Partida Rol por web

Jax notaba moverse la nave continuamente, debido al contacto con pequeños meteoritos.

- ¿¡Pero podéis dejar de golpear todas las malditas piedras!?

Suspiro, concentrándose en el ordenador y empezó a observar algunos patrones prometedores en la pantalla.

- Aquí hay algunas superficies lisas, probablemente una nave.

La tensión es palpable. La Fénix Escarlata se sacude violentamente y los escudos deflectores parpadean antes de apagarse por completo. Una alerta en el panel lo confirma: los escudos han caído, sobrecargados por la última colisión. Durante unos minutos cruciales hasta que se recarguen, estaréis completamente expuestos a cualquier otro impacto. El campo de asteroides no perdona, y cualquier nuevo error podría ser devastador sin los escudos activos para absorber el daño.

Mientras Alana maniobra la nave con esfuerzo, tratando de mantener el control entre las rocas gigantes, Jax se concentra en los sistemas de escaneo. Tras varios intentos fallidos, finalmente consigue interpretar algo que había estado oculto entre cientos de señales. No es solo una anomalía o una interferencia, es un mensaje codificado. La tripulación de la Damisela Estelar lo ha dejado ahí a propósito, camuflándolo entre las señales naturales del campo para evitar que sean los imperiales los que lo detecten.

El mensaje proviene del interior de un gigantesco asteroide. Está claro que la Damisela ha encontrado refugio allí, pero vuestra situación ahora es crítica. Habéis perdido tiempo valioso, y con los escudos caídos, la nave está en una posición vulnerable.

La Fénix Escarlata avanza, pero cada segundo de retraso aumenta el riesgo de que las patrullas imperiales se acerquen a vuestra posición.

Para llegar al asteroide sin ser detectados, Alana deberá realizar una tirada de Pilotar CD15.

Jaxon apretó los dientes.

- ¡Vamos Alana! ¡Eres una hoja al viento!

Alana se concentró en lo que hacía, no podía volver a fallar si no serían pulpa en medio del campo de asteroides y eso es lo que quería evitar a toda costa. Llegó un momento en que se auto-recriminó su falta de concentración.

-Joder Alana, céntrate en pilotar y deja que ellos se encarguen de lo que deban, que ya son mayorcitos, no necesitan a nadie que les... bueno, a lo mejor sí que lo necesitan, pero ahora debes concentrarte en pilotar.

A su espalda Jax le alentaba para que su piloatje fuese mejor, pero la soldado estaba a otra cosa y se lo hizo saber-. Ahora no Jax -dijo tajante la chiss, que no le gustaba que la adulasen y menos en momentos tan cruciales.

Gluz observó los datos recogidos por Jaxon y asintió con sus muestras habituales de alegría. Es decir, prácticamente ninguna, porque el rodiano no era nada extrovertido. Pero palmeó la espalda del humano en reconocimiento a su habilidad.

-Muy bien hecho, Jakz. Haz eztado muy bien - dijo en un básico bastante defectuoso -Haz encontrado la zeñal.

Después la atención de Gluz se vio atrapada por las maniobras que Alana tuvo que llevar a cabo con la Fénix Escarlata para evitar la detección por los imperiales. Y por supuesto para no ser reducidos a polvo estelar por chocar con otro de los enormes asteroides que poblaban todo el horizonte que tenían ante ellos. Permaneció en tenso silencio hasta que la chiss consiguió superar el peligro. Suspiró aliviado y asintió.

-Zabia que lo conzeguiriaz. No tenía ninguna duda. - se encogió de hombros y remató la frase con su discutible sentido del humor -Claro que no ziempre acierto con lo que opino...

Alana, concentrada y decidida, consigue maniobrar con éxito entre los peligrosos asteroides, evitando cualquier colisión a pesar de la situación crítica. Con los escudos deflectores aún caídos, cada giro y desvío es un riesgo calculado, pero la nave se mantiene firme y os dirigís hacia el asteroide objetivo. Las tensiones no han disminuido, pero por el momento, habéis evitado lo peor.

Antes de alcanzar la superficie del gigantesco asteroide, observáis desde las sombras cómo la batalla en la lejanía llega a su fin. Las explosiones intermitentes y el cruce de disparos entre los cazas X-Wing y el Destructor Estelar se disipan. El ataque relámpago rebelde ha terminado, y ahora, sin esa distracción, nada detendrá al Imperio en su búsqueda de la Damisela Estelar en el campo de asteroides. Cada segundo cuenta ahora más que nunca...

[FUNDIDO EN NEGRO]

Continúa en el Escenario II.