Partida Rol por web

Gluz apunta con precisión, listo para descargar los lásers de la torreta sobre los Spacetroopers que se acercan peligrosamente. Sin embargo, al presionar el gatillo, en lugar del impacto de energía esperado, la torreta emite un extraño sonido seco, como un chisporroteo apagado. La luz en el panel de control parpadea erráticamente, y no se produce ningún disparo. Sorprendido, Gluz mira los indicadores, sospechando que los destrozos causados por los mynocks hayan afectado la conexión de la torreta.

Llevando la mano al comunicador, Gluz informa de inmediato a Alana de la situación.

- ¡Ufff! ¡Poodoo! Ezto... ezto no funciona bien... y zuena como zi eztuviera roto... Trazto eztúpido... -

Desde la cabina, Alana batalla con los controles para arrancar los motores, cuya energía se ha visto mermada también por los daños. Con tensión en la voz, le responde apresurada, consciente de que el tiempo es crítico:

- ¡Ya va! Dame un milisegundo... -

Mientras Alana intenta desesperadamente reactivar los motores, Gluz observa la torreta, con la esperanza de que la carga o los sistemas vuelvan a funcionar antes de que los Spacetroopers alcancen el casco.

Jaxon grita sorprendido por su propia puntería.

- ¡Blanco! ¡Le he dado! ¡Puuuuum! ¡Come laser maldito imperial!

Alana consigue finalmente arrancar los motores de la Fénix Escarlata. Por un momento, el sistema titubea, como si la energía no fuera suficiente, pero después de unos segundos críticos, los motores cobran vida y vibran con un ronroneo de potencia que llena la nave. El alivio es palpable, pero la situación sigue siendo delicada.

Desde la torreta, Jax ajusta su puntería y lanza un disparo certero hacia uno de los Spacetroopers que intentaban abordar el casco. El impacto es devastador: el rayo bláster alcanza al trooper, destrozando su armadura en una explosión de fragmentos. Sin embargo, la dispersión de la energía impacta también contra las paredes rocosas de la caverna, que responden con un nuevo temblor, esta vez más intenso que los anteriores. La estructura entera del asteroide retumba, y una lluvia de fragmentos de roca se desprende en todas direcciones.

El Spacetrooper restante logra evadir los pedazos de roca flotante, esquivando los trozos de escombros que vuelan por la caverna. Sin embargo, los impactos resuenan sobre los cascos de la Fénix, el caza imperial y la Damisela Estelar, que permanece vulnerable y abandonada en medio del caos.

El ruido de las rocas impactando contra el casco se mezcla con el zumbido de los motores.

Guro, el sullustano de lengua rápida, no tarda en reaccionar ante la recomendación de Jax. Con el asteroide temblando violentamente y las rocas sueltas golpeando el casco, Guro se dirige a la cabina, sujetándose en cada esquina y barandilla, mientras el entorno se sacude con cada impacto. 

Al llegar, encuentra a Alana concentrada en el aviso de los sensores: el asteroide está al borde del colapso, y cada segundo que pasa el riesgo aumenta. 

Con una mirada rápida, Guro le ofrece asistencia. Se coloca junto a ella, tomando la consola auxiliar y ajustando los sistemas de energía y de escudos, liberando parte de la carga de trabajo de Alana para que se concentre en salir de ahí cuanto antes.

- No sé cuánto tiempo más aguantarán estos sistemas, pero aún podemos salir de aquí enteros, Alana.

Los temblores se intensifican mientras ambos coordinan sus movimientos; Guro, a pesar del ambiente caótico, mantiene la calma, su experiencia en situaciones de presión en Sullust saliendo a la superficie.

El Spacetrooper, como una sombra de hierro en el vacío, se desliza hacia el casco de la Fénix Escarlata con la precisión de un depredador en su territorio. La escasa gravedad le permite moverse en silencio, usando los dispositivos integrados en su armadura para anclarse al casco. Con una de sus herramientas, se dispone a abrir una brecha en la estructura exterior de la nave, buscando cualquier abertura en el fuselaje. Sin embargo, a pesar de sus habilidades avanzadas, encuentra resistencia inesperada en el casco reforzado y, entre ajustes y maniobras, queda temporalmente retrasado. 

Mientras tanto, el caza imperial lanza una ráfaga de disparos láser en dirección a las torretas de la Fénix, intentando neutralizar las posiciones de Gluz y Jax. Sin embargo, la inestabilidad del asteroide, con temblores constantes y escombros que impactan en el casco del TIE, desestabiliza sus disparos. Los láseres rojos pasan de largo, perdiéndose en el desorden de rocas y fragmentos.

---------------------------------------------------

Comienza una nueva ronda! Es vuestro turno.

JAx empieza a ver la situación más complicada de lo que parecía al principio.

Imperiales, un posible derrumbe por los disparos, ... y para terminar de retorcerle el estómago, una duda se abrió paso en su mente.

- ¡Guro! ¿Tienes los datos verdad? ¿Hay algo que que pueda resultar comprometedor en la Damisela?

Si al final había que destruir la Damisela, mejor hacerlo con la nave al lado de la salida ...

Jaxon disparó al segundo spacetrooper, con una pericia que lo estaba sorprendiendo.

- ¡Yijaaa! ¡No qù si imperial! ¡Gluz dale al caza!

Jax ajusta la mira de la torreta, intentando enfocar al Spacetrooper que se ha anclado al casco de la Fénix Escarlata y está tratando de abrir una brecha. Sin embargo, debido a su posición estratégica sobre el casco, el trooper se encuentra fuera del ángulo de tiro de la torreta. La estructura de la nave impide que Jax pueda alinearse correctamente para dispararle.

Por tanto, Jax desvía rápidamente la mira de la torreta hacia el caza TIE que sigue rondando en el exterior. Ajusta la puntería y dispara, logrando un impacto directo. El rayo bláster golpea al caza imperial, rasgando su casco en una explosión de chispas y fragmentos.

El impacto es devastador, infligiendo 44 puntos de daño al casco del caza TIE (de un total de 60). Aunque el caza sigue en posición de ataque, el daño sufrido lo pone en una situación mucho más vulnerable. Jax ha reducido considerablemente la amenaza que representa, pero sabe que el combate está lejos de terminar.

Gluz observó como los impactos previos había dañado considerablemente al TIE que se abalanzaba tras ellos, que aun así no cejaba en su empeño de perseguirles. El rodiano no estaba dispuesto a darle otra oportunidad al caza para que afinase su puntería sobre ellos. Apuntó con cuidado al darse cuenta de los movimientos que realizaba para esquivar el fuego de Jax, adelantándose a su última finta y le acertó de lleno. El TIE no había podido evitar el fuego a discreción que habían tejido entre ambos.

—¡Ahí lo llevaz, impe! ¡Nadie ze mete con la Fénicz Ezcarlata!

Tras el momento de júbilo por la victoria, Gluz empezó a preocuparse por el Spacetrooper que estaba trasteando sobre el casco...

Jax silbó al ver el disparo de Gluz.

- ¡Bien hecho, chaval! ¡Vaya tiro! ¡Tenemos que ver como librarnos de ese spacetrooper-garrapata!

Alana vio como Guro entraba en la cabina y al instante comenzaba a ayudarle. Se notaba que tenía experiencia y que había estado en situaciones similares, algo que en ese momento les venía de perlas. Ahora la chiss podía centrarse en pilotar la Fénix para salir de allí cuanto antes.

- No sé cuánto tiempo más aguantarán estos sistemas, pero aún podemos salir de aquí enteros, Alana.

-Saldremos, cueste lo que cueste -comentó Alana seria, muy segura de lo que estaba diciendo.

-Agarraros bien que vienen curvas vueltas -comentó la capitana por el comunicador. Al momento hizo girar la nave para alinearla con la salida para poder salir con más seguridad, aunque podría haber salido hacia atrás. Pero también quiso hacer otra cosa, llevarse al trooper con la maniobra de salida. Era una maniobra arriesgada, pero si le salía conseguiría salir de aquel asteroide y acabar con su enemigo de una tacada. Así que mientras giraba la nave para alinearla, también la volteó, acercándola peligrosamente a una de las paredes del agujero donde se encontraban.

-Como piedra, trooper -dijo en un susurro sujetando fírmemente los mandos de la Fénix.

Jaxon se agarró a todo lo que puedo al empezar a notar las maniobras de Alana.

- ¡Eh! ¡Alana! ¡Ten un poco de ciudado o rallarás esta preciosidad!

Gluz, desde la torreta opuesta, ajusta su puntería y dispara contra el caza TIE que ya estaba dañado por el ataque de Jax. El impacto es directo y devastador, desintegrando el caza en una explosión que ilumina todo el interior de la caverna. Sin embargo, la explosión tiene consecuencias inesperadas: las paredes del asteroide, ya inestables, comienzan a resquebrajarse. Trozos gigantes de roca se desprenden mientras un temblor constante sacude toda la caverna.

Las rocas caen sin control, golpeando repetidamente el casco de la Fénix Escarlata y dificultando cualquier maniobra. El Spacetrooper, atrapado en medio del caos, no logra mantener su posición. Los impactos lo lanzan por el vacío, y su traje, golpeado por los fragmentos, queda completamente destrozado antes de perderse en la oscuridad.

Mientras tanto, Alana, con los motores ya funcionando, toma el control con firmeza y, con una destreza impresionante, realiza una maniobra evasiva, esquivando los peores fragmentos mientras la nave se dirige a toda velocidad hacia la salida. Los controles vibran bajo sus manos, pero Alana mantiene la calma y guía a la nave fuera del peligro...

[Continuamos en Escena III]