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Danza Macabra. x Cuarto Episodio: El Matrimonio de Iñigo

4. La Bruja

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01/05/2012, 10:46
Samuel Sánchez

Notas de juego

Me guardo la ballesta, que seguro que vale pasta, el saco con las monedas y el pañuelo de color morado.

Luego cojo la daga y voy a enseñársela a los demás.

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01/05/2012, 10:48
Samuel Sánchez

El registro resultó de lo más provechoso, aunque reconozco que una nota firmada por alguien habría sido mucho más reveladora. Volví junto a Don Antón con lo que había encontrado entre las ropas del rufián.

- Mirad, mi señor, este hombre escondía algo - dije tendiéndole una daga con inscrustaciones de oro.- O era tremendamente rico o alguien rico de verdad le pagó con eso... para que nos matara...

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01/05/2012, 12:40
Director

Notas de juego

Vale, cuidado con el peso, ahora mismo vas demasiado cargado de equipo.

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01/05/2012, 13:46
Roderigo

O quizá lo robó... si es capaz de querer matar hasta una partida de hombres armados -dijo Roderigo refiriéndose al grupo-, porqué no asaltar a cualquiera que portara eso escondido en lo más profundo de las alforjas... en fin...

Ahora sin duda se lo guardará Antón para su goce -pensaba el "sacatripas"-. Si llego a ser yo el que le hubiera registrado...

Roderigo no tenía más que decir antes de marchar.

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01/05/2012, 14:52
Don Antón

Antón recogió la daga y la observó. Desde luego no parecía el arma de un bandido y si le habían pagado con ella tendría que ser alguien con mucho dinero como bien había dicho Samuel. 

-Esta bien, pongámonos en marcha o éste se nos va-dijo señalando a Hernán- cuando estemos allí ya preguntaremos de quien es la daga.

Tenía claro que el que mejor se desenvolvería en ello era Roderigo, aunque ya le daría la daga cuando llegasen al mercado.

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01/05/2012, 16:11
Aleixo d'Ocampo

- Vamos pues... - sentenció el Caballero mientras comenzaba a andar el camino. Seguro que los sirvientes de Don Antón tenían a bien transportar al pobre barbero malherido. Recatado como estaba de las manos gélidas de la parca no podría caminar, pero a Aleixo eso poco le importaba.

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01/05/2012, 17:00
Samuel Sánchez

Me guardé de nuevo la daga con incrustaciones, que seguro nos sería de utilidad más tarde, y volví a recoger el cuerpo de Hernán para llevarlo de vuelta a la ciudad.

- Yo ya estoy listo - le di una suave palmadita al barbero.- y este también...

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01/05/2012, 18:13
Director

Llevando al inconsciente Hernán con vosotros, caminásteis entre las hileras de árboles, por un camino que se estrechaba por momentos y que os obligaba a ir en fila de a uno, tan sólo se oía el crujir de las hojas derribadas por el viento a vuestro paso, ahora sí que escuchábais los sonidos propios del bosque: el urular del viento, las ramas al moverse, los pájaros cantando, las alimañas arrastrándose...

Anduvísteis hasta que por fin enfilásteis un claro , el camino pues se ensanchó y tras atravesar el claro dejásteis atrás el horrible bosque, la bruja, su hijo subnormal, la pobre muchacha muerta a manos de unos viles hombres, el cuerpo tendido de bruces olvidado para siempre de Matías...

Pero en vuestras mentes resonaban infinidad de preguntas sin contestar, desde que salísteis de Ibarrela,en el caso de unos, o desde que os unísteis al grupo, en el caso de los otros, a cada paso que dáis en dirección a Santiago, al sepulcro del Santo, se os hace más complicado y véis impotentes como todo se va enredando cada vez más y más.

Cuando divisáis las primeras casas de Castrojeriz os detenéis un momento, en ese momento os miráis y con la mirada todo el grupo se une en comunión. ¿Qué diríais a Iñigo? ¿tiene su futura esposa algo que ver en todo esto? ¿y si no os creía? podríais incluso perder la vida...

Al menos teníais a Don Carlos, el cual pese a todos su defectos, siempre os creería... o eso os gustaría creer al menos.

Notas de juego

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