Partida Rol por web

Día 3:

Stigga escuchó lo que le decía Jeremías y no pudo evitar preocuparse. Tener al líder de una panda de kamikazes invedtigados por la Inquisición queriendo hacerse con el mando de la tropa no era algo que la alegrara el día- Ya sabía yo que me caía mal -dijo antes de lanzar un escupitajo.

-Entonces, si no eres de este planeta, ¿de donde vienes? ¿Eras miembro de la Guardia? Si es que no es meterme donde no me llamen -preguntó al hombre barbudo que le empezaba a caer bien.

Soy originario de Balhaut - dijo tras un largo minuto de silencio por parte de Jeremias, reacio a responder, pero al final, cedió - antes era Capitán - volvió a hablar de nuevo, aunque se notó que se arrepintió de decir aquello - voy a liderar la marcha - comentó después de escuchar un ulular en la distancia, debería ser una de las señas que usaban los montaraces para comunicarse. ¿Se habría salvado por la campana?

Día 3:

-¿De Balhaut? Estuvimos allí de descanso -comentó tranquilamente, pero no mencionó nada sobre lo que contaron algunos de que un grupo del Pacto Sangriento persiguió al Coronel-Comisario ni nada de eso- De acuerdo, jefe, nos veremos -dijo tras acabar la conversación.

Había sido bastante fructífera.

Armand se tranquilizó tras la explicación del Pater, aquel ser era lo que más le preocupaba y si realmente existía un modo de poder espantarlo estaría encantado.

El sargento no quería abandonar la habitación hasta que no fuera el último, quizá por deber, quizá por desconfianza de los salvajes tanith. Así pues volvió a su asiento, se puso cómodo, y disfrutó de lo que le quedaba del habano. Cuando los individuos de la resistencia se retirasen también lo haría Armand.