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Fénix

Descripción:

Los Fénix son la creación más singular dentro de todas aquellas que surgieron de Urdamesh, al menos, hasta el surgimiento de los Kosh, aunque los motivos de esto son completamente distintos.

A pesar de sus aspecto animal, similar en forma a los avir creados por Aelfwen, los fénix son en realidad la representación viva de un elemento que ha tomado consciencia de sí mismo, surgiendo cuando la concentración e intensidad de este es extremadamente elevada. Esto implica que dependiendo de su origen, cada fénix es único en sí mismo, variando su forma, tamaño y fuerza en función de las circunstancias en las que tomaron consciencia, así como también su elemento y su personalidad. A pesar de ello, se pueden distinguir varios tipos de ellos.

Fénix de Fuego: Los mayores y más poderosos de todos a causa de la sinergia del elemento con la energía de Urdamesh que hizo posible su creación. Aunque suelen surgir en erupciones volcánicas, siendo por tanto comunes en los volcanes, no es raro que alguno se aleje en busca de nuevos fuegos.

Fénix de Rayo: Son una de las dos especies más extendidas, y también la más violenta de todas, surgen en las grandes tormentas eléctricas, a las cuales acompañan en grandes bandadas que se dispersan cuando esta lo hace, surcando los cielos en busca de nuevas tormentas.

Fénix de Viento: Son la otra especie más extendida, pueden nacer tanto en medio de huracanes como en suaves pero constantes brisas. Son los más solitarios de todos, volando libres con el viento para llegar a cualquier parte.

Fénix de Agua: La especie más rara de ver de todas a pesar de su abundancia, ya que suelen surgir en los grandes océanos, donde surcan los mares provocando grandes marejadas. A pesar de ello dado que muy rara vez se acercan a tierra, tanto las consecuencias de sus acciones como ellas mismas suelen no ser vistas nunca.

Fénix de Hielo: La especie más pequeña de todas, viven en glaciares, desiertos helados y montañas nevadas donde suelen provocar ventiscas para propagar el hielo y extender su territorio lo máximo posible.

A pesar de todas estas diferencias, los fénix comparten una característica común que los diferencia aún más del resto de seres que pueblan Ealim, y es que son inmortales. Aunque es extremadamente difícil, es posible que un fénix vea su forma física destruida, pero al ser una concentración de un elemento, aunque esto suceda, tarde o temprano, dicho elemento volverá a reunirse, y el fénix resurgirá de nuevo, reviviendo por completo sin importar lo que le hubiese sucedido.

Localización: Cualquier zona con el elemento correspondiente en abundancia e intensidad.

Luna azul

La luna azul, la más joven de sus hermanas, era una de las piedras engarzadas en el cuerpo dorado de Ijma. Imbuída con su esencia desde el inicio del universo, ésta piedra genera un efecto inverso a la luna roja creada por Urdamesh: favorece el orden y la paz y calma las iras de aquellos enaltecidos.

La luna azul, por el momento, tiene la característica de tener una superficie totalmente lisa, pues antes de ser incorporada al mundo fue pulida por el aliento del dios con esa forma, así que quién sabe cuánto tiempo pueda pasar hasta que comience a fragmentarse como las rocas normales.

Minerales

Durante las primeras etapas de la creación, Ijma usó las gemas y materiales que pueblan su cuerpo para crear multitud de elementos que hizo llover a la tierra, entre ellos una cantidad importante de minerales. Los más importantes y valiosos son los siguientes:

Oricalco: el "cobre de montaña" es un material realmente escaso, y es una piedra de color azulo con numerosas vetas verdes. Este es un metal precioso codiciado por cualquier artesano, sea cual sea su labor. Golpear éste metal con cualquier elemento genera un sonido más puro que el de la misma plata, por lo que los instrumentos musicales generados con él alcanzan precios exhorbitantes. Los herreros que aprenden a fundirlo lo encuentran tremendamente maleable, con lo que se pueden crear obras tremendamente detalladas y precisas, por lo que también se valora para pequeñas esculturas (puesto que es impensable emplear tanto de este material como para hacer una escultura de tamaño natural salvo para el más codicioso de los reyes), y las armas hechas con él tienen fama de poder resistir golpes de fuerzas cataclísmicas y además cortar otros metales como si cortasen papel. Los orfebres también lo valoran por su gran belleza.

Gemas: lapislázuli, zafiro y otra miríada de gemas (de hecho, todas las del color azul y otras tantas, pues el tiempo y las presiones han dado nuevas variedades) han sido creadas a partir del cuerpo de Ijma, dotando de diversidad de colores y materiales al mundo.

Aolitos: Los Aolitos son grandes piedras azules existentes en numerosos lugares del mundo. Al contrario que las anteriores, no tienen mayor interés dado que son tremendamente difíciles de romper para el escaso valor que tienen, pues su apariencia es porosa y no muy valorada para el único uso que se le podía dar, la orfebrería. No obstante, tienen una característica valorada por sabios y ermitaños: estas piedras están cargadas de esencia divina, aunque contiene una cantidad semejante de cada faceta del universo representada por los distintos dioses, por lo que para aquellos que quieren alcanzar una verdad superior y conocer un poco de las esencias divinas que los rigen mediante la meditación, éstos puntos les permiten acercarse a la sabiduría. Además, los poros de la roca parecen mostrar caras de vez en cuando en sus formaciones, pero es imposible encontrar la misma dos veces: incluso aunque permanezcas mirando el lugar donde has visto una, simplemente parecerá escaparse de tu visión.

Otros

Otro de los elementos que Ijma creó al comienzo fue la multitud de mares, ríos, lagos y otras fuentes de agua. Junto a esto, creó una atmósfera básica, también de color azul como le corresponde, y al generar ambas y los ríos también impulsó la formación del Ciclo del Agua tal y como lo conocemos.

Somshul, Pantano de la Noche

Clasificación: territorio del continente sudoccidental

Descripción: Una zona pantanosa con agua y árboles por doquier. La zona es oscura de forma casi perpetua, aunque puede verse el cielo bien entre las ramas de las copas de los árboles que se alzan desde esta zona anegada. El agua tiene unos cinco metros de profundidad y no tiene ningún tipo de orillas delimitadas de forma concreta, pues algunas veces el agua sobrepasará el límite inicial y otras veces no se acercará ni de lejos.

Localización: D11, E11, E12, F11

Bolel, Bosque Oscuro

Clasificación: territorio del continente sudoccidental

Descripción: Un bosque espeso y oscuro que surge en los terrenos orientales creados por Rah'Gul. Esta zona tiene una cúpula de árboles que no permite atravesar la luz de las estrellas ni las lunas que hay en el cielo, haciendo que sea una zona completamente oscura, de noche permanente para todos aquellos seres que no se sienten a gusto bajo la luz que cubre el mundo.

Localización: E9, F9, F10, C12

Kronus, La Montaña del Tiempo

Clasificación: territorio del continente sudoccidental

Descripción: Al norte de esa zona, dando con el desierto que había formado uno de sus hermanos, Rah'Gul alzó una única y grandiosa montaña, la más alta de todo ese mundo, comparándola con las creadas por sus hermanos para hacerla superior en altura y que tuviera una forma tosca en la cumbre.

Localización: D1

Ard’Dhuin

Clasificación: Territorio

Localización: C8

Descripción:

Ard’Dhuin, las Tierras del Fuego, el Corazón del Desierto, son tres grandes volcanes que se encuentran situados en el centro del Gran Desierto de Shaid Koor que fueron creadas expresamente por Urdamesh para ser el Primero Hogar de los Kosh. Los tres volcanes, eternamente activos, expulsan magma y ceniza sin parar al exterior. La tierra que rodea los volcanes es pura roca negra surcada por serpenteantes ríos de magma, muchos de los cuales van a parar al océano con el que limita, por lo que sus costas están envueltas en una niebla perpetua causada por el vapor del agua y los gases tóxicos. Además de eso, la ceniza que expulsan los volcanes constantemente crea inmensas nubes que dan lugar a frecuentes y potentes tormentas. Sin duda, una tierra del todo inhóspita… al menos, en su exterior. En cambio, en el interior, la cosa cambia.

El interior de esta tierra es recorrido por un sinfín de túneles y cuevas que conectan tanto los tres volcanes como zonas más alejadas, en algunos casos incluso llegando al desierto o al océano. En estas cuevas, creadas expresamente por Urdamesh para dar cobijo a sus hijos, también fluyen ríos de magma e incluso lagos, proporcionando a las frías cuevas una temperatura soportable mientras que la inmensa cantidad de minerales de la zona y los vapores y sustancias toxicas que emite el magma, es filtrada por incontables bacterias, hongos y plantas que proporcionan un rico sustento para un ecosistema duro en el que solo los más fuertes e inteligentes pueden prosperar.