Partida Rol por web

".........sistemas automáticos detectan condiciones idóneas para supervivencia.....proceso "reinicio" en marcha...."

"...............inicializando sistemas..........espere........cargando.....20%.....40%....60%...."

".....90%......cargado. Reconexión de todos los sistemas con éxito. Microbots incrementando la producción natural de catelocaminas...presión sanguínea en aumento.....ritmo cardiaco acelerando a niveles óptimos. Pasando a control manual." La extraña luz verde que pulsaba en alguna zona escondida debajo del pecho de aquel ser, incrementó su ritmo y se estabilizó, parpadeando a intervalos regulares.

El leve movimiento de los dedos que permanecían entrelazados sobre el pecho de la figura recostada en el interior de una de las cajas de suministros, fue el primer indicio de que aquel Tecno-Sacerdote estaba realmente con vida. Cómo había llegado a aquel cajón que casi parecía un féretro y había acabado dentro, en posición casi como la de un cadáver, era un misterio por resolver. Poco podía verse o adivinarse debajo de aquella roja túnica, de aquella máscara o de los guantes que portaba. La ropa que se entreveía debajo, para aquel que mirara al cuello de la túnica, parecía un chaleco de vuelo.

Momentos después, la cabeza del Tecno-Sacerdote giró hacia la luz, con movimientos arrítmicos, mientras sus lentes oscuras trataban de enfocar algo con un ligero zumbido. Antes de que sus fotoreceptores dejaran pasar la luz por las lentes oscuras, T.E.R.-3.0 contempló una imagen que se fue desvaneciendo poco a poco en la oscuridad en la que había estado, que hizo que se estremeciera de los pies a la cabeza:

La voz que se escuchó procedente del Tecno-Sacerdote sonó metálica, casi como la de un robot, con un tono neutro que hacía difícil precisar la entonación exacta y que, probablemente, le traería algún problema en el futuro, dependiendo de lo "fina que tuviera la piel" el interlocutor con el que hablara. Una forma como cualquier otra de decir que no entonaba y que podía dar lugar a malentendidos. 

"Gracias por rescatarme." Un par de zumbidos siguió a la frase, mientras las lentes les enfocaban y miraba alrededor. "¿Pueden informar a ésta unidad del estado actual de la nave, fuerzas enemigas y prioridades actuales?"

Los brazos de T.E.R.-3.0 se extendieron y, cogiendose a ambos lados de la caja, se impulsó para ponerse de pie.

Al hacerlo, dos mecadendritas se extendieron automáticamente, una por encima de cada hombro, como preparadas para cualquier cosa. Una de ellas portaba múltiples herramientas, un inyector que comenzó a emitir una serie de ruídos extraños y un incensiario, que se encendió con un chispazo, causando que un olor penetrante inundara las fosas nasales de todos los que estaban cerca, la otra, era estrecha y flexible, con cables y terminaciones ópticas, además de un foco que permanecía apagado en esos instantes. 

Aquel Tecno-Sacerdote también portaba una bolsa de cuero que colgaba del costado derecho de su túnica con dos cierres con correas, como un zurrón, pero sin asas. Probablemente estaba integrado en la túnica. Parecía algo abultado, con lo que, con toda seguridad, tendría cosas dentro. La funda de una pistola láser de gran tamaño asomaba en el cinto, en el costado izquierdo.

Al salir del cajón y mirar alrededor, la figura se quedó paralizada, viendo el destrozo. "Oh....por el Omnissiah..."

El explorador observó con curiosidad como aquel tecnosacerdote se levantaba. No recordaba haber estado cerca de ninguno con anterioridad. De hecho, para los primeros de Tanith el contar con apoyo acorazado o algo más que sus rifles y sus capas era toda una experiencia. Cuando preguntó, Logan tomó la palabra.

-Eh... Nos estrellamos en un planeta, con resistencia imperial pero prácticamente tomado por el Caos. Estamos aislados. Necesitamos medicinas y otros suministros para continuar la lucha junto a los lugareños.

El soldado estaba decepcionado. Esperaba encontrar algo interesante como maquinaria, o incluso un "bicho" y tener que liarse a tiros, pero encontrar a un medio hombre, medio robotijo era algo que como mínimio, le sorprendía. Era ... algo raro. Respira con resignación al ver que parece estar "vivo", "con pilas" o como se diga a que no está para tirar a la basura este Hombre-Cosa. Bueno, si hay un superviviente, seguro que sabrá donde hay algo de lo que buscamos, y si ... es mínimamente práctico, seguro que podría ayudarnos con muchas cosas, ya que lo que podamos conseguir  para sacarle partido, también le servirá a él para ... segur funcionando con normalidad ... o como se diga. Este útlimo pensamiento le hace brotar una momentánea sonrisa, y a partir de ese instante pone una faz alegre y distendida. Amable se diría incluso.

El asombro de Armand fue máximo, lo que le hizo reaccionar con lentitud e inseguridad, no estaba preparado para aquello. No supo cómo reaccionar apropiadamente ya que le costaba discernir en primer lugar cómo calificar a aquel ser. Mitad máquina mitad hombre, no sabía si utilizar el término eso o ese... 

Conocía de su existencia e incluso había visto alguno en las incontables horas de espera abordo de monstruosas naves. Pero aquello le superaba, quizá por la ocasión. De modo que Armand simplemente no reaccionó para con el ser, se limitó a dictar las órdenes pertinentes.

Asegurad el almacén, cubrid las salidas. Doc, busca un sitio adecuado para los heridos. Sopa de miso, sube a algún sitio donde puedas barrer el mayor área posible con tu rifle. Luego inspeccionaremos la zona, cómo no encontremos medicinas estamos jodidos... Mientras tanto - dijo llevándose una mano al bolsillo de la pechera - voy a disfrutar las horas que me quedan - y comenzó a encender su habano con leves y cuidados chupetones.

Y si finalmente la palmo - añadió sacando del bolsillo del lateral de la pierna la petaca de acero y cuero - que sea con una considerable cogorza.

Pelirroja, si me sacas de esta te regalo una caja de estos - clamó alzando el puro sobre su cabeza.

Tras un par de bocanadas más de humo, sujetó el rifle y comenzó a moverse por la sala. Illi, sígueme. Vamos a asegurar esto... Ten dale un trago - y le tendió la petaca.

T.E.R. comenzaba a encontrarse en modo operativo óptimo, así que distendió sus músculos estirándose, lo que dio lugar a una extraña estampa....mientras sus brazos humanos se estiraban formando una X con las piernas, las dos mecadendritas se estiraron, de forma refleja, hacia arriba. La mecadendrita fina y alargada alcanzó una gran altura, mucho más que la otra, estirándose casi tres metros desde el hombro de la figura con túnica. De la otra se abrieron y cerraron diversas herramientas, mostrando taladros, filos relucientes y llaves diversas que iban rotando de forma extraña.

Las respuestas que le dieron hicieron que se diera cuenta que el desastre era mayor de lo que imaginaba. Todo perdido, tanto material, tanta inteligencia contenida en cuerpos orgánicos desperdiciada, tantos espíritus-máquina que ya no encontrarían la paz, las liturgias correspondientes no habían sido contempladas....¿y todo por qué? "Caos." mencionó, repitiendo una de las palabras oídas. El tono de voz modulado por el vocosintetizador instalado en su garganta dejó entrever un palpable y genuíno odio al emitir dicha palabra. "Muerte al Caos...", dijo de nuevo, mientras una ligera luz emitida por sus lentes pasaba de verde a rojo durante unos instantes....Quien le escuchó, sintió un repentino escalofrío subiendo por su espalda. 

Hizo una ligera inclinación de cabeza hacia el humano con gorra negra que le había informado, agradeciéndole la información. "El Omnissiah te bendiga."

Tras escuchar a sus interlocutores, se hizo un par de ideas aproximadas. Una, aquel humano con un cilindro de hierbas prensadas y enrolladas humeante en la boca era el mando más alto en aquella zona, al cargo de la situación. Segunda, debían estar enfermos o malheridos porque ya le habían repetido dos veces la necesidad de medicamentos. Estableció rápidamente una serie de prioridades y se puso en marcha.

Andando hacia el humano con el cilindro en la boca, se detuvo delante de él y le dijo "Usted está al mando de ésta tropa. Soy la unidad T.E.R. - 3.0, aunque los no-iniciados en mi orden suelen encontrar más cómodo llamarme simplemente TER. Pertenezco al cuerpo de Visioingenieros del Tecno-Sacerdocio de Marte, y estoy...."...pausa de medio segundo..." ....estaba a cargo del mantenimiento y reparaciones de ésta sección de la nave. Dado que ninguno de mis superiores ha sobrevivido, le ofrezco mi ayuda para garantizar una mutua supervivencia en éste planeta. Si necesita que se haga algo referente a reparaciones, mantenimiento, etc...dígamelo y estudiaré si es necesario que se haga o no, estableceré una prioridad y le daré solución. Me encargaré que sus armas y resto de sagrada tecnología tengan sus espíritus apaciguados y cooperativos, siempre que ustedes las traten con el debido respeto."

Tendió la mano enguantada hacia el arma de aquel humano mientras decía éstas últimas palabras, esperando que él se la diera.

Como si se le hubiera ocurrido en el último momento, dijo en voz alta, mirando a todo el grupo.."¿Cómo debo dirigirme a ustedes?"

Pese a que no se notaba, T.E.R. aún no se había recuperado, pero iba recuperando su ser, su yo, poco a poco.

Así es, yo estoy al mando - Armand miró extrañado a la criatura - Eh... uhm... Claro - dijo, y le entregó su arma, a la que previamente quitó la batería - Perdona si no me fío de un extraño de tres metros con múltiples brazos, que acabo de encontrar en una nave estrellada en un planeta controlado por el Caos... Verás, es que soy desconfiado.

Puedes llamarnos por nuestros nombres, por cierto yo soy Armand du Plessis. O si lo prefieres puedes hacer una distinción entre Volpones, Taniths y salv... Nativos de este lugar - Y tras otra nueva bocanada de habano añadió - Por lo que a ti respecta te llamaré "máquina". ¿Sabes? un sargento no tarda en poner motes a sus hombres...

A continuación, señalando con el dedo a sus compañeros, les presentó - Este es Illi, el Tanith - girándose añadió - A aquella furcia pelirroja le van los puros. Doc es el médico, Sopa de miso es aquella, tiene un gran ojo - Y señalando a su lado concluyó - Y este es Jeremías, nativo del planeta. El resto son sus hombres - Y terminó, ignorándo conscientemente al oficial del monitorum, algo que se había prometido desde que se estrellaron.

Había encontrado al cacharro, pero al llamarlo máquina, se le pasó por la cabeza ... TRASTO. Esto le hizo mostrar una breve sonrisa. Algo le hacía confiar en él. Si con lo grande que es, quiere en este momento despedazarnos, no le costaría. Esperaba que fuera agradecido y no una fuente de problemas la cafetera que tenía delante. No le apuntaba, pero como soldado, mantenía su arma empuñada y lista para ser usada. De todas maneras, al ver al sargento "prestarle" su arma, perdió parte de la atención que les prestaba y se concentró en intentar encontrar entre toda esta "basura" algo de utilidad.

Mientras todos se iban organizando, el resto de hombres hicieron su aparición, con aspecto algo desaliñado y cansado, cargando con un Jeremías al borde de la más duras de las muertes. Lo dejaron con sumo respeto y con miradas cargadas de preocupación e impotencia ante la imposibilidad de ayudar a quien ha sido su líder durante tanto tiempo. No había ánimo para nada, solo se quedaron a su lado velando su cuerpo cada vez más atenazado por el dolor. 

El oficial del monitorum estaba comprobando algunas cosas en un cogitador que funcionaba parcialmente y que su pantalla estaba rajada con un roto que la recorría de arriba a abajo. Ignoró por completo a Armand, él se sabía su superior, pero no iba a perder el tiempo que no tenían. Localizó el manifiesto de carga de ese enorme almacén y se dispuso a escudriñarlo. T.E.R. y él se conocían a duras penas, se habían encontrado por la nave en numerosas ocasiones, pero sus funciones eran tan diferentes, que no había nunca un tema del que hablar, y con un respeto formal, se saludaban al cruzarse por los oscuros pasillos de la "Fénix".

Tras un largo silencio, Liam masculló un insulto y sin girarse habló - T.E.R. necesito tú código de acceso del mechanicum para acceder a ciertos datos de vital importancia del estado de la nave, ven, date prisa - lo urgió 

Cuando Armand le llamo otra vez sopa de miso, le miro con indiferencia y ni se movió, pues algo capto su atencion aquella mezcla de humano y maquina, aquellos míticos sacerdotes de Marte, nunca había visto ninguno de cerca, alguna vez en alguna unidad acorazada y de lejos. Pero ahora lo tenia allí delante.
Me quede con los ojos como platos cuando se estiro por entero, con la boca abierta y sin poder decir nada.
hasta que la cerré y fruncí el ceño cuando Armand volvió a hablar, Otra vez "Sopa de Miso", Ja!, Solía ser tranquila, en mi profesión eso era fundamental, ignorar el entorno y centrarte en el objetivo, anulando todo lo demás, donde solo existía el objetivo y yo. Pero esta vez la serenidad me fallo y conteste a la Maquina.
- T.E.R., ni caso al Sargento Chusquero, Mi nombre es Zora, Zora Nyota, y este que según dice es el líder de este grupo es el sargento chusquero, lo de Armand de Pelvis no se de donde lo ha sacado. En fin supongo que es cosa de ser un Volpone y su aire de intento de superioridad.
haciendo una pausa termino diciendo mientras acaricio mi rifle de francotirador:- Por cierto, T.E.R. no sabrás si hay algún vehículo para darles por el culo a todos esos cabrones del Caos que han echo esto con estas preciosidades de maquinas?

Zalamera la tiradora esta. Tenía en aprecio las habilidades de la chica, pero se estaba metiendo con sus orígenes y el orgullo que se aguantaba podía verse reflejado en sus mejillas, enrojecidas por la ira. Si, deacuerdo que el sargente tiene cosas no de chusquero, sino de "chuscarrao", pero métete con él, no con los mios. Se mantenía discreto por pura autodisciplina, y por el respeto que tenía a sus habilidades, pero no puedo aguantarlo más. - Ojo con esa lengua viperina muchacha. Me parecía bien que se humillara para conseguir algo, como el preciado vehículo, pero no podía llegar a ciertos límites. La mirada era extraña, y podía significar muchas cosas. Tras mantenerla unos instantes muy reveladores, siguió buscando, aunque con la certeza de que hacía el bobo, ya que si hay algo; el medio-robotijo lo encontraría.

Sonrió ante el comentario del Volpone, me hubiera mantenido al margen si tu sargento no fuera un toca huesos. y respondo:- la serpiente solo muerde cuando se la molesta.
Y de la misma vuelvo a prestar toda mi atención al Tecnosacerdote.

Cada vez le gustaba más esa descarada chica.

Con la mano hace un gesto de restar importancia y sigue rebuscando, levantando trastos y apartando escombros para ver si al fin va encontrando algo.

- Serpiente. Ok, Así será. Pero si, hay que reconocerlo, el sargento es un bocachanclas borrachuzo.

Tras escuchar al, ahora en la base de datos de T.E.R., Sargento Armand, los ojos del tecnosacerdote brillaron ligeramente en verde y corrigió al Volpone: "Se precisa corrección, Sargento Armand. Mi denominación es T.E.R.-3.0., pertenezco al cuerpo de Visioingenieros del Tecnosacerdocio, no soy una máquina, para mi desgracia, pero no hace falta que me elogie para que coopere con ustedes. No soy, ni seré, uno de sus hombres. Le ruego se dirija a mí con la debida nomenclatura, Sargento Armand. Puede llamarme TER." Mientras le hablaba al hombre, realizó ciertos ajustes al arma, usando unas pequeñas herramientas de su mecadendrita, que se movían como una araña por encima del arma, mientras el Tecnosacerdote la sostenía a pocos centímetros de su cara. Se la devolvió al Sargento. "Tome, ahora el arma cooperará con usted con más ahínco, pues los ritos han sido observados"*

Con la correción realizada, se giró hacia Liam y se encaminó hacia él. Aquel hombre le resultaba familiar, seguramente era uno de los encargados de la burocracia del lugar, ya que recordaba haberlo saludado en varias ocasiones, pero no tenían tareas en común. Por el camino, una hembra de pelo color oscuro se dirigió con algo más de respeto a su persona. "Gracias por la información, Zora. Actualizo mi base de datos. Con respecto a tu pregunta....puedo intentar localizar dónde estaban ubicados los vehículos. El Caos pagará por esto, el Omnissiah está con nosotros." La respuesta había dido al vuelo, sin para de andar, y sin dudar. Había convencimiento en sus palabras.

Acercándose al cogitador, se cercioró si podía conectarse a él para operar en conjunto con el espíritu-máquina que aún habitaba en él.**  Veía que Liam había localizado el manifiesto de carga. "¿Ha realizado usted los ritos de iniciación y solicitud correspondientes con el espíritu-máquina que habita en el cogitador?" le dijo en tono impersonal a Liam. "Entiendo que con la urgencia que me hablan, no debe haberlos realizado. Indíqueme qué desea y realizaré la tarea...yo apaciguaré éste espíritu."

T.E.R., viendo que el cogitador ya estaba presentando datos en su pantalla, cayó en la cuenta de que los correspondientes rituales iniciáticos ya no tenían sentido. Pulsó en las runas el código correspondiente, el que le solicitaba Liam, pero evitó que aquel hombre adquiriera dicho conocimiento*, porque al fin y al cabo, era un derecho sagrado de los seguidores del Omnissiah, no de un burócrata humano, por muy urgente que fuera la situación.

Con el código marcado y el acceso garantizado, permitió que Liam siguiera con su trabajo, haciéndole una ligera inclinación de cabeza mientras el incienso penetraba en los sentidos olfativos de todo aquel que estuviera cerca del Tecnosacerdote. Cuando aquel humano terminara, T.E.R. procedería a los rituales de guardado y apagado pertinentes. Poniendo una mano suavemente en el hombro de Liam, dijo con su tono impersonal..."Hay que guardar el debido respeto al espítitu de éste cogitador, pues herido y vejado como está, aún nos rinde servicio, leal al Omnissiah. Cuando terminéis, yo me ocuparé de él."

Un pensamiento cruzó por su mente, nanosegundos antes de que su UIM accediera a su base de datos propia.... "¿última localización conocida de MICH-1?".

Miró alrededor, intentando localizar a su servidor.

Stigga llegó a la zona más o menos segura bastante mal. En cuanto pudo, se sentó en el suelo con la espalda apoyada en una de las cajas que había, mientras mostraba muecas de dolor en su rostro, pero no se quejaba. Ignoró por completo a la chatarra de Marte, pues no le gustaban esos tipos, nunca le habían gustado; y lo peor era que no podía hacer nada para mostrarse fuerte.

-Soldadito de plomo, si consigo salir de esta, puede que entonces me plantee sacarte; pero en mis condiciones no creo que pueda ser la salvadora de nadie -soltó un escupitajo ligeramente ensangrentado y alzó la vista de nuevo- Menuda mierda de lugar, de día y de viaje...

El adepto de marte logró apaciguar al espíritu maquina del cogitador con sus rezos y ritos propios, Liam, se había apartado para dejarle trabajar con calma y tan pronto como T.E.R introdujo sus códigos de acceso, la pantalla verdosa titilo y varió de intensidad brevemente hasta que cayeron chorros y chorros de datos en binario hasta que mostró pantallas en texto legible para el resto de mortales, en el gótico común de todo el Imperio del hombre... los datos que arrojaban no eran muy halagüeños, pero ahí estaban...

• Azul: Lugar asegurado
• Rojo: Posición actual
• Verde: Por descubrir

++++De proa a popa - Secciones++++

1. Puente de mando, silos de almacenaje del 01 al 60
2. Camarotes de tropa, silos de almacenaje del 61 al 120
3. Camarotes de personal, cantina, templo del omnissiah, silos de almacenaje del 121 al 180
4. Silos de almacenaje del 181 al 300
5. Enginarium, motores, motores disformes, generadores de escudos de vacío y campo Geller; silos de almacenaje del 300 al 320

++++Fénix++++
++++Modelo - Luxus++++
++++Longitud - 1.8 km++++
++++Altura - 0.4 km++++
++++Anchura - 0.8 km++++
++++Tripulación - 800 almas++++
++++Capacidad de transporte de tropas - 1.700 soldados++++
++++Capacidad de carga - 12 millones de metros cúbicos++++

¿Sería T.E.R ese único tripulante? ¿sería otro? no había forma de saberlo, pero por desgracia, tan pronto como apareció esa información y, transcurridos unos escasos sesenta segundos, el cogitador se chamuscó por el sobre esfuerzo. Su unidad principal pasó a mejor vida después de comunicarse con otros puestos de la nave, friendo sus componentes internos.

Logan observó con detenimiento al sacerdote de Marte, con el ojo crítico de alguien que analiza hasta que punto es útil un soldado... O quizás que busca puntos débiles donde hundir su arma. Un leve gesto de desagrado apareció brevemente en su rostro cuando empezó a chasquear al estirarse, y más sonidos metálicos e hidráulicos hacían aparición. Desde luego, no le extrañaba que ninguno de aquellos adeptos acompañara a los Tanith, no eran precisamente sigilosos. Y aquello podría salirles caro. 

Observó en silencio como trabajaba, dedicando una rápida mirada de preocupación a Jeremias y Stigga cuando entraron... Y quizás una más breve aún a Armand. 

-Mi nombre es Logan, por cierto. Logan MkNeill, explorador del Primero y Único de Tanith.

Tras esas escuetas palabras, empezó a rebuscar entre las cajas, hasta que le pareció dar con algo. Una entreabierta, con parte de su contenido desparramado, como bolsas selladas. Cogió una con curiosidad, y junto con los apropiados certificados y sellos, pudo leer claramente de qué se trataba. Con una ligera sonrisa, se volvió al resto, alzándola.

-Hemos tenido suerte, medicamentos. 

En efecto, entre todos, encontraron medicinas, dos cientos inyectores mono dosis listos para ser usados, la salvación de Jeremias, a parte de Stigga y Armand, que ambos se encontraban mucho mejor que el montaraz, pero mejor asegurar su completo restablecimiento. Pero los ojos de Logan y su curiosidad, lo condujeron hacía lo más profundo del almacén, desapareciendo de la vista de todos...

Mientras los datos fluían, T.E.R. procuró encargarse de copiar la información en su mente, pues era importante y quería poderle echar un vistazo en cualquier momento. Resultó ser una idea acertada, pues apenas había terminado de memorizar todo, el sistema se vino abajo por una sobrecarga. Las luces del Tecnosacerdote parpadearon tres veces mientras contemplaba a aquel cogitador.

En la pantalla había aparecido que quedaba un tripulante con vida, pero no les había dado tiempo a localizarlo, así que era una incognita, pero los circuitos lógicos de T.E.R dedujeron rápidamente que habría un 98,48% de posibilidades que no se refería a su persona, pues el sistema de la nave seguramente tendría registrados a los tripulantes propiamente dichos de la nave como "tripulación", no a los "pasajeros" como T.E.R. y los Guardias Imperiales, que no dejaban de ser casi considerados como "carga". Al menos eso decían sus cálculos.

Cogiendo algunos de los medicamentos, se los extendió al Sargento "Armand". "Sargento, tome medicamentos para sus hombres, ahora podrán funcionar al 100% de su capacidad de combate." Los dejó caer en las manos de aquel hombretón y volvió al lado del cogitador, donde realizó los últimos ritos de "apagado y retiro" que se merecía por su servicio aquel espíritu-máquina, que lo había dado todo por cumplir con su deber. Para T.E.R., había caído en servicio.

"Omnissiah, acoge en tu seno a éste obligado y fiel servidor, que hasta la última gota de energía cumplió con su cometido, como tú nos pides y enseñas. Por el Dios-Máquina."

Un insidioso run-run seguía en segundo plano en su mente....."¿Última localización de MICH-1?", la tarea no había sido completada y demandaba su atención, pero la dejó en espera.

Al rato, se escuchó la voz de Logan, haciendo algo de eco debido a la estructura del almacén.

-¡He encontrado algo más! Una caja grande y pesada... Y otra con bastantes sellos de pureza en ella.

Tras eso empezó a escucharse un ruido como si alguien estuviera arrastrando algo, así como algunos gruñidos y maldiciones cada vez que algo se caía de su precario equilibrio cerca del explorador, o que interrumpía su camino, seguidos de lo que sólo podía ser una patada propinada a la caja que estuviera en medio. Tras un rato, apareció arrastrando las dos cajas mencionadas.