Los hijos del lobo no huían, pero una manada podía hacer una retirada oportuna en un momento dado. En su mente estaba claro que la huida era totalmente inútil. Cabía la posibilidad de que ni siquiera estuviesen en el mundo real. Aun en el caso de que realmente estuviesen en el mundo seguramente el maldito mago rojo tendría alguna herramienta para llevarles de vuelta o incluso para obligarles a volver por su propio.
Y si habia sobreestimado a aquel ser, aun quedaba el tema de estar en un lugar desconocido en medio del invierno. Aun con todo, Iirag accedió asintiendo levemente.
Antes de esperar a ver la reaccion de Nigrith echo a correr hacia donde ella iba antes con la mente ocupada en ciertas cosas.
La primera, Nigrith pensaba irse sin el, por lo que su dependencia a el era nula, lo que le enfurecía enormemente. Domaría a esa mujer, ya era una cuestión de orgullo.
La segunda, Iirag estaba demostrando con esa accion una aparente lealtad ciega a Nigrith, lo cual le venía bien.
Lo tercero y ultimo, si el Mago Rojo les hacia volver como pensaba que sucedería no perdía nada, de hecho ganaba aun mas lealtad de Nigrih. ¿Que podia hacerle? Torturarle y matarle no serian grandes castigos, si no se había suicidado ya era por ser indigno para él, también porque era pronto para saber si había o no escapatoria posible. La muerte era mas honrosa que la esclavitud.
Sonrió, con esa jugada salia ganando pasara lo que pasara.
Nigrith sonrió al ver como Iirag parecía haber entendido lo que pretendía y aceptaba la huida como la mejor de las opciones. Enseguida se puso a la altura del vovit y ambos siguieron alejándose del campamento, de Neegor y de aquellos desagradables hombres a los que habían dado caza, todo ello bajo el amparo de la noche. Durante casi media hora siguieron su marcha sin descanso y casi sin mirar atrás o abrir la boca.
Por raro que pudiera resultarles a ambos, nada sucedió. No había ni rastro de Neegor, como tampoco del Gran Mago Rojo. Si era cierto que un encantamiento recaía sobre ellos parecía haber fallado y todo hacía indicar que el enano gris les había mentido. Fuera como fuera eran libres de ir a donde quisieran. Tan libres como se lo permitiera la nieve, el frío y la montaña en la que se encontraban.
Pronto se adentraron en una zona arbolada y aunque el rastro de huellas en la nieve delataba su posición, por alguna razón, ambos se sintieron algo más seguros ocultos por la hojarasca. Con suerte, para cuando Neegor se diera cuenta de su marcha, la nieve que hacía unos pocos minutos había vuelto a empezar a caer, habría tapado todo rastro de la ruta que habían elegido para escapar. Fue entonces cuando la mujer se quedó en silencio mirando al vovit.
Parecía que algo pasaba por su cabeza. Quería decir o hacer algo, pero no se atrevía. No obstante, se le veía nerviosa, casi impaciente. Suspiró como armándose de valor y finalmente se abalanzó sobre Iirag. El vovit enseguida se puso a la defensiva, pues no estaba en su naturaleza fiarse de nadie. El caso de Nigrith no era una excepción. Su cuerpo tenso recibió un abrazo, un fuerte abrazo cargado de emotividad, algo que sin duda no esperaba.
- Da onah, Iirag. - Dijo entonces ella casi en un susurro y entonces empezó a acariciar la espalda de aquel hombre.
Iirag no volvió a dudar ni un instante. Abrazó a Nigrith con fuerza y respondió a sus caricias con mas caricias. Se entregó con pasión dispuesto a tomarla alli mismo si hacia falta.
Parecia arriesgado en un momento asi pero no le faltaban razones. La primera era que llevaba mas tiempo que nunca en su vida excepto su infancia sin mantener relaciones, la segunda es que el ejercicio les haría entrar en calor y la tercera era demostrarle entrega a Nigrith, hasta salir de allí y llegar a Athellolis o a su propia tierra aun le era necesaria.
Se quito las pieles y las echo bajo un árbol en una zona humeda. Tomo a Nigrith entre sus brazos y la tumbó sobre las pieles.
Nigrith sonrió ante el ímpetu de aquel hombre. Acto seguido le miró con picardía. Se mordió el labio y esperó a que Iirag se acercara a ella para agarrarle de la pechera y estirar hacia ella haciendo que cayera sobre el cuerpo de la mujer. Fue entonces cuando Nigrith se abrazó a su espalda y le besó en los labios y luego en el cuello.
Iirag notó el calor húmedo de aquellos labios. La temperatura de Nigrith era muy elevada, más elevada que el de cualquier otra mujer que hubiera tocado anteriormente. No obstante, aquella impresión podía ser debida a la fría temperatura que había a su alrededor, aunque no lo creía. Nigrith era realmente un ser con una temperatura muy alta.
Aquello poco le importó a Iirag. Su miembro viril sufrió una cambio casi instantáneo sobreponiéndose al frío y a lo que hiciera falta, pues tenía faena por delante y hasta ahora nunca le había fallado a su dueño. De hecho era ahora él quien mandaba sobre todo el organismo al que pertenecía y como buen cazador, no podía negarse ante una presa tan fácil y suculenta.
Fue tras unas primeras caricias y unos primeros besos, cuando Nigrith se revolvió de forma violenta. Aquello podía parecer a todas luces el típico cambio de opinión de una mujer una vez había encendido las brasas. La expresión de Iirag cambió de golpe sintiéndose engañado, pero enseguida recuperó la sonrisa. Nigirth desató el cinturón del vovit y le bajó los pantalones. Acto seguido le empujó provocando que su espalda chocara contra el frío suelo.
Nigrith se situó sobre Iirag, juntando su entrepierna con la del bárbaro del norte. Fue entonces cuando Iirag notó el calor y la textura húmeda de los labios inferiores de aquella mujer haciendo presión contra su miembro erecto. Nigrith cerró los ojos y fue descendiendo lentamente mientras Iirag notaba como iba adentrándose en aquella mujer que ardía por dentro y cuando sintió que las nalgas de Nigrith se situaban sobre sus propios muslos ésta gimió de placer.
Dale un final al capítulo XD y no marques a Borg!
Se han escrito cantidad de epopeyas y poemas sobre el sexo. Ninguno seria jamas capaz de describir lo que Iirag ejecutó aquella noche
De existir el dios del sexo estaría llorando emocionado con tal demostración de habilidad y capacidad física. Aparte de liberar tensión, Iirag había llevado el sexo a otro nivel y demostrado la capacidad física de hijos del lobo. Eso la primera vez, desde la segunda hasta la septima simplemente había roto los canones del arte amatorio y, seguramente, había destrozado cualquier futura relación carnal de Nigrith que no fuera con el. A partir de aquella noche solo podria sentir pena o asco por cualquier otro hombre, quitando tal vez a Thror.
Mientras descansaba, sabedor de la gloriosa gesta ejecutada, Iirag miraba hacia el cielo con una sonrisa satisfecha, a su lado Nigrith recuperaba el aliento, totalmente agotada.
Joe, no sabia que ibas a ser tan explicito, si lo se cojo papel higienico xD
Te ataco con fantasmada de nivel 50 sobre 10.
Los chistes prosiguieron durante un buen rato. No fue hasta una hora después de la partida de Iirag y cuando el fuego empezaba a apagarse y tuvieron que echar más leña para avivarlo, cuando Mork-Dar empezó a impacientarse. Lo cierto era que para ese entonces Borg también estaba con la mosca detrás de la oreja acerca del paradero del vovit y la extraña humana.
- ¿No hace demasiado tiempo que se marcharon aquellos dos? - Le preguntó el guardaespaldas al enano. - ¿Están follando o que pasa? - Bromeó y ante aquel atrevimiento Borg se quedó algo desconcertado. No es que fuera un enano remilgado, pero una palabra tan explicita por parte de alguien con el que tenía una nula confianza, le chocó bastante.