- Nombre y clan - dice seco y sin moverse ni un ápice
Aria del clan Toreador - respondí a lo que se me preguntaba - Es importante.
Con un gesto de la cabeza para que le sigas, abre la puerta y te acompaña hacia un despacho. En el despacho ves dos mujeres identicas y a un anciano.
- Aria del Clan Toreador. - suspira - Dice que es importante - parece que te anuncia ante esos tres tipos.
Una de las dos damas idénticas parece reaccionar al oír tu nombre y clan y se pone de pie
- Adelante chiquilla, adelante, no te quedes en la puerta - dice con una dulzura en su voz que ni la más ducha de las hijas de la cacofonía podría igualar.
Buenas noches mi señora - dije con la mayor amabilidad e incluso una pequeña reverencia que mostrara mi profundo respeto hacia la príncipe de la cuidad. - He venido por el caso tan importante que nos ocupa a todos. - añadí sin dar más pistas por si quien pudiese oírnos no estaba al tanto de la situación - Antuan me envía como parte de la ayuda de los Toreador y me preguntaba si vos podíais ofrecerme más información al respecto para hacer todo lo que esté en mis manos para resultar de dicha ayuda.
Mi voz sonaba serena y respetuosa en todo momento. Sabía dónde estaba y que cualquier desliz podía dejarme quedar mal a a mí y a los míos y eso era algo intolerable.
- Toda ayuda siempre es buena srta Aria. - interpela el anciano consejero - Si desea ayudar, entonces debería contactar con el sr Ruyter, es quien dirige el equipo.
Gracias señor, eso mismo haré - respondí - ¿Sabe dónde puedo encontrarlo?
Había sido una buena idea venir aquí en primer lugar. Estaba claro que por aquí sabían más cosas de las que mi amigo Antuan me había contado.
El anciano te acerca una tarjeta con un numero de telefono.
- En ese numero podrá contactar con Ruyter. - dice con cortesía - Gracias por querer colaborar señorita. De las gracias al sr. Degaillet por movilizarse.