"Sabed, oh, príncipe, que entre los años en que los océanos anegaron Atlantis y las ciudades resplandecientes, y los años de la ascensión de los hijos de Aryas, hubo una era de ensueño en la que brillantes reinos se extendían por el mundo como mantos azules tachonados de estrellas: Nemedia, Ophir, Brythunia, Hyperborea, Zamora con sus muchachas de negros cabellos y sus torres plagadas de terroríficos misterios; Zinagara y sus caballeros; Koth, limítrofe con las tierras pastoriles de Shem; Estygia con sus tumbas custodiadas por sombras; Hyrkania, cuyos jinetes vestían acero, seda y oro. Pero el más orgulloso reino del mundo era Aquilonia, que reinaba soberana sobre el dormido occidente.
Y allí llegaron los aventureros, de distintas procedencias y costumbres, armas en mano, pelo enmarañado, los ojos sombríos, ladrones, saqueadores, asesinos, de grandes tristezas y grandes alegrías, para pisar con sus sandalias los enjoyados tronos de la Tierra".
"Las estrellas sembradas en el cielo nocturno, rivalizaban con la luz de las antorchas de las calles de Yaralet, la ciudad fronteriza entre Corinthia y Brythumia. Bajo esos puntos brillantes en el cielo veraniego, residían en paz hombres y mujeres pertenecientes a ambos pueblos hyborios. Hecho que se consolidaba con la celebración de una importante feria de ganado, y por razones del insondable destino, los héroes se encontraban allí esa noche cuando todo sucedió.
Primero fueron los gritos de los guardias, después el fuego, el humo, las gentes corriendo en todas direcciones, los puestos de los mercaderes volando por los aires. Yaralet se convirtió en pocos minutos en una irrespirable nube de humo naranja y caos, Entre los jirones de gris niebla, fuego y pavesas, caballos relinchaban, cuerpos con heridas abiertas eran despedidos como si una fuerza oculta y maligna los empujara.Todo pasó rápido. A la velocidad a la que el fuego furioso consume la vida de los hombres.
La salida del sol desvelaba las humeantes ruinas quemadas de Yaralet, y a algunos de sus habitantes, cubiertos de hollín buscando a gritos a sus seres queridos, removiendo maderas ennegrecidas y cascotes de piedra. Un raudo vistazo bastaba para adivinar que los supervivientes eran pocos, los fallecidos y malheridos, muchos, y otros tantos desaparecidos. ¿En cual de los desafortunados grupos se encontrarían los héroes...?"
Viviréis una aventura one-shot ambientada en el mundo de Conan, creado por Robert E. Howard. La ambientación está inspirada exclusivamente en los relatos de éste autor. No los videojuegos, ni las películas.
La idea es hacer partidas cortas de las cuales ésta sería la primera. Unas serán algo más largas y otras menos, además algunas no tendrán relación directa entre sí, aunque sean vividas por los mismos personajes, todo ésto emulando dichos relatos.
-Enlace del hilo de reclutamiento-
-Partida +18. O sea, es para mayores de 18 años, por razón de su contenido crudo e "insensible".
-Sistema "Barbarians of Lemuria" con algunos retoques propios. Es un 2D6 muy sencillo y además no es necesario conocerlo.
-Interesados mandad MP con concepto de personaje, describiendo su físico, vida pasada, su presente y las razones por las que se encontraba en Yaralet, con las siguientes restricciones:
*Sin basarse en los videojuegos (nada de templarios oscuros ni nada por el estilo).
*Si es un salvaje, picto o similar, será esclavo de un PJ o de otra persona, tal vez muerta en Yaralet.
*Si es hechicero, sacerdotisa o similar, conocerá la magia de forma teórica y, como máximo, dos o tres trucos y/o un par hechizos sencillos.
*Si es un decadente, estygio, o similar, tendría que tener una muy buena razón para estar en Yaralet, o ser un esclavo.
-Muy recomendable conocer la ambientación, aunque no es necesario. Con haber visto las pelis viejas, vale. Aunque leer un par de relatos de Conan no quita mucho tiempo, y con eso creo que bastaría para ésta partida. O también, quizás, la peli más nueva de Conan, que aunque no es muy buena, es la más fiel a los relatos. Como no he leído los cómics no sé qué tan fieles son, aunque tengo entendido que lo son.
-Dudas y ruegos, ya sabéis dónde encontrarme. ¡Y recordad que la partida es de todos los jugadores!.