Partida Rol por web

La doctora se queda de una pieza al oír el mensaje de Mertens y enseguida suma dos más dos. -¿Sokar ha huido? -inquiere casi retóricamente -¿Es a causa de él esta alerta de intruso? -permanece apoyada contra una consola, mas inmediatamente cae en la cuenta de lo que pudo haber ocurrido y se pone a trabajar de lleno en el rastro que ha descubierto Lightman. Mientras cruza los datos y los somete a su programa de desarrollo secreto por parte de la flota rememora todas las veces en las que Sokar quiso que se lo explicara e insistió en colaborar con ella... el muy bastardo.
-Tengo las coordenadas, la emisión se realizó desde esta nave -murmuró casi sin poder creérselo ella tampoco. Entonces cayó en la cuenta: quizás Sokar mismo las había realizado.

Lightman accede al sistema automático de contabilidad de lanzaderas y al instante detecta un error en el comando: falta una lanzadera del hangar 77 y el alerta de salida no autorizada no se ejecutó.

Con todos esos datos en mis manos, la conclusión parece una sola. Sokar, que ha huido con la lanzadera, posiblemente es la misma persona que emitió las particulas para bloquear las comunicaciones.

Tengo que informar de inmediato al capitán y a Mertens.

- Capitán, comandante Mertens - digo a través del comunicador - efectivamente falta una lanzadera, y lo que es más, la emisión de antileptones que bloquearon las transmisiones de la nave se hicieron desde la misma nave. Posiblemente Sokar lo hizo y abandonó la Excalibur antes de ser atrapado.

Me giro a la comandante Krafel.

- Muchas gracias por su inestimable ayuda, me ha servido de mucho.

Me dirijo al turboascensor, quiero regresar al puente y desde allí buscar la lanzadera y coordinarme con los demás para trazar un plan para interceptar a Sokar.

-¿A dónde se piensa que va? -le dice la científica con expresión seria -Mi ayuda hacia usted y esta nave aún no ha terminado, si cree que me voy a internar aquí muy campante mientras ese hijo de perra nos ve la cara a todos está muy equivocado, Lightman -dijo con un siseo de vos, era la primera vez que el jefe de operaciones veía a la amable y siempre risueña doctora tan enojada -Si van a darle caza a ese traidor quiero ayudar.
Y ni siquiera esperó que el comandante le contestara, entró con él al turbolift y se quedó a la espera de que él indicara el piso.

Con los datos que les proporcionara Lightman, Kunaar y Mertens pudieron reunir la suficiente información para darle un reporte detallado al capitán de la situación; fueron hasta el hangar 52 solo para constatar visualmente que faltaba la lanzadera y revisar el hangar para descubrir algún detalle que se les hubiera escapado o algo que Sokar hubiera dejado atrás, pero el muy bastardo había dejado todo con una limpieza quirúrgica. Ni una huella ni un rastro en la computadora más que el registro de comando de Sokar.
Tanto el primer oficial como la jefa de ciencias se quedaron mirando la compuerta sellada y presurizada de aluminio transparente, que como un gran ventanal daba al espacio, preguntándose qué rumbo habría tomado Sokar, de seguro había modificado la frecuencia de la lanzadera para que la Federación no lo rastreara.
Al salir del hangar se encontraron con Eclecson, Lightman y Krafel que estaban consultando a la computadora sobre la ubicación de ellos, Eclecson les dijo que Sokar había extraído información vital de ingeniería sobre las nuevas modificaciones Warp de la nave, por su parte Mertens los puso al tanto de que Sokar había alterado los registros de la nave para que no quedara rastro de la información que había robado, además había huido en una lanzadera.
Kunaar les informó además que tenían datos confiables que confirmaban que Sokar poseía estudios universitarios sobre bioingeniería y biotecnología, lo que la llevaba a sospechar que era él el que había desarrollado el virus.
Hubo un silencio general, todos se miraron compartiendo quizás las mismas inquietudes, ¿Podrían darle caza? ¿Serían capaces de revertir el mal que Sokar había diseminado o la nación romulana estaba ya condenada sin remedio?
Partieron de inmediato a sala de conferencias en donde los esperaba el capitán.