Eidolon callo, y su esencia fue desperdigandose, mas cuando decidio desaparecer pudo sentir como gran parte de su ser ya empezaba a separarse de el, y cuando su esencia llego a extinguirse, justo en el momento de desaparecer, todo se detubo, una luz aparecio de la nada...
"¿padre?..."
Eso fue lo que penso Eidolon, o lo que quedaba de el....
"hijo mio... es el momento, quizas debi transmitirtelo momentos antes, pero... acabas de dejar atras a tu sucesor...deberias ponerle un nombre... definir sus caracteres... como sera.. que necesitara.... ningun rey govierna para siempre, y por muerte, aborrecimiento o olvido, Eve y el resto caeran... y dejaran atras a sus sucesores... es el momento que hagas como otros hicieron y des forma a tu sucesor... despues podras dejar de existir y volver a mi, como el resto hicieron ya hace tiempo"
Eidolon se sentía pleno.
Por fin se sentía cerca de Padre. Ese vacío que había percibido dentro de sí y que nunca había confesado a sus hermanos, era por la ausencia de aquel que les había dado vida. Lo último que le faltaba para ser perfecto, el culmen de su existencia, era ese momento, y lo estaba disfrutando. Si hubiera podido llorar, lo habría hecho.
Nombrar un sucesor, alguien que se quedara con lo mejor de él y siguiera sus pasos. ¿Por qué habría de ser alguien distinto a Eidolon, Avatar de la Pureza? Era perfecto en cada una de sus acciones. Y de repente, como un destello, la imagen de su impávido hermano, Eve, le vino a la mente. Él, con sus maquinaciones, con sus mentiras, había sido el artífice del Caos en Ruth-adum. Quizás, el único error que cometió Eidolon en su vida fue no acabar con él desde un principio.
Y así lo haría. Para que ese momento no quedara en el olvido, dejaría el recuerdo en la forma de un ser brillante, poderoso y magnífico, pero que siempre tendría un ojo sobre las sombras para evitar la traición. Su hijo sería Avalon, Dios de la Luz y Padre de las Sombras.
Al igual que su padre, Avalon crecería con la necesidad de ser el mejor en todo, y para ello no dudaría de utilizar a los demás. Pues, ¿qué eran los demás sino simples imitaciones de él? Ya fuera en el arte de la guerra, en el amor o la muerte, la pintura o la construcción, Avalon guiaría a sus hijos para extenderse como una marea roja conquistando todo y a todos.
Y asi, Eidolon termino su ronda en el ciclo de los dioses, donde dejaria cuando su generacion terminase, un Dios que velara por los demas... Avalon, ahora Eidolon volvia con Padre, el creador de todo lo divino, y volverian a ser uno, junto con los que estubieron antes que el.
Fin.