Esta es tu escena personal.

Aquí llevaremos la historia privada de tu personaje, aquello que nadie más que tú conoces, su personalidad y deseos ocultos.

Como guía, te doy el resultado de tus tiradas:

Pecado: Gula

Virtud: Humildad

Tú decides hacia cual de estas dos se inclina más tu balanza, pero ambas deben existir dentro de la personalidad de tu personaje.

Genial.

Antes de avanzar, quisiera contaros la idea de pj (y narración) que me ronda la cabeza, por si os parece que no encaja o lo que sea, antes de desarrollarla más.

En mi cabeza tengo una jovencita de unos 19 años, la cual perdió las piernas en un accidente de tráfico cuando tenía 13 (literalmente perdido, se las tuvieron que amputar). Desde entonces, ha tenido que ir siempre en silla de ruedas.

Es una joven muy bonita, con un rostro inocente. Además, es buenecita. De hecho, su intención con la herencia es conseguir una porción no para ella, sino para la fundación para jóvenes con problemas motores que la ayudó mucho a ella después del accidente. Su virtud más destacada es la humildad en el sentido de que no se da importancia, no se pone por delante de otros; es realmente inocente e inofensiva, dulce y un poco tímida.

Sin embargo, después del accidente estuvo durante un tiempo sumida en una depresión que le llevó a desarrollar dependencia del alcohol. Esta sería la gula: es una joven alcohólica, pero se avergüenza muchísimo de ello y trata de esconderlo por todos los medios. Sin embargo, esta dependencia es muy muy fuerte, tanto que cada vez que tiene una oportunidad de beber no puede dejarla pasar, así sean los fondos de los vasos que otros han dejado medio vacíos. Como digo, le avergüenza mucho esto y le pone muy mal ser incapaz de controlarse.

Hay algo más: he pensado narrar en primera persona, pero la narradora sería el pj muchos años después, muy cambiado: sería una persona desencantada, que cayó finalmente presa de su alcoholismo, que haría comentarios irónicos sobre su yo del pasado (aunque obviamente, sin revelar a los demás jugadores su secretillo con el alcohol).

¿Todo correcto? ¿Avanzo desde ahí?

PD. Ah, en cuanto a relación con el difunto podría ser una sobrina o la hija de un primo o algo así.

¡Hola! Me gusta bastante el concepto :) adelante con tu chica.

En la escena de Creación de Personajes, pon entonces cuál va a ser la relación del personaje con Marceló, y lo que el resto de la familia sabría de ella.

Muy interesante el concepto y los intereses. Me parece que el juego que puede dar es muy interesante. Me pregunto y te la devuelvo ¿Hasta que punto es autosuficiente? Con esas limitaciones físicas, ¿Va a acudir sola al evento o necesita de alguien que la acompañe?

Es una excelente pregunta, jeje. Yo diría que ha aprendido a ser bastante autosuficiente (lo cual probablemente se refleje, por cierto, en unos brazos bastante musculosos para su complexión física general). Sabe manejar ella la silla de ruedas bien, siempre y cuando haya una rampa, claro, jaja. Yo diría que puede subir escaleras con los brazos, pero eso no incluye subir también la silla, claro.

Entonces, creo que en realidad sí sería normal que la acompañe alguien, quizás su padre. He pensado que Odette (ese es su nombre) sea nieta de una hermana de Marceló, la cual tuvo una hija que sería la madre de Odette (y quizás esa mujer murió en el mismo accidente de tráfico en que Odette se quedó sin piernas).

Imagino que su padre puede ser una persona avariciosa, que azuza a Odette para que reclame la herencia y se la quede, pero eso no es lo que quiere Odette. ¿Es viable esto?

Por cierto, ya tengo imagen del pj, pero hasta el lunes por la tarde no puedo tocar un ordenador, así que os la dejo por aquí por si me la podéis subir al avatar:

Perfecto.

Aunque para que Odette tenga el Bartou en el apellido, tendría que ser nieta de un hermano de Marceló, de manera que su madre hubiera tenido el Bartou en el apellido.

¿Cual es el nombre de su padre? ¿Ha sido siempre un avaricioso, era un vividor que se aprovechaba de la madre de Odette, o ha sido recientemente que se ha visto desesperado por dinero extra?

Eso es algo que tengo pensado extender en su historia familiar. Su madre sería Florette Bartou porque fue hija de madre soltera (Antoinette Bartou, hermana de Marceló). Esta Florette se casa con un señor Rochester y de ahí su Rochester-Bartou. Si preferís que sea de otra manera, me decís.

Aquí os dejo algo más extendido sobre Odette. No está muy ordenado, pero el lunes cuando ya tenga ordenador puedo darle un poco más de orden y ampliarlo. Quería ir dejando ya más cositas aunque fuera.

Odette Rochester-Bartou, 19 años, es la nieta de Antoinette Bartou, difunta hermana de Marceló. Siendo muy joven, Antoinette quedó prendada de un sinvergüenza francés, al cual siguió hasta París. En cuanto supo que la había dejado embarazada, el francés la dejó en la estacada. Sola y con una niña recién nacida, llamada Florette Bartou (darle el apellido del desaparecido padre no tenía sentido), Antoinette se buscó la vida en París como buenamente pudo y salió adelante de forma decente.

Su hija Florette heredó también sus genes juveniles y, siendo poco más que una adolescente, se fugó con un americano de Boston que le hizo creer que procedía de una familia aristocrática inglesa: George Rochester. Demostrando una cabeza tan alocada como precoz, Florette se casó con el bribón de Rochester en cuanto cumplió la mayoría de edad y su enamoramiento era tan fuerte que ni siquiera disminuyó cuando comprobó que su flamante marido le había mentido respecto de su inexistente sangre aristocrática. Volvieron entonces a París, donde nació su hija Odette.

Cuando la niña contaba 13 años, un fatídico accidente de tráfico acabó con la vida de Florette y dejó a la adolescente sin piernas. Después de eso, el señor Rochester decidió volver a Estados Unidos con Odette, ya que una fundación americana le pagaba todo el tratamiento a la joven. Su abuela Antoinette los acompañó de vuelta a Estados Unidos, pues abuela y nieta tenían una estrechísima relación.

A la dureza de haberse quedado sin piernas, de aprender a desenvolverse en su nueva vida, de haberse quedado huérfana de madre y de abandonar sus amistades en París, a los dos años se sumó la muerte de la abuela Antoinette de un cáncer. En esta época, a pesar de lo fuerte que se había mostrado Odette hasta entonces, entró en una profunda depresión y, en secreto, empezó a darse a la bebida, para lo cual le birlaba cervezas, vinos y otros licores a su padre.

Esta costumbre se ha ido convirtiendo en adicción y, aunque hace un par de años salió del pozo de su depresión, esta tendencia alcohólica forma ya parte de su carácter.

Odette ha sido siempre una muchacha de buen espíritu, que nunca ha querido dar problemas, algo tímida, honesta, preocupada por los demás y de buenas intenciones. No considera que se merezca ningún bien que le pueda sobrevenir y, por ello, es agradecida cuando recibe alguno. No se lamenta por los males que pueda sufrir, pues ha aprendido que los sufrimientos son inevitables y es mejor aprender a convivir con ellos que amargar la vida con la queja por aquello que no se puede cambiar o impedir.

Su padre, George Rochester es un bribón de forma natural, sin proponérselo por malicia: mitómano, tiende a mentir sólo para fomentar su vanidad o a veces por simple capricho. Hombre aprovechado casi por deporte, que siempre disfruta viendo dónde puede obtener un provecho, aunque esto no significa que esté dispuesto a cualquier cosa, pero sí que tiene cierta tendencia al vicio menor si este le da algún provecho. Fue siempre así, pero su carisma y atractivo le hace ganarse siempre las simpatías ajenas a pesar de todo.

Este aspecto del carácter de su padre mortifica a Odette, que trata infructuosamente de corregirlo, pero la muchacha quiere a su padre a pesar de ello, pues además la gran virtud del hombre es que se preocupa de cuidar a Odette.

Tengo que reconocer que tengo cierta debilidad por como desarrollas personajes, ¡y ya te llevo conociendo unos cuantos!

Me parece todo perfecto. Y como Odette necesita un padre y yo soy todo un padrazo he tomado en consideración lo que has dicho sobe Rochester y he construido este Señor...

George se esforzará en cuidar a Odette... otra cosa es que cuando ella no esté sea un al bicho XDD

Tengo que reconocer que tengo cierta debilidad por como desarrollas personajes, ¡y ya te llevo conociendo unos cuantos!

<3 <3 <3 <3

¡Jo, muchas gracias! ^^

y he construido este Señor...

¡Me en-can-ta! ¡Es perfecto para el papel! Lo veo totalmente.

Me queda desarrollar algunas cosas sobre Odette todavía. Por ejemplo, qué hace ahora mismo (seguramente acaba de empezar sus estudios universitarios, además de trabajar para la fundación que tanto le ha ayudado), dónde vive (creo que en Boston con su padre) y algunos detalles más de carácter y tal, como sus gustos y aficiones y algunos otros detalles de esos que me gusta dejar concretaditos en mis pjs. Lo iré haciendo entre hoy y mañana y, cuando lo tenga todo, os lo pongo por aquí.

Perfecto. Por mi parte vía libre. Me lo miraré detenidamente para que el señor Georges conozca bien los gustos de su hija.

Me encanta Boston y he estado allí así que la conozco un poco y apoyo tu moción.

Por mi parte no hay mucho que agregar, me encanta como está quedando :)

Iré a azuzar al resto para que terminen pronto y poder empezar :D

Vale, os pongo aquí de forma ordenada toda la información que sobre Odette, añadiendo cosas nuevas. Creo que esto ya sería el boceto definitivo del pj. Lo dejaré después en la pestaña Notas del pj para tenerlo siempre a mano.

Para ahorraros tiempo, os marco los párrafos viejos con un cartelito de [VIEJO] al comienzo del párrafo, para que os los saltéis si queréis. ^^

Historia

Origen sociofamiliar e infancia

[VIEJO] Odette Rochester-Bartou, 19 años, es la nieta de Antoinette Bartou, difunta hermana de Marceló. Siendo muy joven, Antoinette quedó prendada de un sinvergüenza francés, al cual siguió hasta París. En cuanto supo que la había dejado embarazada, el francés la dejó en la estacada. Sola y con una niña recién nacida, llamada Florette Bartou (darle el apellido del desaparecido padre no tenía sentido), Antoinette se buscó la vida en París como buenamente pudo y salió adelante de forma decente.

[VIEJO] Su hija Florette heredó también sus genes juveniles y, siendo poco más que una adolescente, se fugó con un americano de Boston que le hizo creer que procedía de una familia aristocrática inglesa: George Rochester. Demostrando una cabeza tan alocada como precoz, Florette se casó con el bribón de Rochester en cuanto cumplió la mayoría de edad y su enamoramiento era tan fuerte que ni siquiera disminuyó cuando comprobó que su flamante marido le había mentido respecto de su inexistente sangre aristocrática. Volvieron entonces a París, donde nació su hija Odette.

La abuela Antoinette era una mujer sin formación ni estudios, pero tenía un talento natural para la música. Empezó a trabajar como camarera en algunos pubs musicales y, en uno de ellos, el encargado la puso a cantar para amenizar las noches. Allí fue descubierta por un productor musical de poca monta que le ofreció un contrato musical para un disco; este disco tuvo bastante éxito en Francia, lo cual permitió a Antoinette vivir de las rentas de esas regalías y de algún que otro bolo musical. Sin embargo, después de ese disco, grabó un segundo que fue un absoluto fracaso y, desde entonces, desapareció del mapa musical (si bien eso no impidió que siguiera viviendo del éxito del primer disco).

En cuanto a su hija Florette, de jovencita era una bala perdida, con poco o ningún interés en nada particular, coqueteando con chicos hasta que se cruzó en su camino el bribón de George Rochester y la encandiló, pensando que al ser la hija de la (ya pasadísima de moda) cantante Antoinette Bartou, podría sacar algún provecho. Sin embargo, tras casarse con Rochester, su fugaz y fallida huida a Inglaterra y su regreso a París para instalarse con su marido, Florette dio un vuelco de carácter radical: aprendió el oficio de auxiliar de enfermería rápidamente y a eso dedicó el resto de su vida hasta que unos años después falleció en el accidente de tráfico.

Odette siempre tuvo una buena relación con sus padres, pero era sobre todo con su abuela Antoinette con quien más cercanía y cariño tenía. Ella la cuidaba muchas tardes, mientras su madre trabajaba y su padre… la pequeña Odette nunca tuvo muy claro a qué dedicaba sus horas su padre. Incluso, la abuela Antoinette se preocupó de pagarle una profesora de piano y canto y de comprarle un buen piano, con lo cual Odette aprendió desde pequeñita a tocar este instrumento y cantar.

[VIEJO] Su padre, George Rochester es un bribón de forma natural, sin proponérselo por malicia: mitómano, tiende a mentir sólo para fomentar su vanidad o a veces por simple capricho. Hombre aprovechado casi por deporte, que siempre disfruta viendo dónde puede obtener un provecho, aunque esto no significa que esté dispuesto a cualquier cosa, pero sí que tiene cierta tendencia al vicio menor si este le da algún provecho. Fue siempre así, pero su carisma y atractivo le hace ganarse siempre las simpatías ajenas a pesar de todo.

[VIEJO] Este aspecto del carácter de su padre mortifica a Odette, que trata infructuosamente de corregirlo, pero la muchacha quiere a su padre a pesar de ello, pues además la gran virtud del hombre es que se preocupa de cuidar a Odette.

Educación y adolescencia

Odette siempre fue una chica aplicadita y formal. No era una mente muy brillante, pero siempre hacía sus deberes, cumplía las tareas y nunca jamás suspendió una asignatura en el colegio, aunque no había ninguna en particular en la que destacara por encima de otras o que le resultara especialmente llamativa. En ese sentido, era una chica más bien sosa.

[VIEJO] Cuando la niña contaba 13 años, un fatídico accidente de tráfico acabó con la vida de Florette y dejó a la adolescente sin piernas. Después de eso, el señor Rochester decidió volver a Estados Unidos (Boston) con Odette, ya que una fundación americana le pagaba todo el tratamiento a la joven. Su abuela Antoinette los acompañó de vuelta a Estados Unidos, pues abuela y nieta tenían una estrechísima relación.

Tras el accidente, muchas cosas cambiaron en la vida de Odette. Durante los primeros meses, se tuvo que someter a numerosas operaciones, tratamientos y, sobre todo, rehabilitación para aprender a amoldarse a su nuevo cuerpo y a moverse en silla de ruedas. El accidente y la rehabilitación la mantuvieron casi un par de años lejos del instituto.

Ya en su nuevo domicilio en Boston, empezó a ir de nuevo al instituto, aunque no le fue nada fácil volver a relacionarse con normalidad, pues durante los primeros tiempos tuvo un constante complejo de inferioridad respecto del resto de chicos y chicas: mientras otros podían salir, correr, bailar, etcétera, ella quedaba apartada de todas esas actividades. A esto se sumaba el hecho de que ella era, en muchos sentidos, una extranjera para ellos: a pesar de que padre y abuela fueran americanos, ellos mismos llevaban mucho tiempo viviendo fuera del país y ella jamás había puesto un pie allí. Aprendió, sin embargo, a sobrellevar todo esto con paciencia y humildad.

[VIEJO] A la dureza de haberse quedado sin piernas, de aprender a desenvolverse en su nueva vida, de haberse quedado huérfana de madre y de abandonar sus amistades en París, a los dos años se sumó la muerte de la abuela Antoinette de un cáncer. En esta época, a pesar de lo fuerte que se había mostrado Odette hasta entonces, entró en una profunda depresión y, en secreto, empezó a darse a la bebida, para lo cual le birlaba cervezas, vinos y otros licores a su padre.

[VIEJO] Esta costumbre se ha ido convirtiendo en adicción y, aunque hace un par de años salió del pozo de su depresión, esta tendencia alcohólica forma ya parte de su carácter.

Cada vez que asiste a una fiesta, suele terminar borracha, aunque trate de esconderlo: bebe disimuladamente y, a veces, lo hace directamente a escondidas; por ejemplo, no es raro que en una fiesta de adolescentes o universitarios robe una botella de vodka y se encierre con ella en el baño. Eso sí, cuando se emborracha, se queda silenciosa en su silla, así que no suele llamar la atención, pues no es una diferencia muy grande respecto de su carácter tímido habitual. Esta adicción no es conocida por nadie, tampoco por su padre, y ella misma le quita importancia por la vergüenza que le da; sin embargo, cada vez está afectando más a su vida y sus estudios.

Tras la muerte de su abuela, al caer en depresión, su padre la empezó a llevar a terapia psicológica, con una mujer que ayudó bastante a Odette, Katherine Olson, y a la cual la joven le guarda mucho cariño todavía a día de hoy. De hecho, todos los años le lleva un ramo de flores y una caja de chocolates por su cumpleaños.

Con la muerte de su abuela, Odette, con 15 años, se convirtió en la heredera de los derechos musicales de ella, aunque básicamente los ha gestionado su padre George hasta hace un año, cuando Odette se convirtió en mayor de edad y decidió que una buena porción de los ingresos que recibía por ese concepto irían a la fundación que le ayudó a salir adelante tras su accidente, la Strong Teenagers Foundation.

Hace unos poquitos meses ha empezado a estudiar en la Universidad de Boston. Quiere dedicarse a ayudar a los demás, así que está estudiando la carrera de Trabajo Social. Junto a esto, desde hace un par de años trabaja como voluntaria para la Strong Teenagers Foundation.

Amistades y relaciones

Siendo una niña, en Francia, tenía bastantes amiguitos. Lo normal en una niña. Sin embargo, tras el accidente y la mudanza a Estados Unidos, su vida social cambió radicalmente. Al hecho de quedarse sin piernas, sin madre y, poco después, sin su abuela querida, hay que sumar el hecho de que era una joven entrando en la adolescencia, con todo lo que eso supone psicológicamente.

Por eso, le costó muchísimo su adaptación social al nuevo país y le costó mucho hacer amigos. Probablemente, todo eso colaboró para hacer de Odette la chica tímida y humilde que es hoy en día.

Al fin, tras un tiempo en el instituto al que asistía en Boston, se hizo su grupete de amigos, aunque tuvo una pésima experiencia cuando tenía 16 años. Le gustaba mucho un amigo del instituto y empezó a pensar que quizás podía llegar a ser su novio, pero al poco tiempo su mejor amiga se lio con él y se pusieron a salir juntos; lo peor de todo era que su mejor amiga sabía perfectamente que a Odette le gustaba ese chico. Aquello le hizo llorar mucho a Odette, que desde entonces ya no pudo volver a mirar igual a su mejor amiga y simplemente dejó que esa relación fuera decayendo (su buen espíritu y su timidez hizo que no pudiera enfrentar directamente a su amiga).

Esa experiencia y otras que ha tenido con algún otro chico que le ha gustado y no le ha correspondido le hacen pensar a Odette que no les gusta porque no tiene piernas. A pesar de que es muy bonita, ella tiene la sensación de que es fea y monstruosa por no tener piernas, algo que ha tenido que trabajar mucho psicológicamente durante su rehabilitación, pero que sigue siendo un problema que resurge cada cierto tiempo.

Odette es virgen, pero en los últimos meses del instituto tuvo una fea experiencia con un chico. En una fiesta en casa de una compañera de instituto, estando borracha, empezó a darse besos con un chico que le gustaba. Sin embargo, no quería hacer más, pero el chico la llevó a una cama de la casa y empezó a toquetearla íntimamente y ella se sintió muy mal. Al estar borracha, no fue capaz de rechazarlo todo lo que le hubiera gustado, pero al final terminó gritándole entre sollozos al chico que por favor la dejara tranquila y, al defenderse, le pegó un puñetazo y le rompió la nariz (Odette tiene brazos muy fuertes, pues los tiene muy desarrollados al tener que servirse tanto de ellos para moverse). Cuando ocurrió eso, el chico le gritó que era un monstruo horrible y salvaje y que nunca le gustaría a ningún chico, lo cual hizo que Odette se quedara llorando en la cama, con la silla de ruedas perdida en algún rincón de la casa hasta que su padre fue a buscar a la chica a altas horas de la madrugada tras ver que no volvía. La encontró sollozando en esa cama, con el resto de adolescentes tirados por la casa todos medio borrachos.

Después de eso, se alegró de que el instituto se terminara y ahora está muy esperanzada con conocer gente más tolerante y amigable en la universidad, en la que lleva apenas unos meses.

Descripción física

Dos rasgos físicos destacan por encima de los demás al ver a Odette: uno, que no tiene piernas; el otro, que es una chica muy guapa. Además de esto, sus brazos son muy musculosos, pues los tiene hiperdesarrollados. Aunque no tiene total autonomía (sobre todo porque muchos edificios y vehículos no suelen estar adaptados para gente en silla de ruedas), es bastante independiente. Ella es perfectamente capaz de moverse en silla de ruedas siempre y cuando haya rampas o ascensores; además, es también capaz de moverse sin silla de ruedas, sirviéndose de sus fuertes brazos.

Le gusta mucho cuidar su aspecto físico y es muy coqueta: se cuida mucho su bonito pelo, se maquilla (suele tener algo de colorete en los pómulos que le dan un aire inocente), se viste con bonitos vestidos.

Descripción psicológica

[VIEJO] Odette ha sido siempre una muchacha de buen espíritu, que nunca ha querido dar problemas, algo tímida, honesta, preocupada por los demás y de buenas intenciones. No considera que se merezca ningún bien que le pueda sobrevenir y, por ello, es agradecida cuando recibe alguno. No se lamenta por los males que pueda sufrir, pues ha aprendido que los sufrimientos son inevitables y es mejor aprender a convivir con ellos que amargar la vida con la queja por aquello que no se puede cambiar o impedir.

No es una chica aventurera ni especialmente imaginativa, sino que prefiere las cosas conocidas y no le gustan los cambios de rutina, que le hacen sufrir. Sin embargo, este sufrimiento —como en general cualquiera— se lo guarda siempre para sí misma. En los últimos dos años, sin embargo, tras la terapia psicológica con Katherine, Odette ha ido aprendiendo poco a poco a expresar un poco más las cosas que no le gustan o le hacen sentir mal, algo que es más capaz de hacer con su padre, pero que no le sale tan fácilmente con el resto de gente.

Trata de ser pulcra y ordenadita, y es aplicada y organizada en los estudios. Es tímida, aunque le gustaría ser más extrovertida, y piensa mucho antes de hablar. Odia ser el centro de atención, no sólo por timidez, sin porque piensa que no merece atención alguna y tiene baja autoestima, aunque con la terapia con Katherine empezó a aprender mejor a distinguir la diferencia entre humildad y autoestima; sin embargo, sigue siendo una chica muy retraída.

Esto no significa que no le guste estar con personas, siempre y cuando sea para ayudarles. De hecho, es cariñosa, pero le cuesta mucho expresarlo, precisamente por su timidez. Además, nunca quiere ser una molestia para nadie y, cuando alguien la ayuda al ver que está en silla de ruedas, se siente un poco mal por importunar a esa persona y lo agradece mucho.

Es una chica con autoestima baja y vulnerable, aunque no suele mostrarlo mucho, precisamente porque es tímida y retraída.

Modo de hablar e interactuar. Odette es muy dulce en el trato. Tiene una voz suave y de tono bajo. No habla mucho y siempre prefiere dejar que hablen otros antes que hacerlo ella, por lo que es muy buena escuchando a los demás. Además, al hablar, introduce muchas expresiones en francés. Cuando no le sale algo en inglés, suele decirlo en francés; con la psicóloga Katherine aprendió que seguramente esto se debe a que se siente más segura en ese idioma, pues era el idioma que usaba antes del accidente, cuando todavía tenía a su madre y tenía piernas. Por eso, trata de no hacerlo mucho, aunque se le escapa constantemente sin poder evitarlo.  

Manías, hábitos o comportamientos característicos. Su pasatiempo de ocio más habitual es tocar el piano y cantar en casa. Sin embargo, odia que alguien le escuche tocar y prefiere hacerlo cuando está sola en casa. De hecho, la mayoría de sus amigos de la adolescencia nunca llegaron a saber que Odette sabía tocar perfectamente el piano y cantar.

Además de dedicarle bastante tiempo a sus estudios, todo el tiempo que puede lo dedica a trabajar como voluntaria a la Strong Youngs Foundation.

La narradora: la futura Odette

Mi intención es narrar los posts en primera persona del pasado. Esto significa que la que narra es la Odette del futuro. Me gustaría que fuera una voz irónica, una Odette muy cambiada respecto de la Odette de 19 años. Me gustaría pensar que es Odette unos diez años después, en una clínica de rehabilitación para alcohólicos, cuyo carácter se ha amargado mucho y que piensa de sí misma que era una niña tonta e hipócrita.

Posiblemente ha tenido muchos reveses en la vida: su adicción le fue carcomiendo hasta el punto de que no llegó a terminar sus estudios universitarios; en la Strong Youngs Foundation llegó un día borracha y le pidieron que se sometiera a un tratamiento psicológico para salir de la adicción, pero al final tuvo que dejar de trabajar para ellos; su padre invirtió parte del dinero de las regalías musicales de su abuela en algún fracaso financiero y perdió mucho dinero. Todo esto seguramente le hizo caer de nuevo en una depresión y profundizar más aún su alcoholismo.

Al final, sin apenas estudios y sin prospectos profesionales muy buenos, terminó pidiendo un subsidio por invalidez que se convirtió en su principal sustento junto con las regalías musicales de su abuela. Sin embargo, entre el desastre que es su padre y su adicción, esos ingresos se veían rápidamente reducidos.

Tuvo quizás dos o tres novios, con el primero de los cuales perdió la virginidad de un modo que le causó más bien repulsión y poco después de eso rompió con él. El segundo fue un chico mucho más adorable, del cual guarda mejor recuerdo, que incluso cuando se enteró del alcoholismo de la chica intentó ayudarla, pero que finalmente terminó cansándose de darse con un muro insalvable. Posiblemente haya habido algún otro novio más, pero para Odette ha sido también una experiencia poco significativa y olvidable.

Esta es la Odette narradora. Mucho más cínica y cáustica, que tiene poco que ver con la joven Odette de la partida.

Okey, me he tomado el tiempo para poder leer completo el historial. Me encanta y me parece excelente. Ahora bien, en cuanto a la Odette Narradora, hay un detalle que considero importante y que puede complicar tu narración: esta Odette sabe lo que pasó en esa época, partiendo del funeral de Marceló. Pero, como jugador, tú no sabes qué va a ocurrir. Por lo que será un reto interesante narrar como si supieras lo que va a pasar, pero sin poder revelar nada porque no lo sabes.

¿Crees que puedas hacerlo? Ojo, con esto y sin querer hacer spoiler, te pido que en el trasfondo de lo que ocurre entre esos 10 años, no hagas mención de nadie más, ni siquiera de tu padre. No sé si me explico...

Sí, comprendo totalmente. Son complicaciones que ya me he planteado y he resuelto del siguiente modo: como la Odette Narradora sabe lo que va a pasar y yo no… bueno, ella está en una posición de conciencia al respecto de esto. Es decir: ella sabe que no tiene que desvelar a ningún lector/jugador (tampoco a mí) ningún secreto ni hacer spoilers imposibles; incluso puede que en algún momento juegue con esta idea, rompiendo la cuarta pared para insinuar que sabe cosas que no puede contar. (Y que, obviamente, nunca contará).

Así pues, lo único que muestra esa narradora es la voz cínica respecto de sí misma cuando era más joven. De lo demás no dirá ni palabra. Es más, si resultara que por lo que fuera Odette muere durante la partida, pues diremos que es la voz de una Odette desde otro plano de la realidad o el más allá, jajaja.

Por supuesto, puedo incluso dejar el trasfondo de esos 10 años aún más vacío y dejarlo simplemente en: «A Odette le fue mal en la vida y la narradora está ahora en una clínica para desintoxicar su alcoholismo». Más aún: puede que la Odette narradora no sea tampoco una tía de mierda y que no le haya ido taaaaaan mal; quizás sólo está pasando un bache horrible dentro de su vida y por eso es tan amarga. Incluso, eso puede ser algo que quede sin definir.

Me parece un reto molón, la verdad.

Ahora bien, si os pone muy nerviosos que pueda cometer algún desliz o lo que sea, decídmelo y hago una narración más normal. No tengo problema, eh, vosotros mandáis y yo lo que digáis, feliz.

Hija mía. Que complicadita me has salido. XD

A mí me parece un reto y esto es una partida con un alto componente experimental. Me gustan los retos. Yo te digo que sí. Quiero ver cómo va eso.

Tienes tambien mi voto positivo, todo lo que he roleado hasta el momento contigo me ha encantado y tengo plena seguridad en que te saldrá algo muy interesante.

(Dato curioso: ¿sabían que en la película Casablanca la actriz protagonista no sabía cómo iba a terminar la película, por lo que tuvo que actuar durante la misma de una manera en que no se supiera si se quedaría con Boggart o no? Eso fue un reto para ella, y cuando leí tu propuesta narrativa me vino a la mente)

Hija mía. Que complicadita me has salido. XD

XD

Vale, pues adelante con ello. Si alguna vez dudo con algo, os lo comentaré antes de postear. Y, si alguna vez veis vosotros cualquier cosa que os chirríe, me lo decís y lo cambio ipso facto.

(Dato curioso: ¿sabían que en la película Casablanca la actriz protagonista no sabía cómo iba a terminar la película, por lo que tuvo que actuar durante la misma de una manera en que no se supiera si se quedaría con Boggart o no? Eso fue un reto para ella, y cuando leí tu propuesta narrativa me vino a la mente)

¡Es verdad! Algo había escuchado. Pues mira, ¡siempre nos quedará París! Muy apropiado para Odette. XD

Disculpa que no te haya acompañado la entrada. Estuve fuera el finde. Ya hoy intervengo ;)

Fantástico el bon papa, con whisky incluido, jeje. *_*