A las palabras de Jeremías respondió con voz baja - Oh, no es una amenaza, no pretendía serlo - era el pesimismo que había acompañado al sargento desde el accidente. Al igual que lo había hecho el linchamiento constante de sus compañeros en este planeta. Cosas de la sangre... Desde el inicio ninguna de sus propuestas había sido aceptada con agrado, había probado todo, mandar en virtud del rango, buscar consenso, ganarse aliados, apelar al orgullo, a la supervivencia... era inútil. Ninguna propuesta del Volpone iba a progresar con tal compañía.
El resto del grupo desarrollaba con eficiencia su trabajo, el explorador era sigiloso, la francotiradora tenía buena puntería... en cambio Armand sabía mandar, eso y una destreza en el cuerpo a cuerpo que hubiera tratado de demostrar con aquel arma - Pero es imposible Armand, apostaste y perdiste. No vas a dirigir, tampoco a combatir cuerpo a cuerpo... Tienes todo en contra, igual que cinco días atrás. Pero no es la primera vez que vives esta situación, sabes perfectamente cómo actuar - Y se llevó el habano a la boca, como no podía ser de otro modo...
Acercándose al oido de Stigga cuando escucha la respuesta a T.E.R.-3.0 - se mas diplomática, este tecnosacerdote ha estado en esta nave y puede tener acceso a sitios que nosotros no podemos, no me seas como el sargento, por favor., luego dice:- De acuerdo Stigga, te colocare las cosas en condiciones, para que no estorben.