Partida Rol por web

-Hola Chencov, Dame mi equipo por favor.- Cuando el cabo le trae el equipo, le doy las gracias y le comento que va a tener un día movidito en la armería. Con todo el equipo me despido y le digo al sargento que me gustaría tener el doble de cargadores y granadas si es posible para que lo ponga en la solicitud. 

La nave de la flota aun se mantenía tranquila a pesar de la proximidad de la hora de descenso; las tropas de la 47ª compañía recogían su equipo y su armamento antes de dirigirse a los hangares. La emoción y positividad reinaban entre las tropas embarcadas en la Sirius Beta; bromas, conversaciones, e incluso apuestas era lo único que pasaba por la mente de los infantes, aunque muy en el fondo muchos estaban preocupados. Y todo hubiera seguido así de no ser por el súbito llamado que se escucho a lo largo de la nave.

-Atención a todo el personal! Atención a todo el personal!; en 25 minutos iniciaremos las maniobras de descenso del personal de infantería. Todo el personal perteneciente a la 47ª compañía de infantería móvil deberá dirigirse a su hangar asignado e incorporarse con su respectivo escuadrón. Atención todo el personal de la 47ª compañía, maniobras de descenso proyectadas en 25min-

El mensaje se repitió 3 veces en volumen fuerte y claro que imposibilitaba a los infantes el poder comunicarse entre ellos. El momento del descenso se aproximaba, para muchos el momento de las bromas había terminado.

El Sargento habia logrado hacerse con la firma del teniente Okaka para la solicutud de municiones; sin embargo habia recibido mucho menos de lo que esperaba y el teniente no daba oportunidad de debatir al respecto. Sin perder tiempo el sargento Focker se dirigio directo a la armería donde de camino a esta los altavoces de la nave lo pusieron sobre aviso.

-Atención a todo el personal! Atención a todo el personal!; en 25 minutos iniciaremos las maniobras de descenso del personal de infantería. Todo el personal perteneciente a la 47ª compañía de infantería móvil deberá dirigirse a su hangar asignado e incorporarse con su respectivo escuadrón. Atención todo el personal de la 47ª compañía, maniobras de descenso proyectadas en 25min-

Aleksei se sube a lanzadera, se acomoda en su asiento y se prepara para el descenso, le da, curiosamente por tararear una antigua cancion infantil que le cantaba su madre hace muchos años...

Poco después de terminar de revisar mi equipo escucho la llamada por los altavoces indicando el inicio de los preparativos del desembarco, así que ya con tranquilidad me dirijo hacia el hangar designado para esperar al resto de mis compañeros dentro de la nave.

Al entrar saludos a los pilotos:

-Buenas tardes caballeros (o señoritas) por hoy seré uno de sus paquetes a enviar.

En cuanto tuvo todo su equipo, fue con los demás hacia la lanzadera. De hecho, por el camino fue poniéndose algunas cosas, comprobándolas... No quería perder ni un segundo. Así que ya tenía casi todo puesto cuando puso el pie en aquella lanzadera cuadrada, examinándola un momento.

Al fin... el primer descenso. La primera verdadera misión.

Mucho habían esperado. Sólo quedaba esperar que volvieran todos de una pieza.

Una vez revisado el equipo y con todo en su lugar, Jake se dirige hacia el hangar, presentándose en perfecto estado de revista, con una sonrisa deslumbrante en su rostro.

Mientras se sienta en su puesto y ajusta los correajes para el descenso dice, guiñando un ojo entre feliz y zumbón, viendo que aún no ha llegado el sargento

Bueno, chicos y chicas, por fin llegó el gran día. Ahora a esperar que el Señor Focker nos traiga el pedido extra que hemos encargado...

Espero que se acuerde que las pizzas las queriamos con doble de todo...

Dice Aleksei ahora algo más relajado.

Me acerco al mesón, donde entrego el formulario al Cabo y le digo:

 - "Aqui está la orden del Teniente Okaka, Cabo."

Entrego el documento y le doy las gracias una vez que me entrega las municiones. Luego, y con todo en una caja, me dirijo a la lanzadera, donde saludo a los pilotos con un saludo militar (Todos los de la flota son mis superiores) y abordo a la lanzadera, donde dejo la caja en el suelo y comienzo a lanzarles los regalos mientras les digo:

 - "Niñas, el Teniente Okaka ha aprobado una inyección de pertrechos más pequeña de lo que habriamos deseado, pero es lo mejor que pude obtener. Aqui tienen un cargador extra de rifle y una granada de fragmentación adicional para cada uno, incluyendote a ti Striker y a tu Hawkeye. No se quejen, es lo mejor que pude sacar y a ustedes les habrian escupido en el trasero. De todas formas el Teniente me aseguró que los pelotones 3 y 4 traeran más cosas para la fiesta. Asi que debemos aguantar con lo que tenemos. Como consejo a los novatos, ahorren la munición, excepto cuando tengan un bicho al frente."

Luego, y cambiando a modo Sargento rudo, le grito a los soldados:

 - "¡Aprieten bien los seguros de sus asientos y sus cinturones! No querran golpearse en el techo y quedar más idiota de lo que son."

Voy asiento por asiento supervisando los seguros de todo el mundo para luego sentarme en el mio y asegurarme bien.

 Bueno, menos es nada, señor- digo mientras recojo mi munición extra- de todas formas no necesitamos mas para aniquilar a los bichos. Buena puntería, en todo caso.

Al entrar en la lanzadera, diviso un hueco entre Aleksei y Jake suficientemente alejado de el resto de huecos como para que, si a Sonny le daba un apretón, no me llegasen sus salpicaduras.

Atrapo el cartucho y la granada que me lanza el sargento y le doy las gracias - Gracias por acordarse de mi Sargento. No te arrepentirás, Pienso para mi mismo.

-Señor, siento el retraso estaba preparando mis armas, señor. Bien municion extra aora si habra para cazar nuestra comida y matar bichos.

Donde me sentare, rayos no quisiera estar a lado del sargento es capaz de sacarme de la nave apenas vea tierrra antes de aterrizar.

Sonia ya estaba sentada en su puesto, realizando las últimas comprobaciones a su equipo. Fue en ese momento cuando llegó el sargento con una caja. Al parecer, había conseguido que les dieran algo más de material. No era mucho, pero, desde luego, iba a ser de agradecer.

- Vaya, sargento - le dijo, sonriendo divertida -, si al final vas a saber bien que ahí que regalarle a una chica.

Buendía agradeció con un movimiento de su cabeza apenas perceptible la munición extra que les traía el sargento.

Gracias por todo, Señor! Seguro que con esto y lo que traigan los otros pelotones, podremos montar un buen baile, para los bichos o cualquiera que amenace nuestra posición, Señor!

Y cambiando su sempiterna sonrisa por un gesto serio, Jake añadió Chicos y chicas, ya habéis oído al Sargento, asegurad el blanco y usad lo justo para freir a los chinches al punto, como dios manda! Un segundo después, volvía a reir, mientras cruzaba bromas con todo aquel que se encontraba dentro de la lanzadera...

Gracias señor... esto será de alguna utilidad alla fuera, al menos para tardar algo más en morir congelados. Aleksei agradecia las municiones y la granada, pero hubiese preferido algo que le ayudase a mantener calientes a sus compañeros.

Corrijo a mi consejero sobre la intención de mi comentario:

 - "Escuchen bien, cuando tengan a un enemigo en la mira, disparen todo lo que tengan hasta que no se mueva más. Ahorren la munición solo cuando no tengan enemigos, nada de disparar al aire y fallar como idiotas. Si matan a los enemigos, ya no necesitarán balas. ¿Ha quedado claro?"

Luego le contesto al Tecnico, que ya me tiene un poco harto con lo del frio:

 - "Nuestros trajes están hechos para resistir al mismo jodido espacio. Un cubo de hielo siquiera se sentirá. De todas formas, si tu traje no puede calentarte, considerate con permiso de masturbarte disimuladamente para mantener tu calor, mientras no dejes de disparar. JA JA JA."

Rompo en carcajadas sobre eso, mientras les grito:

 - "JA JA JA ¡Todos tienen permiso! JA JA JA."

Sigo riendome por unos segundos.

Llego justo en el momento en que el Sargento está repartiendo pertrechos adicionales, después de alejarme del bullicio de gente pidiendo equipamiento y munición para despejar la mente, y también para poder pedirles coraje y suerte a los espíritus de mis ancestros con un antiguo ritual indio para las batallas que no me gusta que nadie contemple, por lo que puedan pensar.

-Señor, gracias, señor. -Digo guardándome los cargadores y la granada con el resto que me han dado, y me dirijo hacia uno de los asientos vacíos, tratando de mentalizarme en que en pocos minutos iniciaremos el descenso hacia un ambiente probablemente hostil, y entonces empezará el trabajo de verdad. Muestro alguna sonrisa frente a las bromas de mis compañeros y jefe, pero la verdad es que una vez mentalizado tras el ritual no estoy en el mejor modo para reir, pues los soldados luchamos, y el entretenimiento es para los que vuelven.

-Gracias señor, ahora tengo el doble de cargadores extras que al principio.

Me guardo el cargador y la granada antes de sentarme de nuevo en mi sitio.

Sargento, Señor, ahora que ya no hay marcha atrás, podria contarnos algo más de esta misión?? usted como oficial debe saber más de lo que nos han contado a nosotros, me gustaria saberlo, claro si usted lo considera oportuno, señor.

Aleksei estaba nervioso, no lo exteriorizaba, pero aquella cancioncita infantil le asaltaba la cabeza constantemente, porque justamente aquella vieja tonadilla? inconscientemente mientras esperaba la respuesta del sargento se puso a tararearla.La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar...

Despues de escuchar la pregunta de Aleksei y reconociendo su silencioso tarareo como un claro signo de nerviosismo, uno que he visto y sentido en carne propia más de una vez, le contesto con voz calmada, que aun se puede oir ya que la lanzadera no ha despegado:

 - "Escucha hijo, y esto es para todos. Sé que esta es la primera misión de la mayoria de ustedes y entiendo por lo que están pasando porque todos los miembros de la Infanteria Movil con rango lo han pasado alguna vez. A mi por ser Sargento no me han contado nada que a ustedes no, pues mis superiores no saben nada más. No ha ido ningun grupo de reconocimiento, ese es nuestro trabajo, asi que nadie en esta nave sabe lo que encontraremos ahi abajo, por eso nos preparamos para lo peor. Dios quiera que no hayan bichos, pues aunque disfruto matandolos, esos desgraciados se han llevado a más de mis amigos de los que hubiera querido y sé de lo peligrosos que son. Entiendo y yo mismo muchas veces hago bromas y alardes de soldados matando bichos por miles, pero no es un juego cuando estas abajo y el unico premio que reciben los valientes es una medalla postuma, porque no sobreviven como lo hacen los cautelosos."

Hago una pequeña pausa, recuerdo rapidamente los rostros de los compañeros que perdí en la primera misión a la que fuí enviado, duele saber que murieron a manos de asquerosos bichos, sin gloria y sin honor. Soy un tipo duro, pero no un insensible sin corazon y odio a los bichos, por lo que son y por lo que han hecho. Luego y sin mostrar debilidad ante mis hombres, continuo mi discurso:

 - "Ustedes fueron preparados en la Infanteria Movil y si están aqui es porque han demostrado ser más que unos idiotas con armas. Han sido entrenados y ahora usaran su entrenamiento, sea lo que sea que nos espere allá abajo. Mis ordenes son: Al momento de descender, formarán un perimetro en forma circular cubriendo con sus miras todas las direcciones hasta esperar nuevas ordenes. Disparen a todo lo que no sea humano y se mueva hasta que yo de nuevas ordenes en el campo despues de evaluar la situación. No se alejen y no rompan la formación. ¿Ha quedado claro?"

Luego le hablo especialmente a Aleksei, pues no tengo grandes palabras de consuelo. Solo tengo las palabras que una vez mi Sargento me dijo a mi antes de morir:

 - "Recuerden que somos soldados. Luchamos por algo más grande que nosotros mismos y al subirnos en las lanzaderas ya hemos firmado nuestro destino. Luchen para cumplir su misión y sobrevivir. Jamas renuncien a su misión asi solo quede uno de ustedes y si mueren para cumplirla, reciban a la muerte con un abrazo, pues se irán conformes y felices de dejar todo en su lugar antes de partir. Un soldado no puede pedir nada más."

Espero sus preguntas y el momento en el que la lanzadera encienda sus motores.