas y utilizan sus monturas para apollarlas y apuntar mejor, no parece ser la primera vez que lo hacen.

Ambas saetas alcanzan su objetivo en uno de los yomas voladores, una en su pierna y otra en su brazo, obviamente eso no iba a derribarlo, aunque si se oyó un rugido de dolor. Igualmente ambos guardias se alegraron.

-¡Bien! Uno menos.

A juzgar por sus palabras es muy probable que ambas saetas estubiesen envenenadas, y de algo muy potente si esperan que un yoma muera de algo asi. Ambos yomas se perdieron de vista poco despues. Luego el que parece su comandante se acerca al soldado muerto. Malditos yomas, luego mira a ambos guerreros mientras monta el cadaver en uno de los caballos.

-Gracias por la ayuda, de no ser por ustedes ni Mark ni yo hubiesemos sobrevivido.

Tras asegurar el cadaver en el caballo llama la atención a su compañero, no molestaría mas a los dos guerreros. Ambos se apartan a hablar a una roca cercana y extienden un mapa, señalando una y otra vez en él y hablando entre ellos. Solo podeis oir sus primeras palabras.

-Mark ven, dime donde querían llevarnos esos hijos de puta.....

Aprovecho el pequeño intervalo de tiempo para cubrir mi cabeza de nuevo con el capuchón de mi capa colacando esta de manera que tapara parte de mi cuerpo y sobre todo la espada.

- Espera-

Digo acercandome a los humanos.

- Me interesa esa información, luego os dejaré tranquilos. -

Estaba claro que para mi lo primero era la misión que me habían otorgado ignoraba a mi "compañera" pues su utilidad en el campo de batalla era algo que dejaba de desear quizás fuera un lastre en los siguientes combates o un escudo...de todas maneras si podía evitar seguir caminando con ella lo haría.

- Estoy interesado en localizar la guarida de los Yoma...y creo que es el pago justo por salvar a uno de vosotros... -

Miro sin ninguna emoción como cuelgan al caballo al cadaver del hombre que no puede salvar...con un suspiro vuelvo a hablar.

- Siento lo de vuestro compañero -

En realidad no lo sentía pero son cosas que se agradecen de oir.

Ambos miraron al guerrero medio yoma un poco sorprendidos, aunque bueno, tiene cierta lógica, es muy probable que esos tres soldados fueran su cena de hoy, y no sería de extrañar que cenaran "en casa".

-Uno de ellos fue el que trazó la ruta, dijo que deberíamos partullar esta zona hasta las montañas, en aquella dirección.

Señala con la mano hacia su derecha, en efecto al fondo se ven las montañas del Este.

-Estabamos preparados para enfrentar a los yoma en combate directo, pero no para que los integrantes de nuestro equipo lo fueran, probablemente nos convertimos en una molestia para ellos y decidieron que seriamos su siguiente festin.

Luego alzó la vista hacia Sontera.

-Claro, si estan ahi explicaria muchos de los ataques esporadicos que hemos sufrido, ustedes acabaron con el yoma que residía en la ciudad, pero parece haber muchos rondando por estas tierras, tienen que tener una guarida o algo parecido. Mark y yo volveremos a la ciudad y formaremos otro grupo, aunque si ustedes van delante podremos estar mas tranquilos. Se rumorea que un yoma muy poderoso los comanda a todos, aunque no me fiaría mucho de esos rumores, al fin y al cabo un yoma es un yoma.

Había hablado demasiado, revisarían la ruta de vuelta y luego partirían ellos tambien.

Saludo militarmente a aquel hombre y le digo:

-No es de agradecer su gratitud, es tan solo nuestro trabajo. En cuanto a los otros yomas, tenga por supuesto que acabaremos con todos ellos.

Miro como cargan al hombre que no pudimos salvar y no para de remorderme la conciencia el hecho de que por mi culpa haya sido asesinado.

-Si tan solo fuera más fuerte...

Escucho atenta la conversación que mantenian los otros dos hombres, y como es interrumpida por ragnar, adelantadose a mí preguntando más concretamente sobre lo que estaban hablando.

Cuando los hombres nos responden, miro a ragnar y asiento con la cabeza, incluso hasta el tendría que haber llegado a tan obvia deducción como que ese era el cubil que se nos había encargado de purificar de aquellas bestias inmundas.

-Muchas gracias por la información.

Realizo un gesto con la cabeza, ladeandola hacia la derecha indicandole a ragnar que nos dirigiesemos en una dirección, y con un bajo tono de voz le digo:

-Si realmente es ese el lugar en el que se encuentra el cubil de los yomas, nuestras compañeras no deben de encontrarse lejos, asi que opino que sería aconsejable buscarlas antes de ir a acabar con el resto de los yomas, ya que segun los datos de la misión es muy probable que un devorador voraz sea quien los este manejando.

 - Ya veo -

Segun los datos...que me habían dado la guarida de los Yomas estaba en las montañas...tandría que comprobarlo...a veces odio esto...

- Adios -

Giré mi cuerpo colocandome la capucha de la capa, mientras comenzaba a caminar hacia la última referencia dada...estaba claro que el camino se presentaba duro...pero ahora ya estaba sobre aviso sabía lo que me podría encontrar y que no me debía de fiar de nada o nadie... la Claymore era libre de seguirme si lo deseaba...por una parte deseaba que no puesto que su destreza con la espada demostrada dejaba bastante que desear...aunque por otra parte....

Suspiré levemente y en silencio comencé a caminar...se presentaba un duro camino para mi...

Pasadas unas horas de viaje Elena se vió capaz de caminar y fue al lado de sus compañeras normalmente, tras un dia de viaje el grupo llegó ante las puertas de Sontera, tras atravesar sus bastas praderas, las cuales facilitaban bastante la marcha en comparación con el bosque.

Al llegar Cynthia fué directa a la posada y entró, pero se detubo en ese momento para observar la entrada de Alice, dado que o entraba por la puerta el mazo primero y ella despues o biceversa, o sinó no sería capaz de entrar. Cynthia suspiró resignada y pidió algo de comer al posadero, una vez servido Elena y ella se sentaron en una mesa, sitio habría para Alice, para su maza sería mas complicado.

-Cynthia- ¿No estaras pensando en verdad en utilizarlo como arma no? un claymore es mucho mas practico.

-Elena- ...

Elena no era de muchas palabras, no parecía importarle en absoluto lo que hiciese la numero 45.

-Cynthia- Esperaremos aqui al mensajero...

Dijo mientras observaba el mazo una y otra vez.

-Tal vez tengas razón, Cynthia, o tal vez no; ya viste cuan temible resultaba ese kakusheisa blandiendo este arma. Lo probaré y si es de mi gusto su manejo lo mantendré, aunque por si no es así mantendré mis claymor a la espalda.

Al llegar ante la puerta de la posada, despues de tan larga andanza, mi hombro ya se encuentra un tanto cansado de portar aquella maza. Con la zurda, agarro el mango y tiro de él, para seguidamente bajarlo y hacerlo girar sobre mi brazo, quedando la cabeza de la maza frente a mí en diagonal al suelo, sobresaliendo tras de mí ahora el mango, pero permitiendome moverme por la posada.

Tras Cynthia, me dirijo al comedor y pido al posadero una sopa y pan para comer, esperando por ello con las otras dos claymors en la mesa, posando la maza a mi lado contra la pared.

La comida sería silenciosa, al menos por mi parte, ya que no tenía la más mínima intención de comentar lo sucedido, por lo que a no ser que preguntaran algo directamente el silencio dominaría la velada, y además, preferiría que fuera así.

Tras acabar, me guardo el pan en la capa, ya que el anterior lo había acabado casi por completo, miro a Cynthia, a la maza y de nuevo a Cynthia, y tras unos segundos me levanto inclinando la cabeza, agarro la maza como antes y me dispongo a salir de la posada a esperar al mensajero bajo la sombra de un arbol cerca de la posada.

Un par de horas despues de que Alice se sentara a esperar, pudo ver a lo lejos, al fondo de la calle una silueta familiar, era otra claymore, pero curiosamente, esta era posiblemente fuera la claymore mas facilmente reconocible de las 47, dos espadas a la espalda, unos musculos tremendamente grandes y marcados, pelo muy largo y liso una sonrisa macabra permanente en el rostro.

Sin vacilar se acercó a Alice y su voz sonó tan desfiante como siempre.

-Tsk* mira quien tenemos aquí...

Dijo con las manos en la cintura y una sonrisa maleducada, luego se quedó mirando al enorme maza.

-¡Juas! ¿y ese trozo de metal? jajajajajaja.

Rió a carcajada limpia....

Esa voz tosca me resultaba un tanto familiar, por desgracia. Levanto mi cabeza vagamente confirmando con esa singular silueta que si era Undine, y parecía que sus formas no habían cambiado en absoluto.

Tu tan cordial como siempre.

La digo aún sentada en el suelo, continuando a la vez que me levanto apoyandome en la maza.

Que yo sepa ni tu ni ninguna otra claymor hecho ningun derrumbamiento de una montaña con las armas que nos proporciona la organización; pero sin embargo...alzo la maza hasta colocarla en mi hombro derecho, con esto lo logré.

Diciendo esto, me rostro se muestra pleno de satisfacción.

Si no te lo crees, podríamos ir al campo en las afueras de la ciudad y probarlo si quieres.

La miro arqueando una ceja...

-Pues no no he derribado ninguna montaña, prefiero guardas fuerzas para matar yomas tsk*

Camino tranquilamente y me apoyo en el arbol.

-No se si tu grupo estará al corriente pero se está cociendo una cojonuda en el norte.

La miro de reojo, si acaban de llegar y no han hablado con ningun mensajero es probable que no sepan nada.

-La numero uno ha despertado..

Dejo pasar unos segundos para que se haga a la idea de lo que eso significa.

-Se ha hecho con el control del Este, y ha destruido las otras dos ciudades principales, segun los "ojos" de la organización se ha hecho con el control de un ejercito de yomas y lo que no se unieron a ella, simplemente se los ha cargado. Probablemente su objetivo sea el abisal del norte, que es de momento el unico que representa una amenaza para ella, luego mucho me temo que nos toca a nosotras.

Me detengo un segundo y la miro...

-¿Sabias algo de todo esto?.

Mi tono es un poco mas serio de lo habitual.

Alzo la maza del suelo, y mirando con cara sorprendida a Undine la digo:

-Entremos, las demás estan dentro.

Me dirijo a la posada a comunicar las nuevas noticias.

Ya con Cynthia y Elena, las comento la noticia que me acaba de "soltar" Undine y continuo...

¿Vosotras sabíais algo de esto? Tal vez la armería que encontramos este relacionado con ello. En mi opinión debería de informar urgentemente a la organización.

La armadura que porté es una clara prueba de que el ejercito que estaba intentando formar no era algo ni parecido a lo que nos habíamos estado enfrentado hasta ahora, sino formado por miembros extraordinarios que podría arrasar con ciudades sin esfuerzos. Llegaba la hora de que la organización mostrara la fuerza que tenía en el duro enfrentamiento que nos esperaba.

Sin embargo, cuando Alice entró, ya había hablado durante un rato con mi querida Cynthia, por su parte, parece que Undine había hecho lo propio.

-En efecto Alice, Cynthia ya me ha contado con bastante detalle lo sucedido, he de decir que estoy impresionado.

Camino tranquilamente hasta donde esta Alice y ajustando las gafas observo el mazo que porta.

-El ataque de Riful, era algo previsible, su ejercito se dirije hacia el norte tal y como habíamos preveido, pero lo haran sin mas armas que su propio poder, gracias a vosotras tres, habeis hecho un buen trabajo.

Despues me dirijo a todas las presentes.

-Hemos puesto en marcha una operación a gran escala, enviaremos a nuestras mejores guerreras al norte y esperaremos al enfrentamiento de Riful y Ishley, una vez peleen intentaremos matar al vencedor que estará debilitado, sin embargo nos enfrentamos a un pequeño contratiempo.

Me apoyo en la pared dispuesto a explicarme.

-Hemos localizado el abance de las fuerzas de Riful, pero no a Riful, y en el Norte hemos enviado varios equipos, pero tampoco hemos localizado a Ishley, no me preocupa demasiado dado que es logico que ambos esten intentando sorprender al otro, por lo que el choque podría producirse en cualquier momento y casi en cualquier parte entre el este y el norte.

No hacia falta decir que el area en al que había que estar atentos es muy extensa.

-Cynthia, volveras a la Organización y esperaras ordenes allí, siempre es bueno tener a una persona con tus habilidades en retaguardia, Galatea irá con el grupo principal. Elena, Undine, vosotras acudireis al norte y os unireis al grupo principal al mando de Teresa. Alice... te iba a mandar  con Cynthia, pero vistos tus ultimos exitos y tu bien merecida reputación, me preguntaba si no preferirias ir al norte para unirte al grupo de caza.

Se dibuja una sonrisa maquiabelica en mi rostro.

Alzo la cabeza mirando a Rubel, con cierto grado d asombro ante la confianza que depositaba en mí, la número 45 de la organización en cuanto a esta misión.

Estar en la retaguardia con esas blandengues que prefieren estar a salvo, o encontrarme cara a cara con la muerte entre las filas de los temidos despertados, esperando encontrar entre ellos a un rival lo suficientemente digno, me parece que la decisión no sera facil... o si.

-Iré a la guerra.

Este sería un buen momento para enseñar a mi guia cuando fui introducida en la organización todo lo que había aprendido en este tiempo, y quién sabe, tal vez decida enseñarme ella algo a mí.

Ajusto mis gafas en un gesto de total satisfacción.

-Ese es el espíritu, sin embargo hay algo de lo que debeis encargaros de camino.

Saco un mapa y lo extiendo encima de la mesa.

-Vereis el grueso de su ejercito se mueve por qui aproximadamente...

Voy señalando con el dedo cada una de las direcciones.

-Pero gracias a la precision de nuestros "ojos" hemos descubierto mas yomas desperdigados en principalmente dos grupos que pueden traer problemas si toman una ruta alternativa, creemos que solo son yomas pero estar alerta.

Levanto la vista para mirar a Elena.

-Elena, te encargarás del grupo mas pequeño, no creo que tengas problema.

Luego miro a Alice y a Undine.

-Vosotras dos os ecargareis del grupo mas numeroso pero apse lo que pase no les abordeis cerca de la ruta del grueso principal, y si huyen hacia ellos, no os arriesgueis a que os descubran, moririais al instante.

Por ultimo miro a Cynthia.

-Cynthia ten, entrega este informe en la Organización y estate alerta por el camino a cualquier movimiento de yomas.

Bien, ¿alguna pregunta?

Digo con una amplia sonrisa.

Al fín podré luchar junto a Undine, que gran oportunidad...

Las palabras de Rubel no fuero más que un mero recordatorio de lo que eramos, guerreras, por sus palabras de ánimo y aprobación ante mi iniciativa no me suponían nada excepcional, salvo el hecho de poder participar en una misión tan importante permitiendome demotrar a la organización que el ser la guerrera número 45 era un error el cual demostraría merecer superar, por lo que dispuesta a comenzár lo antes posible, me preparo para partir junto a Undine, no si antes dirijir una simple palabra ante la cuestión de Ruble.

-No.

De mis labios no salió mayor palabra, ni de mi rostro otro gesto que seriedad, seriedad ante la misión que debía cumplimentar que haría que el finál de todo esto más proximo, y mi venganza al fin podría llevarse a cabo.

Sin ánimo de ofender ni menospreciar al resto de presentes, me despido con un simple gesto, un leve levantamiento del mentón, y el alzamiento de mi puño izquierdo hasta mi pecho izquierdo, lugar donde latía el corazón de esta guerrera. Lentamente camino hasta el filo de la puerta, evitando darles la espalda hasta encontrarme en ese lugar para reunirme con Undine en el exterior e ir en la busqueda de nuestros objetivos.