Partida Rol por web

Mis ojos siguen maravillados todo lo que veo, una mezcla de horror y fascinación me sume en un estado de práctica impotencia mientras todo lo que veo se va grabando a fuego en mi mente.

Entonces ladeo la cabeza -¿ahora madre? tengo miedo-

Tras el breve susurro me despego de la pared, levanto los brazos a modo de barrera contra el viento, y pongo todas mis fuerzas en avanzar en dirección a los ancianos

Giani empieza a caminar a duras penas contra el remolino de vientos huracanados que se levanta alrededor del antediluviano y Augustus. Cada paso requiere una extrema concentración. Al principio los vientos parecen querer expulsarte hacia a fuera, pero tras el tercer paso se vuelven erráticos, golpeándote de un lado y el otro indistintamente. Sabes que si pierdes ahora la concentración caerás perdiéndote en aquel mar de lamentos. Y frente tus ojos lo ves claro ahora, los que tratas de alcanzar están lejos, y esos vientos que chillan en realidad son almas: Decenas y cientos de ellas giran en un espiral caótico y se arremolinan también sobre tí, tratando de despegarte de tu cuerpo; algunas de ellas incluso intentan ocupar tu figura contigo dentro, pero son expulsadas violentamente y tu frente y palmas empiezan a sangrar abundantemente, mientras entre los susurros y bramidos insoportables te parece oír como se repite un remor "justicia de dios, justicia de cristo"

Las últimas llamas que abrasaban las ropas de Aricia finalmente se apagaron contra el suelo, dejando las prendas que llevaba echas girones y unas heridas muy feas en tu piel. Sin embargo te encuentras fuera de ti, tu mirada recorre todo a tu alrededor nerviosa y sientes el calor del fuego que hay detrás de ti persiguiendote, quemando cada centímetro de tu piel hasta consumirte como viste ocurrir en Fanchon. Sin mediar palabra echas a correr hasta que tu camino lo obstaculiza uno de los muros laterales. Ni si quiera se te ocurre pensar en la idea de utilizar la fuerza de tu nueva naturaleza para saltarlo, el pánico es tan grande que empiezas a rasgar las piedras y la tierra con las uñas.

Camilla con User en brazos contempla como la lasombra se echa al suelo en llamas tratando de apagar estas y luego huye hacia el muro. Entonces, respondiendo a la pregunta del egipcio le dice con su dulce tono

- Capturala con vida para mí.

Se refería a Aricia, te estaba pidiendo que te enfrentaras a tu compañera que se encontraba fuera de sí y se la ofrecieras en bandeja de plata

- Yo me encargaré de su sire

Termina diciendo, dirigiendo su mirada y encaminándose hacia un rincón oscuro, donde realmente no alcanzas a ver nada.

Al otro lado del patio, pero fuera del maelstrom, Claudius yace de rodillas con la cara manchada y los ojos inyectados en sangre fijos en Fernando quien se encuentra contra la roca a unos metros de este. Su mirada es la de un loco, fija pero al mismo tiempo como ida, en su mundo interior ahora quebrado. El Giovani entonces, empieza a incar la rodilla en el suelo para levantarse, su mirada no se aparta del castellano, como si todo el mundo hubiera dejado de existir y la diablerie de un antediluviano no significara nada para él.

Obedezco mi señora.Me concentro un instante para prepararme me lanzo al combate esquivando a todos los demás con la vista fija en su nuca.Aricia ha sufrido bastante en el combate , su cuerpo aun humea pero ha sido capaz de eliminar a una antigua y no soy rival para ella .Sin embargo la Señora me lo ha pedido y debo complacerla. La lengua aparece y desaparece rápidamente entre mis labios como si estuviese mas impaciente que yo en cumplir con su cometido homicida.Al llegar a una posición adecuada lanzo un puñetazo dirigido a su cabeza con intención de "agravar" su maltrecho estado.

Me adentro en la vorágine de almas, avanzando paso a paso en dirección al antediluviano y a su pretendido ejecutor. Siento como la sangre corre por mis brazos y por mi rostro, pero eso no significa nada ahora, mi propia alma esta en peligro mientras las huestes de los cielos, ¿o serán de los infiernos? intentan destruirme, siento mi alma sacudida una y otra vez mientras intentan arrastrarme a la condenación. Ante mis ojos veo decenas de espectrales rostros, y me parece reconocer alguno

-madre, madre, ayudame- estiro la mano hacia donde creo haberla visto, pero tras la suplica angustiosa viene el grito eufórico repitiendo lo que acabo de oir en medio del torbellino-!!justicia de dios, justicia de cristo¡¡-

Viva o muera es la voluntad de dios, y sabiendo esto continuo mi avance con ojos desquiciados y sonrisa maniaca

Me giro, presa del pánico. User me ataca, pero yo veo su ataque antes de que me llegue. Estoy encerrada, entre un muro y su puño. No me queda otra que inmovilizarlo...

Además, su sangre me llama...

Claudius se incorpora sin alejar la mirada de Fernando y empieza a caminar hacia ti. Sientes los huesos de la mandíbula desencajados y quizás una fractura occipital de tu cráneo mal curándose por el golpe contra la roca de la montaña, la sangre empapa tu espalda dentro de la armadura. Y la imagen del nigromante es la del mismo diablo avanzando delante de las llamas que ahora cubren todo el edificio del monasterio, su boca y ropas están manchadas por la sangre de Japheth pero lo más terrorífico son sus ojos, más sobrenaturales que nunca a penas dejan ver un punto negro en su iris y abiertos como un demente, hasta la última célula de su cuerpo supura un odio que va más allá de la vida.

En un rápido e inesperado movimiento, Aricia hambrienta y poseída por el miedo reacciona en un instinto realizando una llave al egipcio que se dirigía hacia ella empuñando su espada. Los brazos de User quedan entonces apresados por los de la lasombra incapacitándolo para actuar y cara a cara con la chica a la que pretendía atacar.

En otro sitio muy distinto Gianni lucha contra los espíritus y sus acometidas psíquicas que te zarandean de un lugar a otro. Pero tu grito te da una fuerza renovada y como una honda expansiva los empuja hacia atrás, dejándote el camino despejado. Excepto por una solitaria figura que se halla quieta frente a ti, de espaldas. Desprende una luz cegadora que dificulta el mirarla fijamente.

"justicia de dios, justicia de cristo"

Su voz es como un silbido metálico, ambiguo y reverberante que se propagaba en el espacio

" Eso es, hijo"

La paz parece envolverme como un manto de tranquilidad, los espíritus airados se han marchado y ante mi solo veo una cegadora figura de luz, su voz es extraña, pero sus palabras se clavan en mi corazón

-¿madre?¿eres tu?-

Mis piernas tiemblan y caigo de rodillas a un metro de ella

-he intentado ser un buen hombre madre, actuar bien para que te sientas orgullosa yo... mate a padre y a tu hermano por lo que te hicieron, perdóname madre-

Bajo la cabeza hasta el suelo, la felicidad que siento al estar con mi madre me inunda y por un momento no existe nada mas en el mundo, pero luego lo recuerdo. Giovanni. Capadocius. No puedo quedarme aquí, mi madre se avergonzará de mi si ahora me desentiendo de mis deberes

-madre, he de continuar, yo... volveré contigo-

Me incorporo con dificultad y entrecierro los ojos para mirar una última vez la figura cegadora, luego le doy la espalda y camino decidido hacia Augustus Giovanni y Capadocius

Tengo sed... tengo miedo... pero ahi está el egipcio. Recuerdo que era interesante, de entre todos los de aquella posada... pero parece tan delicioso...

Mis colmillos se extienden, y muerdo... Y su cálida vitae se vierte sobre mi boca, en mi primer experimento de Beso a un cainita.

Aricia clava ansiosa los afilados colmillos en la negra piel del egipcio y la poderosa sangre del vástago empieza a correr fresca por tu maltrecha garganta.

Claudius por su parte, avanzaba caminando lentamente hacia Fernando quien hacía un esfuerzo para que su sangre soldara de nuevo los huesos rotos, y de repente, cuándo la imagen del nigromante estaba todavía a unos 5 metros, se difuminó en un increible alarde de velocidad, para aparecer justo delante del neonato lanzando un brutal codazo contra su pómulo derecho

En el maelstrom, los sentimientos de Giani le hicieron caer a los pies de aquel espíritu radiante de luz. Sin embargo, este seguía de espaldas y finalmente continuó su discurso como si no hubiera escuchado ni una palabra de lo que decía el malkavian

"Eso es... si, eso es,

eso es lo último que dijiste mientras me arrancabas la vida"

La luz que desprendía aquella criatura se apagaba lentamente al tiempo que ésta se daba la vuelta hacia ti con una sonrisa en los labios y los sobrenaturales vientos azotaban de nuevo, tu padre se encontraba de pié frente a ti.

"...hijo. No puedes pasar, no sin las botas y el manto"

La estrañeza por las palabras de la figura se convierte en horror al encontrarme con mi padre, al que yo mismo mate. Me levanto alzando las manos como para apartar de mi esa tétrica visión, pero haciendo acopio de valor atiendo a sus palabras

-¿botas y manto?¿donde puedo encontrar eso?- miro a mi alrededor  como si esperara que aparecieran unas botas y un manto de repente a mi lado, me parece sentir como la vida del antediluviano se va extinguiendo gota a gota mientras yo pierdo el tiempo, pero creo que será mejor hacer caso al espectro de mi padre

"aunque tal vez quiera vengarse enviandome a la condenación"

Relamo mis labios. Al fin me he calmado. Miro al Egipcio entre mis brazos, aún sangrando. Lamo su herida, para cerrarla, e intento girar su cuello para enderezarlo con el mío. En mi huída nos alejamos algo de la zona de conflicto. Quizás aún tenemos una oportunidad.

User, sé que no eres tú. Eres orgulloso y codicioso, tal y como yo lo soy. No puede ser ese perro faldero que se muestra ante Adana de una forma tan vulgar y vergonzosa. "Huye conmigo, User. Huyamos de este peligro para así conseguir el poder que ansiamos".

Apelo a mi fuerza de voluntad y mis heridas se cierran ante mis asombrados ojos, momento en el que mi rival decide lanzarse al ataque.

Sólo mi cuerpo entregado al combate y años de experiencia, me obligan, casi inconscientemente a elevar la daga para evitar el golpe que sin duda me lanzaria por los aires

User de repente escucha las palabras de Aricia y empieza a sentir un febril mareo que no es debido a la falta de sangre. Los ojos de la lasombra tienen un brillo peculiar cuando logras apartar la mirada. Sin duda estaba tratando de hechizarte con algún tipo de truco, un truco en el que de ningún modo volverás a caer.

Pero algo peor empieza a latir en tu interior, como los golpes de un tambor que hacen retumbar todo tu cuerpo, un instinto más fuerte que el que jamás hayas sentido ruge en lo más hondo de tu alma; es la bestia que clama por salir, la sed de sangre

Fernando recibe el poderoso codazo justo encima de los huesos que acababa de soldar, astillandose esos aún mas que antes y dejándote un aspecto cuanto menos poco deseable

Márchate o no respondo de mi Chillo intentando apartarla de mi antes de sucumbir a mis instintos.La miro a los ojos y le escupo de forma violenta :no vuelva a intentar esos trucos conmigo bruja o te vaciare y luego te arrojare aun lado. Vete o muereeeeeee

Intento emanar la oscuridad de mi interior, pero no lo consigo. No tendré via fácil de escapar.

Tú mismo... - le digo a User, mientras le suelto, y me aparto su saliva de mi cara. Algún día pagaría por este insulto gratuito, pero no hoy, no estando yo tan débil.

Así que me doy la vuelta y huyo, lejos de ahí, buscando la salida.