Las repentina interrupción de Meyer fue bastante confusa para mi. Me supongo que para el señor, a causa de la avanzada edad y su calidad de humano, hace que este tipo de cosas representen arduas tareas extenuantes.
Es cierto, no hacía mucho he de haber sido adolescente. Ahora soy una especie de joven adulta que se siente como chica de 15. Por lo inútil... aunque esta cosa que me dio Payne a la fuerza... me hace sentir mejor.
- Como usted diga Sr. Meyer.- me dirijo nuevamente a la mujer, que me mira de una manera muy parecida a como suele hacerlo Payne. Aunque mi rostro no se enciende en lo absoluto, si me siento un tanto sorprendida- Gabriela, síguenos por favor. Es un lugar sumamente cómodo. Seguramente después de comer algo y conversar con nosotros podrá relajarse en los servicios.
No pretendo tratar estos temas en la calle. Seguí a todos para subir al auto en compañía de Or-deux, Flanagan y la misteriosa mujer.
De prisa, entonces, a no ser que tengan ganas de atestiguar.
Jackson se sube a la camioneta, maniobra para que sus compañeros se suban. Arriba, señor Meyer, Payne...
Tan pronto los demás se encuentran en movimiento, dice, Nuestra... "invitada", ¿se encontraba en el vehículo accidentado? ¿O sospechamos algo más siniestro?
Meyer sube al carro sentándose en el asiento del acompañante.
- De uno de ellos sí, pero creo que no era el mismo que seguimos desde el hospital.
Les doy un par de días por si quieren hacer o decir algo antes de ir al hotel.
Los 4, mujer incluída, suben a la camioneta. Flanagan, quien es el único que sabe conducir toma el volante y emprende el camino. Pocos segundos más tarde se encuentran ya lejos del sitio del accidente.
La mujer va callada con una sonrisa, junto con Daphne que va sentada detrás.
Si quieren hacer algo antes de ir al hotel adelante.
Poco antes de accionar la llave del automóvil, Flanagan trastea con su teléfono frikie. Mira por el espejo antes de salir, no se olvida de quitar el freno de mano... en general se comporta de manera fría y profesional.
Deja la pantalla del aparato encendida y a la vista.
Vayamos, señores.
Motivo: percepción: cardinal, fuerzas, materia
Dificultad: 4
Tirada (3 dados): 2, 5, 7
Éxitos: 2
Antes de arrancar, pongo mis detectores a detectar presencia de efectos...
dej0o constancia de que podemos conrntinuar, por mi parte no hago nada mas
Poco más tarde vuelven a encontrarse en el hotel donde pasaron la noche. Meyer vuelve a pedir la habitación, que comienza a parecer demasiado pequeña para tantos, explicando que no esperan quedarse a pasar la noche.
Al llegar a la habitación la mujer sonríe mirando a un lado y otro, estudiando el lugar.
Flanagan, no detectas ningún efecto.
Muy bien. Nos ponemos cómodos, no?
Se sienta en una silla, tras esperar (por supuesto) a que lo hagan antes las damas presentes.
¿Quieren que pida algo de beber?
Por favor Doctor, será lo más adecuado.
¿Como debemos llamarla señorita? -dije- A éstas alturas habrá comprendido que sólo deseamos una serie de respuestas y que no nos interesa ejercer algo tan vulgar como la violencia contra usted. Pero no se equivoque; no confunda educación con incompetencia.
Me quede pensando antes de dormir, sobre la extraña forma en que todo se había relacionado. Me sentía muy preocupada por dormir con una persona desconocida, en especial porque había altas probabilidades de que fuera enemigo.
Ni siquiera me di abasto para avergonzarme de mi comportamiento durante el día. Al día siguiente, después de alistarme, me preparo para iniciar el día con aquella extraña.
Tomé asiento, aguardando a que los hombres de la cábala tomaran la iniciativa. Negué con la cabeza cuando el doctor pregunto por las bebidas.
- Me dijo que se llama Gabriela -respondí tímidamente a Or-Deux y luego enmudecí.
- Gabriella, querida - dice forzando un mal acento mientras mira a Daphne con una sonrisa para luego mirar a Flanagan - Dígame doctor, cuán cómoda quiere que me ponga? Aunque creo que siendo tantos me hallaría demasiado ocupada, con gusto pero ocupada, como para responder a las preguntas del bombón aquí presente - esto último lo dice sonriendo a Or-Deux - Seguro te derrites en la boca, amor. Pero vamos, yo tampoco quiero violencia ahora mismo. Más tarde quizás, cuando me encuentre sola con ese encantador adefesio o quizás con el mudo misterioso. Pero pregunta amor, qué es lo que quieres saber?
Jackson rie para sus adentros al oir lo de "mudo", y sigue mirando desconfiado y de brazos cruzados a la tal "Gabriella".
Ah, no tengo la más mínima intención de iniciar relaciones carnales con usted, si a eso se refiere, señorita. Lo demás, es sencillo: buscamos el libro. ¿Nos lo van a devolver por las buenas? Esa es la cuestión.
Flanagan, frío y profesional...
Mi rostro se volvió una máscara marmórea ante las insinuacion descaradas de la fresca mujer.De usted ahora mismo sólo deseo respuestas. Sabemos que estuvo interesada en el Codex Gigas en el museo, que lo rondó y fue tenaz...Así que queremos saber la naturaleza de su interés y si consiguió hacerse con él.
- Ese viejo libro? Sí, es cierto lo estuve buscando y puedo decir que no me costó tanto como creí al principio. Sin embargo querido, lamento decirle que ya no se encuentra en mis manos. Yo no fui más que una herramienta para quien deseaba tenerlo en su poder.
La mujer se acomoda en la cama, sentándose en el borde recostada sobre sus brazos. Como con cada movimiento la descarada Gabriella logra resaltar sus dotes.
Jackson se presiona la sien con una mano, cansado de darle vueltas al asunto. Se acerca a Gabriella y mirándola a los ojos le dice: ¿Y qué tal si nos ahorramos el jugueteo y nos dices quién lo tiene?
Abría los ojos a un nuevo día. Me estiraba y metía a la ducha para darme un buen baño frío. Esa daphne es toda una... el agua fría ayuda a despejar mi mente.
Después del baño viene la higiene de mis aretas. Una por una me las quito y las enjuago en alcohol para evitar problemas futuros. ¿Qué tiene de malo que cuide mi piel?
Terminada mi faena diaria del baño consigo vestirme con lo primero que encuentro y bajo para ver como van con la entrevista al bombom de anoche. Al ingresar veo el ambiente mas o menos como lo había dejado anoche. Me siento en un silla mientras veo como el 4 ojos y or-deux toman la iniciativa.
Reviso mis bolsillo y noto con preocupación que no tengo mas cigarros. Joder ahora tengo que comprar nuevos. Me levanto y camino al rededor de todos. Al pasar detrás de daphne me fijo en su espalda hasta notar uno de los elásticos del sujetador. La tentación es demasiado fuerte para resistirme así que con cuidado sujeto el elástico con el indice y el pulgar. Lo separo unos cuantos centímetros de la piel y lo suelto de golpe. El sonido producto del latigazo me hace sonreír y salir corriendo al otro lado de la habitación.
Gabriella, ¿verdad? Mira deja de insinuarte a estos tios. Dudo que alguno quiera hacerte nada y eso que no saben que eres un hombre. Digo mientras me siento en una silla cercana. Aunque la verdad con lo buena que estas yo no tengo mayor reparos. Digo con una mirada lasciva.
Entréganos ese libro de mierda y tendremos todo el día para jugar.
Ya ha hablado con orgullo del robo que cometió. Comprenderá que desemos saber quien la contrató para ello, o a quien se lo dio. Es un documento lo suficientemente importante para que nos sea casi imposible apreciar jueguecitos y diversiones actualmente.