Las palabras del surista no están faltas de razonamiento. Si la gente se posee con la facilidad que hemos visto, la "plaga del apocalipsis" hará que su ejército aumente con las víctimas. Quizá debiéramos salvarnos y salir de esta región. Puede que regresar con mis paisanos y avisarles del mal sea una buena opción. Podríamos atrincherarnos y resistir.
El Sheriff nos insta a encontrar a mi camarada herido. Podríamos sufrir su ataque en cualquier momento. Amartillo el viejo revólver mientras miro en las posibles direcciones por donde podría llegar. Ojalá no esté maldito, y si va a morir que su alma no esté tocada por el Diablo. Pienso para mí. Miro a Reimond para que venga conmigo en busca de mi compadre. Y si acepta la petición, salimos atentos por donde el reguero de sangre marca el camino.
- Fernando, compadre! Venimos a ayudarte - Y ojalá sea así y no represente una amenaza.
Reimond se encoje de hombros .Bueno , si es lo que creéis que hay que hacer vamos allá . Amartilla el revolver y le hace un gesto al mejicano para que pase delante.Sabes donde se tiene que estar bien ahora amigo?Sonrio y prosigo En el banco , muros gruesos , buenas defensas.Pero claro , eso tu ya lo sabes ,¿no ?
Pálido como la nieve, Joe se queda de pie en el umbral por el que salen los otros. -Me quedaré aquí mientras buscais a Fernando. Buscaré provisiones o municiones, y le daré la paz a estos desgraciados.
Se frota la barbilla nerviosamente y parpadea un par de veces para enfocar mejor o quizás aclarar sus pensamientos. -Esta...maldición requiere que...recoja algunas cosas en la parroquia. Serán útiles. Está de camino, vayamos después.
A continuación, se agacha junto a los cadáveres y comienza a rezar por lo bajo tras ungirles una cruz invisible con la mano derecha.
Busco municiones y algún arma. Alguna antorcha o cualquier otra cosa que pueda ser útil.
Los dos pistoleros han dejado sus revolveres en el suelo y en sus cartucheras tienen municion suficiente para al menos dos tambores cada una. Ademas de sus jornales en los bolsillos y, uno de ellos, un cuchillo de monte.
A parte de todo aquello no parece que haya mucho mas de interes aunque podeis ver muebles en ambas habitaciones que pudiesen serviros para hacer un fuego o usarlo de armas cuerpo a cuerpo.
Salis de la habitacion en busca de Fernando aunque este parece no responder; una vez en el exterior veis la disposicion de los edificios del rancho pero ni rastro de nadie mas alla fuera. Es bastante tarde y queda poco para amanecer lo que os tranquiliza un poco... o quiza sea el hecho de no ver nadie alli o las armas en vuestras manos.
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Recojo los revolveres, el machete, las canaanas y el dinero que llevan. - Buscad a Fernando, no podemos dejar suelto a ningún poseído. - Sin sorpresa entiendo que ha sido una noche agotadora así que añado - Hacedlo por turnos, descansemos un poco antes.
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Luego me acerco al predicador y le tiendo las monedas - cuando esto acabe úselo para sus entierros.
Con Philips como extraño compañero deambulamos por las inmediaciones de la casa sin ver nada claro hasta regresar a la entrada. Es como si se hubiera volatilizado. Mis conocimientos de rastreo no son lo suficientemente buenos como para percibir pista alguna en el caos del suelo del rancho. Creo que el surista sí sabe leer bien el terreno, pero quizá no desee encontrar a mi compadre. Por qué? Sus palabras sobre bancos me hacen dejar bien claro qué hace aquí. Ahora lo veo claro. Somos su presa. Es un maldito cazarrecompensas. Puede que un militar de alto rango retirado tras la guerra que no ha podido olvidar sus ganas de matar hombres. Es muy posible que quiera dar a Fernando una muerte agónica al no querer encontrarle.
Escupo a un lado y le miro furioso. Sus ojos no se inmutan y me devuelven la mirada. Mi pulgar hace una ligera presión en el martillo del revólver. Continua la mirada mutua. Sus ojos no vacilan. Esa mirada propia de alguien que se ha visto muchas veces en esta situación... Y ha salido victorioso. Entonces me doy cuenta. Me ha tendido una trampa. Ha aceptado mi petición de búsqueda para encontrarnos a solas. Fernando es el cebo y yo la presa. La situación se tensa cuando la voz del Sheriff parece interrumpir un más que seguro duelo. - No he cometido ningún delito, y no desenfundaré para que puedas acusarme y poder matarme. No, estando el Sheriff estás con las manos atadas gringo. Pero te prometo que vengaré a mis "hermanos" -
Aflojo el martillo y dejo descansar el revólver en su funda. Me alejo mirando todavía sus ojos que siguen con la calma sobrehumana, salvando casi toda seguridad mi vida. Me acerco al grupo con el sudor frío en mi rostro. Una vez cerca de Hugh, le comento: - No hemos encontrado rastro alguno de Fernando, pero estoy con Usted si decide seguir buscando -
Master he roleado la situación en función de cómo he percibido la personalidad de Philips. Si debo cambiar cualquier cosa no tienes más que decírmelo ok?
La búsqueda con el mejicano es de lo mas amena e interesante puede que parezca un campesino pero se nota que ha vivido lo suyo y sabe juzgar a los hombres.Bueno , esto lo hace todo mas interesante.Durante todo este tiempo mantiene la mano sobre el revolver y camina a su lado sin darle la espalda en ningún momento.En cada paso en cada gesto percibe que no se fía de él , mira a todas partes buscando el rastro de su amigo peo al mismo tiempo no le pierde de vista por el rabillo del ojo.De repente parece que va a estallar , demonios ya era hora llevaba un buen rato lanzandole indirectas.Le mira con los ojos inyectados en sangre la mano se le agarrota sobre el revolver como si quisiera coserle a balazos allí mismo.Pero no es tonto le ha visto disparar y no sabe si le dará la oportunidad de encañonarle.Su cuerpo se relaja y aparta la mano lentamente aprovechando la llegada del sherif.No puede evitar sonreír ante sus palabras , si el supiera la de veces que ya ha estado en su punto de mira.Mientras pasa a su lado le susurra manteniendo esa mueca entre picara y siniestra;quien crees que les robo los caballos a Fernando y al otro ?
El silencio y la leve brisa vespertina parecen abrise paso hasta vosotros. El rancho y todo a su alrededor parece haber quedado muerto, paralizado en el tiempo, quiza a la espera de un nuevo despertar de gritos y muerte.
Con tension entre los presentes el sheriff recoge las cosas y ayuda al Predicador en su pequeña tarea aunque todos sabeis que el tiempo no esta de vuestra parte. Aun no sabeis que ha pasado con el resto de personas en el rancho o con esos indios poseidos... lo que si estais seguros es que Desmond y el resto que fueron al pueblo ya deberian estar a salvo y haber apagado el incendio... como parece que la difuminada mancha de humo en el cielo indica.
Que habra pasado alli? estaran bien?
Sea como fuere Antonio y Reimond mantienen un extraño juego de "gato y raton" que parece poner muy nervioso al primero y divertir al segundo. Ahora el grupo debe decidir que camino tomar y si hacer caso al Predicador y pasar por la iglesia antes de encaminarse a DeadTown.
perfecto. Un genial roleo! enhorabuena!
La presencia del Sheriff amansa a las dos "fieras" que postergan la contienda para otro momento menos dramático. Una vez que acumulemos el arsenal que sea posible, debemos proseguir. Estoy con el cura en pasar por su iglesia si lo considera, pues parece que en el pueblo tienen la posibilidad de extinguir fuegos, y eso implica que no están siendo masacrados. Seguro que nos encontramos una escena propia de una guerra. Hablando al grupo les planteo mis dudas.
- Bien, señores... Si vamos a continuar, debemos saber si disponemos de transporte alguno. Puede que nuestro siniestro surista sepa dónde encontrar monturas... Al diablo con él... También creo conveniente que los supervivientes del rancho vengan con nosotros y se alojen en el pueblo. No sé si habrá alguno vivo por aquí y no sobrevivirían a otra oleada. No estamos seguros de que esas cosas puedan atacar durante el día. Doy mi voto a favor de pasar por los "dominios" del predicador y orar de paso por nuestros compañeros caídos y arrepentirnos de nuestros pecados - Digo mientras lanzo una mirada de odio a Philips.
Lo siento guate pero solo se donde esta mi caballo y eso si sigue vivo porque los otros dos caballos los deje sueltos Responde Reimond sin perder la sonrisa.La historia fue de lo mas rara salí a cabalgar bajo la luz de la luna y casualmente vi salir a dos individuos del hotel, por cierto del tuyo Antonio.Como soy una persona demasiado curiosa les seguí a cierta distancia sin dejarme ver. Cuando se bajaron de los caballos para acercarse furtivamente al rancho se me ocurrió que estaría bien ver que cara pondrían si alguien les escondía los caballos.Clava la mirada en Antonio y prosige con la mano rozando el revolver.Ellos no pudieron huir del rancho a pie pero así al menos esos dos caballos no murieron y eso ya es algo que me alegra el dia.
Mientras la tensa conversacion continua revisais los alrededores. La naciente luz del dia os ayuda a olvidar el calvario de la noche pero el rancho parece totalmente desierto y no hay rastro de animales o personas... nada. Solo vosotros.
Si quereis ir a algun sitio esta claro que tendreis que hacerlo andando...
Tras descansar un buen rato hay que volver a emprender el camino al pueblo - Tenemos que llegar al pueblo, esperemos que no esté en tan mal estado como el rancho.
Hay que aprovechar las horas de día para reunir a todos y averiguar qué ha pasado y cómo solucionar esto.
Por el momento ignoro el creciente odio de ambos -sudista y mexicano- para centrarme en lo importante.
El rancho está totalmente desolado. Con la luz vespertina, el rancho ofrece una apariencia fantasmal. Cuesta creer que hace escasas horas, este lugar rebosara vida. Trato de disipar la rabia contenida ante la constante provocación del señor Philips para que cometa una torpeza y ser carne de su revólver. Al parecer, mis compadres han sido abatidos por distintos medios, pero todos caídos. Las motivaciones que pudieran condicionar mi vida ahora se han desvanecido al quedarme solo. Para no perder la cabeza entre tanto caos, decido centrar mi atención en la empresa que inicialmente unió este grupo. Aunque fuéramos más almas las que lo formamos. Sigo los pasos del Sheriff. No tengo claro si en su mente tiene previsto dejarnos caer por las dependencias del párroco. Me giro hacia el predicador para hacer un comentario quizá desafortunado.
- Tendrá Usted que ampliar el camposanto después de todo esto, Padre - Pero entonces, me doy cuenta del error de mis palabras. Ni un sólo cadáver a la vista. Ni siquiera las bestias de granja. Todo ha sido engullido por "la noche".
Continuo mi avance trangándome mis palabras y no esperando respuesta. Espero que con las nuevas luces del día, nuestros ojos puedan percibir otro matiz más halagüeño. Lástima que no quede aguardiente.
El grupo abandona el rancho... o lo que queda de el, con la incertidumbre de no saber que ha pasado con el resto de los habitantes del mismo dado que no hay cadaver alguno que pudiese indicar su muerte. Quiza, quien sabe, alguien mas haya sobrevivido...
Si no añade nadie mas nada pasare de escena a la de la iglesia por si quereis recoger alli algunas cosas o que antes de continuar hacia DeadTown.
El lunes lo mas tardar teneis las nuevas escenas, gracias!