Partida Rol por web

-Lamento tener que con vos, ma dame, no estar de acuerdo en los dos puntos, claro que sois una divinidad ¿Acaso no todas las mujeres son diosas en nuestros sueños?-Dice esto ultimo riendo y en alto levantando su jarra de vino- Respecto al valor de la vida deberia proponeros mi posición con la alegoria que a mi me conto un viejo alquimista, imaginad las personas como lingotes de oro o plomo, una libra de uno pesara lo mismo que una libra del otro, pero claro es que el metal dorado sera el mas codiciado, y esto de acuerdo con estas sabias palabras ¿por que sino como explicariais vos que a los feos soldados de fortuna como yo Guillerme du Paris nos mandaran a morir en una campaña en Holanda?

Tras decir esto apura su jarra de vino.

-Pero basta de charlar de telogia y filosofia ¿Esto no es una taberna? Que corra el vino.

Diego no puede evitar sonreir ante la mojigateria de los seductores. Sin mirarlos si quiera comienza a hablar atascandose de vez en cuando en sus palabras .-Poetas narran batallas que no lucharon. Hip. Pintores dibujan campos que no labraron. Escultores cincelan la creación de Dios...¡Ja! ¡Artistas! ¡Seductores! ¿Que saben ellos de lo hermoso? Hip...-. Echa otro trago de vino y vuelve a la carga con la carne de cerdo.

Parecía que todos los presentes se avalanzaban sobre la otra exhuberante mujer. Marianna resoplo aliviada, no le gustaba atraer la atención de los demás y la verdad es que no parecía una tarea facil en una taberna llena de hombres y vino.

Ahora que se encontraba mas a gusto no sabía muy bien como introducirse en la conversación asi que fingió que el comentario de Javier Lara había despertado su atención.

- ¿Qué tipo de rumores? espero que no fueran tan perturbadores como las palabras del clérigo...

Cuando sus miradas se cruzaron la chica enseguida se volvió a un lado tímida y algo de rubor encendio sus mejillas, hizo un esfuerzo y espero respuesta de su compañero de viaje.

levantando la jarra para beber otro corto sorbo de vino, observo con atención a todos y cada uno de los asistentes sorprendiendome un poco más con cada comentario.

¡¡Increible!! Me han sacado de mis tierras para juntarme con un atajo de lividinosos y guerrilleros. Parecen una cuadrilla de inberbes muchachos agarrados a una moza ante un henar vacio. - mi vista se detiene en el hombre llamado Diego - El poderoso e invencible guerrero... bebiendo hasta no poder moverse... Mujeres que parecen gozar atrayendo sobre si la atención de los hombres y otros discutiendo sobre teologia. En fin, supongo que el señor giovanni tendrá una buena razón para habernos juntado a todos aquí... - Doy otro leve sorbo a la bebida y continuo escuchando las insulsas conversaciones fijandome en el único hombre que realmente me ha llamado la atención y que creo que merece la pena, User Kuk

Miro la escena y una sonrisa se dibuja en mis labios Es increible es como ver a los buitres en el desierto esperandoq ue un viejo camello de su ultimo paso para poder lanzarse sobre el y deborar su carne muerta. Miro a la mujer uqe acaba de hablar y luego al hombre español Si por favor caballero, diganos que mas ha odio sobre este tema. No suelo hacer caso de las conjeturas de locos ebrios. Asi que las supercherias de este viejo no me impresionan. 

Javier Lara al escuchar al clerigo pedirle que hablase mas del tema junto con aquella hermosa mujer dijo:

-Principalmente son habladurías de aldeanos locos,que dicen que nuestro anfitrion el señor Giovanni,posee ciertas riquezas misteriosas,desde el principio de los tiempos,tambien dicen,que se burla de la iglesia y que le escupe en su cara a los sirvientes de Dios,que solo respeta a los de gran alcurnia.Bueno,eso es lo que dicen,como ya mencione antes,eran principalmente plebeyos que se demostro que estaban locos,yo los presencie decir esto,delante de la sagrada inquisición.

Javier Lara no cuestionaba aquellos interrogatorios y como parte de la nobleza española que es le era permitido asistir tanto a los juicios como a las torturas si el quería.

-Muchos de esos plebeyos,dijeron que trataron con el que no se puede mencionar,que aquel les enceguecio con promesas de poder e inmortalidad,y que lo unico que tenian que hacer era trasladarse a vivir en estas tierras y un poder mas grande de lo que sus infimos intelectos podrian pensar les estaria esperando,para mi son solo desvarios de gente pobre y loca.

Tomo un poco mas de su vino y luego le dijo al monje:

-¿Que opina padre?,acerca de lo que le acabo de contar

-mucho escuche sobre los inquisidores-dije un tanto atribulado- son tan herejes como el propio satan; leen solo lo que quieren de la biblia y olvidan las palabras de jesus...espero que usted, señor, no crea que sus metodos son aceptables

yo mismo habia participado en actos tan execrables como aquellos, pero nunca por razones tan nimias. muchos clerigos movian la cabeza con pena al pensarlo...

-pero me resulta interesante lo que usted dice, a luces puede verse que los rumores son infundados, seguramente el señor giovanni debe tener enemigos poderosos e incidiosos como para que esas historias lleguen tan lejos...

Antes de que nadie pueda acabar de comer, un último coche de caballos llega a las puertas de la posada. Cuando se abre la puerta una corriente fría os hiela la sangre y todo el mundo guarda silencio.

Cuatro figuras atraviesan el umbral y una de ellas va delante: es un hombre bien vestido y de complexión delgada, cuyas aristocráticas facciones están estropeadas por una profunda cicatriz que atraviesa su ojo izquierdo enturbiado, quizás de cristal.

Justo detrás suyo, un joven alto y rubicundo, vestido con la ropa de cuero de un cochero, que lleva un gran crucifijo de madera entorno a su cuello esta cercado por dos soldados con el emblema de los Giovanni.

- Soy sir Lothar, mayordomo del señor Giovanni. Fui yo quien os seleccionó a vosotros trece de entre las masas para conocer al Amo.

Dice con tono altivo y algo siniestro

- Este es Roderigo, el cochero, cuya misión es llevaros mañana a la mansión del Amo

Terminadas las presentaciones, el hombre pasea la mirada por la sala, posándose detenidamente en cada uno de los presentes, pasando lista, podéis imaginar.

Seguidamente da unos pasos hacia vosotros dispuesto a saludaros personalmente uno a uno.

Al hacer esto el hombre toma vuestras manos en las suyas y las retiene mucho más tiempo del apropiado, acariciándolas con mimo.

- Sé bienvenido a las tierras del señor Claudius Giovanni. Me complace que nos honres con tu visita, y espero que tu estancia sea grata y memorable

Mientras habla, alza cada mano hasta su nariz, casi como si estuviese husmeando algo.

Especialmente, cuando repite estas mismas palabras a Fernando Vilarte, el mayordomo abre la palma de su mano con atención y la examina detenidamente para después lamerla con cuidado.

Tras terminar con los saludos, eleva el tono para decir:

- Me alegro de que estéis reunidos. Nuestro señor espera ansioso el placer de serviros la cena de mañana. Sois muy afortunados de haber captado su atención: éste es un día que vuestros seres queridos recordarán durante mucho tiempo.

Intento respirar aliviada, al ver que la atención de los presentes se desvía de mi figura hacia la teología y las criticas al señor de Stavlaquia. Mi mutis intenta buscar mi salvación, mas pronto siento en el interior de mis carnes que ya estoy perdida.

La entrada de aquel hombre me inquieta, no sabría decir el motivo, quizás aquella cicatriz de guerrero en el cuerpo de un aristócrata... aunque probablemente era algo que no sabría explicar nunca. Intenté sonreir, mas la mueca que se formó en mi cara resultaría extraña y forzada para cualquiera que me mirase.

No pude sentir sino mayor inquietud y repugnancia cuando ese hombre aprisionó mi mano entre las suyas y se la llevo a la nariz... No paraba de darle vueltas a mi cabeza, entre todas las habladurías de la noche y aquel extraño sujeto que se autoproclamaba jurado que nos había "seleccionado", como quien elige a un campesina entre toda la población para ser la acompañante del señor feudal de esa noche... una simple pieza de ganadería.

un escalofrio recorre mi espalda, como si el mismisimo aire me diera una puñalada. Me giro y contemplo a los 4 hombres, en especial al que se dirige a nosotros. Su mirada fria como el acero de una espada, impedia que mi boca pudiera articular palabra. Pero no era al unico que le pasaba todos sentimos esa misma sensacion o eso me parecio a mi

La entrada de los hombres acallan toda conversación.

Al punto me levanto, tal y como manda la cortesía, y escucho con atención las palabras del llamado Lothar asintiendo con la cabeza cuando es menester. Aprovecho el tiempo que se toma saludando a todos uno por uno, para fijarme bien en los cuatro hombres y tan ensimismado estaba que apenas me doy cuenta de que ya está frente a mi. Estrecho su mano con firmeza, con confianza, más subitamente se lleva mi mano a su nariz y comienza a olisquearla - ¡Que raros son por esta zona! - pero cuando de repente lame el dorso de mi mano me quedo de piedra, no se como he de reaccionar - ¿habrá hecho lo mismo con los otros? ¿porque demonios no habré estado atento? - pero mi educación sobrepasa al asombro y puedo decir con voz educada y firme.

Nos honra la invitación del Señor Claudius Giovanni, y seguro que disfrutaremos de su conversación y compañía - cuando lothar pasa a hablar con el siguiente, busco disimuladamente al hombre que con tanto ahínco defendía que el señor Giovanni era un demonio, busco al hermano clemente

Javier Lara se da media vuelta al ver que todos se habian girado y es ahi cuando responde:

-Es un gran honor haber recibido la invitación del Sr.Giovanni en mis tierras,ya que son lejanas de estas,pero de igual manera asistire a la cena.

Javier Lara se pone en alerta nunca daba nada por sentado y en momentos como estos era mejor ser exceptico y cinico que morir por una daga en la espalda.

Diego se levanta renqueante, y da sonriente da la mano metalica al hombre siniestro .-Ohhh.. Ja, ja. ¡Se agradece la hospitalidad!... ¡Y el vino!-. Cuando comenta el mayordomo lo ultimo solo puede exclamar .-¡Afortunados! ¡Afortunados!-. Se acerca al hermano Clemente poco después recriminativo.-¡Veis! La educación.Hip. de nuestros anfitriones contrasta con la de las bestias del infierno. Ja, ja.-.

Observa a los nuevos visitantes con recelo pero trata de mantener su actitud alegre y despreocupada como si estos no le turbasen.-Más macabros no los hay. Estos si que estan locos pero de remate-. Piensa sobre el mayordomo y en consecuencia de sus acompañantes. Aprovecha el comentario a Clemente para poder acercarse y escuchar lo que tenga que decile Villarte, el cual ha demostrado ser de especial interes para el mayordomo.

al ver a quel sequito una sensacion parecida al miedo se apodero de mi. sin embargo el miedo no era hacia ellos; la cicatriz y ese ojo falso me tenian sin cuidado. era mi propio ser el que me provocaba miedo. mis manos comenzaron a dolerme inclementes y note como las disimuladas vendas se ponian rojas. con disimulo me seque la frente y como temia pequeñas gotas de sangre manchaban la servilleta de tela barata.

justicia de dios...justicia...justicia de cristo...just...- las palabras se dibujaban frente a mis ojos mientras intentaba mantener el control. aquel hombre extraño se aproximo a mi y note que mi mano estaba desenfundando la espada. solo con un gran esfuerzo logre conservar la compostura y dije casi temblando:

-agradesco la invitacion del...del señor...giovanni...realmente espero serle de utilidad-la hipocresia en mis palabras era evidente, pero intente dejarlo pasar mientras extendia mi mano, rezando porque aquel hombre no notara la sangre que humedecia la venda y comenzaba a cubrir mi frente...dios, deseaba escapar corriendo de alli antes de matarlo como un perro frente a todos...

Sentia una extraña fascinacion por el personaje al que acababamos de conocer, me quede mirandole fijamente sin decir nada porque parecia que pudiera leer en mi mente, -por fin vamos a ver si esto es tan interesante como prometi- pense

 Estaremos encantados de cenar con su señor, puedo decir que por lo menos para mi sera un gran placer.

En el fondo me llma poderosamente la atencion la forma en la que nos ha cogido las manos en especial a Fernando, es todo aquello una parafernalia que me intriga y a la vez a trae de sobremanera.

La chica se pone firme ante la entrada tan siniestra de aquel hombre. Se siente algo incomoda con el contacto extendido de la mano de aquel hombre por lo que no se atreve a mirarle a los ojos y cuando este la huele la chica no puede evitar dar un pequeño tiron a punto de soltarse, pero finalmente todo aquello acaba. El corazón le iba a cien y no podia pensar en nada mas.

Javier Lara estaba intrigado por aquel sirviente del señor Giovanni y penso para si mismo ¨vaya,vaya, parece que esto sera realmente entretenido,.al fin podre ver un poco de politica local antes de cenar con este señor,veamos si la hospitalidad es tan buena como en mis tierras¨
-Disculpe buen señor,pero presupongo que vuestro Amo,nos dara facilidades para que nosotros nos instalemos esta noche y disfrutar un poco de su hospitalidad para con nosotros ¿no es asi?

Con esto Javier queria saber si el Amo de este sujeto ya lo tenia todo preparado o lo planificaba sobre la marcha,esto le diría dos cosas,por un lado si estaba preparado de antemano significaria que no seria un rival tanto politico como militar sencillo de derrotar,si planificaba sobre la marcha tambien lo haria un dificil enemigo,pero mas sencillo de tenderle una trampa que alguien que ya tiene todo previsto.