Partida Rol por web

Cortejo de Moscas

Escena Personal: KissMeLater

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05/09/2023, 23:12
Narradora

Esta es tu escena personal.

Aquí llevaremos la historia privada de tu personaje, aquello que nadie más que tú conoces, su personalidad y deseos ocultos.

Te indico una pequeña guía que obtendrás por herencia:

Pecado: Ira

Virtud: Generosidad

Tú decides hacia cual de estas dos se inclina más tu balanza, pero ambas deben existir dentro de la personalidad de tu personaje.

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05/09/2023, 23:17
Margot

Enlace

Historia

Margot fue una niña de primavera. Nació el mismo día que lo hizo su cantante favorita, el 26 de mayo, aunque algo más de cincuenta años después. Contrario a lo muchos esperan de niños de padres divorciados, tuvo una infancia feliz y llenadora. Su madre y su hermano, que apenas era tres años mayor, eran una excelente compañía día a día, y su padre nunca llegó a ausentarse lo suficiente como para que sintiera que no estaba ahí para ella. Era un invitado estelar en la serie de su vida, pero uno que siempre era bienvenido y celebrado.

Incluso desde muy pequeña, siempre fue una niña curiosa. Se podía pasar tardes enteras buscando ranas o persiguiendo lagartijas para recolectar sus colas, calcando las hojas de los árboles o guardando flores entre libros que no le pertenecían para secarlas. Muchas veces, las ocultaba en los textos escolares de su hermano o en lo que estuviera leyendo su madre, y las olvidaba antes de tener que recolectarlas.

Rara vez se quedaba quieta, y nunca se conformaba. Parecía querer experimentarlo todo, sin miedo a nada, como si quisiera beber hasta la última gota de las aguas de la vida. No importaban las consecuencias, siempre era la primera en lanzarse aún antes de saber qué le esperaba. Desde luego, resultaba mucho menos cabal que su hermano mayor, y se llevó bastantes más regaños y cicatrices... pero eso no le preocupaba en lo más mínimo.

A medida que crecía y su hermano se centraba más en los estudios, ella más los dejaba de lado. Margot quería desarmar y armarlo todo. Quería desmenuzar lo que veía, entenderlo por dentro y por fuera. Quería comprender como las cosas funcionaban, y para eso no le valía de nada un libro que se lo dijera. Eso acabó, por supuesto, en que en su casa las cosas mágicamente dejaran de funcionar. Si la dejaban media hora sola, ya había abierto la televisión o destripado el teléfono. O los juguetes viejos de su hermano. O lo que fuera que tuviera a mano. Si la música dejaba de sonar en casa, ya se sabía que era porque Margot estaba intentando desarmar la radio para verla por dentro. Aunque, para esas alturas, aún no entendiera como volver a recomponerla.

Aprendió con el tiempo, por supuesto. Y poco a poco fue buscando cosas más grandes que desarmar. Mientras en el instituto saciaban su incesante necesidad de entender lo orgánico, haciéndola diseccionar pescados o viviseccionar ranas como dictaba el currículum escolar, ella buscaba como entender lo mecánico. Vivía en el taller del instituto, aprendiendo a reparar y fabricar todo tipo de cosas básicas y desarrollando sus habilidades de manitas con proyectos adicionales. Esa era su asignatura favorita, por supuesto.

Hasta un día. Un precioso día de primavera en que a su profesor de taller se le echó a perder el coche y se lo encontró en el aparcamiento intentando arreglarlo. Tendría que haberse ido a casa, sí, pero al ver lo complejo del motor los ojos se le abrieron con un brillo de amor a primera vista. Y ahí fue cuando dio sus primeros pasos en mecánica, hace apenas tres años. Ahí se pasó la tarde entera, molestando a su profesor con mil preguntas y experimentando con todo lo que veía y le permitían.

Tras eso, comenzó a habituar chatarreros. Sabía que no podría hacer funcionar los coches de ahí, pero podía desarmar todos los que quisiera. Y así, ella entendía. Y aprendía. Y cuando aprendió lo suficiente, fue a colarse a talleres, llevándoles comida a cambio de quedarse charlando y mirar lo que hacían. Se perdió unas cuantas clases, sí, pero le daba un poco igual. ¿Quién necesitaba el instituto? Ni que fuera tan difícil, de todas formas. Y ya no estaba su hermano para chivarse, porque ya se había ido a la universidad.

Aunque se lo ocultó a sus padres, el último año de instituto se consiguió un puesto de novata en el taller. Solo tenía que ir dos días a la semana, pero claro, eso era la mitad de las clases. Y por supuesto que Margot no pensaba negarse a esa oportunidad de oro, así que falsificó la firma de su madre para los permisos que le pidieran como menor para trabajar y ahí fue.

Como era de esperarse, de tanto olvidarse del instituto acabó por reprobar el año y se llevó la reprimenda del siglo. Pero ella sonreía, satisfecha y contenta porque había valido la pena... Hasta que su madre le dijo que tendría que renunciar al taller hasta que saliera del instituto. Eso no le gustó nada, claro. Pero al final, entre negociación y negociación, consiguió convencerla de que le permitiera ir los fines de semana y alguna hora suelta por la tarde una vez a la semana. Algo era algo. Y mientras tanto, ella trabajaría en el coche viejo de su madre, que ahora apenas funcionaba.

 

Personalidad

Margot es una chica muy activa y de curiosidad insaciable. Quiere hacerlo y saberlo todo, siempre. A veces, por lo mismo, peca un poco de cotilla. Pero no es porque quiera saber habladurías sobre la gente, sino porque la curiosidad le gana el pulso casi siempre. Pasa de un pasatiempo a otro, de una actividad a otra, aunque la constante siempre son las reparaciones y la mecánica. Hay otras inquietudes que no puede calmar por la práctica, claro. A veces hay que confiar en que el internet te enseñe las cosas que no puedes hacer tú, y hay muchos vídeos chungos en la web para saciar cualquier tipo de curiosidad mórbida.

En cualquier caso, es un animal social y un libro abierto. Ella comparte absolutamente todo. Sus sueños, sus miedos, sus emociones, sus pensamientos. Comparte lo material y lo intangible, sin restricciones ni miramientos. Es que, en realidad, le gusta mucho dar todo lo que es y lo que tiene, y nunca nadie le ha dado razones para no hacerlo. Además, es naturalmente comunicativa y disfruta con honestidad de la compañía de quien sea que quiera abrirle su mente o corazón. Por lo mismo, es rara la ocasión en que no esté mandándose mensajes con amigos o publicando sus pensamientos y recientes fascinaciones en redes sociales.

A pesar de que a veces habla antes de pensar y muchas veces peca de compartir más información de la necesaria, no le da muchas vueltas a sus errores ni siente demasiada vergüenza. Un poquito sí, claro, en el segundo que ocurra, pero lo supera antes de que la lucecita de los segundos del reloj parpadee. Siempre está buscando una nueva fascinación, o pensando en el siguiente paso. De la conversación, del día, del año, de la sociedad entera cuando se pone filosófica. Lo importante es enfocarse en el siguiente paso.

Como resultado, es fácil que agobie a la gente, o que les cause rareza con lo que sea lo que pase por su cabeza en el momento. Además, puede resultar algo intrusiva, y no todo el mundo da la bienvenida al constante huracán de cambio que puede ser Margot. Tampoco se puede decir que sea especialmente sensata o que tenga mucho tacto, y la impulsividad con la que actúa le ha hecho ganar uno o dos enemigos en el camino. A veces es demasiado inconstante, sarcástica o exagerada, y no es raro que su humor fluctúe con rapidez abrumadora. Por último, al no saber tener la lengua quieta cuando le da por hablar, no es la mejor guardando secretos. Lo suelta todo, aún antes de pensarlo, lo que no la hace la persona más fiable de la historia.

Si le preguntaran a ella, diría que ninguno de esos son defectos, sino solo peculiaridades. En cambio, su mayor defecto por admisión propia es el mismo que el de su padre: una vez se enfada, nada ni nadie la para. Aunque nadie lo sepa, muchas de esas cosas que la gente se encontraba desarmadas y a medio reparar fueron objetos que la frustraron lo suficiente para golpearlos hasta que ya no tenían arreglo posible y abandonarlos sin mirar atrás. Y sí, siempre se ha centrado en la mecánica, pero ¿qué pasaría si algún día lo que la enfada se parece más a una rana que necesita ser viviseccionada y menos a un mecanismo muerto?

 

Deseos ocultos

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22/09/2023, 01:58
Margot

Aprovechando que se había colado por la sala del féretro, Margot aprovechó de ir a echarle una mirada al muerto.

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27/09/2023, 20:54
Margot

Modelo: Ricky Aimee