Partida Rol por web

Martin es un fiel servidor de la Orden de Hermes, su familia ha trabajado para la orden desde hace ya muchas generaciones y él no es la excepción. Es sabido que algunos Meyer han logrado despertar pero su gran mayoría duermen sin lograr comprender en su totalidad los poderes a los que sirven.

Martin tiene una esposa que nada sabe de su afiliación, el destino les ha negado tener los hijos que siempre ha deseado por lo que su vida personal no es demasiado feliz. Todo lo compensa con su trabajo para la orden, es un gran organizador y en muchos aspectos es más útil e importante que muchos sabios herméticos.

El domingo ha sido tranquilo, lo has pasado casi por completo en casa repasando algunas fórmulas de un libro que te han prestado, un completo tratado sobre mitología antigua con algunos retazos de verdad en ella. Un lector hábil es capaz de obtener información práctica y útil de un libro como este si es capaz de eliminar lo mitológico de lo real.

El silencio de tu casa se ve interrumpido por el sonido del timbre, al hablar por el portero eléctrico la voz de Meyer te responde desde el otro lado del tubo.

- Or-Deux? Soy Martin Meyer, me gustaría hablar con usted si es posible.

Se presentaba un domingo tranquilo con buenas opciones de sacar datos interesantes del préstamo, pero al parecer el universo tenía otros planes al ser llamado por el teléfonillo por Martin Meyer.Descolgué con un suspiro irritado, pero al oirlo me calme.

Por supuesto señor Meyer, ¿sube o prefiere hablar en otro lugar?

Sin darle tiemo a responderme, apreté el botón de apertura.

- Preferiría subir, muchas gracias - te responde 

Momentos más tarde Meyer se encontraba en tu apartamento vistiendo un formal traje negro de sastre con un pequeño maletín bajo el brazo.

Luego de darse la mano ambos toman asiento en la pequeña sala de estar.

- Espero no encontrarle demasiado ocupado - te dice pidiendo disculpas como las buenas maneras dictan - No suelo aparecerme sin avisar y menos aún un domingo, día de descanso para muchos. Pensaba pasar el viernes pero no tuve tiempo hasta hoy y no me gusta utilizar el teléfono, entiendo que las conversaciones telefónicas son demasiado factibles de ser escuchadas por tecnócratas u otros adeptos de la tecnología.

Tomando su maletín lo pone sobre la mesa para sacar algunos papeles. Una hoja de periódico, una revista, un sobre manila y una pequeña libretita. Luego de sacar todo lo coloca frente a él de forma metódica y deja el maletín en el piso.

- Me han pedido que me haga cargo de organizar una investigación - continúa explicándose mientras te pasa la hoja de periódico.

En el periódico puedes ver una noticia más bien pequeña sobre la desaparición del Codex Gigas, un enorme libro medieval de 75kg de peso, de la Biblioteca Nacional Checa en Praga.

- Estoy formando un grupo para la búsqueda del Codex. Algunos sabios temen lo que tal desaparición podría suponer, se teme que haya caído en mano de nefandos. Otros creen que alguien dentro del Culto del Éxtasis lo ha robado. Hay muchas teorías pero nada más que teorías. Incluso el maestro Endrina está preocupado, dice que el libro tiene poder más allá de lo que dicen las leyendas aunque no ha sido muy explícito en qué clase de poder - por el tono comprendes que su conferencia con Endrina no debe haber sido lo más satisfatorio para Meyer.

Mientras Meyer subía puse a buen recaudo mi lectura para no estropearla ni dejarla al descubierto, y serví dos copas con un vino más bien barato. Los saludos eran de rigor, y aunque poco había que recibir al invitado con las meores galas.

No se preocupe por molestarme, seguro que tiene un motivo bien importante para haber venido en un día como hoy.

Mientras me comentaba el asuto sobre el libro desaparecido iba ojeando la noticia con evidentes gestos de preocupación.

Por supuesto, puede contar conmigo. Y espero que no hayan sido los nefando pues se nos puede complicar demasiado la cosa, cada momento en sus manos es un río de tinta corrupta sobre el libro. Supongo que la inmediatez es un asunto primordial; si me permite hacer unas llamadas para excusarme de eventos mundanos antes de una hora estaré preparado...a no se que disponga de algo distinto.

- Una hora? Excelente - dice claramente encantado - No esperaba que estuviera listo tan pronto. Llamaré para conseguir un sitio en mi vuelo entonces, saldríamos a Praga en la madrugada y estaríamos llegando allí en la mañana. En el aeropuerto tendremos que esperar a la señorita Daphne Wind-Holy, es la protegida del maestro Endrina y ha pedido que la tengamos en cuenta. No se mucho de ella pero aunque es joven parece que es muy talentosa.

Luego de hacer una anotación en la libreta toma el sobre y saca de allí un pasaje de avión

- Lo necesitaré para hacer el cambio de vuelo. El resto es suyo - te deja el sobre con su contenido, la hoja de periódico y la revista.

Luego de cerrar su maletín y ponerse de pie estira su mano para saludarte

- Le dejo entonces para que ponga sus asuntos en orden, pasaré a buscarlo para ir al aeropuerto si es que logro conseguirle pasaje en mi vuelo. En caso contrario pasaré para dejarle el pasaje para la tarde.

Trás recibir los pasajes me dispongo a hacer un equipaje no demasiado grande, los fundamental: varias mudas de ropa,sobre todo interior, enseres higénicos y lo más importante focos. Puesto que es harto dudoso que ciertas piedras y un bastón de grandes dimensiones; aún uno de caminar, sobre todo si guarda un estoque en su interior, pudiera pasar los controles. Así pues prefiero embalarlos y enviarlos mediante mensajería; será caro, sin duda, pero es posible que algún encargado confunda en valor de algunos billetes y la transacción resulte más cómoda.

Antes de enviarlos, no obstante, es mejor asegurar la ausencia. LLamo a mi periódico habitual notificando que puesto que me hallaré de vacaciones no me entreguen los ejemplares hasta nuevo aviso; asímismo busco una enfermedad no muy grave pero que me permita estar una o dos semanas de baja sin problemas y los suficientemente contagiosa para evitar visitas indeseada. Transmito en el trabajo el haberla contraído. Y una vez hecho ésto preparo unos tentenpiés para el viaje, sin olvidarme de mandarme a Praga la caja.

Algunas horas más tarde, ya llegando a las 22 Meyer te pasa a buscar en un coche con chofer. De allí van directamente al aeropuerto donde despachan el equipaje y a la 1 am del lunes emprenden el vuelo.

El vuelo transcurre sin problemas, el avión hace una escala en Alemania donde muchos bajan y otros suben por lo que el viaje resulta un poco más largo de lo necesario.

Meyer se mantiene callado y duerme casi todo el viaje, despertándose tan solo un momento en Alemania donde parece interesado observando a quienes suben al avión.

Llegan a Praga a las 7 de la mañana, hora local. Recuperan el equipaje y luego de pasar por aduana sin siquiera ser revisados un hombre de unos 40 años de traje y con una poblada barba los espera con un letrero que indica

Martin Meyer - Daphne Holy-Wind - Dr Mac Donald